Jungkook fue hacia la puerta y vio quién era antes de abrir.

—¿Qué parte de aléjate no entendiste exactamente? —pregunto con el ceño fruncido.

—¿Puedes abrir la puerta?

—No —gruño haciendo una mueca, arrepintiéndose de ello cuando su labio dolió, recordándole lo que había sucedido anoche.

—Tenemos que hablar.

—¿Cómo sabes dónde vivo? ¿Quién te dio mi dirección?

—El jefe de tu empresa.

—Oh claro, el jefe de mí... —sin importarle saco el seguro y abrió la puerta de golpe— ¿De qué hablas?

Taehyung recorrió todo el cuerpo del contrario, deteniéndose por varios minutos en el marcado abdomen del rubio.

Relamió sus labios y luego alzó el rostro pro antes de poder verle, el rubio ya había girado la cara.

—Agradable bienvenida —susurro con voz ronca, ingresando sin ir más allá de la entrada del departamento y obligando a retroceder al rubio, su atención fue de lo que había en el interior del lugar antes de volver al torso del mayor.

—¿Me quieres explicar ahora? —preguntó cruzando sus brazos sobre su pecho, gustándole llamar la atención del contrario aunque no lo admitiera.

—Estaba buscando trabajo, dejé mis papeles en varios lugares y al fin me contrataron.

—¿Cómo guardaespaldas? —pregunto dándose dándole la espalda cuando la atención de Taehyung dejó su desnudo torso, no podía permitir que le viera el rostro.

—Bueno, en parte por eso entrené cuatro años, tu empresa me contrató como tu guardaespaldas personal —dijo sacándose sus zapatos, comenzando a seguir al rubio.

—Yo no necesito a nadie, te puedes ir.

—Tu empresa quedó preocupada por lo sucedido ayer, ya firmamos el contrato —respondió afirmándole del brazo—. Mírame —exigió.

—Para hablar no es necesario ver el rostro del otro.

—¿Hace cuanto estás recibiendo esas cartas de amenaza?

—¿De qué hablas? —pregunto exaltado, dándose vuelta— Sé que algunos fans llegan a ser muy obsesionados pero...

—¿Qué te paso en el rostro? —pregunto Taehyung interrumpiendo, soltando el brazo del rubio y acercándose para tomar con delicadeza el rostro de Jungkook.

—Nada... —susurro algo nervioso.

—Mira tu labio, ¿Quién mierda te hizo eso? —pregunto enojado, juntando sus cejas y tensando su mandíbula.

—Tae... —pronunció con un suspiro—. No es nada, ¿Está bien? Tampoco voy a hablar de ello contigo así que no insistas.

—Ahí estamos mal, Kookie —señaló soltando el rostro del rubio y lo obligó a sentarse en el sofá—. Tu jefe quedó preocupado por lo que ocurrió ayer, así que me contrataron para cuidar de ti de ahora en adelante. ¿Dónde está el botiquín de primeros auxilios?

—Hay uno en el baño y otro en la cocina —respondió automáticamente y luego frunció el ceño—. Si te hubieran contratado lo más seguro es que ellos mismo me informarían, no tú.

Taehyung volvió con el botiquín, se sentó al lado de Jungkook y saco pompones de algodón y alcohol.

—De hecho, ellos lo iban a hacer pero estaba por aquí, así que decidí darte la noticia primero —sonríe volviendo a tomar la mandíbula del contrario, concentrado examinó la herida y comenzó a limpiarla.

Jungkook se guardó sus quejidos de dolor, cerró sus ojos y esperó a que Taehyung terminara.

No quería saber por qué le estaba permitiendo hacer este tipo de cosas, por ahora lo dejaría pasar pero se aseguraría que no se volviera a repetir más adelante.

Taehyung observo la herida ya limpia y luego sonrió al verlo con sus ojos cerrados. Sin poder evitarlo se acercó y tocó suavemente sus labios con los suyos.

