Parte 15
Jungkook gimió mientras arqueaba su cuerpo.
—Más bajo Kookie, tu hermanito está en la casa también —se burló Taehyung, dejando de succionar el pezón.
—E-el maldito... Me torturó haciéndome... Saber que n-no le-hum... —jadea—. Mi instó a q-ue tuviera sexo co-ntigo —respondió finalmente, disfrutando de los placeres que le brindaba las manos ajenas al recorrer su cuerpo.
Una sonrisa perversa surco entre los labios de Taehyung mientras se alzaba y se quitaba su camiseta.
—Por eso me agrada tanto —susurro volviendo a cernirse sobre el rubio, cubriendo totalmente el cuerpo bajo suyo, comenzó a atacar otra vez aquellos labios.
Mordió, succionó y lamió el labio inferior sin descanso.
—Como me atacaste sorpresivamente y no tengo nada con que prepararte, iremos lento —informó respirando de su aliento antes de allanar completamente su boca.
Un beso sin delicadeza y sin ternura, era uno de pasión y dominación. Uno del reencuentro de dos amantes que no se veían en mucho tiempo.
—Te quiero adentro —se quejó Jungkook levantando sus caderas, chocando con la erección del contrario.
—Yo digo cuando —gruñó en su oído, antes de succionar con afán hasta dejar una marca violeta tras su oreja.
Comenzó a bajar con su lengua, usando sus dientes para proporcionar pequeñas y suaves mordidas a la firme piel dulce, arrancándole gemidos a su amante.
Se detuvo un momento en el pezón izquierdo el cual rodeó con su lengua y finalmente atrapó entre sus dientes para seguido soltarlo.
—Joder...Tae —jadeo Jungkook con sus ojos cerrados, pequeños espasmos recorrían su cuerpo producto del placer.
El nombrado sonrió sobre la piel y siguió bajando lentamente con su lengua, al llegar al borde del bóxer, lo atrapó entre sus dientes y prosiguió a descender hasta quitárselo.
Se levantó sobre sus rodillas y observó el cuerpo desnudo en su cama, atrapó su labio inferior con sus dientes y masajeo su propia erección bajo su bóxer.
Relamiendo sus labios volvió a bajar separando con cuidado las piernas del rubio mientras las flexionaba.
—¿Qué...? —un escalofrío placentero recorrió el cuerpo de Jungkook al sentir los besos húmedos en el interior de sus muslos. Sus manos se hicieron puño sobre las mantas, usando toda su fuerza de voluntad para no moverse.
—Quería verte con mis marcas en tu cuerpo —respondió Taehyung dejando de succionar ahora en la pelvis, observando la marca roja que había hecho.
—Tae... —llamó apoyándose en sus codos, para así poder observarlo.
—¿Qué? —respondió besando la cabeza de la erección. Se le estaba haciendo la boca agua por probar su sabor.
—Yo también te quiero probar —susurro mordiendo su labio inferior, apreciando el cuerpo semidesnudo de su pareja.
Podía notar a través del bóxer la erección bien marcada de Taehyung.
—Joder bebé, estaba deseando eso —gruñó levantándose, quitándose rápidamente la única prenda que le quedaba—. Pero yo también te quiero probar.
—¿Entonces? —preguntó juguetón, sabiendo la respuesta a su dilema.
—¿Qué, ya olvidaste nuestra posición favorita? —preguntó con un puchero, volviendo a subirse en la cama. Solo que esta vez, dejó cuyo miembro estuviera frente a Jungkook y que la erección de su pareja a centímetros ante a su rostro.
—Oh, claro que no—respondió junto a una exhalación excitada—. Nunca lo podría olvidar —aseguró—. Eres el único con la que la he hecho.
—Oh, eres tan tierno —jadeo al sentir un beso suave en la cabeza de su pene.
Relamiendo sus labios, Jungkook comenzó a lamer la dulce erección frente a él, ahogando sus gemidos al sentir la húmeda boca de Taehyung envolver su miembro.
Pero él no se iba a quedar atrás, por lo que luego de unos cuantos besitos y lamidas más, lo metió en su boca succionándolo con ansias antes de comenzar a subir y bajar su cabeza, compitiendo con su pareja.
Un morboso plop se escuchó cuando Taehyung soltó la erección de su amante para gemir el nombre de Jungkook.
—Kookie, para —jadeo dejando de mover lentamente sus caderas.
—¿Qué sucede? —preguntó masajeando con su mano la húmeda erección.
