Herido #2
Espero que les guste~
Después de un rato, al fin le dan el visto bueno para irse, con una larga lista de cosas que no debe hacer y una guía estrictas sobre los cuidados que debía tener, con ordenes claras de que debía volver en unos días para revisión.
-...al fin...- cuando sale, no puede evitar respirar profundo, disfrutando de la libertad y el aire fresco, incluso si estaba contaminado con el aroma dulce de alguien cocinando no muy lejos y gritos de trolls emocionados. Alza su mano izquierda, pasando los dedos muy suavemente sobre las vendas que rodean su hombro derecho, en un intento inútil de aliviar la ligera picazón que siente. Las doctoras, trolls del funk con mucho conocimiento por lo que pudo escuchar, le pusieron algo para aliviar el dolor y ayudar con la hinchazón, algo que traía consigo una sensación entre frio y calor junto a la picazón. Era molesto.
-Detente- Synth lo detiene, agarrando su muñeca para apartarlo de la venda, luciendo divertido ante el puchero infantil que el troll del pop no tardo en hacer. -Dijeron que no debías tocarlas- le recuerda.
-Me pica- bufo, sin volver a intentarlo en cuanto el otro lo suelta, optando por acomodar ligeramente la tela que le funciona como cabestrillo. Es colorido, con patrones de pasteles y chispas pero es suave y resistente al parecer, así que no puede quejarse. Bosteza ampliamente antes de poder deberse, se siente cansado y algo adolorido, su cuerpo sentido por la caída aun.
-Vamos, Dubstep, te acompaño a tu casa- hay una mano amable en su espalda que le da un ligero empujo para avanzar y termina por obedecer, sintiendo que esta caminando en piloto automático, más dormido que despierto.
Se siente lento y cree que tarda más de lo que debería llegar a su hogar, principalmente porque tropezó mucho en su camino y su amigo evito que se hiciera más daño, pero se siente un poco más animado cuando logra reconocer su entorno.
-Hogar, dulce hogar- esta aliviado cuando llega a la entrada de su bunker, una sensación que rapidamente se convierte en sorpresa y ligero pánico cuando escucha a alguien aclararse la garganta, alzando la vista solo para encontrarse con su hermano parado y apoyado sobre una gran roca que había allí, como si los hubiera estado esperando. -¿John Dory?- parpadeo con sorpresa al verlo, sabiendo en ese mismo instante que su plan sobre esconderse en su cuarto y evitarlo se acaba de ir por la ventana. Se siente un poco más despierto ahora. -¿Qué haces aquí?- se ríe con nerviosismo, sus dedos acariciando la tela colorida que funciona como cabestrillo, sintiéndose ansioso. -¿No estabas en el bosque con Rhonda?- había pensado que estaría fuera durante horas, quizás hasta la noche.
-Lo estaba...- bufo, cruzándose de brazos, luciendo molesto pero de alguna manera, Branch sabe que esta preocupado y no sabe como lidiar con eso. -...hasta que una luciérnaga me encontró y me dio un mensaje que decía que estabas herido- su expresión se suaviza, con algo triste brillando en sus ojos, y el más pequeño no puede evitar encogerse un poco en su lugar. -Te vez horrible- es una realidad más que una burla y el otro lo sabe. Se ve mal, su cabello aun esta algo despeinado a pesar de su intento por organizarlo y su ropa esta sucia, también esta seguro que tiene moretones en su espalda.
-F-Fue un accidente, lo juro- se apresuro a decir, evitando que el tecno-troll a su lado pudiera decirle todo lo demás. -Estoy bien, solo debo descansar un poco y estaré como nuevo en unos días- aseguro pero su hermano lo estaba mirando fijamente y tenía la sensación de que no le estaba creyendo en lo más mínimo.
-Aja- y lentamente, sus ojos se fijan en Synth, quien se endereza con nerviosismo y tensión, sin saber saber si debía sonreír o no. -¿Cómo esta realmente?- suena como una pregunta pero se puede sentir la exigencia tras sus palabras y el de aletas se siente presionado. Por un lado, su amigo lo esta mirando con una suplica silenciosa de no decirle la verdad, y por el otro, el hermano de dicho amigo parece mirar su alma de alguna manera.
-Necesita mucho descanso- termina por soltar con apuro y se siente mal al escuchar a Branch quejarse pero no piensa enfrentar la ira de un hermano que luce un protector dispuesto a sacarle respuestas. -Aquí esta todo- le extiende la larga lista que la doctora le había dado y el mayor la toma, leyéndola con expresión seria, y con esa pausa, Branch frunce el ceño mientras alza la vista. -Lo siento, Dubstep...- estaba entre sentirse mal y divertido ante la mirada llena de traición que el troll herido le estaba mandando, obviamente ofendido por haber sido delatado. -...entre en pánico- no puede negar que cuando John Dory no sonríe, se siente intimidado.
-Muy bien, puedo encargarme desde aquí- ambos miran al mayor al escucharlo, justo a tiempo para verlo guardar el papel entre su cabello y el hermano menor sabe que esta condenado, aunque no tiene muy en claro que va a suceder a continuación. -Vamos, Bitty B...- extiende su mano, con una sonrisa extrañamente suave y amable en su rostro. -...es hora de descansar- Branch no tiene otra opción más que avanzar, despidiéndose de su amigo, agradeciendo mentalmente que su hermano colocara su mano en su espalda y no intentara tocar su hombro. Bajan por el ascensor pero cuando este se detiene, el menor tropieza, sintiéndose tan cansado que amenaza con desmayarse mucho antes de llegar a su cama pero hay brazos que lo sujetan desde su lado izquierdo, dándole la oportunidad de apoyarse en un cuerpo más grande y estable que el suyo.
Branch odia ser tratado como un bebé, es un troll adulto y muy responsable que puede cuidar de si mismo, pero hay algo en la simple presencia de su hermano mayor que lo obliga a relajarse, algo cálido extendiéndose desde su pecho, y no puede luchar contra el impulso de acurrucarse, cerrando los ojos, disfrutando de sentirse protegido. Cree que puede permitirse bajar la guardia por esta vez y simplemente dormir, dejando que el mayor se encargue del resto.
Mientras tanto, John Dory esta simplemente encantado ante el gesto de su hermano usualmente serio y poco cariñoso, arrullando con pura adoración al sentirlo acurrucarse contra su hombro mientras apoya todo su peso en él. No necesita verlo de frente para saber que se esta quedando dormido y su corazón se hincha ante la muestra de confianza. Lo alza sin mucho problema, su sonrisa agrandándose ante la falta de quejas, y termina por adentrarse por completo al bunker, dispuesto a recostarlo en su propia cama.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top