Parte 3
—¿Bebé? —pregunto el contrario alzando una ceja.
—Pensé que te gustaba —dijo con una pequeña sonrisa, relajando sus músculos.
—Claro que me encanta —se apresuró a contestar—. Solo que me sorprende que me hayas escuchado.
—Siempre te escucho.
¿Cierto?
Sinceramente sí lo escuchaba, realmente se estaba esforzando en esta relación y ese era exactamente el problema.
Llevaba un año esforzándose y sus sentimientos hacia Yugyeom seguían igual que desde un principio, no iban más allá de amistad.
Sí, había besos, había citas, había sexo. Prácticamente todo lo que debía de haber en una relación, pero no era así.
—No lo dije con la intención de molestarte —expresó preocupado el contrario.
—No estoy molesto. ¿Qué? —pregunto al ver la ceja arqueada de su pareja.
Vio como este alzó su mano y su dedo índice paro entre sus cejas y luego se elevó suavemente.
—Eso decía todo lo contrario, en serio me gusta que me llames así.
Jungkook suspiro y negó con su cabeza.
Concéntrate. Se exigió a sí mismo y le sonrió encantador a su pareja a la vez que las puertas metálicas frente de él, se abrieron.
—Nuestra cita espera —lo tomó de la mano y salieron del ascenso.
Afuera, ambos sonrieron a los fans de cada uno que se acercó para pedir un autógrafo o una foto.
Su cita fue bien, fue tranquila, agradable... Aburrida.
No estaba ahí, su cuerpo estaba presente pero su mente estaba recreando una y otra vez el encuentro con Taehyung hoy, su brazo aún hormigueaba con aquel cálido tacto.
Se veía más maduro, varonil, fuerte. Aquellos ojos... Aquella boca...
—¿Jungkook?
Pestañeó forzadamente y le dio una pequeña sonrisa de disculpa a su pareja.
—Lo siento, no escuche ¿Podrías repetir la pregunta?
—No.
—¿No? —pregunto confundido.
—No, estás cansado, lo entiendo —suspira—. Sé que mañana tienes un concierto y yo aquí, exigiéndote una cita cuando deberías de estar arreglando los detalles y en eso estabas pensando ¿Cierto?
—No es un concierto —le corrigió tomando su mano, sintiéndose un poco mal por mentir al aceptar que por eso estaba distraído—. Solo una presentación en un programa donde hablare de mi nuevo álbum y colaboración con Agust' D.
—Soy un desconsiderado —expresó levantándose de la mesa.
—¿Qué haces?
—Nos vamos, no quiero ser responsable si mañana pasa algo en la presentación. Ya me lo agradecerás. —le cerro un ojo y rodeó la mesa para tomar su mano y jalarlo.
Un sorpresivo beso recibió Jungkook.
—Por hoy, ésta será mi paga —su tono coqueto antes de alejarse y caminar a la salida del local.
Si cuando llegaron lograron no captar la atención, con esto ya lo habían logrado.
El rubio sonrió y negó con su cabeza, ese era su Yugyeom, un adicto a ser el centro de atención.
Como ya todo estaba pagado, Jungkook rápidamente fue tras su pareja.
Minutos después, estaba solo en su departamento ya que Yugyeom tenía que volver al suyo propio.
Al cruzar la puerta no esperó encontrarse con su hermano esperándolo en el sofá.
—¿Cómo te fue? —pregunto el menor abrazando sus piernas.
—Bien. El señor Su...-Min me entregó otra pista hoy y tuve una cita con Yugyeom —respondió sacándose su chaqueta y zapatos, dejando las llaves sobre el mueble pegado a la pared, el cual aún contenía las cartas de esta mañana.
—¿... Te... Encontraste... Con él? —pregunto observando como el mayor se detenía unos momentos, con su mano extendidas hacia las cartas pero sin moverse.
Eso claramente era un sí para el menor.
—¿Con Yugyeom? Claro, te lo dije —le siguió con sus ojos hasta que se sentó a su lado, distraídamente comenzó a leer las cartas.
