3. Reglas

Habían llegado al estacionamiento de su casa, era algo pequeña pero con un amplio jardín, no debo omitir el hecho de que en cuanto Chuuya abrió la cajuela Atsushi salió de ella corriendo haciendo a Akutagawa molestarse más – Antes de entrar, aprenderán las reglas – dijo Ougai serio

― Primero. Nada de teléfonos, nadie sabrá está ubicación más que ustedes – dijo Fukuzawa y Ougai extendió su mano. Los menores entregaron sus teléfonos

― Segundo. Lo que hablemos es confidencial

― Tercero. No tiene derecho a nada más que obedecernos. Si a ambos, aquí no hay agencia o mafia, obedecerán

― Cuarto. Deberán hacer que Akutagawa tome un baño una vez al día

― ¡¿QUE?! – grito Akutagawa haciendo a los agentes reír mientras Chuuya sonrió triunfante

― Este es mi momento – dijo Chuuya orgulloso

― Quinto. El tiempo que estén aquí cooperaran

― Sexo. Serán compartidos y obedecerán cuando les digamos lo que deben hacer

― Séptimo. Lo de compartir es serio, muy serio. Si no lo aceptan, la puerta es bastante grande.

― Estas serán las reglas por el momento – sonrió Ougai – ahora, bienvenidos a nuestra casa

― ¿viven juntos? – pregunto Chuuya

― Si, pasen – siguió Ougai

Ougai y Fukuzawa abrieron la casa, los cuatro nuevos invitados miraron la casa, amplia, iluminada, casual, relajante, eran las palabras que podía pensar cualquier persona al ver aquel lugar, muebles sencillos, tejidos, todo sencillo y minimalista, azules y con grandes puertas hacia otras habitaciones, incluso hacia la playa. Todo era un paraíso – Ahora, hablaremos mañana

― ¿Qué? no jefe – dijo Chuuya – es importante

― Debe serlo si nos buscaron casi al otro lado del mundo

― Presidente... - sonrió Dazai – en realidad solo vine a quejarme porque Kunikida-san no me deja hacer nada, y si no hago nada también se enoja conmigo, secuestre a Atsushi-kun porque si usa sus orejas de tigre podríamos convencerlo más fácil

Fukuzawa dejo su cabeza baja, no por decepción, simplemente que el hombre no acostumbraba a hacerse FacePalm por las tonterías de Dazai. Ougai vio aquello divertido pero Chuuya le arrebato la sonrisa, el más bajo se había arrodillado y quitado su sombrero – Boss... Ane-san ha sido amenazada, conozco su potencial pero el estrés la está llevando al más allá, le necesitamos – menciono serio

― No puedo, ni mucho menos debo meterme. Ozaki-kun es una mujer excepcional, si no confiará en ella no le hubiese dejado el cargo

― Pe-pero jefe Ane-san

― Conozco tus sentimientos por ella, pero también deberías saber lo fuerte que es como mujer, dale más crédito y paciencia

Chuuya se paró y señalo a Akutagawa – todo es culpa de Akutagawa, hizo una estúpida promesa y como no puede matar, Ane-san no ha mandado a mandar a los cretinos que la acosan

― Ya veo... - Ougai le miro serio – y ¿Qué hay de ti? Chuuya-kun, ¿no eres también un asesino?

Era cierto, Chuuya sabía quiénes eran, como detenerlos... entonces ¿Por qué no les había acabado? ¿Realmente estaba allí solo por Ozaki? – ahora que resolvimos el motivo por el cual están aquí, se quedarán un tiempo

― ¡¿QUE?! – gritaron los cuatro

― Ya que pueden seguir sus pistas, se quedarán, si vuelven pronto significa que nos encontraron

― Significa que podrían encontrarnos otros – miro al presidente – fuimos hallados por Rampo ¿no es así? – pregunto cruzándose de brazos pero Fukuzawa solo volteo la mirada para ver a sus agentes, ambos guardaron silencio – esto es complot – se quejó Ougai

― ¿ese detective de boina? – pregunto Chuuya – ese pequeño bastardo...

― Llegaste aquí siguiéndonos solo por él, Chuuya – le burlo Dazai

― Por lo menos llegue aquí con contactos estúpido

― Oh discúlpeme señor mafia ¿llego en avión privado? Qué maravilla pero si tú los destruyes como Godzilla a new york

― Por lo menos puedo ser como godzilla de grandote

― Autorizo su fuerza como única y tu estatura como un peligro a las hormigas

― ESTUPIDO

― ENANO

― CALMENSE – dictaron Ougai y Fukuzawa

― Bien, es el colmo, van a compartir – dijo Ougai – Chuuya-kun, Dazai-kun dormirán en el cuarto de invitados juntos

― ¡¿QUÉ?!

