26. Noche oscura
Atsushi y Akutagawa habían llegado al jate de Fukuzawa y Mori. Atsushi apenas iba a subir en el cuando el azabache uso a Rashomon para subir, y por consiguiente, tomo al albino de la cintura y lo subio ― e-e-eso... gra-gracias
― No hay de que, me gusta ver tu cara de torpe cuando Rashomon te toma
Atsushi suspiro, el azabache miro hacia el orizonte, el mar se movia ligeramente y la luna los reflejaba ― A-Akutagawa
― ¿Dónde dormiremos?
― Abajo hay un camarote pero
― Bien, descansa.
Atsushi se había quedado sin palabras, es decir, ¿Qué estaba esperando? Solo por que Chuuya le aconsejo hacer algo no tendría que hacer ese tipo de cosas... entonces ¿Por qué? aun sabiendo esas cosas, su pecho era apretado y su esperanza se había esfumado. Suspiro cansado. Estaba pensando demasiado. Fue a la cabina de mando, allí había frasadas. Y es que el menor no entendía que ocurria con él pero no quería ver al azabache, así sin más le había abandonado en la proa. Atsushi tomo la sabana y camino de nuevo cuando fue tirado al suelo de la proa y jalado ― UN MONSTRO – grito asustado ― UN CALAMAR GIGANTE VA A VIOLARME ¡AKUTAGAWA! – grito. El albino fue bajado hasta el camarote y Atsushi miro al azabache sonrojado
― ¿Qué rayos pasa con tus gritos? – se quejo el mayor
― L-lo si-siento, Rashomon me tomo por sorpresa.
Akutagawa comenzó a toser tapando su boca, Atsushi pudo ver todo el camarote, había olvidado que Chuuya le había ayudado a hacer "más romántico" así que miro a otro lado avergonzado. El lugar tenia un tono azul como si estuvieran realmente bajo el mar y es que era cierto que el camarote quedaba debajo del agua, las ventanas abiertas con una luz de fuera que Chuuya había puesto hacia del cuarto igual a estar bajo el agua, era algo sencillo pero completamente una maravilla. Akutagawa comenzó a toser más ― ¿Qué pasa? – pregunto el albino
― Es el fuerte olor a mar
― Cierto, tu respiración...
Atsushi cayó en sus sentidos. Akutagawa no se había apartado solo por que si, la había afectaba sus pulmones, se sentía el más estúpido de todos, había pensado únicamente en el sin ponerle atención a su pareja ¿Qué clase de chico era si solo pensaba en si mismo? Sus regaños mentales habían abordado su mente, y el azabache lo noto. Toco el hombro del albino pero este seguía con cabeza baja, el azabache le acaricio el brazo bajando lento y suave hasta su mano, la cual tomo y apretó ― Jinko
― ¿e-eh? – pregunto el albino
― Esto es muy romántico, ¿lo hiciste? – pregunto
― Ah, n-no – expreso avergonzado ― o sea, si. Chuuya tuvo la idea y bueno... me pa-parecio lindo
― Me gusta
― Pe-pero tu...
― Jamás recibo atención así, es... meloso e inservible a decir verdad, pero me gusta por que viene de ti
Atsushi se sonrojo, acaso... Akutagawa ¿estaba halagándolo? ― Jinko
― ¿S-s-si?
― Vamos a dormir
― Claro
Akutagawa se locaba ropa de dormir, era pantalón y mangas largas, sin olvidar claro volver a ponerse su abrigo, Atsushi por su parte había ido al baño a lavar sus dientes, aprovecho su privacidad para lavar su cara y ponerse ropa de ropa, entre ello solo era un ligero y corto pero amplio short y una playera suelta. Estaban en playa, obviamente hacia calor, aunque al parecer eso no afectaba mucho al azabache. Atsushi salio del baño mientras se estiraba, el azabache logro ver su hombligo y parte de su quemadura, signos de él.