—Me refiero a Taehyung —Jungkook dejó de moverse, observando fijamente la carta en su mano, pero Baekhyun no creía que las estuviera leyendo.
—¿Por qué insistes el hablar de él? —preguntó con un suspiro.
—Porque tú no hablas de él y sé que te hace mal, estás mal —expresó preocupado.
—Estoy con Yugyeom, ya lo superé —la mirada del menor seguía preocupada, incluso más.
—Sabes lo que pienso de esa relación kookie... Sé que no lo amas como amas...
—¡Baekhyun ya! —grito Jungkook, sobresaltando al menor—. Solo... Detente...
—Lo siento... —susurro el menor yéndose en su habitación.
Jungkook suspiro hundiéndose en el sofá, cerrando fuertemente sus ojos mientras golpeaba su cabeza con el respaldo del de este.
Abrió el último sobre, el negro y luego bufó dejándolo de lado.
Se levantó y fue directo a su habitación por una ducha rápida, con su pijama ya puesto se coló en la habitación de su hermano.
Observó el ovillo sobre la cama, en segundos estaba detrás de él, abrazándolo.
—Lo siento...
—Esta bien... Soy un entrometido a veces.
—¿A veces? —molesto consiguiendo una risita por parte de su hermano—. ¿Pero sabes? No me molesta, porque sé que es porque te preocupas por mí.
—... Tu cabello está húmedo —dijo luego de unos minutos en silencio.
—¿Es en serio?
Ambos rieron.
(***)
—¿Adonde vas? —pregunto Jimin alejándose de su esposo para poder concentrarse en su hermano.
—Por ahí —respondió Taehyung, sonriendo al ver a Yoongi abrazar a su hermano desde atrás.
Ambos se veían muy bien juntos.
El de pelo gris inclinó su cabeza hacia un lado, dándole más espacio a su pareja que comenzaba a besarle el cuello.
—Yoongi me dijo que ayer te encontraste con Jungkook.
—Ese no es mi Jungkook —gruñó acercándose a la cocina.
—Claro que no, es el de Yugyeom.
—respondió Yoongi alzando una ceja, gimió de dolor y se alejó de su esposo, preguntándole con la mirada el por que le había pegado en sus adoradas costillas.
Jimin blanqueó sus ojos y señaló a su hermano con la cabeza.
El mayor observó a Taehyung, haciendo una mueca al verle decaído.
—Yo...
—¿Qué es eso? —interrumpió Taehyung observando la revista sobre la isla.
—Una revista, la compre porque a Yoongi le gusta leer lo que escriben sobre él —se burló Jimin, ganándose un golpe en su trasero—. Oye —se quejó sobándose.
Yoongi se encogió de hombros y le sonrió malvado.
—Mi respuesta a tu golpe —observa a Taehyung— Es bueno mantenerse informado.
—¿Puedo tomarla?
—Claro, aún no la he podido leer así que...
—Solo es un vistazo —prometió tomándola antes de que su hermano se diera cuanta de aquel detalle.
Se alejó hacia a la sala, dejando solo al matrimonio que comenzaba una sesión de besos algo subidos de tono.
Paso rápidamente página a página hasta que lo encontró.
Observo con dolor como Jungkook estaba besando a ese hombre de ayer.
"Y así es como fue atrapada la pareja más famosa aún después de un año, similar a la fama de Min Yoongi con su esposo Park Jimin, el matrimonio más lindo y duradero que hemos presenciado hasta ahora.
Es verdad que la relación entre el famoso modelo y ahora cantante, Jungkook, nos tomó por sorpresa. Nadie sabía que estos dos apuestos y encantadores hombres se conocían, fue una sorpresa el año pasado descubrir que estaban saliendo y nadie tenía confianza en ellos.
Sorprendentemente, nos han demostrado todo lo contrario, ¿Será una relación duradera y hermosa como la de Min Yoongi y Park o mejor dicho Min Jimin?
Solo el tiempo lo dirá.
No se pierdan la programación en vivo, hoy, de Jeon Jungkook donde dice, que habrá una sorpresa".
Terminando de leer, rápidamente tomó su móvil y marcó un número.
