20. Primera vez
― ¿te gusto la película? ¿te ayudo a sentirte mejor?
― Sí, me siento 100% mejor
― Entonces...
― ¿entonces?
― Vomitaste...
― Estaba nervioso, no fue por ti – menciono avergonzado y le miro – me gu-gustas
― Me alegra escuchar eso
― Que Akutagawa el perro de la port mafia diga algo así... - tallo sus brazos – se me eriza la piel
― ¿no oíste lo que ellos nos dijeron?
― ¿eh? No
― Aquí, no hay agencia o mafia
Atsushi sonrio, el mafioso le había tomado las mejillas - ¿Cómo es que tus ojos brillan tanto? – pregunto mientras le jalaba la piel alrededor de sus ojos
― A-Akutagawa, su-suéltame – pidió avergonzado ya dolorido mientras el mayor miraba a sus ojos como si los examinará
― No, me encanta verlos
― N-no digas cosas tan vergonzosas
― Podría lamerlos
― Bien, eso si da miedo ¡no lamas mis ojos! – se quejo
― No lo haré, solo quiero verlos
Atsushi se quedó quieto, estaba avergonzado, podría ver su reflejo en los ojos del azabache – A-Akutagawa
― ¿si?
― Tus ojos... - sonrió melancólicamente – son tan... lindos... como perlas brillosas...
El azabache se sonrojo, ambos chicos se miraron a los ojos, la distancia era poca, sus narices rosaron y ellos simplemente juntaron sus labios, Atsushi estaba emocionado, de inmediato abrazo al azabache por instinto y el azabache se sorprendió, cayeron en el sofá, Atsushi había quedado encima suyo, se sorprendió tanto que se levantó de inmediato y muy apenado – la-la-la-la-lamento e-e-e-eso – dijo en tono rojo
― Está bien – menciono el mafioso también avergonzado – fue bueno...
― S-sí, l-lo fue
― ¿Mori-san te enseño?
― ¿e-eh? N-no – menciono desviando la mirada
― Si lo hizo
― No lo hizo
― Si lo hizo
― No lo hizo
― Que si
― Que no Akutagawa
― Que si
― Que no
― Que no
― Que si
― Lo vez – sonrió el mafioso
Atsushi inflo sus cachetes, estaba haciendo una rabieta, apretó sus puños y golpeo el piso con su pie – bien, l-le pe-pedí que me en-enseñará, pe-pero solo fu-fue porque me hacías sentir raro
― ¿raro?
― S-si, estaba acelerado, mi corazón golpeaba, creí que estaba enfermo de verdad, creí que eran nervios, y después que era mal estar, creí... que te tenía miedo
― ¿y luego? – pregunto el azabache levantándose
― Pra-practique lo que Mori-san me ens-enseño pen-pensando en ti – menciono avergonzado, no podía si quiera mirarle a los ojos
― Jinko, eres un pervertido – Atsushi con ello se sonrojo más
El mafioso tomo su barbilla y volvió a besarlo – practiquemos juntos – agrego el azabache para volver a besar al albino, Atsushi siguió el beso mientras Akutagawa usaba aquello para llevar al albino a la habitación.
Una vez en la recamará, el azabache cerró la puerta, quitaba la ropa de Atsushi, había bajado el cierre de la chaqueta que llevaba y dejo la chaqueta a la altura de sus codos, Atsushi se separó y le miro – o-oye – se quejó, pues el azabache había atado la chaqueta sin dejar que moviera sus brazos - ¿qu-que?
― Bueno, no quisiera que escaparas de nuevo
― ¿e-eh?
Akutagawa dejo al albino caer a la cama mientras seguía atado – o-o-oye es-esto es pe-peligroso – se quejó el albino
― Ya te dije, no huiras
― N-no hu-huiré, tam-tampoco vo-vomitaré pe-pero suéltame
― Nah.
Atsushi se hizo para atrás intentando soltarse pero el mafioso también había subido a la cama, ahora con Atsushi sentado y con su pecho descubierto el mafioso se acercó directamente al pecho del albino - ¿qu-qu-que vas a ha-hacer? – pregunto, pero la duda se resolvió sola cuando Akutagawa comenzó a lamer su pezón derecho, Akutagawa le miro, el albino estaba completamente rojo y jadeante. Alzo la mirada y jugo un poco con el pezón del menor
― Es lindo, se paró de inmediato, pequeño, y rosadito – menciono besando la frente del albino
― A-Akutagawa n-no si-sigas, así, su-suéltame, t-t-te lo dije, no me iré
― ¿Por qué te creería?
