Parte 13
—¿Qué dices?¿Crees en Daesung? —preguntó una vez estuvieron en la seguridad de la casa de Taehyung.
—No lo sé, sus palabras se oían sinceras y sé que sus argumentos son sólidos —rasca su nuca—, de todas formas mantendré un ojo sobre él.
—Está bien.
—Dame tu mochila.
—¿Por qué? —pregunto a la vez que la entregaba.
—Quiero ver si hay alguna carta —respondió mientras comenzaba a revisar bajo los atentos ojos del contrario.
—¿Y? —pregunto curioso, inclinándose hacia adelante.
Apretando los dientes, Taehyung sacó un sobre negro de la mochila, luego la carta del interior.
—Daría todo por estar contigo —leyó antes de volver a guardarla—. Bastante irónico siendo de las dos veces que ha intentado matarte.
—¿Y si la persona de las cartas es alguien completamente diferente al que intenta matarme? —cuestionó pensativo el rubio.
—Entonces no le ayuda mucho el que cada vez que algo malo te ocurre, sus cartas estén presentes.
La voz de Yoongi resonó en la entrada avisando su llegada. Pronto Baekhyun entró corriendo y saltó a los brazos de su hermano.
Jimin cerró la puerta e ingreso seguido de su esposo, siendo abrazado por este mismo.
—Suga me acompañó a buscarlo, incluso el idiota entró al recinto por él —explicó con un suspiro.
—Fue lo mejor que me ha pasado después de irme contigo, debiste de ver las caras de todos cuando me abrazo por los hombros y me llevó afuera —exclamó emocionado.
—¿Por qué nunca hiciste eso por mí? —pregunto Taehyung haciendo un puchero.
—Pero si a ti te iba a buscar todos los días —le recordó el mayor de todos arqueando una ceja.
—Cierto —rio observando ahora a su hermano.
—Pensé que querrías darle un vistazo —dijo entregándole un grueso sobre café claro.
—Solo con tomarlo ya se me quitaron las ganas —murmura por lo bajo, observándolo con un cómico horror que divirtió a los demás—. Kookie tendrá un concierto dentro de una semana.
—No creo que sea buena idea —musitó Jimin siguiendo a todos hacia la sala, tomando asiento en los sofás junto a su esposo.
—Lo mismo dije yo.
—Pero mi mánager trabajó duramente para conseguir el lugar y realmente cree que me va a ayudar a darle ese impulso que necesitaba a mi nueva carrera —explicó Jungkook.
—¿Tú quieres darlo? —pregunto Yoongi.
—Yo... Uhm... Sí —observo sus manos.
—Le dijo al mánager que si daba ese concierto, Minnie se ocuparía de la seguridad junto conmigo y aunque dudó, terminó aceptando.
—Bueno, una vez Yoonie dio un concierto estando baja amenaza y resultó bien —intentó animar Jimin.
—Eso es porque tú estabas ahí —le recordó entrelazando sus dedos.
Jungkook sonrió ante la pareja, se veían tan bien juntos, y a pesar de los años, su amor seguía con la misma intensidad que la primera vez como puede ver.
Observó a Taehyung imaginando un futuro similar, y no pudo evitar el que su corazón se volviera loco ante dicho pensamiento.
Baekhyun se removió inquieto y se levantó, atrayendo la atención de todos.
—Yo no quiero que lo des... —murmura con angustia.
—Tienes que entender Bae, es una buena oportunidad para mí —explicó su hermano mayor.
—¿Qué si algo te ocurre? ¿Qué va a pasar conmigo? ¿¡Qué si te pierdo también!? —grito antes de correr hacia su habitación, sin oír cualquier otra cosa que Jungkook tuviera que decir.
—Debes de ir a hablar con él, Kook —aconsejó Jimin.
Con un suspiro, el rubio se disculpó antes de retirarse y seguir a su hermano. La culpa le fue invadiendo a medida que se acercaba a la habitación temporal del menor.
Baekhyun estaba recostado en la cama de lado, abrazando sus rodillas. Mordiendo su labio inferior, se acercó y se acostó al lado del menor, rodeándolo con sus brazos.
—Todo va a estar bien —susurro cerrando sus ojos.
—¿Cómo puedes estar seguro de eso? —pregunto casi en un susurro—. No quiero que algo te pase, no quiero volver a estar solo, no quiero volver con ellos, tu eres mi única familia Jungkook.
Su corazón se apretó ante las palabras de su hermanito y luego la rabia floreció al imaginarse a sus dos estúpidos padres peleando por quién se lo queda como si fuera un trofeo.
