Parte 1


Taehyung arremango su chaqueta de traje hasta sus codos y con un suspiro acomodó sus lentes de sol. Observó a su alrededor con sigilo y cuidado, procurando que ningún detalle se le escape.

Cuando divisó una gris cabellera, alzó ambas cejas y tomó su móvil, contestando la llamada entrante.

Dime que ya llegaste —dijo aquella voz que tanto había extrañado.

—Pensé que tu pelo iba a ser negro, no ceniza —pronunció divertido.

Oh mierda, ¡En verdad estás aquí! —Taehyung rió y alejó un poco el celular de su oído antes de volver a hablar.

—Claro que volví, prometí que iba a volver y aquí estoy.

Oh mierda, ya te vimos. —pronunció por última vez antes de que la llamada se cortará.

Taehyung bufo con una sonrisa y volvió a guardar su móvil justo a tiempo para soltar su maleta y ser apresado en aquellos brazos que tantas veces lo sostuvieron de pequeño.

—Te extrañe.

—Yo también te extrañe, Minnie —respondió devolviéndole el abrazo con fuerza, sorprendiendo un poco al de cabello gris.

—Hey, yo sigo aquí —se quejó aquella grave voz.

—Suga —pronunció con una sonrisa.

Yoongi le sonrió y se acercó para darle un pequeño abrazo antes de alejarse y deserdenarle el cabello, como antes.

—Ya soy un hombre —informó con un bufido, volviendo a ordenar su cabello.

La pareja rió antes de tomarse de la mano y entrelazar sus dedos, un gesto cariñoso y tan natural que le daba un poco de envidia a Taehyung a pesar de la felicidad que sentía por su hermano.

—Lo sé, te volviste en un hombre en estos largos cuatro años. —reconoció Jimin antes de perder su sonrisa por unos minutos—. Y muchas cosas cambiaron en estos cuatro años, Tae.

Taehyung respiro ansioso y volvió a observar a su alrededor. Jimin sabía qué buscaba o a quién buscaba.

Yoongi observó a su esposo y Jimin negó sutilmente con su cabeza. No era ni el momento, ni el lugar y mucho menos ellos los que deberían revelar tal cosa.

—Vamos a casa —anuncio finalmente Yoongi.

—Creí haberle dicho a Minnie que iba a vivir solo —les recordó divertido, dejando que su hermano tomara su maleta y dirigiera el camino junto a su esposo.

—Sí pero, aún no tienes un departamento o el dinero necesario para todo el trámite.

—Además, tanto Minnie como yo te extrañamos mocoso. Estar unas semanas con nosotros no te hará nada —regaño Yoongi quitándole la alarma a su auto, dejando que Jimin ssubierael equipaje en la maletera del auto.

Cuando todos se subieron al auto, el de cabello celeste soltó un suspiro aliviado y comenzó a sacarse su gorro y cubrebocas.

—¡Tu pelo es celeste! —grito emocionado Taehyung desde la parte de atrás.

Ambos mayores rieron.

—Por un segundo olvide lo fanático que eres de mi música —se burló.

—Mentira, siempre que sacaba música nueva o hacia un cambio de look te recordaba y decía lo que provocaría en su fan número uno, osea tú —pronunció divertido Jimin.

Yoongi gimió descontento, observando enojado a su pareja.

Jimin rió travieso y se inclinó para darle un buen beso como disculpa, sin importarle que su hermano estuviera presente.

—Esto es lo que me gusta cuando finjo estar enojado contigo —pronunció feliz antes de imitar a Jimin y colocarse el cinturón de seguridad para comenzar a manejar.

—Hey, se olvidan de algo muy importante aquí —se quejó infeliz Taehyung, ambos le observaron curiosos por un segundo—. Aún no me han explicado por que el hermoso rubio de su cabeza, —apunta a Yoongi— paso a un increíble celeste.

— De hecho, era azul pero el color fue cambiando solo hasta que quedó así —explicó—. Como cuando Jimin se cambió el color también y al final terminó con un anaranjado —recordó sonriendo.

Jimin blanqueo sus ojos ante el recuerdo.