― Po-por qué... - trago saliva – qui-quiero a-abrazarte mientras vue-vuelves a tomar mi pe-pezón
― Diablos señorito
― ¡Ca-cállate! – pidió completamente avergonzado.
Atsushi realmente estaba sonrojado, el azabache paso sus manos a la espalda del albino, desato la chaqueta y termino de quitarla, Atsushi rápidamente lo abraza y el mafioso sonrió – eres un lindo gatito ¿eh?
― So-soy un tigre – se quejó sonrojado
― ¿seguimos?
― Si-sigamos
Akutagawa había vuelto al pecho del albino, este abrazaba al azabache por encima de sus hombros mientras jadeaba por los actos, el mayor tenía uno de sus pezones en su boca, jugaba con él y su lengua como si fuese una paleta mientras que el otro lo acariciaba y jalaba con sus dedos, no olvidemos, la cercanía, aunque estaba arrodillado en la cama, estaba entre las piernas del albino y no le permitía cerrarlas, le podía nervioso y ansioso lentamente – po-por favor y-ya de-déjalos – pidió el albino en su limite
― ¿Por qué? haces un rostro lujurioso
― A-Akutagawa, po-por favor
El azabache dejo el pecho del albino y fue subiendo hasta su cuello, allí se encargó de dejarle una marca roja al succionar su piel – aagh - gimió Atsushi al sentir la fuerza en los labios del azabache
― ¿quieres ser mío?
― S-si...
El azabache volvió a hacer la misma acción, dejaba el cuello del albino marcado, sus hombros y un poco de su pecho mientras quitaba sus bermudas, ambos chicos estaban desvistiéndose, hasta que el albino pasos sus manos a los cuellos del mafioso, pretendía jalar su gabardina, Rashomon ato las muñecas del albino deteniéndolo y dejándolo aprisionado a él – pe-pensé que pasamos lo de atarme
― Así es... pero, ahora solo quiero besarte más – menciono el mafioso
Akutagawa besaba al albino sin dejarle ir, Atsushi siguió el juego de lenguas de Akutagawa, sonrojándole más y sin discutir, Atsushi había quedado desnudo y el mafioso solo con el abrigo – Akutagawa, ¿do-donde aprendiste todo eso?
Akutagawa sonrió – a mí me lo enseño Dazai-san hace tiempo
― Te-te quejabas de mi
― Es porque eres tierno
― N-no soy tierno
El azabache alzo la pierna del albino sonrojándolo por completo, estaba encima de él – lo eres.
Atsushi trago saliva y el azabache se acercó al cajón - ¿qu-que buscas?
― Dazai-san y Chuuya deberían tener aquí un lubricante
― Lu-lu ¿q-que? ¿y-y-y-yo re-r-recibiré?
― Escúchate hablar como todo un pervertido – menciono sarcástico el mafioso – no esperaras que lo haga yo
― Y-y-y-y-yo po-podría
― ¿así? Atácame – le reto
Atsushi se sonrojo y miro a otro lado – so-solo apúrate – pidió mientras tapaba su rostro con la almohada, Akutagawa no pudo evitar sonreír por el acto de adorabilidad del menor. Rebusco entre el cajón hasta encontrar un frasco de lubricante, dejo caer el líquido en su mano y después lo acerco a la intimidad del albino
― ¿estás listo?
― No, pero aunque diga eso no te impor... ¡agh!
― Si, tienes razón – finalizo el mafioso con un dedo dentro
Akutagawa había dejado entrar uno de sus dedos y eso tenía al albino alterado – aahg, sácalo, sácalo. – Pidió el albino mirando al mafioso – no va entrar nada allí, no entrará – dijo algo desesperado
― Cállate, si Chuuya puede hacerlo entrar en Dazai-san yo también en ti
― ¡N-NO VA ENTRAR!
Akutagawa miro al albino, comenzaba a llorar, sus gemidos eran acelerados, estaba todo sudado, rojo, marcado y sus pezones estaban hinchados y levantados – si vieras como te ves justo ahora...
― ¿e-eh?
― Espera, ¿quieres verte?
― ¿eh? N-no lo sé
El azabache llamo a Rashomon, sin que Atsushi le notara, había sacado su dedo mientras la habilidad atrajo un espejo largo que había en la habitación y lo puso encima de ambos chicos, Atsushi podía ver su cuerpo a la perfección, se volvió a poner completamente rojo – n-no ha-hagas eso – menciono apenado
― ¿viste tus lágrimas? – pregunto nostálgico – lo siento, no quería lastimarte
Atsushi se levantó ligeramente y miro al mafioso, su rostro era acongojado, trago saliva y tomo el brazo del mafioso - ¿crees que puedas intentarlo de nuevo? Pro-prometo relajarme un poco más, sinceramente estoy nervioso, pe-pero solo quiero... hacerlo contigo
― ¿seguro?
