Parte 4
No le gustaba, simplemente no le gustaba y no era solo por estar escuchando a este falso Jungkook hablar.
Había pasión sobre lo que hablaba, eso no lo negaba pero... No estaba aquel brillo en sus ojos, esa chispa en su ser que tanto le gustaba.
Tenía un mal presentimiento. Sus ojos oscuros volvieron al despampanante rubio a unos metros adelante.
—Bien Jungkook, tus respuestas son muy emotivas, puedo sentir tus sentimientos a través de la música —sonríe la mujer—. Pero hay algo por lo que todos y todas están interesados.
El cuerpo de Jungkook se tenso, eso no era muy buena señal.
—¿Sobre mi nuevo disco? —pregunto tratando de cambiar el tema.
—También, pero estoy segura de que todos quieren escuchar sobre tu relación con el famoso modelo Yugyeom —la sonrisa de la mujer era tan falsa y ambiciosa ante los ojos del rubio.
—No hay mucho que decir, somos felices y esperamos estar por mucho tiempo juntos —sonríe algo avergonzado, consiguiendo una exclamación enamorada del público y una asco por parte de Taehyung que supo disimular.
—Oh, que tierno —exclama la mujer— Pero antes de Yugyeom estabas con otra persona ¿Cierto?
—... Sí...
—¿Y como era tu relación con él o ella? ¿Por qué terminaron? —siguió preguntando a medida que se inclinaba hacia adelante.
—Lo siento, es mi vida privada y no puedo ni quiero hablar sobre eso —corto Jungkook sin perder su sonrisa amable.
—Entonces... Fue una relación desastrosa, ¿Cierto? ¿Terminaron debido a tu popularidad? —siguió presionando.
Jungkook tragó pesado y luego suspiro.
—Fue un él, y nuestra relación duró su tiempo... Creo que era un especie de tonto primer enamoramiento para ambos, luego cada uno tomó una decisión y siguió con su vida. —respondió finalmente, mostrándose algo incómodo por haber respondido.
Cosa que obviamente el público notó y comenzaron a mostrar su descontento.
Taehyung salió de aquella sala. Tenía que hablar con Jungkook en privado.
¿Un estúpido enamoramiento? ¡Por supuesto que no!
Los sentimientos de ambos eran puros, fuertes e intensos. No permitiría que Jungkook dijera eso, claro que no.
Sigilosamente y con apuro, buscó una puerta con el nombre de Jungkook. Siempre debía de haber una habitación aparte para el invitado, lo había aprendido con Yoongi.
—Bingo... —susurro viendo el nombre en una hoja pegada a la puerta, rápidamente verificó a su alrededor y se metió.
Cerró con cuidado, tratando de no emitir ningún sonido y luego se dio vuelta.
—Mierda —rápidamente corrió al hombre en el suelo que estaba inconsciente.
En su boca había un chocolate a medio comer, no gustándole lo que veía tomó su móvil y rápidamente llamó a una ambulancia.
Mientras esperaba, revisaba al hombre para ver si había ingerido algo más pero, lo único que encontró fue los papeles de chocolates.
—¿Qué haces aquí? —pregunto Jungkook frunciendo el ceño, luego se fijó del hombre en el suelo— ¡Por Dios! ¡Kris! ¡¿Qué tiene?!
—Creo que fue envenenado —respondió Taehyung observando a su alrededor, fijándose en las canastas, específicamente en la que contenía dulces.
—¿Y qué podemos hacer? ¿Qué puedo hacer? —pregunto angustiado.
—No hay mucho que nosotros podamos hacer, llame a una ambulancia.
—¿Cómo quieres que me quede sin hacer nada?
—Dime, sabes hacer algo —preguntó observándolo intensamente.
—No pe-pero...—mordió su labio inferior.
—La ambulancia debe de estar por llegar —aseguro.
La habitación se vio invadida nuevamente, esta vez por dos paramédicos y una camilla. Rápidamente dos de los tres hombres comenzaron a revisar al afectado.
—Sería de mucha ayuda saber que comió antes.
—Encontré esto en su mano, y esta canasta está llena de esos dulces —respondió Taehyung entregando la canasta al hombre que se había quedado parado mientras los otros dos terminaban de acomodar en la camilla.
—¿Mis chocolates? —pregunto Jungkook levantándose del suelo.
—¿Son suyos? —señaló la canasta entre sus manos.
—B-bueno... No, me la dio un fans —respondió algo nervioso.