—Necesito una entrada para The Moons —pidió sin escuchar la respuesta, cortando la llamada.
—¿Qué piensas hacer? —pregunto Jimin apareciendo en la sala.
Taehyung se volteo y alzó una ceja al ver un chapetón en el cuello de su hermano.
—Seguro no un chupetón —se burló tocando su cuello.
Los ojos de su hermano se afilaron mientras tocaba su propio cuello.
—Ese maldito... —susurro y luego se dio media vuelta— ¡Min Yoongi! —grito corriendo.
—¡Tu eres mío! ¡No lo pude resistir! —grito Yoongi comenzando a correr, siendo perseguido por su esposo— ¡Bueno si, pero no quise!
Taehyung rió y negó con su cabeza, le encantaba la relación de esos dos, nunca cambiaban.
(***)
—¿Ya viste las preguntas?
—Sí, está lo que te pedí, todo respecto a la música —aseguró el hombre de traje.
—Gracias.
—Es mi trabajo, por algo soy tu mánager —respondió el hombre golpeando ligeramente el hombro de Jungkook—. Práctica la canción que vas a cantar, llamaré a alguien para que termine de maquillarte.
—Claro —respondió comenzando a estirar su cuerpo.
—Hum... ¿Señor Jeon?
— ¿Si? —respondió volteando a ver la chica que se encontraba en la puerta.
—Lo siento, sus fan insistieron que les entregara estos presentes —se disculpó la chica entrando más a la habitación, dejando ver cuatro canastas envueltas en un papel transparente.
—Oh, siento causar problemas —se disculpó recibiendo enseguida las canastas.
—No se preocupe —respondió la chica volviendo a dejarlo solo.
Jungkook observó con ternura las cuatro canastas, una contenía peluches, otra contenía dulces, otra ambas y la última rosas amarillas con un sobre negro.
Curioso por el contraste, le sacó el papel transparente a la canasta y sacó la carta.
" ⓄⓢⒸⓤⓇⓞⓈ ⓢⓄⓝ ⓉⓤⓈ ⓢⒺⓒⓇⓔⓉⓞⓈ "
Jungkook frunció el ceño, volteó la carta pero ese era todo el contenido. Era más extraña que la carta que leyó anoche.
La volvió a guardar dentro del sobre y esta lo dejó dentro del bolsillo de su chaqueta.
No iba a preocupar a nadie sin motivo, solo debe de ser otra u otro, fan obsesionado con él.
—¿Jungkook? Siéntate para que la chica termine si trabajo —pidió el mánager.
El rubio sonrió suavemente e hizo lo pedido.
—Saldrás al aire en unos minutos.
—Bien.
—¿Ya sabes como responder a cada pregunta, cierto?
—Sí —respondió divertido por lo nervioso que estaba su mánager.
—¿Qué vas a hacer si la entrevistadora comienza a cambiar las preguntas?
—Dijiste que no lo iba a hacer —se quejó.
—Yo puedo decir eso, pero ya sabes cómo son ellos. Atacan hasta encontrar un punto débil.
—Veré que hago, pero no prometo responder una pregunta que me incomoda.
—Tienes que cambiar la dirección de la pregunta, y como seguramente ella no va a dejar pasar el tema, vas a hablar sobre tu nuevo disco para distraerla y tus canciones.
Un golpeteo en la puerta interrumpió a ambos.
—Disculpen, el programa ya está por comenzar —aviso volviendo a retirarse.
—¿Chica, terminaste?
—Sí señor.
—Bien, vamos —anunció levantándose—. Oh, esas canastas me las enviaron unos fans.
—No te preocupes, lo llevaré a la camioneta —prometió viendo como su artista se retiraba.
Observo los regalos asegurándose de que no había nada malo con ellos o alguna nota.
—Dulces... —susurro lamiendo sus labios.
Observó a su alrededor, cuando se aseguró de que no había nadie, abrió un poco el papel transparente y sacó un dulce.
—Nadie se dará cuenta —susurro desenvolviendo el pequeño chocolate—. Delicioso —gimió sacando otro antes de darse vuelta sintiéndose algo mareado por dicho movimiento.
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