Rápidamente abrió sus ojos y observó a un tranquilo Taehyung que guardaba las cosas.

—Tu...

—¿Yo...? —pregunto volteando a verlo.

—Tu me... —niega con su cabeza—. Nada... —termino murmurando, extrañado tocó suavemente sus labios.

¿Lo había besado? ¿O solo se lo imagino?

—Esto me trae recuerdos —pronunció Taehyung logrando sacar a Jungkook de sus pensamientos ante su tono melancólico.

—¿Recuerdos? —sí, sabía a qué se refería el contrario.

—Cuando me lastimaba o como quedaba después de pelear, tu era el que me limpiaba cada herida, ¿recuerdas? —preguntó volviendo a su lado.

Asintió con su cabeza y evitó mirarlo cuando se volvió a sentar a su lado. Su cercanía era peligrosa, se removió incómodo.

—Kookie... Yo...

—No. —cortó firme— No hablemos del pasado, Taehyung. El pasado ya no está, ya pasó y ya no existe. Así que por favor no me llames Kookie, ¿Dijiste que eres mi guardaespaldas? Bien, te informo ahora que yo no necesito ninguno, yo no necesito a nadie —aclaró firme—. Si quieres hablar de otra vez del pasado o cosas personales, ahí está la puerta, por que la oportunidad que tenías para explicarte, fue hace cuatro años.

Taehyung trago el nudo en su garganta y trato de no gritar de furia ante las palabras de Jungkook.

Estaba ahí, la química que había entre ellos seguía ahí. Solo había que ver cómo reaccionaba el rubio ante su cercanía, ante su tacto pero, Jungkook se empeñaba en negarlo.

Sabía que lo había lastimado, y mucho al parecer. Pero se quedaría con él y le obligaría a reconocer que el amor entre los dos seguía ahí, presente, si era necesario.

Por ahora, convencería al rubio que necesitaba un guardaespaldas y aprovecharía esa cercanía, no dejaría escapar ninguna oportunidad.

—Bien, si es así, entonces quiero saber desde cuando estas recibiendo estas cartas —pregunto sacando el sobre negro de su chaqueta, dejándola en el espacio que había entre los dos.

Jungkook inspiró profundamente, tratando de tranquilizarse, se volvió para observar el sobre y frunció el ceño.

—Solo es una carta de un fan obsesionado —repitió lo mismo que se había estado diciendo a sí mismo desde que empezó a recibirlos.

Taehyung arqueo una ceja y abrió el sobre leyendo el contenido.

—Esto no suena solamente como un fan obsesionado, solo dime cuantas has recibido hasta ahora.

Jungkook gruño frustrado, negándose a contestar.

—¿No entiendes en el peligro en el que estas? —gruño enojado.

—¡Dios! ¡Solo son cartas!

—Dime cuantas.

—¡No lo sé! No lo sé, bien. Hace meses que esos sobres me llegan pero no tienen nada de importancia —aseguró pasando su mano entre su pelo, frustrado—. Ahora, vete.

—No, ahora quiero ver esas cartas. —ordenó—. No sabes en el peligro en el que estas, el peligro en el que están las personas que te rodean, las más cercanas —Jungkook volteo a verlo enojado.

—Eso... —calló al recordar lo que había pasado con Kris—. Mi mánager...

—Esos chocolates eran para ti, Jungkook. Dime, ¿Qué hubiera pasado si tú mánager no hubiera comido de tus chocolates primero? ¿Qué hubiera pasado si tú te los hubieses comido o...?

—Bae... —susurro abriendo de más sus ojos.

—¿Baekhyun? Es una posibilidad —confirmó recordando al hermano menor de Jungkook.

—Oh Dios mío... —susurro Jungkook comprendiendo ahora.

Baekhyun siempre comía de los dulces que le daban. Si hubiera llegado a casa y él los hubiera comido primero...

—Hey, tranquilo —dijo Tae acercándose, tomando su mano.

