Parte 8
—¿Cómo están? —Taehyung alzó su cabeza y leyó preocupación en todo el rostro de su hermano, junto a él estaba Namjoon con la misma expresión.
—Vuelvo enseguida —murmuro hacia Jungkook y este asintió lentamente con su cabeza mientras el paramédico le seguía revisando en busca de una herida.
—Tengo una sutura de cuatro puntos en mi brazo izquierdo, nada importante, unos cuantos hematomas en mi torso y espalda pero nada más. Jungkook aparentemente no tiene ningún daño pero está en shock, le iban a administrar un calmante —explicó apenas llegó al lado de su amigo y hermano.
—¿Qué pasó exactamente? —pregunto Namjoon cruzando sus brazos sobre su pecho.
—Salimos de la fiesta e íbamos camino a su departamento, mientras manejaba me di cuenta de que algo extraño sucedía con el motor del auto y comencé a bajar la velocidad pero el auto no frenaba y empezaba a acelerar, antes de que corriera más rápido, baje de este aún andando.
—Bueno, eso explica tus golpes —murmuro Jimin con un suspiro asfixiado, había estado muy preocupado cuando recibió su llamada.
—¿Y a ustedes? ¿Cómo les fue?
—Ahora no es importante-
—Ahora es importante, con esto queda demostrado que en verdad estaban atentando contra kookie —exclamó frunciendo el ceño furioso—. Se supone que el auto recién venía del taller, se supone que estaba bueno joder.
—Nos llevamos detenido al tipo con la excusa de abuso infantil, la cual resultó ser verdad —informó Jimin—. El tipo no quiso dar ningún detalle de quien le había mandado el trabajo de las cartas y aquellos niños en verdad no saben nada, su único enlace es su padre.
—Bueno mierda, ahí quedó mi primer punto de partida —reclamo frustrado.
—No me gusta esto —murmuro Namjoon.
Jimin asintió con la cabeza, comprendiendo aquel sentimiento.
—Es... Como si fuera el comienzo —pronunció Tae con el mismo presentimiento de los presentes.
—Tal vez esto puede ser más peligroso de lo que se ve a primera vista —Jimin dijo observando hacia Jungkook con una expresión preocupada.
—Al menos ahora sabe que en verdad ocurre algo e irá con más cautela —apoyo Namjoon.
—¿Irás a casa? —Taehyung hizo una mueca y negó con su cabeza.
—No me gusta la sensación de dejarlo solo con lo que acaba de pasar —expresó seguido de un suspiro.
—Bien, entonces les llevaremos al departamento de kook —la voz de Jimin no aceptaba réplicas.
Asintiendo con la cabeza, Taehyung volvió al lado de un Jungkook un poco más relajado.
—¿Cómo estás? —pregunto suave, tratando de no alterarlo.
—... Aún en shock, simplemente no puedo creer lo que pasó solo unas horas atrás —dijo sin emoción alguna—. Si tú no hubieras aparecido en la fiesta, tal vez yo hubiese chocado y nada asegura de que hubiese podido hacer algo al respecto como hiciste tú.
—Te dije que te protegería —señalo con cariño, tomándolo de la mano para ayudarle a bajar de la ambulancia—. Vamos, necesitas tu cama y dormir.
Jungkook gimió ante la idea. Sí, necesitaba eso y dormir por mucho, mucho tiempo y despertar de esta pesadilla.
(***)
Cuando llegaron al departamento, Taehyung estuvo apegado al cuerpo del rubio en todo momento, vigilando.
—No le digas nada a Bae —suplico Jungkook y Taehyung no pudo hacer más que aceptar.
—Solo por hoy, pero deberás decírselo, tiene que ser consciente de lo que ocurre a su alrededor ahora.
—Gracias... —susurro mordiendo su labio inferior mientras ingresaba.
Las luces estaban apagadas, Baekhyun se había acostado a dormir y Jungkook agradeció internamente eso, no estaba para inventar excusas.
Taehyung revisó la habitación del menor, comprobando que estuviera bien antes de acompañar a Jungkook a su habitación.
—No te vayas... —murmuro Jungkook al ver que se retiraba.
—No te preocupes, dormiré en tu sofá —sonrió cuadradamente, volviendo a caminar.