Akutagawa ya se encontraba en cama y fue cuando notó aquello, estaban solos, lejos de todos, y era un lindo lugar, el jate aunque era bueno, la marea lo meneaba, ¿acaso era algo mayor a eso? Recordo lo que dijo Atsushi, sobre tener ayuda de su jefe Chuuya. Abrio sus ojos amplio y volteo a ver al albino quien estaba sentado de espaldas a él. Estaba ordenando sus zapatos al lado de la cama.
Jalo ligeramente el cuello de la playera del albino y lamio su cuello desde su espalda. Atsushi sintió como toda su piel se arrugo, el mismo se puso nervios y volteo a ver al azabache, este rápidamente lo había abrazado de la cintura y colocado su barbilla en su hombro ― Eres un buen tigre...
― ¿A-Akutagawa?
El menor no comprendía que estaba pasando, ¿Por qué Akutagawa se había puesto así? Había tanto que seguía sin entender, y no por que fuese tonto o inexperto, simplemente no entendía, jamás había vivido la vida, jamás había sido querido o si quiera puesto un nombre digno, solo era niño, solo era joven y solo fue... un agente. Ahora tenia un chico que le quería, que lo abrazaba, ¿eso tenia sentido alguno? Que alguien abrace a otra persona... ¿no es algo peligroso?
Akutagawa había notado que su pareja estaba con la mente en otro mundo, cuando quería que le mirará solo a él, el mafioso comenzó a besar el cuello del albino desde su espalda, Atsushi rápidamente dio respingos al sentir los labios frios en su piel, volteo a ver al azabache pero esté le ignoro igual que había hecho el otro, se había acomodado en su cuello y sus manos habían entrado por su camisa para tomar sus pezones. Atsushi junto sus piernas nervioso, no podía negarse aquel movimiento, lo hacia por inercia, movía sus piernas, queriéndose frotar pero esto no lo conseguia más si tener la atención del azabache. El mafioso acerco sus labios al oído del albino ― ¿te gusta cuando te toco así? – pregunto en un susurro. La respuesta del albino fue un gemido ― parece que si
― A-Akutagawa... esto es...
― Estamos solos ¿Por qué no?
― Es que e-es hora de dormir – menciono preocupado.
Atsushi realmente estaba preocupado por el descanso del azabache pero para este eso solo era un chiste y más teniendo el cuerpo caliente de Atsushi a su lado. ― A-Akutagawa, n-no me toques así – pidió y el azabache se estaba molestando, Atsushi intentaba quitar sus manos con las de él ¿Qué pretendía? Fue hasta que se canso y suspiro cansado.
Dejo sus labios en el oído del albino ― Jinko, ¿quieres hacerme enojar? – Pregunto seductor, Atsushi solo se redujo de hombros, estaba exitado por el azabache ― deja de moverte, déjame tocarte – menciono una vez más hablando a su oído.
― M-mi oreja... - pidió avergonzado
― Eres tan sensible aquí ¿verdad? – cuestiono pero sabia que era así
Akutagawa comenzó por besar la oreja del albino mientras que con su mano derecha había tomado la oreja derecha del albino, acairiciandola y moviéndola entre sus dedos, mientras que con la izquierda la tomaba entre sus labios y un poco de sus dientes. Atsushi comenzó a gemir, no podía moverse, sus manos estaban sujetadas a su espalda con la mano izquierda del azabache, sería delgado pero era un mafioso y por lo constante, era muy fuerte.
Se retorcio por el placer en su cuerpo, ¿Cómo podía crear ese ambiente solo con sus orejas? Atsushi desconocia que sería de él si el mafioso continuaba acariciando sus orejas de esa manera. Su short estaba siendo apretado, su miembro estaba duro y levantado, esto hacia su ropa ajustarse y para el agente crear un profundo placer combinado con dolor por estar tan apretado. Los gemidos de Atsushi aumentaron. Akutagawa no estaba si quiera haciendo nada, solo jugaba con sus orejas, el agente se removía, parecía estar cerca del climax pero el mafioso lo dudo, solo eran sus orejas. Se equivoco. Atsushi grito con fuerza mientras terminaba encima de su ropa, por coinciguiente, el mafioso le miro curioso ¿habia logrado eso solo con sus orejas? El mafioso sonrio, Atsushi estaba avergonzado ― de-debo... li-limpiarme – menciono agitado
― No, quédate. – le ordeno.