—Fuiste una zanahoria y no me lo dijiste —refunfuño Taehyung juntando sus cejas.

La risa de Yoongi invadió el auto y aunque no quisiera, contagió a su esposo.

—Fue por una apuesta que perdí con Yoongi, y eso te pasa por irte tan lejos y por tanto tiempo —le reclamó y comenzó a ignorar los gestos que Yoongi hacía para intentar tomar su mano.

—¿Que clase de apuesta? —pregunto curioso, ignorando lo último que dijo.

Yoongi prefirió guardar silencio y se concentró en adelantar un auto. Jimin hizo una mueca y observo por la ventana.

—Tonterías. —respondió y dio por finalizado el tema.

Taehyung guardó silencio, estos cuatro años le sirvieron para ser un poco más observador y era una virtud que sabía sacarle provecho cuando salía a flote. En este momento y antes, en el aeropuerto, omitieron algo. Jimin y Yoongi quieren decirle algo pero a la vez no.

No sabía qué cosa podría ser pero sabía que tarde o temprano se enteraría.

Se recostó en el respaldo del asiento y se dedicó a observar por la ventana el resto del viaje, el cual no fue mucho.

La casa de Min Yoongi seguía igual y como la recordaba. La nostalgia le invade al cruzar la puerta y observar el interior de la casa.

—No ha cambiado mucho —comentó algo sorprendido.

—Solo un poco, como Yoongi dejó la compañía en la que estaba para ser autónomo creó su propio estudio en casa y tiene otro para cuando el proyecto es grande. —respondió dejando la maleta a su lado, sonriendo al ver que seguía siendo la de coraje.

—¡¿Que?! ¡¿Por que yo no sabía eso?! —grito alterado.

—Oh... Se me olvido... —respondió encogiéndose de hombros.

—¿Y por que no me lo contaste tu, Suga?

—Oye, no me ataques a mí —Yoongi dijo dejando la llave colgada antes de ingresar y lanzarse en su sofá.

—¡Son unos desconsiderados! —se quejó dramático.

—No has cambiado mucho a pesar de ser un hombre según tú —se burló Jimin siguiendo el ejemplo de su esposo después de verificar la seguridad.

—Ja, ja. Qué gracioso.

—El viaje debió de ser agotador, deberías de ir a tomar una siesta. —aconsejó Yoongi tirando de su hombre para sentarlo sobre él.

—Si quieren tener sexo solo díganlo y listo. —se burló tomando su maleta.

—Si, vamos a tener sexo así que no bajes. —le gritaron divertidos los dos.

—Puedes tomar la última habitación de la izquierda —le gritó su hermano por última vez.

Taehyung sonrió entre dientes y fue directo a la habitación nombrada.

Cerró la puerta tras de él, dejó la maleta en la entrada y se lanzó en la cama cansado. Suspirando ante la suavidad y comodidad de esta.

—Te extraño... —susurro antes de caer profundamente dormido.

Despertó horas después, la tenues luz anaranjada que se filtraba por su ventana le decía que ya estaba a punto de oscurecer.

—Supongo que a esta hora ya debieron de terminar su sesión de sexo... —murmuró soltando seguido un gran y perezoso bostezo.

Se levantó de la cama estirando su cuerpo. Y decidió cambiarse de ropa por otra más cómoda y no tan formal como lo habían obligado a vestir durante los cuatro años.

Al salir de su habitación se extraño que no hubiera ninguna luz en la casa, también la ausencia de cualquier sonido.

Por costumbre llevó su mano izquierda a su cintura, específicamente en su espalda a pesar de saber que ahí no había nada.

Con sigilo comenzó a bajar las escaleras, abajo también estaba oscuro.

—¡SORPRESA! —gritaron y las luces se prendieron a la vez que el confeti volaba en su dirección.

Observó sorprendido el conjunto de personas conformados por sus amigos del colegio, Jin, Namjoon, Hoseok y su hermano con su pareja.

La ausencia de cierta persona le dolió a pesar de no demostrarlo.

—¿Qué tienes ahí? —pregunto curioso Jin.

