7. Bienvenido gran abuelo
Atsushi estaba siendo aplastado por Chuuya, pues el mayor lo había abrazado con fuerza y no lo soltaría. Fukuzawa estaba sentado en madera relajándose con la brisa del mar, Ougai preparaba el desayuno, fue cuando Akutagawa despertó mirando al presidente de la agencia relajarse. El azabache se acercó y se sentó a su lado ― ¿sabes relajarte?
― No
― ¿quieres intentarlo?
― Tal vez, todos siguen dormidos.
― ¿Qué tal un paseo?
― No me interesa
― Estarás aquí un mes, podrías intentar integrarte
El azabache lo miro, lo pensó – Quizá aprendas cosas nuevas para sorprender a otros o a ti mismo – menciono y el azabache alzo la mirada
― Vamos
Ougai suspiro al ver a ambos salir, Akutagawa era el más terco pero no había nadie como su Yukichi para arreglar el asunto. Termino de preparar el desayuno, tomo una taza y sirvió café, fue directamente a su habitación donde Dazai se retorcía con el sol en los ojos – no importa cuánto intentes que no te dé, está habitación recibe toda la luz
― Ni con toda la luz del mundo recuperaras tus años – se quejó – no puedo creer que dormí con ustedes
― Bueno, llegaste mal – extendió la taza de café – es como te gusta
El castaño la tomo – Chuuya me reclamo por lo que paso
― Tiene sentido
― Todo fue tu culpa
― Tú lo abandonaste sin decir nada
― Era ponerlo en peligro...
― Realmente ¿creíste que yo lo mandaría a matar?
― De ti creí todo en ese entonces
― Entonces... ¿Por qué no te mande a matar?
― Por qué sabes que tendría un resplandor
― Y Chuuya hubiera podido encontrarlo sin problemas, bueno, quizá solo tardaría un rato en hacerlo
Dazai volteo a verlo sorprendido
― ¿Qué tal si aprendes a aceptar tus errores? Yo aprendí – suspiro – estar con Yukichi me lo enseño
― ¿sigo siendo el mismo?
― Completamente el mismo – extendió su mano – pero ahora más feliz
― Aun intento suicidarme
― Lo sé, y seguirás haciéndolo, sobre todo sin quien amas a tu lado
― ¿Cómo podría estar a su lado? Ustedes han vivido con el secreto
― Lo sé, pero no es igual a si están bien el uno con el otro
― No podría... si vuelvo a tocarlo estoy seguro que no podré soltarlo
― Podrás intentarlo – sonrió amplio – aun sigues recordándome a mi
Dazai sonrió, tomo la mano de Ougai, juntos salieron de la habitación.
...
Akutagawa y Fukuzawa habían llegado a la playa, entre las rocas, el mayor tomo un cayac doble - ¿listo?
― ¿Dónde iremos?
― A la isla cercana, tienen unas cascadas
― ¿iremos a unas cascadas?
― ¿no puedes?
― Rashomon – la tele iba a tomar el cayac para acercarlo a la orilla pero Fukuzawa lo detuvo
― Lo harás sin habilidad
― Pero
― Sin habilidad
― Bien
Akutagawa y Fukuzawa llevaron el cayac, hacer tal esfuerzo canso al azabache – quítate la gabardina
― Ni de loco
― Ponla alrededor de tu cadera, necesitas poder moverte
El azabache se negó, ayudo incluso sintiéndose incomodo, una vez arriba del cayac, comenzó a toser con gran fuerza – deberías aprender una buena lección: la de obedecer a tus mayores
Akutagawa lo miro con molestia y volvió a toser, quito su gabardina y la dejo sobre sus pies. - ¿mejor?
― Veamos que logra – insistió molesto
Fukuzawa comenzó a remar – tú irás derecha y yo izquierda, después será izquierda y derecha ¿comprendes? Nada de habilidades
― Comprendo.
Así siguieron, Akutagawa ni bien llevaba tres metros y ya sentía sus brazos morir, derecha, izquierda, derecha e izquierda hasta llegar más allá – descansemos – dijo Fukuzawa alejados de la costa
― ¿Cuánto falta? – pregunto el azabache jadeante
― Son 2 kilómetros, llevamos 100 metros
― ¿es en serio? – se quejo
― Si no quieres no o no puedes, no.
― Continuemos
Akutagawa se sentía a morir, él y Fukuzawa tomaron un descanso de 20 minutos después del primer kilómetro, y un descanso de 50 minutos después del segundo kilómetro, Akutagawa ya no podía más pero su orgullo no lo abandonaba, él continua aun cuando no sentía los brazos.
Se tiro en la arena, Fukuzawa lo miro y suspiro – aún falta llegar a la cascada
― ¿aún hay más? – se quejo
― Lo hay
El azabache suspiro y se levantó débilmente – seguiré
― Podemos descansar
― Usted no se ve ni un poquito cansado
― Llevo años haciendo cosas así
― Lo haré
Fukuzawa suspiro, el chico le siguió aun débilmente, llegaron a aquella cansada donde Fukuzawa simplemente entro en el agua, Akutagawa ya no tenía fuerzas para seguir, se quedó solo con los pies dentro del agua, sentía que iba a desfallecer, fue cuando Fukuzawa lo sostuvo y el menor lo menor atento – a veces, necesitamos un ligero apoyo, no dudo de tu fuerza, haz llegado hasta aquí, ahora solamente déjame llevarte en el último tramo – El azabache suspiro, sostuvo la Yukata del mayor y se dejó llevar.
