Parte 2


Jungkook bostezo y salió de su habitación para ir a la cocina por un buen café dulce, la rutina estaba programada en su cuerpo así que aunque estuviera medio sonámbulo pudo llegar sin problema alguno.

Mientras esperaba su café salió a la sala y prendió la Tv. Por costumbre observó la entrada y frunció el ceño al ver unos sobres bajo su puerta.

Tal parecía que sus fans nuevamente habían descubierto donde vivía, lo bueno es que esta vez les tomó sus buenos meses ya que había sido extremadamente cauteloso al respecto, pero aun así siempre lo lograban sorprender.

Con un suspiro cansado fue por ellas, un sobre negro llamó su atención.

—Hermano, tu café está listo. —aviso Baekhyun saliendo de su habitación abrazando su almohada. 

—Gracias —respondió dejando las cartas sin leerlas, dejándolas sobre el mueble de la entrada, volvió a la cocina directo por su café.

—Yo también quiero uno —unos brazos rodearon su torso desnudo y un mentón se apoyó en su hombro.

—Creo que soy una mala influencia —Jungkook dijo divertido.

—¿Por qué? ¿Por ayudarme a descubrir el paraíso que es tomar café? —preguntó el contrario—. No lo creo —se respondió a sí mismo, dejando un sonoro beso en la mejilla del rubio mientras se iba con su café en mano.

Muy a su pesar, Jungkook recreó una situación similar de años atrás y con otra persona, odiándose a sí mismo por hacer aquello y a la vez por comparar.

Negó con su cabeza y volvió a la sala cargando su café en una mano y en otra un vaso de leche para su hermano.

—Gracias —pronunció aún con sueño en su voz, dejando de abrazar sus desnudas piernas para recibir su leche chocolatada.

—¿En serio solo estas usando bóxer? —pregunto observando a su pareja

—Tu estas usando solo pantalón y tu hermanito solo una gran camiseta, entre los tres hacemos el conjunto completo —dijo divertido.

—¡Mira Kookie! ¡Están hablando de Agust'D! —anuncio entusiasmado el menor.

Jungkook se sentó entre su pareja y su hermano, viendo la noticia y las fotos tomadas de Yoongi en el aeropuerto.

—¿Por qué iría al aeropuerto? —pregunto confundido Yugyeom—. Se nota que no llevaba equipaje ni él ni su esposo y hay otra persona.

Una tercera persona que Jungkook reconoció muy bien y en solo cuestión de segundos.

Baekhyun observó preocupado a su hermano, en especial cuando este se veía neutro, como si no le importara la tercera persona que estaba ahí y él también pudo reconocer.

Sabía que su hermano mayor sufrió mucho por él y estaba seguro de que seguía sufriendo a pesar de estar con Yugyeom.

No le gustaba ver a su hermano reprimir sus emociones y hacer como si todo estuviera bien cuando todo estuviera mal y él estaba mal.

—Mmm... No lo sé... —respondió finalmente Jungkook, seguido tomó un gran sorbo de su café y se levantó—. Vamos chicos, Bae tienes que ir al colegio y tu, tienes que ir a modelar.

—¿Y tú qué? —se quejó Yugyeom haciendo un puchero.

—Y yo tengo que ir al estudio a terminar de grabar la nueva canción.

—¿Estarás bien? —la pregunta de Baekhyun descoloco un poco a Yugyeom, quien enseguida observo preocupado a su pareja.

—No es nada —aseguró el rubio observando a Yugyeom—. Iré por ti al terminar e iremos a esa cita por la cual has esperado tanto —prometió logrando una cariñosa sonrisa en el contrario, una sonrisa que no removía su corazón y sabía que no era digno de ella por que al mirarla, solo podía compararla por una rectangular.

—Andando —pidió Baekhyun al ver un destello de dolor en los ojos de su hermano antes de cubrirlos con una sonrisa obviamente que no sentía.

(***)

Taehyung bostezo y gruño al sentir un dolor en su cabeza. Si, no fue la decisión más inteligente tomar whisky solo en su habitación cuando la pequeña fiesta había terminado.

Gruño por la luz en su cabeza y luego gruñó más fuerte al sentir una increíble sed.

Frustrado se levantó de su cama, tomando las dos botellas de whisky que había sacado de la colección de Suga y bajó las escaleras, gruñendo aún más por la luz en la casa.

—Uy, tu le vas a explicar eso a Yoongi, ¿Cierto? —pregunto Jimin señalando las botellas que dejaba en el basurero una vez entró a la cocina.

Respondió con un gruñido o quejido y abrió el refrigerador para sacar una botella de agua gasificada, justo lo que necesitaba.

