Cooper Y Branch #7
Espero que les guste~
-Mírate nada más- la reina Essence mira con cariño puro el rostro de ese hijo que no había podido ver crecer, apenas evitando empezar a llorar nuevamente. Hay tanto alivio que la invade, porque su bebé no murió y ahora esta de vuelta, casi como un milagro. -Estas tan grande-
-Cumplí 15 años hace unas semanas- Cooper lo dice con orgullo, la sonrisa ajena volviéndose aun más suave de alguna manera, riendo cuando ella se inclina una vez más para besar su mejilla. Cree que tiene marcas de lápiz labial por todo el rostro, aunque eso no le molesta realmente.
-Supongo que tuviste una gran fiesta...- el rey Quincy sonríe cuando el menor se apresura a asentir con entusiasmo. Había sido una gran fiesta, ruidosa y loca como solo los trolls pop parecían poder hacer, pero en la noche, tuvo algo pequeño a solas con su hermano, con un pastel arcoíris y una mochila para su viaje como regalo. Fue genial. -...pero deberíamos intentar celebrar todos juntos en algún momento- agrego con un ligero tono de esperanza.
-¡Por supuesto!- ya quería saber como ellos festejaban los cumpleaños pero por el momento, se fija en su hermano, su sonrisa agrandándose de alguna manera. -¡Amigo, es casi como verse a un espejo!- no puede evitar reír, con tanta energía feliz en su cuerpo que era difícil de expresar.
-Eso espero, soy tu gemelo después de todo- el otro le sonríe, luciendo igual de emocionado que él, ambos compartiendo una risa mientras se inclinan para tocar sus frentes juntas. La familia quería preguntar, saber en donde había estado el menor y que había hecho durante todos esos años pero este se les adelanta, luciendo como si recordara algo repentino.
-¡Oh!- Cooper parece iluminarse de repente mientras retrocede, su sonrisa agrandándose mientras sus orejas logran alzarse ligeramente pero de manera notable, algo que hace que la reina sonría con puro cariño. -¡Tienen que conocer a mi hermano!- muchos le habían mencionado en el pasado que era un poco pegajoso pero en su defensa, le daba algo de ansiedad estar separados, porque ese era el momento en el que los trolls odioso aprovechaban para molestar a Branch. Era protector, no podía evitarlo.
-¿Hermano?- los mayores compartieron una mirada, como una especie de conversación silenciosa, mientras Darnell parpadeaba con cierta sorpresa.
-Es mi Big Bro- lo dice con orgullo y entusiasmo. Quería que ellos lo conociera, deseando que pudieran amarlo tanto como él lo hacia. -Branch me encontró cuando era un huevo y desde entonces, somos hermanos- sus ojos brillan y eso es algo que los presentes pueden notar. -Es el mejor hermano mayor pop que se pueda pedir y es la razón por la que estoy aquí, él consiguió el mapa y convenció al rey para que nos dejara salir a buscarlos- hay tanto que quiere decir pero primero, quiere encontrar a su hermano, asegurarse que nadie lo estuviera molestan.
-Entonces, hay que conocerlo- el rey es quien responde por ellos, sonriendo con confianza, emocionado de poder conocer a quien había cuidado y traído de vuelta a su hijo.
-¡Genial!- se anima y esta a punto de caminar pero algo se le viene a la mente. -Oh...- se detiene en seco, sintiéndose repentinamente aprensivo, mirándolos con cierta cautela que ellos no pueden evitar notar casi al instante. -...mi hermano es gris- decide advertirles, porque la falta de color del mayor es algo que no se puede esconder y lo que menos quiere es una reacción negativa. -¿Eso será un problema?- le duele el solo pensar que ellos pudieran tener algo en contra de eso o algo así.
-Por supuesto que no- la reina no duda en decir, sintiendo su corazón estremecerse. No había visto un troll gris en su vida pero sabía lo que eso significaba y por la postura protectora de su hijo, cree que pudieron tener malas encuentros debido a eso. No tiene idea de lo que aquel troll gris tuvo que enfrentar y le duele el corazón de solo intentar imaginarlo. -Cualquier troll es bienvenido y merece respeto, en especial aquellos que han sufrido una gran perdida hasta el punto de perder sus colores- suena sincera y Cooper se siente aliviado ante eso, asintiendo con cierto agradecimiento, antes de salir de la gran habitación.