—No... —Taehyung se detuvo en la puerta—... No me dejes tú también... —volvió a murmurar sintiéndose débil y miserable.
Por más extraño que le resultó aquellas palabras, Taehyung no dijo nada. Y aunque quisiera retener su sonrisa enternecida, no pudo.
Su Jungkook estaba ahí otra vez, frente a él.
El cuerpo del rubio se tenso al ver como Taehyung se acostaba a su lado, pero solo fueron por unos segundos. Luego todo fue paz y tranquilidad, como antes.
Horas más tardes el primero en despertar fue Taehyung, sintiéndose muy cómodo obligó a sus párpados levantarse para poder despertar.
Una sonrisita nació en su rostro al ver que Jungkook estaba de frente, acomodado lo más cerca posible. Con el dorso de su dedo comenzó a acariciarle la mejilla, luego con ternura subió por la frente y bajó por la nariz, deteniéndose en aquellos labios.
—Te extrañe... —murmuro y sin poder evitarlo, se inclinó para darle un suave beso—. Te amo tanto —musito con dolor.
Aprecio por última vez el hermoso rostro pacífico de Jungkook y luego se levantó, tenía cosas que hacer.
Cuando la puerta se cerró, Jungkook abrió sus ojos y una nostálgica sonrisa adorno su rostro. Aunque eran las palabras que más deseaba escuchar, le dolía a la misma vez hacerlo.
Y también estaba Yugyeom, su compañero, su pareja.
Enterró su cabeza en la almohada, deseando dormir otro poco antes de enfrentar su cruel realidad.
Una donde tenía una pareja, donde había vuelto su verdadero amor y donde intentaban asesinarlo. Esa realidad.
Taehyung entró a la cocina después de salir de la habitación de Jungkook, fue directo a la cafetera.
—¿Dormiste con mi hermano?
—¿Sabes que es de mala educación entrar a la habitación de tu hermano?
—Yo no entre —Taehyung volteo a verlo alzando una ceja—. Solo abrí la puerta y me quedé ahí.
Ambos sonrieron.
—¿Leche? —pregunto el mayor mientras se daba vuelta y sacaba una de chocolate.
—Gracias —se sentó en la isla y acompañó a Taehyung mientras este bebía su café—. ¿Lo encontraste en la fiesta?
—Sip, lo traje al verlo algo borracho y al ser muy tarde me pidió que me quedara —explicó tomando un sorbo de su café.
—Ya, como si mi hermano te fuera a pedir eso —refunfuño.
—¿Pasó algo mientras estaba afuera? —pregunto frunciendo el ceño al ver un hematoma en el brazo del menor.
—Hum... Sí —recordó levantándose, volvió de su habitación con una carta y un ramo de rosas, dejándola encima de la mesa de la isla—. Esto llegó ayer para mi hermano.
Antes de ver los objetos, Taehyung tomó con cuidado el brazo de Baekhyun y volvió a alzar la camiseta, descubriendo otra vez el hematoma del porte de una mano en el antebrazo.
—¿Qué sucedió? —pregunto regulando su furia.
—Nada —gimió asustado, retirando su brazo rápidamente.
—Baekhyun...
—¿Qué es eso? —pregunto Jungkook saliendo de su habitación.
Ambos se quedaron callados, pero los ojos de Taehyung prometían que iba a averiguar al respecto.
Volviendo a sentarse Taehyung tomó la carta y la leyó.
Odio
la
espera,
comencemos.
—Había una rosa similar en los asientos del auto —comentó Jungkook sentándose al lado izquierdo de su hermano con una taza de café.
—¿Jungkook, terminaste con Yugyeom? —pregunto extrañado Baekhyun.
Taehyung volvió a guardar la carta y lo observó, al igual que su hermano.
—¿Por qué lo dices?
—Busque en internet el lenguaje de las flores y dice que un ramo de rosas amarillo enviado entre dos adolescentes podría significar amistad pero, el mismo ramo de rosas, del mismo color, pero enviado por una mujer u hombre a su amado, podría significar celos, e incluso una insinuación de infidelidad. Por eso pregunte —aclaro.
Como Jungkook ya había recibido rosas amarillas con anterioridad, el tema de la amistad quedaba descartado lo que significaba que era el otro significado, y aquello también colocaba entre los posibles culpables a Yugyeom.