—Me quieres contar qué sucede —pregunto amablemente Jimin, observando con cariño a su hermano.

—Nada —respondió antes de volver a tomar un trago de su botella.

—Claro, y por eso tomaste dos botellas de whisky tu solo, ¿No? —Taehyung gruño.

—Hable con Hoseok.

—Ah... Eso explica tanto... —bufo el peligris.

—Me informo lo que pasó en estos cuatro años que no estuve, o más bien me informo lo que pasó con una persona en específico. ¿Por qué no me dijiste? —pregunto dolido.

Jimin cerró sus ojos comprendiendo y lamentando lo que su hermano debía de estar sintiendo, pero ambos sabían que era su culpa.

—¿Cómo podría decirte que el chico al cual amabas y rompiste su corazón empezó una relación hace un año?

—Amaba no, amo —corrigió apretando entre sus manos la botella ya vacía.

—Oh, Tae.

—Si. Oh, Tae. ¿Soy un gran idiota, cierto? —pregunto triste—. Abandoné sin explicación alguna al chico que más amé y amo sin pensar que cómo se podría sentir el por cuatro años, y cuando vuelvo estúpidamente tengo la esperanza de que podría volver con él.

—Necesitabas irte —replicó Jimin tratando de consolarlo.

—Tú me advertiste que no lo dejara así, yo no te hice caso y ahora sufro las consecuencias —respondió con pesar.

—Te creí más fuerte —regaño Jimin con un tono frío.

—Soy fuerte, por algo volví.

—Si fueras fuertes, estarías planeando algún movimiento para recuperarlo, no lamentándote del pasado.

—¿Quién soy yo para intervenir en la felicidad que encontró ahora? —gruño.

—¿Quién dijo que es feliz? —replicó Jimin, ganándose inmediatamente la atención de su hermano.

—Sabes algo —pregunto o afirmo mejor dicho.

—Fueron cuatro largos años, Tae —respondió encogiéndose de hombros—. Uno de esos años, Kookie se fue y nadie supo de él, cuando volvió se sentía y aún se siente diferente, o al menos para mi.

—En qué sentido —pregunto preocupado.

—No sabría decirte, tú pasaste más tiempo con el que yo. Pero solo nosotros seremos capaz de detectar ese cambio.

—¿Por qué?

—Porque entremos para esto, Tae. Entrenaste para ser un guardaespaldas profesional al igual que yo, queriendo así controlar ese lado explosivo tuyo y nuestro mentor no es el hombre más común del mundo, por algo tuviste que ir a Taiwán para estudiar con él.

—¿El esta mal? —pregunto preocupado, recuperando sus sentidos.

—No sabría decirte... Solo... Al mirarlo... No puedo verlo a él —expresó—. Cuando lo veas comprenderás.

—Bien —no dijo nada más, solo se fue de la cocina para volver a su habitación y tomar otra pequeña siesta después de un relajante baño.

Sus ojos estaban cerrados pero no podía dormir, y no era por la molestia de su cabeza que aún le dolía. Era porque las palabras de su hermano aún no se iban de su cabeza.

Hubo un golpeteo en su puerta y luego esta se abrió.

—¿Tae? ¿Me haces un favor? —pregunto Jimin ingresando a la habitación, se extrañó al verlo con traje.

—¿Sales? —preguntó incorporándose en la cama.

—Nam tiene un problema el cual requiere de mi presencia, pero Yoongi llamó y pidió que le llevara este pendrive al estudio que tiene en el centro de Seúl.

—Y quieres que se lo lleve, ¿no?

—Gracias—dijo sin escuchar la respuesta, lanzando el pendrive a la cama mientras salía de la habitación—. Usa el auto del garaje, tiene la dirección del estudio grabada —grito bajando las escaleras.

Taehyung suspiro y se recostó brevemente en su cama. Luego su lado fanboy salió a flote, curioso por saber dónde grababa Yoongi y con quién estaría grabando o si estaría solo.

En cuestión de segundos ya estaba arreglado y arriba del auto, conduciendo por las calles de la ciudad.
Cuando estaciono el auto, observó el edificio de unos seis pisos.

Por dentro quería gritar de emoción con cada paso que daba, ingresando en el edificio, apreciando la decoración de este. Pero por fuera no demostraba nada, solo un hombre serio y maduro. Bueno, tenia una sonrisa suave que simplemente no pudo guardar.

Se acercó a la secretaria y le observó reteniendo todas sus emociones.

—Buenas tardes, necesito saber en que piso esta el estudio de Min Yoongi.

La mujer le observó de arriba a abajo de manera algo arrogante, comprobando si era de confiar o no.

—¿Y usted es...? 