― Atsushi, tú y Akutagawa se quedaran en el sofá cama de la sala – dijo Fukuzawa

― ¡¿QUÉ?!

― Ya escucharon – dijo Ougai

― No tengo que seguir órdenes, no me quedaré con el apestoso de Jinko – respondió el azabache menor.

Vasto con una mirada de parte de ambos líderes, Akutagawa sintió aquella vibra, no, todos, Atsushi se había ocultado detrás de Akutagawa – va-vamos Akutagawa, n-no los retes – Akutagawa trago saliva

― N-no les tengo miedo, pero prefiero llevar todo tranquilo menciono quitándose y haciendo a Atsushi caer – conviviré con este saco de pulgas

― Bien dicho – sonrieron los mayores

Ougai y Fukuzawa llevaron a Chuuya y Dazai a la habitación de invitados – mañana haremos el desayuno, no queremos verles ni un solo rasguño – dijeron los mayores a los menores

― Cla-claro jefe – respondieron

Cerraron la puerta y Chuuya tomo una de las almohadas, se aventó en la cama y grito con fuerza, el sonido había sido tapado pero Dazai le miro burlón – Chuuya, no exageres

― Lo que más odio en este mundo es tenerte a ti a mi lado

― Pensé que odiabas más mi existencia, valoras mi vida, es un desperdicio sabes

― ¡no me digas que es un desperdicio o no! Te odio y punto

― Sea como sea, debemos sobrevivir a esto, el presidente y Mori-san traman algo – suspiro – espero que Atsushi-kun no termine como alfombra en el suelo

A la mañana siguiente, Mori y Fukuzawa cocinaban, las cortinas seguían cerradas para no despertar a los más pequeños. Dazai estaba en la barra leyendo el periódico cuando Chuuya salió, miro a su jefe con delantal, a Dazai comiendo, Fukuzawa poniendo platos y... Akutagawa y Atsushi estaban durmiendo aun, lo que hizo impactante para el más bajo fue verlos acurrucados el uno con el otro – no los despiertes Chuuya – menciono doblando el periódico – ya tome cientos de fotos

― Eres macabro

Chuuya llego a la barra con los demás y suspiro cansado - ¿Cómo dormiste Chuuya-kun?

― Dazai me tiro de la cama dos veces

― Él dijo que tú lo tiraste

― Pues no era como que me iba a dejar tirar sin tirarlo a él

― A la tercera me rendí y deje de tirarlo – se quejó Dazai

― Deberían despertarlos – menciono Fukuzawa

― Mejor lo hago yo – dijo Chuuya mirando a Dazai con una gran sonrisa

El pelinaranja se acero primero a Akutagawa, conocía a su subordinado pero verle abrazar a Atsushi como si fuese un osito de felpa daba mucho de qué hablar, raspo su garganta para llamar su atención, el azabache abrió uno de sus ojos – Chuuya-san – le nombro - ¿Qué ocurre? – pregunto

― ¿te gustan los tigres de peluche? – pregunto la voz de Dazai a lo lejos

Akutagawa le miro, volteo a ver a su frente, dio un gran grito de desesperación mientras manoseo y pateo hasta tirar al albino de cara al suelo y pompas al cielo. Akutagawa también se había caído del otro lado dando un gran sentón – listo están despiertos

Atsushi tallo su cara cansado y adolorido – Dazai-san, ¿Qué hice ahora? – pregunto creyendo ser el culpable de todo

― Nada Atsushi-kun, al parecer a alguien le gusta dormir con peluches

― ¿eh?

― Nada Jinko – le llamo molesto, irritado y claro aunque nadie lo vio, sonrojado.

Atsushi se sentó al lado de Dazai, quien estaba en medio, Akutagawa se sentó a su lado, pues lo deseaba con gran interés... eso y Chuuya se sentó en la otra suya lejos del castaño. Fukuzawa y Ougai estaban enfrente a los cuatro chicos y sonrieron – bien, hablemos de eso que íbamos a hablar

― ¿regresaran?

― ¿la agencia será como antes?

― ¿volverá a la mafia?

― No – sonrieron los adultos – seremos una familia por un mes

― ¡¿QUÉ?!


...

¡Hola a todos!

Aquí es donde comienza lo bueno, esto es un FukuMori, sí, pero no olviden por que es un FukuMori, y se llama TRILOGÍA.

¿el amor será suficiente para ir contra de las reglas? o ¿todos seguiran siguiendo el legado de los mayores?

¡Gracias por leer!

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