—Necesito prepararte bien y en esta posición no puedo —respondió urgido—. Necesito estar dentro de ti, bebé.
Con un gemido, Jungkook dejó que Taehyung se moviera para quedar en la misma posición inicial.
—Date vuelta, sobre tus rodillas y tu rostro contra en colchón —ordenó masajeando su erección.
—Maldición, sigue tocándote y me vendré —dijo ignorando lo temblorosa que salió su voz. Siguió las indicaciones de su pareja.
Su trasero se alzaba perfectamente en aquella posición, revelando la pequeña entrada que no había sido profanada en cuatro largos años, esperando a su amante.
Taehyung soltó su propia erección y tomó las nalgas firmes del rubio, las masajeo y apretó, separando y juntando.
—¿Cómo me vas a...? —respiro entrecortado al sentir una lamida en su entrada—. Oh... Taehyung —gimió sin importarle lo agudo que sonó o lo alto que lo había gritado.
El guardaespaldas lo ignoró y siguió lamiendo con ahínco, metiendo de vez en cuando su lengua para luego sacarla lentamente.
De manera inconsciente, el rubio comenzó a mover sus caderas en busca de más. Su mano viajó entre su cuerpo hasta su erección donde empezó a masturbarse mientras mordía las cobijas de la cama para no soltar otro grito placentero. Un delgado camino de saliva se deslizaba por un costado de su boca.
Dejando de lamer el interior, Taehyung humedeció sus propios dedos y lentamente comenzó a ingresar uno, seguido tenía dos los cuales metía y sacaba, luego movía de forma circular y separaba similar a una tijera.
—Taehyung —jadeo Jungkook necesitado—. Y-yo...
—Lo sé —murmura ronco, sintiendo el pre-semen en su miembro ante la erótica imagen frente a él—. Pero estas tan estrecho.
—Ahora... —rogó separando un poco más sus piernas, tentándolo.
—Un dedo más —pidió metiéndolo lentamente, su pene dolía al imaginar esas suaves paredes apretadas rodeando.
—Tae, ahora —volvió a gemir Jungkook, alzando su cabeza para observarle y esta vez no se lo pudo negar.
—Bien —respondió ahogado, sacando sus dedos se acercó más.
Tomó su erección y la dirigió a aquella entrada que se contraía por lo ansiosa que estaba. Colocó sus manos en la cintura y lentamente comenzó a entrar, moviendo el cuerpo de su amante hacia atrás para su encuentro tan anhelado.
—Estoy en casa —murmura una vez estuvo totalmente adentro.
Jungkook soltó una risa cansada, sentía un ardor excitante al tenerlo adentro después de tanto tiempo.
Intentó levantarse y apoyarse en sus brazos, pero una mano entre sus omóplatos le empujó hacia abajo y un cuerpo le siguió hasta que estuvo acostado totalmente sobre la cama, su dura erección atrapada entre la suave superficie y su cuerpo.
—¿Qué? —pregunto confundido, ladeando su cabeza para poder respirar y hablar.
—No crear que no vi como te tocabas mientras te preparaba —respondió Taehyung inclinándose hacia adelante.
Colocando sus brazos bajo el cuerpo de Jungkook tomó sus hombros para tener un agarre. Con su nariz recorrió el cuello de su pareja y seguido repartió besos, lentamente comenzó a mover sus caderas, penetrándolo.
—Oh Dios —gimió Jungkook ante las penetraciones constantes y fuertes que pronto comenzaron a subir de intensidad y velocidad empujándolo contra la cama.
Mientras lo penetraba, Taehyung besaba su cuello para ahogar sus gemidos satisfactorios llenos de maldiciones ante lo malditamente bien que se sentía aquella apretada entrada.
—Quiero tocarme —gimió Jungkook.
—Y yo verte —respondió Tae, dejando de moverse se separó y sentó a la orilla de la cama—. Ven —ordenó.
Sin hacerse esperar, Jungkook se sentó a horcajadas, rodeó su cuello con sus brazos y lentamente comenzó a bajar auto penetrándose sin que se lo dijeran, él sabía lo que quería.
Ambos volvieron a gemir al estar unidos de nuevo.
Rápidamente comenzó a subir y bajar, mientras besaba a Taehyung quien se ocupaba de masturbarlo al ritmo de sus embestidas.
El silencio de la habitación era llenado con la melodía que producía sus cuerpos, con sus respiraciones agitadas y el excitante calor.
—Estoy cerca —aviso Taehyung apretando suavemente la erección del rubio.