Tomo la nuca del agente, lo hizo voltear a verle y con ello también lo beso, Atsushi se sorprendio, estaba agitado y con la mente nublada, no estaba pensando bien, el placer lo había llenado. El mafioso introdujo su lengua haciendo un baile de lenguas con el albino, arriba abajo, succionaba y también acariciaba su paladar ― aah mmh ¡aaah! – gemia Atsushi con fuerza.
El mafioso llamo a Rashomon, esté le había ayudado a quitar el short mojado de Atsushi, ahora tenia medio cuerpo desnudo y al mafioso encima. ― A-Akutagawa...
― Silencio tigre – ordeno y el albino trago saliva.
El mafioso tomo la mano del albino y la beso delicadamente ― lo siento, aun no se me da bien ser delicado contigo.
― Lo com-comprendo... en realidad, se siente más natural si eres tu – menciono curioso
― ¿si soy yo?
― Bueno, eres el tipo de persona que me puso un collar con candado en mi tobillo
― Y tiene un chip localizador
― Entonces... que... seas amable se siente raro – menciono y miro a Akutagawa a los ojos ― me gustas siendo tú, el mafioso que me habla y me dice la verdad, el mafioso rudo pero honesto. – sonrio ― el que me apuñala para que hablemos a los ojos
― ¿quieres que te apuñale para hacerlo?
― No, de hecho. Evitalo
Ambos chicos rieron, realmente Atsushi tenía la razón, el mafioso se había ganado su confianza siendo franco, y su corazón con pequeños detalles tras superar sus cadenas. El mafioso era aquella cierra que cortaba sus cadenas con sus palabras filosas. Y ahora había creado una que se estiraba y moldeaba, una que el mismo agente deseaba, el amor.
Estaban besándose, el albino con sus ojos cerrados se permitia tocar a complacencia del mafioso, quien poco a poco fue soltando sus labios y besando el resto de su rostro y cuello ― Akutagawa, estas siendo brusco – menciono sonrojado, el mayor tomo sus mejillas y las estiro
― Ya deja de quejarte estúpido tigre
― Ooug oug – se quejo y el azabache suspiro
― Vamos a dormir
― No
Atsushi tomo la cintura del azabache con sus piernas y con fuerza en sus brazos volteo el tablero, ahora Atsushi estaba arriba ― hagamoslo, Akutagawa
El mafioso sonrio ladinamente, tomo al albino de sus axilas y lo alzo como si fuese un muñeco ― ¡he-hey! – se quejo pero el mafioso lo dejo sobre su vientre
― Ve más abajo y demuéstrame que has aprendido con mi jefe – menciono divertido. Atsushi se sonrojo por completo.
Lo sabía hacer, Mori le enseño pero jamás había tenido uno de verdad. Bajo cuidadoso, descubrió la ropa y encontró el tesoro perdido, Atsushi cerró los ojos delicadamente, comenzó lamiendo desde la base hasta la punta, el mafioso lo observaba detenidamente. Atsushi podía estar con el cuerpo recostado pero su trasero estaba levantando, imitando un tigre quien comía de su presa. Comenzó a sentir los estragos de la saliva del albino, no podía seguir consentrandose pero su imaginación era amplia en ese momento. ― Jinko. – le llamo y el albino abrió los ojos y fijo su mirada en el mafioso. Una mirada filosa, sus pupilas estaban filosas y fijas. ― hey, saca tus orejas de tigre – pidió. Atsushi trago saliva y después del segundo intento logro sacar solo sus orejas ― continua – ordeno.
