Algo anda mal con las atracciones


― ¿Cuál iremos primero? – pregunto el mafioso recargado en el albino pues esté miraba el mapa

― Vamos al space mountain

― ¿Por qué?

― Es una montaña rusa oscura – sonrió - ¿quieres que te escuchen gritar?

― No gritaré, hago cosas más arriesgadas

― Bien, vamos

El albino entró a la atracción siendo seguido por el azabache, esperaron un rato hasta que pudieron pasar ellos. El azabache miro fastidiado al albino, estaba emocionado y brincando en el asiento – cálmate ya

― No puedo, esto es genial – expreso alegre

― Maldito animal, te llevaré a vacunar

― Ja, que ingenioso

Ambos subieron a la atracción, cierto fue que iban a oscuras pero también que aun el albino grito en todo momento, también pudo escuchar al mafioso gritar.

Salieron de allí, Atsushi sonreía torpemente mientras intentaba arreglar su cabello - a ver – dijo el mafioso ya cansado de verlo, compuso su cabello y el albino sonrió - ¿ahora a dónde?

― Quiero ir a la de piratas del caribe – lo miro - ¿y tú?

― ¿yo?

― Sí, es Disney. ¿Dónde quieres ir?

― No sé ni que hay – Atsushi le dio el mapa – Ok.

El mafioso miro el mapa mientras Atsushi miraba un show callejero de malabares – Alice in wonderland, mountain again, ah – miro la exhibición de monster inc – aquí dice que el recorrido es tranquilo – miro al albino sonreír con el show – aunque... quizá Jinko le gustaría algo más... ¿de demonios porque pienso en lo que le gustaría? Subiremos a la montaña y gritará como estúpido.

El mafioso tomo al albino del cuello de su hoody y lo llevo a la montaña – waaaaa, ¿elegiste la montaña? Hay partes oscuras y altas al aire libre, será genial – dijo emocionado

― ¿Cómo sabes tanto de las atracciones?

― Me la paso viendo vídeos en mis días libres

― Sí que querías venir eh

― Era mi mayor sueño – menciono alegre

Esperaron en la fila, el mafioso re afirmo su estancia en Disney, y como se dieron las cosas, fue algo simple.

El lunes se topó con Atsushi en la calle donde él iba a la lavandería, él iba mirando los boletos, en cuanto lo vio, lo arrastro al callejón más cercano, y entre una ligera discusión por su estrés al no pelear, el albino le reto a salir juntos para demostrarle que habían otras cosas en la vida.

Intercambiaron números telefónicos y para el viernes a las 6:00 a.m. ya se habían encontrado en la estación para dar inicio a su recorrido. Sin darse cuenta, llevaban una hora en el parque y ya se estaba divirtiendo aunque quizá no como el chico menor a su lado, pero admitía que el lugar era sumamente divertido. Pasaron unos niños corriendo haciendo al albino tropezar, el azabache lo sostuvo, y se dio cuenta del andar de su corazón. Aquello latió con fuerza, rápido, era doloroso. El albino le miro preocupado – Gracias – menciono primero - ¿te encuentras bien?

― Mi pecho dolió, pero estoy bien

― No debiste sostenerme, espero no haberte golpeado fuerte – menciono el albino tocando el pecho del mafioso

― Estoy bien, además si caías te golpearías en la cabeza. No podrías subir a la montaña – expreso y el albino sonrió

― Gracias por salvarme – añadió.

¿Salvarlo? Pues sí, con el empujón Atsushi se hubiera golpeado con el barandal que hacia la fila para subir a la montaña rusa. Entonces... si se golpeaba en la cabeza no podría subir, se acaba la diversión.

Subieron a la montaña, y era cierto, atravesaban túneles, iban por abajo, por arriba. Atsushi gritaba y reía, el mafioso no dudo en contagiarse un poco del espíritu de Atsushi, había luz y oscuridad, bajadas fuertes y una que otra más fuerte. Incluso, en una, el albino sostuvo el brazo del mafioso sorprendiéndole. La verdad si había sido una bajada muy rápida y estrepitosa. El abajar del lugar, ambos chicos notaron que había menos gente, pero no fue como si fuera gran cosa.