—Oh, tu eres Jeon Jungkook.
—Ahora no es momento para eso —señaló el que tenía la canasta, dándole un ligero golpe en la nuca a su compañero, antes de comenzar a sacar al accidentado.
—Yo... Tengo que ir con el... —susurro aún conmocionado, empezando a tomar sus cosas, ignorantes del tumulto de personas fuera de la habitación.
Taehyung junto sus cejas, molesto de las personas que curioseaban en la puerta, fue y la cerró, colocándole seguro.
Luego se dirigió al nervioso rubio y le detuvo afirmándole un hombro.
—¿Estás bien?
—Yo... ¡Dios! No... —respondió observando el suelo, perdido.
—Kookie... Esos dulces...
—No —pronunció cortante, alejándose de aquella mano.
—¿No qué? —pregunto alzando una ceja.
—No me llames Kookie, soy Jungkook —respondió entre dientes—. Y lo que sucedió aquí no es de tu incumbencia.
—Lo es si se trata de ti —respondió serio.
Jungkook volteó a verlo y negó con su cabeza, con expresión sorprendida bastante falsa.
—No pareció así hace cuatro años atrás, cuando me dejaste sin explicación alguna —respondió sereno, tomando las otras canastas.
Taehyung gruño y se interpuso en su camino.
—Hay una explicación para ello.
—Una que viene cuatro años tarde y que ya no me interesa —sonrió ladino—. Un gusto volver a verte a pesar de la situación —dijo pasando por su lado, intentando llegar a la puerta.
Solo que no llegó muy lejos, ya que Taehyung le detuvo bruscamente y lo empujó contra la puerta, enjaulándolo con su propio cuerpo.
—¿Se puede saber qué estás haciendo? —pregunto con una calma que no sentía.
—¿Quién eres tú? —cuestiono Taehyung, obligando a retroceder a Jungkook hasta que su cabeza chocó con la puerta.
—Jeon Jungkook.
—No, tu no eres mi Kookie —gruño recargando su frente en la contraria, invadiendo todo su espacio personal—. Estás actuando como una persona que no eres.
Jungkook se obligó a sí mismo a no observar los tentadores labios de Taehyung y mantuvo sus ojos en los contrarios, aquellos hermosos ojos que tanto había extrañado.
—No estoy actuando, este es quien soy ahora.
—¡Mentira! —grito furioso— Este no eres tú, yo lo sé, sé que mi Kookie está aquí —señala su pecho, sus ojos se deslizan sin poder evitarlo a los labios del rubio.
Jungkook relamió sus labios, sentía un calor en su cuerpo que hace años no sentía.
—No sé de qué me hablas —respondió apenas, consciente de cómo Taehyung se acercaba cada vez más.
—Yo creo que sí... —respondió con una sonrisa, aquella sonrisa que tanto había amado.
—Aléjate.
—Lo deseas tanto como yo —susurro casi sobre sus labios.
Era verdad, ambos lo sabían pero Jungkook le puso un alto con unas simples palabras.
—Tengo un novio —dijo apartándose de golpe—. Así que desearía que no te volvieras a acercas a mí invadiendo mi espacio personal —tomó de nuevo las canastas y se fue sin volver a ver a Taehyung.
Taehyung tocó sus labios, solo uno centímetros más y hubiese podido disfrutar de la calidez de los contrarios...
Está ahí, aquel brillo en sus ojos... Su Kookie en verdad seguía ahí...
Estaba seguro que Jungkook le seguía amando, o al menos sentía algo por él, su cuerpo se lo dijo y aquella mirada...
"Tengo novio"
Resonó en su cabeza, hizo una mueca y observó a su alrededor por última vez.
Cerca de la puerta donde acorraló a Jungkook había un sobre negro. Lo tomó y leyó el contenido.
No le gustaba el contenido, tampoco lo que había sucedido hoy.
¿Qué hubiera pasado si el hombre ese no hubiera comido aquellos chocolates primero? ¿Qué hubiera pasado si su Kookie los hubiera comido primero?
No, esto no le gustaba para nada.
Algo ocurría con Jungkook.
(***)
Jungkook terminó su llamada con Yugyeom y guardo su celular.
Cansado frotó su cuello mientras movía sus hombros en busca de aliviar la tensión que había acumulado durante todo el día.
Primero la entrevista, luego Taehyung, seguido su mánager y por último Yugyeom preocupado y celoso.