Ahora Atsushi llevaba sus orejas bajas, se convinaban con su cabello, y su boca abierta daba paso al miembro del mafioso, y sus movimientos estaban llenándolo, Akutagawa no podía dejar de gemir por aquello. Atsushi comenzó a succionar y el mafioso no pudo soportarlo más. Cerró sus ojos con fuerza, miro una última vez al albino, no iba a avisarle nada, eyaculo en su boca sorprendiendo al albino pero más que nada, encantándolo. Atsushi saco el miembro de su boca y miro al mafioso ― qui-quiero... ha-ha-hacerlo... - pidió el albino sonrojado
― Demonios... - estiro su mano tomando la cabeza del albino ― no guardes tus orejas – pidió y el albino asintió.
Recosto a Atsushi boca abajo, Atsushi se quedo en aquella posición, estiro ligeramente sus brazos arriba de su cabeza para sostenerse, el mafioso comenzó poniendo un poco de lubricante, Atsushi mordio su hombro, no quería comenzar a gemir en cuanto el mafioso le tocaba, se sentía vulnerable ante él. Akutagawa por su lado se deidcaba a estirarlo, le molesto no haberlo planeado bien, Atsushi seguía con su playera de piajama, Rashomon lo ayudo a sacarla por arriba de su cabeza y con ello noto que el albino se auto mordia para no gemir ― hey, no hagas eso – pidió con una voz pasiva. ― quiero oírte todo el tiempo. – agrego hablando a su oído.
― ¡aah! – el albino no soporto aguantarlo más.
― Eso te hace ser tan lindo...
El mafioso termino de abrir a Atsushi, dejo su punta entrar haciendo al albino sentir una corriente eléctrica en todo su cuerpo, fue entrando poco a poco al mismo tiempo que se iba recostando encima de la espalda del albino, entró por completo y también quedo encima del agente, su respiración quedaba en su oído. Uso su mano dereche para introducir sus dedos en su boca y acariciar el paladar de Atsushi mientras que su mano izquierda tomaba su cintura ― aaah aaah – gemia Atsushi con gran fuerza. El mafioso aun no se movia.
Akutagawa cerro sus ojos, hablo al oído del albino ― me moveré – menciono para después besar su oreja y mejilla. Atsushi lo volteo a ver. El mafioso saco sus dedos. Se besaron mientras el mayor se comenzaba a mover.
Las estocadas eran firmes y rítmicas, no estaban teniendo problemas, solo la sensación desbordante que hacia a Atsushi apretar y estirar sus dedos, así como contraer su cuerpo. El agente era caliente por dentro y el mafioso estaba muriendo con las orejas del albino completamente recostadas demostrando lo sumiso que estaba, simplemente estaba muriendo de las sensaciones.
Comenzo a moverse más rápido. Los gemidos de Atsushi subieron de tono y el mafioso quedo impregnado de ellos. Se movia mientras ocultaba su rostro entre el cabello del albino, olerlo y sentirlo estaba colmándolo. El albino volteo a verle, sus ojos dilatados le dejaban mucho que pensar. El mafioso sonrio ― Jinko, eres delicioso – menciono haciendo al albino reír. Acelero más, Atsushi no gemia, prácticamente gritaba. Lograron terminar juntos y el mafioso aprovecho aquello para salir. Recostó al albino en su pecho y esté solo respiraba agitado encima suyo - ¿estás bien?
― Estoy bien – respondio mirándole a los ojos. Sonrio y tomo sus mejillas ― Akutagawa, te quiero – menciono para después besarlo.
El mafioso sintió lo calido que podía ser un tigre y sonrio, respondio el beso y ambos se acomodaron para dormir. Sería una noche tranquila con el sonido de la marea y la oscura habitación para ellos solos.
...
Ya sé que el shin soukoku es más largo...
¡PERO TODOS SABEN QUE EL SHIN SOUKOKU ES MI CREDO, MI PASADO, MI RELIGIÓN!
La verdad disfruto mucho de escribir de otras parejas, pero soy completamente conciente que el Shin soukoku es lo mio y soy feliz así.
Este capítulo lo disfrute de todas las maneras posibles, desde escribirlo, imaginarlo, sentirlo.
DIOS NO PUEDO MÁS
¡Gracias por leer!
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top