Tal parece que esto recién comenzaba.
A pesar de estar preocupado, Jungkook sonrió quitándole importancia.
—No he terminado con Yugyeom —le revolvió el cabello a su hermano—. No creo que sea nada importante, ahora arréglate para ir a la escuela.
A los ojos de Taehyung, no pasó desapercibido como el cuerpo del menor se tensó antes de asentir y sonreír.
Era obvio que Baekhyun no le había dicho a su hermano sobre aquel hematoma, temía saber que abusaban de él en la escuela pero eso parecía ser.
—¿Qué haremos ahora? —pregunto angustiado Jungkook, expresivo.
Sin poder evitarlo Taehyung sonrió.
—¿Por qué sonríes? —pregunto alzando una ceja, intentando no corresponder aquella sonrisa.
—Porque ya dejaste de fingir ser una hermosa estatua sin emociones —respondió como si fuera lo más obvio del mundo.
Jungkook abrió su boca dispuesto a replicar, pero prefirió callar.
—Hey, no te vuelvas a encerrar —acusó Taehyung entrecerrando los ojos. Decidió cambiar de tema para no presionarlo—. Lo de anoche y la carta de ahora, esto está recién comenzando Jungkook. Y aunque no te guste, tu parejjea entra entre los posibles culpables —pronuncia mal apropósito la palabra—, aunque eso no significa que lo sea —aclara.
El rubio tragó pesado, la expresión de Taehyung era seria.
—¿Qué vamos a hacer?
—Primero es proteger a los que te rodean. En primer lugar estas tú y tu hermano, yo me ocuparé de los dos, incluso podría pedirle ayuda a Minnie para que proteja a Baekhyun.
—Bien.
—Tu... Novio... También necesita ser protegido y vigilado.
—Ya tiene guardaespaldas —hizo una mueca.
—Bueno, entonces tendré que hablar con su guardaespaldas y ponerlo al día para que tenga más cuidado y ver si me hecha una mano.
El sonido del móvil interrumpió, Jungkook se levantó y fue a buscar su teléfono para contestar. Mientras hacía eso, Taehyung revisó el propio encontrando un mensaje de su hermano avisando que le había dejado su auto y ropa.
—Ya vuelvo —aviso saliendo.
En recepción se detuvo por un momento.
—¿En que le puedo ayudar, señor?
—¿Cómo es la seguridad aquí? ¿A quienes permiten entrar y salir?
—Solo los que viven en el edificio tienen la libertad y salir cuando quieran. Las personas que desean entrar son revisados por los guardias y se le avisa de su visita al inquilino —respondió extrañado.
—De ahora en adelante nadie puede subir al piso del señor Jeon, sin importar la excusa yo tengo que saber antes —pidió en una orden firme, pero sin dejar de sonar amable.
—Claro.
—Y los paquetes y cartas de igual forma de ahora en adelante me lo pasa a mi primero.
—Eso... —dudó.
—Un molesto fan está atormentando la tranquilidad del señor Jeon y a la vez a la de su hermano —explicó con un suspiro.
—Oh, entiendo, haremos todo lo posible por seguir sus órdenes —aseguró.
Taehyung sonrió y se retiró en busca de su ropa. Estando afuera se sintió observado, enseguida observó a su alrededor mientras abría la guantera de su auto y sacaba el arma que le había dejado su hermano, la guardó en su espalda baja y la cubrió con su chaqueta.
Antes de entrar al edificio, volvió a observar a su alrededor, desconfiado.
Al llegar arriba ambos hermanos les esperaban ya listos.
—Solo me cambio de ropa y listo —aviso buscando el baño.
—Bae ya sabe que nos debe esperar hoy cuando salga del colegio —informó Jungkook desde la sala.
—Insisto en que puedo irme yo solo —se quejó el menor.
—Baekhyun —advirtió su hermano.
Taehyung salió con una sonrisa.
—¿Qué, no quieres salir con nosotros?
—¿Vamos a salir?
—Si, ¿Vamos a salir? —pregunto Jungkook. Taehyung disimuladamente le hizo una seña al rubio para que le siguiera—. A cierto, pensaba que querrías salir por un nuevo juego pero ya que...
—Claro que si quiero salir con ustedes —interrumpió con una sonrisa.
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