Continuaron el recorrido, para relajarse después de la fuerte montaña, subieron a la atracción con el fastpass, a monster inc. Allí el recorrido fue divertido y tranquilo, Atsushi pudo conseguir una fotografía con los monstruos, y el mafioso sonrió al verlo, aunque desapareció su sonrisa rápidamente.

Era medio día y obviamente ambos tenían hambre, el mafioso decidió ir a la estación de alice in the wonderland. Aunque esperaron bastante, la comida era deliciosa y Atsushi no paraba de ver la decoración – Jinko

― ¿si?

― ¿Por qué decidiste Disneyland?

― Bueno, ese es el punto

― ¿punto?

― Disney cierra puertas a las 10 de la noche

― Aja

― Así que iremos a un hotel y mañana entraremos en DisneySea

― Estas demente

― Y pasado mañana iremos a universal estudios

― Jinko ¡eso está entre Kioto y Kobe!

― Lo sé

― ¡¿Cómo chingados llegaremos hasta Osaka?!

― Usaremos tu tarjeta con dinero de mafioso

― No me metas en tus locuras y mucho menos te metas con mi dinero ¿Dónde sacaste este descabellado plan?

― Dazai-san dijo que si hablaba así conseguiría que la usaras

― ¿Dazai-san sabe de esto?

― Si

― Lo mataré también

― Vamos Akutagawa, será increíble

― ¿Por qué lo aseguras?

― Por qué esta Harry Potter

― Bien, comprare los boletos

Atsushi sonrió amplio

― Deja de sonreír

― Será divertido

― ¿Dónde conseguiste esos boletos? Quiero matar a quien ideo esto

― Vamos Akutagawa – sonrió el albino - ¿no es divertido? Te he visto sonreír

― Es el reflejo del clima

― ¿clima?

― Cállate Jinko

Atsushi sonrió, lo sabía el mafioso se divertía en grande.

Salieron de comer y fueron directamente a comprar los boletos de avión. Saldrían el sábado en plena madrugada del aeropuerto internacional de tokyo al aeropuerto de Osaka. El mafioso estaba molestándose, no dejaba que su corazón dejará de golpearlo cuando veía al albino sonreír.

Se dirigieron a otra atracción tranquila, Atsushi aseguro que vomitaría si subían a otra montaña rusa y aunque el mafioso estaba tentado, también supuso que podría vomitar. Una vez más, no notaron aquello, había menos gente. Subieron a la atracción de nightmare before christmas. El asiento era cómodo pero lo que Atsushi le había encantado fueron aquellos fantasma que aparecían en todas partes, y ese baile tan precioso que enamoraba a cualquiera en los pasillos.

Después de ello el recorrido siguió, siguió y siguió subiendo de velocidad, corrían, brincaban, gritaban, se mojaban, incluso, en una ocasión, se abrazaron. Perdieron mucho tiempo para tomarse una fotografía con Mickey Mouse, pues si, la fila había sido enorme y duro dos horas pero disfrutaron su fotografía con Mickey Mouse. Definitivamente no lo volverían a hacer pero disfrutaron pasar el tiempo juntos – está por anochecer – menciono el mafioso y fue cuando noto a Atsushi mirar alegremente la fotografía de ambos con Mickey - ¿Qué tanto le vez?

― Tu sonrisa

― ¿eh? – pregunto sonrojado ligeramente

― Estas sonriendo Akutagawa – menciono sonriente - ¿ahora vez que hay más que solo matar? – preguntó

El silencio se volvió incomodo, como decirle a su enemigo que se la estaba pasando increíble con él, ¿Cómo decirle? Simplemente lo negó, metió sus manos a sus bolsillos – entremos en la atracción de piratas del caribe, solo queda el festival e iremos al hotel

Atsushi bajo su cabeza ante ello, estaba serio que lo había logrado solo con Dinsey pero no era así, había perdido una vez más contra el mafioso, así que suspiro, saco su libro de Harry Potter de su mochila, con pluma, escribió al reverso de la fotografía la fecha y sonrió escribiendo algo más. Guardo la fotografía entre las páginas del libro.