—Si algo le pasa a Bae... —murmuro perdido.

—Nada le va a pasar —aseguró aprovechando y acercándose más—. Yo los cuidare, a ambos, pero necesito saber —insistió queriendo sonreír cuando por fin Jungkook se recargo en él.

Oh mierda, cuánto había extrañado los abrazos de Taehyung. Sin poder evitarlo se derritió en sus brazos, permitiendo que le sostuviera en este momento.

—Este año me he mudado más de lo que me gustaría —comenzó buscando tranquilizarse, tenía que estar tranquilo.

—¿Por qué? —pregunto calmadamente el contrario, comenzado a acariciar su espalda.

—Ser modelo era como si tuviera un límite, y yo quería ir más allá. Cuando comencé a cantar, supere ese límite pero con eso mis fans crecieron y algunas o algunos llegan a tal extremo hasta averiguar dónde vivo y acosarme en mi propia casa —explicó con un suspiro—. Realmente no pensé en esto, debí de haberlo hecho por Bae, el no merece estar cambiándose siempre de departamento conmigo.

—Pensé que Bae vivía con tus padres —recordó Taehyung, se lamento decir aquello cuando perdió el agradable calor de Jungkook.

—Solo te diré que hace dos años que Bae vive conmigo. —frío, su tono se había vuelto frío y distante otra vez.

—Bien, entonces me puedes mostrar las otras cartas —pidió.

Jungkook hizo una mueca pero finalmente se levantó y desapareció, minutos después volvió con una bolsa transparente.

—Las guarde porque eran extrañas.

—¿Extrañas?

—El contenido no tiene sentido, por eso te dije que eran de un acosador obsesivo —las dejó en la mesa de centro, enseguida Taehyung las sacó y leyó cada uno de ellas.

Odio que no me conozcas.

Tú.

Imagina lo que sucederá cuando estamos juntos.

Oscuros secretos.

Mío.

Soñar es lo mínimo que se me permite por ahora.

Eres mío.

Olvidarte, simplemente no puedo hacerlo.

A mi lado te quedaras.

Nunca te dejaré.

—Siempre aparecen bajo la puerta, entre otras cartas de mis fans o entre los regalos —añadió Jungkook.

Taehyung frunció el ceño, las cartas en sí no tenían sentido pero sabía que había algo más en ellas.

—Me las quedaré —informó guardándolas.

—¿Ha pasado algo más? ¿Algo que tu hayas encontrado extraño?

Jungkook junto sus cejas pensativo, y luego recordó algo.

—Bueno, hay algo pero no creo que tenga algo anormal o extraño.

—¿Qué?

—Cuando vuelvo tarde, siento como si me estuvieran observando o persiguiendo. Le comenté esto a mi mánager pero me dijo que debía de ser un fan o periodista y por lo cual, debería de acostumbrarme.

—¿Y que crees tu?

—Que tiene razón —se encoge de hombros desinteresado.

—¿Algo más?

—No se si sea importante o no, pero siempre que voy a grabar pierdo un objeto.

—Podría ser un fan.

—Lo sé, por eso te digo que no necesito un guardaespaldas. Nada además de esas cartas es extraño, no hay nada —se quejó.

—Haremos esto, como nada es seguro más que estas cartas son extrañas, te cuidare por un mes, si en ese mes no sucede nada...

—Me dejaras en paz —completo.

—¿Qué dices?

—Mientras no te metas en mi vida personal, puedo soportarlo —aceptó—. Pero te advierto, mi vida no es fácil.

—Y yo no me rindo.

—Esto solo es estrictamente laboral, en el momento en que mezcles lo personal, te largas.

La sonrisa que le brindó Taehyung fue tan inocente que sabía que no auguraba nada bueno.

Algo le decía que su vida volvería a tomar esa diversión y pasión que siempre tenía cuando Taehyung estaba con él, y no sabía si esta vez estaba dispuesto a tomarla.