Taehyung observó como su mano izquierda seguía en su espalda baja, casi avergonzado la apartó y negó con su cabeza.

—No es nada —negó—. Es la costumbre.

—Si, será un tiempo hasta que puedas dejarla —reconoció Jimin comprensivo.

—Si, recuerdo aquellos tiempos y como aprendí a no sorprenderte por la espalda si no quería recibir un golpe —coincidió Namjoon.

—Era tu culpa. —todos rieron.

—Yo tengo una duda —pronunció Taehyung llamando la atención nuevamente.

—La cual sería... —incito a seguir Hoseok.

—¿Por que todos decidieron cambiar el color de sus cabellos? —pregunto observando a cada uno, los únicos que se salvaban eran sus amigos.

Pero Jin ahora tenía el cabello rojizo oscuro, Namjoon rubio, Hoseok negro y los dos restantes ya los había visto.

—Es la moda. —respondió Jin, encogiéndose de hombros.

—Por qué no mejor nos dices a dónde te fuiste y qué hiciste. —preguntaron curiosos sus amigos.

—Primero lo primero. —dijo con expresión seria—. Tengo hambre.

—Y ese es nuestro Taehyung. —Namjoon pronunció con una sonrisa.

Y así, todos se movieron y comenzaron a disfrutar de las delicias que habían comprado y preparado, cada uno tomó un turno para hablar con Taehyung e invadirlo de preguntas.

Luego de unas horas, sus amigos habían dejado de acosarlo y estaban aprovechando para hablar con personas tan famosas como Hoseok, Yoongi o Jin.

Taehyung sonrió con algo de tristeza y tomó un vaso de cerveza, observando el líquido en su vaso algo alejados de los demás.

“¿Dónde está?” Se preguntaba una y otra vez, realmente esperaba verlo para poder hablar y arreglar las cosas.

Estaba dispuesto a volver con Jungkook, quería volver con él. Estos cuatro años alejados de él fueron una tortura y sólo incrementó el amor que le tenía.

—¿Por qué tan distraído? —pregunto simpático Hoseok, recargándose también en la muralla en la que estaba Taehyung.

—Solo me preguntaba como estaba Kookie —susurro como respuesta, soltando un suspiro.

Hoseok asintió con su cabeza, estando de acuerdo con aquella pregunta.

—Si, yo también me lo pregunto. Es difícil verlo ahora con lo extremadamente famoso que se ha vuelto —Taehyung le observó juntando sus cejas.

—¿Se ha hecho tan famoso? —pregunto sorprendido— Sabía que tenía talento, pero modelando no sabía que podía ganar tanta fama.

—Eso es por que triunfó como cantante también —explicó Hoseok.

—¿Cantante?

—Claro, ha hecho algunas colaboraciones con Suga también y así ambos causaron euforia. Jimin estaba como loco protegiendo a Yoongi cada vez que salían de casa. —recordó divertido.

—¿Y Kookie? —pregunto interesado.

—Bueno, ya era famoso como modelo y que luego comenzara a cantar fue la bomba. —expresó— Sus canciones tenían y tienen ese sentimiento de comprensión que es difícil de encontrar, como la de Yoongi. También tiene una buena voz y sus letras realmente representan a uno en esa situación.

—¿Qué situación?

—La dolorosa pérdida de un amor —dijo arrepintiéndose enseguida de ello—. Yo...

—No... Esta bien... Solo me has informado de lo que ha estado pasando estos cuatro años. —Taehyung dijo con una sonrisa triste— Pero no importa, hablaré con él y trataré de volver con él rogándole por su perdón.

Hoseok gimió triste y le observó.

—No te lo han dicho, ¿Cierto?

—¿Decirme qué? —preguntó frunciendo el ceño.

—... No creo...

—De todas formas me terminaré enterando, que tú me lo digas ahora no influye mucho —trato de convencer.

Hoseok le observó vacilante unos segundos y luego asintió con su cabeza.

—Hace un año que Jungkook comenzó a salir con alguien, es otro famoso modelo... Se llama Yugyeom.

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