La atracción de los piratas del caribe era oscura, emocionante y ligeramente tenebrosa así como divertida. Atsushi siguió disfrutando aunque el mafioso notó que el albino ya no se le acerco tanto.

Para finalizar su día, se reunieron en el castillo de cenicienta para ver el show de luces y los fuegos artificiales, entre el oscuro jardín, y el castillo iluminando todo, los fuegos artificiales y la música, Akutagawa volteo a ver al agente. Atsushi sonreía poco pero eso no era preocupante, su sonrisa aun siendo corta, era especial, era una sonrisa de un sueño cumplido, una alegría sin igual, lo entendió, el albino estaba disfrutando en grande del lugar, no importaba lo que el pensará, Atsushi había ido allí a divertirse y simplemente decidió llevarlo consigo.

Salieron del parque junto con la multitud, Atsushi bostezaba, había sido 13 horas donde no pararon más que a comer. Subieron al tren de Disneysea con aquel tierno y lindo adorno de ventanas con la figura de Mickey Mouse, su hotel estaba dentro de DisneySea. El mafioso miro al agente cabecear por el cansancio, y en algún momento, dejo que la cabeza del albino se acercará y acomodará en su hombro mientras el miraba el mapa de disneysea.

En cuanto llegaron a DisneySea, Atsushi (medio) reacciono, aun con bostezos saliendo de su boca, se acercaron a una segunda entrada que seguía abierta, allí Atsushi dio un par de boleto y les dejaron pasar, después de un pasillo con altas fuentes, miraron los puestos, cientos y cientos de puestos de comida y restaurantes abiertos, y un auto tipo autobús – allí debemos subir, nos llevaran a nuestro hotel

― ¿Cuál será nuestro hotel? – pregunto curioso mientras se sentaban en sus asientos.

― Miracosta – dijo entre un bostezo

Atsushi perdió el sueño que tenía cuando llegaron al hotel, enfrente de ellos, una enorme, en verdad enorme fuente de rocas simulando un arrecife, Atsushi trago saliva, se sintió nervioso. Las puertas de cristal, las luces dándole un espectáculo de elegancia y su fachada antigua pero moderna. El mafioso lo miro - ¿nervioso?

― Al-algo. Es impresionante

Akutagawa sonrió, extendió su mano – vamos

― Pe-pero

― ¿confías en mí?

Atsushi lo miro confundido, sonrió y tomo su mano – confió

Una vez adentro, el lugar era más elegante aun, se acercaron a la recepción, Atsushi dio sus nombres y una vez en la habitación, miraron el lugar como algo increíble, fue fascinante hasta que Akutagawa llego a la habitación – Jinko

― ¿si? – pregunto acercándose

― Solo es una habitación ¿no?

― Sip

― Tenemos una pequeña sala ¿no?

― Si, con asientos individuales, pensé que los viste

― Tenemos una televisión

― Sip y un mini bar también

― ¿Qué más?

― Tenemos una tina de baño

― Si, ¿Qué más?

― Una cama y dos cajoneras

― Exacto, ¿Dónde está la otra cama?

― Ah bueno – Atsushi reacciono y toco la cama - ¡¿Qué?! pe-pedí dos

El albino salió corriendo nervioso y el mafioso tapo su boca, no quería soltarse a las risas. Se sentó en uno de los muebles – ese estúpido – cruzo sus piernas mirando el lugar – definitivamente... es mucho para un simple premio – menciono analizando la situación

Pues era cierto, era mucho por poco. El mafioso estaba preocupado de ello, pero hasta descubrir que pasaba, decidió seguir con los planes, pues aunque no quisiera admitirlo, le gustaba la compañía del albino y ese golpeteo en su pecho que comenzaba a sentir le preocupaba.

Después de minutos, Atsushi regreso corriendo y agitado – di-dijeron que todo estaba ocupado – menciono nervioso, jugaba con sus dedos

― Bien – respondió el mafioso serio – dormiremos juntos

― ¿e-eh? 


...

El siguiente capítulo, me enamore de escribirlo, se perfectamente que saben que lo mio es el Shin Soukoku, sexo, y Disney. Gran combinación ¿no?

¡Gracias por leer!

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