Lo único bueno del día fue llegar a tiempo con Kris, ahora estaba en cuidados intensivos solo por seguridad.
Había cancelado todas sus citas y entrevistas que tenía programadas durante el día, no se iba a poder concentrar sin tener noticias de Kris así que literalmente había pasado el resto del día en un hospital.
Su móvil comenzó a sonar, una pequeña sonrisa surco en su rostro al ver el nombre de su hermano.
Rápidamente contestó mientras comenzaba a caminar para salir de la clínica.
—¿Cómo estás?
—¿Desahogo o versión corta?
—Ugh... Ya empezamos mal —pronunció logrando relajar al mayor—. Versión corta, cuando llegues a casa me dices la versión larga y te desahogas.
—Bien, ahí te va —dijo antes de respirar profundamente—. Primero Kris se intoxicó por comer en algo en mal estado —mintió ligeramente.
—Ugh... ¿Cómo se encuentra? —pregunto preocupado.
—Hable con el doctor, ya está bien.
—Que alivio.
—También está lo mal que fue la entrevista.
—Esa señora es una desgraciada —interrumpió el menor enojado.
—Bae —regaño pero ya tenía una gran sonrisa divertida en su rostro.
Se subió al elevador, saludando con un movimiento de cabeza al hombre desconocido en el interior y presiono el primer piso.
—¿Qué? Es la verdad —se quejó—. Y no soy el único que lo piensa.
—¿Qué sucede?
—Tus fans volvieron al ataque —exclamó divertido.
—¿Qué tan mal? —cuestionó cerrando un ojo, a veces sus fans podían ser muy intensos.
—Twitter está lleno con mensajes hacia la entrevistadora, ninguno bueno. Y su página en inter también está bajo bombardeo, cada uno de ellos defendiéndote porque ella te presionó e incómodo muy conscientemente.
—¿Tanto se notaba? —pregunto saliendo del ascensor y de la clínica.
El cielo ya estaba oscuro y corría una refrescante brisa.
—Hermano... ¿Quieres que sea sincero? —pregunto alzando una ceja el menor.
—Solo eso pido.
—Mucho, demasiado. Hablar de él siempre te afecta quieras o no —pronunció con cariño—. ¿Qué más sucedió? —cambio de tema sabiendo que su hermano no hablaría al respecto.
—Yugyeom también vio el programa y esta algo enojado y celoso de que no le haya hablado de mi primer amor.
—Pero si tu primer amor fue Agust'D —se quejó burlón.
—Tu estas igual, además yo ya lo superé.
—Si... Ahora sólo te falta superar a la persona con quién lo superaste.
—Hum... Me encontré con el —susurro llegando a su auto, recargándose en este sin subirse aún.
—¿El quién?
—Sabes de quien hablo —gruño.
—¿Quién? —reitero el menor.
—Taehyung —resopló.
—¿Y...?
—Pues... ¿Puedes creer que me acorraló contra la puerta y me pregunto quien era yo? —se quejó bufando.
Baekhyun rió imaginándose aquello.
—Lo siento hermano, pero Tae siempre fue el más agresivo en su relación —le recordó lamentándose enseguida de ello— Y-yo...
—Esta bien, lo sé —cortó suavemente—. Intento besarme y me aleje antes de que eso pasara.
—¿Lo golpeaste? —pregunto con cierto tono incrédulo.
—Dije empujar no golpear.
—¿Y querías que te besara? —pregunto luego de unos minutos, casi en un susurro.
—Bae...
—Soy tu hermano, a mi si me puedes decir la verdad —respondió expectante, pero al ver el silencio por parte de su hermano no creyó que le contestara.
—Si... Quería, deseaba y ansiaba que me besara —admitió— ¿Feliz?
—Mucho —admitió el menor con una sonrisa.
Jungkook negó con su cabeza, divertido.
—Eso por ahora, te veo en casa —dijo sacando su llave del bolsillo.
—¡Te veo en casa! Si estoy durmiendo solo despiértame, tu vida está más interesante que las series de Netflix —respondió el menor cortando la llamada.
—Este niño —susurro volviendo a guardar su móvil, dándose vuelta para subirse a su auto.
Con un brusco movimiento fue dado vuelta antes de que pudiera subirse al auto, y antes de entender, recibió un golpe en su estómago y otro fuerte en su mandíbula que le rompió el labio.
Antes de poder responder al golpe, el encapuchado salió corriendo ocultándose con la oscuridad.
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