Una vez en la cascada, se acomodaron debajo de ella, sentir el agua caer sobre sus hombros, golpearlo y respaldar era algo completamente nuevo, se sentía cansado, pero relajado, se sentía un chico nuevo.
...
Atsushi seguía atrapado en Chuuya, el mayor aunque se había despertado no lo había soltado, ni siquiera habían salido de la habitación, - Chuuya-san... ¿usted está bien? – pregunto sincero
― No, ni siquiera quiero ver a Dazai
― Chuuya-san ¿puedo ayudarlo?
― Si tienes una máquina del tiempo, sería fabulosa
― No, pero... podemos ir no sé a pasear
Chuuya se levantó - ¡buena idea! – Grito tomando bermuda – vamos
― ¿ira así?
― ¡Vamoooos!
Toma al albino y lo jalo fuera de la casa, Ougai solo suspiro de ver aquello, Dazai había salido sin poder verlos, justo había vuelto cuando salieron – Chuuya sigue sin responder su celular, es obvio que despertó hace horas
― Acaba de llevarse a Atsushi
― Ese pequeño duende, ¿Dónde le cabe tantas pendejas? Es tan pequeño no debería entrarle ni una sola idea – miro el reloj – por cierto, ¿y el presidente?
― Usualmente los lunes va a la cascada, regresa por la noche
― ¿y Akutagawa-kun?
― Se lo llevo
― ¿regresaran?
― Espero que Akutagawa regrese con vida
― Comprendo
Dazai suspiro recargándose en el marco de la puerta - Mori-san
― ¿si?
― ¿podemos hablar?
― Hablemos todo lo que quieras
Dazai sonrió, pues si, Mori llego a ser alguien especial en su vida.
...
Por la noche, Akutagawa, Fukuzawa, Chuuya y Atsushi regresaron, en realidad todos se sorprendieron pues Fukuzawa llego cargando a Akutagawa, esté estaba completamente dormido – creo que el pequeño merece dormir en la cama hoy – menciono Ougai alegre
― Hizo un gran trabajo hoy
― Atsushi-kun ¿podrías acomodar la hamaca?
― ¿hamaca?
― Es la tela
― Yo te enseño – dijo Chuuya tomando al menor
― Sigue escapando – murmuro Ougai mirando a Chuuya quien se llevaba al chico
Chuuya y Atsushi acomodaron la hamaca para Akutagawa. Dazai acomodo una colcha gruesa en la hamaca y Fukuzawa lo coloco en ella, el mafioso estaba perdido en sueños. – Es la primera vez que lo veo así de tranquilo – menciono Atsushi mirándolo
― En sí, es un chico tranquilo
― ¿eh? ¿en verdad? – pregunto Atsushi y sonrió – me gusta así
Los cuatro mayores miraron a albino sorprendidos, ¿Cómo había dicho algo así tan fácilmente frente a todos?
...
A las afueras, llegaban los pasos sigilosos de alguien, alguien que conocía perfectamente la situación. El enemigo principal de todo el embrollo y el único que sabría cómo detener aquella trilogía.
Dejo su forma humana salir, se paró frente a la casa, golpeo con su bastón el piso y los cinco que estaban despiertos dentro de la casa miraron hacia afuera.
Fukuzawa fue el primero en salir y asomarse, aquel hombre de bigote sonrió mientras se quitaba el sombrero - escuche que pescaron mucho, quiero probar algo de lo hecho – dijo sonriente
― ¡NA-NATSUME-SENSEI! – gritaron los mayores
Soukoku se miró confundido pero Atsushi le miro y se acercó, señalo al mayor – usted... ¿es un gato?
Natsume sonrió y abrazo a Atsushi – eres sabio pequeño, ¿Qué tal si me das algo de pescado que pescado?
― ¡Claro! Con gusto – respondió sonriente
Atsushi volvió adentro para preparar el pescado mientras los mayores miraron todo confundidos – Natsume-sensei ¿Qué fue eso?
― Quería pescado, el pequeño Atsushi fue el único que se acercó para querer ofrecérmelo
― Natsume-sensei... ¿Qué hace aquí realmente?
― Vine a felicitarlos, por fin dejaron sus estereotipos – menciono mientras entraba a la casa y miro a Akutagawa en la hamaca - ¿Qué hace este aquí? – pregunto señalándole con el bastón
― Por favor Natsume-sensei, Akutagawa se esforzó mucho hoy ¿podría dejarle dormir? – pidió Atsushi – ya casi está su pescado
― Tu si eres un niño honesto no como estos cuatro – suspiro acercándose a Atsushi – dime Atsushi ¿algo te atrae de aquí?
― La playa es hermosa
― Y además inocente – sonrió Natsume orgulloso – termina mi pescado, platicaremos todos mañana. Por ahora, Chuuya, Dazai, acomoden mi habitación
Los jóvenes se miraron pero Natsume los detuvo - ¿Qué no escucharon? Estoy cansado por mi vuelo
― S-si Natsume-sensei
Los jóvenes se fueron, Atsushi cocinaba, Ougai y Fukuzawa se acercaron – Natsume-sensei... sobre esto
― Les ordene vigilar la ciudad, no que vivieran un romance ilícito – sonrió – ahora hagamos las cosas bien. ― Los mayores tragaron saliva, Natsume-sensei estaba en casa y todo cambiaría.
...
Solo diré... que se viene un poco de Shin Soukoku y si Dazai seguirá peleado con medio mundo, excepto Atsushi, nadie puede pelearse con él... bueno Akutagawa pero son peleas de novios <3
¡Gracias por leer!
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