-Oye, disculpa- reconoció a la troll que la salvo, acercándose. -¿Sabes a donde fue mi hermano?- ella pareció confundida por unos segundos, antes de que sus ojos se abrieran con realización y asintiera para su absoluto alivio.
-Lo lleve a la cocina- señalo y Cooper le agradeció rapidamente antes de avanzar con paso casi bailarín, emocionado, sabiendo que sus padres y su hermano lo estaban siguiendo de cerca. No tardaron mucho en llegar a una cocina de gran tamaño y aspecto futurista, con el troll gris sentado en el suelo por alguna razón, acunando una taza entre sus manos y dándole un ligero sorbo en ese momento.
-¡Branch!- se animo notablemente al verlo, aliviado de notar que esta tranquilo y relajado, ignorando el fuerte olor a cafeína que flotaba en la cocina. Se agazapo con una clara intención cuando el otro alzo la vista para mirarlo, algo que parece entender rapidamente.
-Ni se te ocurra- lucia serio pero Cooper lo conocía y sabía que estaba conteniendo una sonrisa. -Tengo una taza y esta no es nuestra cocina- le hace un gesto con el ceño apenas fruncido, solo para suspirar con diversión ante el puchero que se gano ante eso. -Bien- bufo, tomando lo que quedaba en su taza para levantarse y dejarla en la mesada más cercana, alejándose unos cuantos pasos de cualquier mueble y cosa que pudiera romperse. La cocina es amplia, así que no hay mucho problema. -Listo- y el menor correr directamente hacia el mayor, quien se queja cuando es básicamente tacleado, cayendo al suelo con un chillido y luchando ante el peso que tiene encima.
-...ya me morí...- suelta un quejido dramático y Cooper ríe, flotando su cabeza contra el rostro ajeno, logrando que este se riera junto a él. Branch levanta las manos para revolver bruscamente el cabello azulado, apenas prestando atención a la gorra verde que caer por todo el movimiento, y se siente casi normal, hasta que nota que no están solos. -Oh...- se queda tieso, sintiendo sus mejillas arder de vergüenza repentina cuando nota a la familia real allí parada. Lucen divertidos ante su escena y él se remueve, quedando medio oculto bajo el menor.
-Branch, tienes que conocer a mi familia- se levanta, quitándole su escondite al mayor, agarrándolo con los dientes por el chaleco para levantarlo y ponerlo de pie, sentándose a su lado con todo el orgullo del mundo. -Él es mi papá el rey Quincy, mi mamá la reina Essence...- ellos asiente con una ligera sonrisa, lucen amables y el troll gris no puede evitad admirarlos por unos segundos. Se ven como reyes sacados de unos de esos cuentos de fantasía que había en la biblioteca de los trolls pop. -...y mi hermano gemelo, el príncipe Darnell- él también sonríe pero Branch no puede evitar notar algo que llama mucho la atención.
-Me recuerdas mucho al Cooper de 8 años- suelta antes de que pudiera evitarlo, abriendo los ojos con horror mientras se tapaba la boca con las manos. Eso parece tomarlos a todos por sorpresa, la curiosidad pronto brillando en los ojos ajenos, queriendo saber algo de la vida de su hijo antes perdido.
-¿Por qué?- Darnell ladea la cabeza y el mayor se relaja casi de manera inconsciente. El parecido es impresionante, aunque con unas notables diferencias, pero aun así, hay un aire tan familiar que los rodea a ambos y lo ayudan a sentirse un poco más tranquilo.
-Los...trolls del pueblo pensaron que seria divertido tener una lucha con chicle...- Cooper ríe ante ese recuerdo. -...pero mucho de eso termino en el cabello de todos- bufo, recordando los gritos del grupo de pequeños trolls que luchaban por intentar quitar todo el chicle que había llegado a sus cabelleras. Fue un desastre. -Tuve que cortar el cabello de Cooper así de corto- señalo los cortos mechones ajenos con un gesto algo nervioso, escuchando al menor reír justo a su lado y cree que ellos pueden imaginarlo porque están sonriendo para su alivio.
-Fue divertido~- dice con una gran sonrisa y eso es luciente como para que los reyes rían, con el príncipe bufando con versión notable y Branch solo puede sonriera ligeramente, esperando no meter la pata.
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