—Adentro, te quiero adentro —balbuceo sobre su boca.
Taehyung se lanzó hacia atrás llevando consigo el cuerpo de su pareja, rápidamente comenzó a empujar con fuerzas sus caderas logrando mover hasta la cama.
—Jungkook —gimió Taehyung corriéndose en su interior, seguido le siguió el rubio derramandolo entre los dos cuerpos.
Cansados, con la respiración agitada y sus cuerpos sudados, se quedaron en esa posición.
—Te extrañe —murmura finalmente Jungkook, jadeando al sentir como Taehyung salía de su interior.
—Yo igual —sonrió cuadradamente—. Solo dame unos minutos más y volveremos hacerlo, te quiero sentir en mi interior también —pronunció apretando con cariño el trasero del rubio.
—Uhm... Ya deseo estar en tu interior —rió volteando su rostro para besarle lentamente, con toda la calma del mundo.
—Pero tendrás que tener el mismo cuidado, eres el único que ha tocado este virginal culito —ambos rieron.
—Dios, es increíble como extrañaba estas tontas y extrañas conversaciones luego de hacer el amor tan desenfrenado.
—Sí, y ninguno de los dos se esforzó mucho en verdad en no gemir alto... Me pregunto qué tan traumado habremos dejado a tu hermano —no pudo evitar burlarse.
—No lo digas —gimió avergonzado, escondiéndose en el pecho de Tae.
Taehyung sonrió y dejó un tierno beso en la frente de su pareja. Comenzó a deslizar sus manos por la suave piel de la espalda con cariño, lo había extrañado tanto que aún parecía increíble tenerlo entre sus brazos.
—Te amo —Jungkook enderezó su cabeza y le observó fijamente tras escuchar aquello.
—Dilo otra vez.
—Te amo.
—Otra.
—Te amo. Te amo. Te amo y te amo —repitió Tae, soltando una pequeña risita antes de ser besado.
—Yo también te amo, Tae —respondió volviendo a acurrucarse en el cuello del contrario—. Asimismo no dejaré que te vuelvas a ir, incluso si te tengo que amarrar con una correa.
"O un anillo" pensó Jungkook, no muy sorprendido ante lo emocionado que estaba con ese pensamiento espontáneo.
—No me iré, nunca —prometió riendo—. Ahora solo hay que patearle el trasero a ese loco-acosador-psicópata que está detrás de ti y podremos tener nuestro felices para siempre.
—Lo que me recuerda —murmura alzándose para mirarlo—, mañana hay un ensayo por el concierto.
—Lo sé, con Minnie estábamos hablando de ir para comprobar cómo dirigirá la seguridad y esas cosas, luego tú me atacaste pero no me quejó —ríe.
—Tae... Quiero que me prometas una cosa —pronunció separándose totalmente, sentándose en la cama.
El guardaespaldas imitó su acción con o ceño fruncido.
—Por tu expresión, diré que depende de lo que me quieras pedir —señaló teniendo un mal presentimiento.
—Si descubres quién es esta... Persona, no quiero que vayas todo impulsivo y sin pensar detrás de él, arriesgando tu vida.
—Kookie... —eso era algo difícil de prometer, ser impulsivo era su naturaleza a pesar de que ya podía manejarlo... La mayoría de las veces.
Taehyung ya tenía unas tremendas ganas de matar al hijo de perra por amenazar a su Jungkook... Aunque debía de agradecer que gracias a su estúpida presencia se le había presentado una oportunidad para volver con Jungkook, pero eso no significaba que no quería matarlo por amenazarlo y poner su vida en peligro.
—No. Tienes que prometérmelo Taehyung —alzó su mano y acarició su mejilla—. No quiero que nada te pase ahora que por fin estas conmigo de nuevo —odiaba el nudo que se formaba en su garganta por el miedo.
Taehyung podía contemplar la preocupación pintada en el rostro del contrario, no quería que estuviera así de preocupado y asustado.
—Yo... Prometo tratar de no lastimarme en el proceso de atrapar a ese loco... Es lo máximo que puedo prometerte Kookie —accedió.
—Nada te puede pasar —le gruño con un puchero—. Te cuidarás por mí, ya que éste cuerpo —observa con descaro el desnudo cuerpo de su guardaespaldas—. Es totalmente mío —sonríe arrogante, malditamente sexy.
Con eso dicho, se levantó y se dirigió al baño.
—Totalmente tuyo —concordó Taehyung siguiendo a su pareja al baño, uniéndose a la ducha del rubio.
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