—Park Taehyung, cuñado de Min Yoongi, vengo porque me pidió traerle algo —respondió sin sonar enojado o frustrado, hace cuatro años atrás, si hubiera reaccionado de aquella forma.

El tiempo realmente ayudaba cambia a las personas algunas veces.

—Oh, discúlpeme —expresó verdaderamente apenada—. No se imagina cuantos fans vienen intentando averiguar las direcciones o intentando ver a los artistas.

—No se preocupe, me lo puedo imaginar —sonríe leve, pensando seriamente que él sería una de esas personas—. ¿Pero no necesita alguna comprobación?

—No tienen que preocuparse —le detuvo—. El esposo del señor Min me llamó hace unos minutos atrás avisando que usted vendría. Suba al quinto piso, ahí encontrará al señor Min.

Con una sonrisa amable, Taehyung se retiró hasta el elevador, observando curioso como antes de que las puertas metálicas se cerraban entraba alguien siendo perseguido por jóvenes, los cuales eran apartados por un hombre de traje, indudablemente se trataba de un guardaespaldas.

La caja metálica avanzaba muy lento para el gusto de Taehyung, quien no podía aguantar más para ver uno de los estudios de Suga.

Cuando las puerta se abrieron, suspiro con alivio y rápidamente salió. Se sorprendió al escuchar dos voces, tal parecía que Yoongi tenía compañía.

Abrió la puerta semi abierta y vio la cosa más hermosa que había visto en su vida.

El rubio realmente le quedaba bien.

—¿Minnie? —pregunto alzando su cabeza, observando en dirección a la puerta frente a él.

—Mm... No, Taehyung. —respondió observando la persona sentada que le daba la espalda, fue consciente de cómo este se tensó al escuchar su voz y nombre.

Yoongi hizo una mueca sin disimulo y se levantó.

—Te traje el pendrive —aviso acercándose, sus ojos no se alejaban del rubio.

—Gracias —respondió rascando su nuca—. Bueno, no esperaba que se encontrarán pero bueno... Perdón por no decirte Jungkook pero Taehyung ya volvió.

—No hay de qué preocuparse señor Yoongi —respondió el rubio mientras se levantaba.

—Ya te dije que es Yoongi, o Suga por último —le reclamo extrañado de que Jungkook estuviera sonriendo como si nada.

—Lo siento... Me costará acostumbrarme...

—Ya pudiste una vez —interrumpió Taehyung, por fin ganándose una mirada por parte de Jungkook.

—Lo sé, lo recuerdo, pero no fue más allá de un año.

—Dos años —aclaró.

—¿En serio? —pregunto confundido—. No lo recuerdo —se encoge de hombros.

Taehyung apretó sus labios, preguntándose quién era el hombre frente a él.

—Bueno Jungkook, aquí está la pista principal para tu canción. Escuchala y luego me dices si te gusta —interrumpió el mayor de la habitación.

—Gracias —sonríe suave—. Si me disculpan, ya debo irme —dijo tomando la chaqueta de cuero entre sus manos, avanzando hasta la puerta sin mirar ni una vez a Taehyung.

—Fue un gusto volver a verte —expresó demasiado frío para el gusto de Taehyung.

—Bueno, fue mejor de lo que esperaba —Yoongi dijo con un suspiro, sentándose nuevamente.

—No, no lo fue —gruño Taehyung por fin entendiendo las palabras de su hermano, rápidamente salió de la habitación para alcanzar al rubio.

Lo pillo frente a las puertas metálicas del ascensor.

—¿Por qué hiciste eso? —pregunto en voz baja Taehyung, encerrando el antebrazo del contrario con su mano.

— No entiendo de qué hablas —respondió sin siquiera hacer el ademán de mover su brazo, como si no le importara que le tocara, pero el leve destello de dolor que presentó, Taehyung lo pudo ver.

—Tú...

—¿Amor? —interrumpió una tercera voz, ambos miraron al frente.

—Yugyeom, bebé ¿No se supone que yo iría por ti? —pregunto Jungkook saliendo del agarre para adentrarse al elevador, enseguida unos brazos rodearon su cuerpo.

—La sesión de fotos era cerca de aquí, así que pensé en darte una pequeña sorpresa —expresó acercando su rostro para besarlo, beso que fue correspondido para el dolor de Taehyung.

—Vamos por nuestra cita.

—¿No nos vas a presentar? —pregunto Yugyeom. Jungkook observó a Taehyung y luego a su pareja.

—Yugyeom, Taehyung un viejo amigo. Taehyung, Yugyeom mi novio.

—Encantado... —alcanzó a pronunciar Taehyung antes de que las puertas se cerraran en sus narices—. Mierda... —susurro tocando su pecho—. Jungkook... 

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