—Eso no va a pasar —aseguró firme—. Yo no dejaré que pase y tampoco Taehyung, no te dejaré solo Bae.
—Te quiero...
—Yo igual te quiero Bae.
(***)
Taehyung frunció el ceño confundido, dejando de lado el sobre que le había dejado su hermano, el cual estaba a punto de abrir, se dirigió hacia la entrada y abrió la puerta.
—¿Por qué estás tú aquí? —pregunto Yugyeom arrugando su frente.
—Yo soy quién debería de estar haciendo esa pregunta —respondió cruzando sus brazos, recargándose en el marco de la puerta—. Hola Bambam.
El guardaespaldas asintió con su cabeza en modo de saludo, recargándose en el auto mientras esperaba.
Yugyeom frunció más el ceño al ver aquello.
—Mi novio me invitó, dijo que íbamos a tener una cita en su casa —pronunció volviendo a llamar la atención de Taehyung.
—¿Es así? —arqueó una ceja.
—Sí.
—Bueno, lastima que esta no es su casa, es la mía.
—¿Te he hecho algo para que estés siendo tan descortés conmigo? —cuestionó irritado.
"Además de tener a mi chico, nada" pensó con malhumor.
—Y-...
—¿Estás tratando mal a Yugyeom? —pregunto Jungkook desde su espalda.
Taehyung se movió y se colocó de lado para ver a ambas personas.
—No exactamente —se encoge de hombros, tampoco iba a mentir al respecto.
—Hola amor —saludo el pelinegro, ingresando a la casa como si fuera propia y besando apasionadamente al rubio.
Taehyung suspiró y miró hacia otro lado, apretando y cerrando sus manos en puños, decidió mejor prestar atención otra vez a los papeles antes de matar al estúpido novio de Jungkook.
Duele.
Volvió a la sala y tomó el sobre, podía escuchar como Jungkook le susurraba que parara y le decía que debían hablar.
Pero las inquietas manos de aquel estúpido no lo dejaban en paz, frustrado por los celos, subió hacia su habitación sin prestarle atención a la pareja.
Cerró la puerta tal vez con más fuerza de la necesaria y lanzó a su cama el sobre. Ahogó un grito lleno de frustración, enojo y celos.
Se sentó en su cama con un amargo sabor de boca, no podía hacer nada, solo podía esperar hasta el momento en que Jungkook estuviera listo, aunque le doliera verlo en los brazos de otro.
Se recostó de lado y observó las hojas fuera del sobre dispersas junto a las cartas, no le preocupaba los documentos ya que en la parte inferior de las hojas, estaban numeradas para así saber en qué orden iban.
Juntó sus cejas al ver en el sobre de la carta también un número pequeño.
Extrañado, buscó las otras cartas notando lo mismo, quedando en total veintitrés cartas.
Relamió sus labios antes de despejar su cama, fue colocando por orden numérico cada carta.
Parado, cruzó sus brazos pensativo intentando averiguar qué significado había en ellas, ya que cada carta parecía de un fan obsesionado con su ídolo.
Por su mente cruzó la idea de Jungkook y tal vez eran personas diferentes, pero algo le impidió creer en ello.
Estaba seguro de que había un mensaje oculto, por lo que intentó leer alternadamente cada carta.
Hasta que finalmente dio con algo extraño, volvió a reubicar las cartas a lo largo de su cama, en fila hacia abajo. Entonces, tomó un lápiz y encerró la primera letra de cada carta.
Tú
Eres mío
Odio que no me conozcas
Daría todo por estar contigo
Imagina lo que sucederá cuando estemos juntos
Olvidar... simplemente no puedo hacerlo
Juntos, siempre
Eternamente mío
Oh mi gran amor
Nunca más estaremos separados
Pronto estaremos juntos
Rojo pasión,sangre y amor
Oscuros secretos
Nunca te dejare
Todo lo tuyo es mío
Odio la espera, comencemos
Mío
Ocurrira en algún momento
Rápido, ya no puedo esperar mas amor
Idiota, nunca te alejaras
Rumores correrán y el tiempo acabará
A mi lado te quedaras
Soñar es lo mínimo que se me permite por ahora
—Sabía que había algo más —gruño por lo bajo, volviendo a guardar las cartas en el mismo orden.
Rápidamente salió de su habitación, bajando las escaleras se detuvo un momento para escuchar una conversación entre la pareja.
—... ¿Te podría hacer el amor?
—Yugyeom...
—Por favor, Jungkook —Taehyung se acercó un poco más para ver a Yugyeom sentado a horcajadas sobre Jungkook.