― Continua... - menciono sonriente y señalo el espejo – y quítalo
― Oh vamos
― Qui-ta-lo
― Aguafiestas
Rashomon dejo el espejo en su lugar, Atsushi respiro profundo y el azabache volvió a entrar con su dedo, Atsushi volvió a gritar, esta vez apretó las sabanas y relajo un poco su cuerpo – aah uff, aah uuf
― Te estoy metiendo un dedo en el ano, no estas pariendo – se quejó el mafioso al escucharlo
― Cállate tú no eres el que tiene el dedo en su ano – se quejó el albino
― Solo intento ablandarte
― Y yo solo intento calmarme
― Deja de pelear cuando tenemos sexo
― Tu empezaste
― ¿es que no vez lo mucho que estoy esforzándome?
― ¿en qué? Yo soy quien será estampado como paleta
El azabache se acercó estaban cara a cara – en serio ¿no tienes remedio?
― Tu eres el que no se calma, te dije que respiraría
― Pero no como vieja pariendo
― No sé cómo traer un bebe al mundo ¿Por qué respiraría así?
― ¡Jinko! Solo cálmate y
― Aaah ¡aagh! Ju-justo allí – menciono el albino sonrojado
Ambos chicos miraron hacia abajo, Akutagawa tocaba un punto dentro de Atsushi - ¿te gusta? – pregunto el mafioso mientras el albino sostenía sus brazos
― S-si, s-se sien...te in-increíble... a-allí
― ¿aquí? – pregunto acariciando ese punto
― ¡Aaagh aagh!
― Qué lindo... - expreso el mafioso, con su mano libre quito el cabello del albino mientras besaba su frente – déjame complacerte
― Aaahg mmgh ¡A-Akutagawa! No, no,no,nonononono, pa-para
― ¿ahora que hice? – se quejó el mafioso molesto
― Me-mételo
― ¿eh?
El mafioso se había sonrojado por completo – ¿qué? – pregunto seco el azabache
― N-no qui-quiero disfrutarlo solo, ha-hazlo conmigo
El azabache trago saliva – bi-bien – respondió nervioso, saco sus dedos. Atsushi se quejó de ello. Se acomodó entre las piernas del albino y volteo a verle ligeramente sonrojado, Atsushi extendió sus brazos con una gran sonrisa
― Ve-ven – pidió
El azabache no pudo controlarse más, abrazo al albino mientras entraba y llegaba a lo profundo, Atsushi arqueo la espalda mientras el mafioso llegaba hasta él, beso al albino para callar sus gritos de dolor y placer, tomaron sus manos uniéndolas en un pacto de no alejarse. Akutagawa se apartó del beso ligeramente y le miro – aah... Jinko, estas... a-apretado y calientito
― N-no lo digas – pidió avergonzado mientras mordía sus labios – ¡aaahg! – grito una vez más – se si-siente más grande
El azabache beso la frente del albino – relájate, me moveré
― S-si, muévete – pidió
Akutagawa por primera vez, obedeció a Atsushi. Atsushi y él se movían en un solo sentido, el pequeño algo adolorido comenzó a llorar pero está vez se aseguró de decirle al mafioso lo mucho que le gustaba lo que le hacía – a-allí, de nu-nuevo lo encon-traste – expreso jadeante – ¡aagh!
― Jinko, eres un pervertido – menciono tomando la piel alrededor de sus ojos – mírame
― Aaah mmg, ¡de-deja mis ojos! – se quejó entre sollozos
Sin más que hacer o decir, ambos chicos terminaron, su primera vez había estado llena de peleas, sexo y decisiones, simplemente. Lo habían logrado y entre buenos o malos fallos, lo hicieron.
Después de terminar, el mafioso logro salir haciendo a Atsushi quejarse un poco más, espiraban agitados, sudados, y simplemente se miraron hasta quedar fulminados. Morfeo les había abrazado.
...
¿Alguien notó la linda portada editada? Lo sé, la ame en grande
estaba en mi trabajo cuando la vi y como grito todos se me quedaron viendo raro, fue divertido.
¡Gracias a Lucy Mejia por hacerla! ¡es que es hermosa!
Ahora, volviendo con la historia, ¿les gusto la primera vez? Esta pensando "¿como lo hacen dos chicos que se odiaban pero ahora se gustas pero siempre pelean?" y obvio, tenia que meter peleas entre ellos.
¡Gracias por leer!
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