—... Sí. ¿Taehyung? —preguntó el rubio al verlo.
—Voy a salir, quédate aquí —respondió frío, alejándose.
—¿Estás bien? —pregunto preocupado por la expresión del guardaespaldas.
Taehyung se negó a contestar y mostrarle lo mal que se sentía en ese momento, odiaba la vista de Yugyeom encima de su regazo, a horcajadas y con los brazos de este rodeando su cuello. Y ahí está su kookie, rodeando su cintura sin ninguna intención de separarlo, por lo que podía apreciar.
Y parecía que Jungkook había entendido en la posición en la que se encontraba.
—Taehyung esto no es...
—No me importa —interrumpió dándose vuelta, tomando su chaqueta del perchero.
—Tae.
—Quédate en casa Jungkook, tengo cosas más importantes que hacer y la casa es lo suficientemente segura —volvió a ordenar cortante—. Y no te preocupes por Bae, yo pasaré por él a la vuelta.
—Tae, por favor escúchame —rogó más urgido, siguiéndolo.
—Quédate adentro —dictó saliendo antes de que el rubio pudiera detenerlo tomando su antebrazo.
Observó al otro guardaespaldas y se acercó.
—Puedes verlo hasta que te tengas que retirar —pregunto tratando de destensar su mandíbula.
—Claro.
Sin más, se fue a la casa de su hermano, necesitando despejar su mente y a la vez, teniendo que mostrarle las estúpidas cartas.
Maldijo al darse cuenta que no había sacado sus llaves por lo que tuvo que tocar y esperar.
—¿TaeTae? —preguntó Jimin frunciendo el ceño.
—Yo... Y-yo... —sin preguntar, los brazos de Jimin lo rodearon con fuerza, sin gustarle la expresión de dolor de su hermano, como si estuviera a un hilo de romperse.
En silencio, los dirigió a la sala donde en silencio le siguió reconfortando.
Yoongi frunció el ceño enseguida al verlos abrazados en el sofá de su sala. Miró intensamente a su esposo en busca de una respuesta pero este solamente negó con su cabeza suavemente y se encogió de hombros.
—¿Estás bien? —preguntó el hermano de Tae en cuanto este rompió el abrazo.
—Ahora sí —respondió aclarando su garganta, agradeciendo que el nudo que tenía ahí, haya bajado.
Jimin le observó preocupado pero decidió no preguntar nada, viendo como su hermano se veía más tranquilo sin ninguna muestra de haber estado llorando a pesar de lo triste, por no decir destrozado, que se veía.
—Hey campeón —saludo Yoongi sentándose al lado del menor, dejándolo al medio—. ¿Cómo estás?
—Bien... Sólo, bien —repitió inhalando profundamente—. Se podría decir que discutí un poco con Jungkook antes de salir, pero nada importante —aseguró.
—Claro —respondió Yoongi, rodeando los hombros en un simple abrazo—. ¿Qué es eso? —señaló los sobres.
—Oh, si, Jimin —llamo recordando.
—¿Qué sucede?
—Finalmente descubrí por qué sentía que eran extrañas aquellas cartas —sonrió suave, volviendo a ordenar las cartas en la pequeña mesa de centro, mostrándole el mismo mensaje.
—¿Y qué significa exactamente eso? —pregunto Yoongi confundido, el sinceramente no entendía ni una mierda.
—Un odio personal hacia Jungkook o... Los Jeon en general —respondió Jimin.
—Pensé lo mismo, pero aún no entiendo el por qué o quién.
—¿Le has preguntado a Jungkook si se ha peleado con alguien? —cuestionó Jimin sacándole una foto a las cartas.
—Sí, pero me dijo que no. Los únicos sospechosos que tengo son el mánager nuevo, sus padres, y de Yugyeom ya no sospecho tanto.
—¿Por qué?
—Porque no —respondió algo cortante, cambiando hasta su expresión.
—¿Dejaste solo a Jungkook? —pregunto Jimin.
—No, se quedó con su novio en mi casa y le pedí al guardaespaldas de éste que lo viera mientras estuvieran ahí, también le pedí a Jungkook que no saliera de la casa.
Ambos mayores se observaron, compartiendo una leve sospecha de saber la razón del extraño comportamiento de Taehyung ahora.
—Bien, entonces ¿Quieres venir con nosotros? —pregunto Jimin con una sonrisa que igualó a la de su esposo.
—¿A dónde? —respondió curioso de la brillante mirada en ambos contrarios.
—Recibimos una llamada más temprano, tenemos permiso de ir a ver los niños —pronunció Yoongi con una sonrisa.
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