Capítulo 1💣

1

Profundos y fríos ojos esmeralda clavados en una bella mujer. Con cabellos largos, de silueta marcada.

Observando su cuerpo, rostro; intentando encontrar menor error para conseguir pruebas de su traición. Pero si alguien lo viera, seguro sería tachado de atrevido u enamorado.

Ella daba vueltas, de un lado a otro, haciendo su trabajo, llenando papeles y charlando amistosa con cualquier cercano dentro de la oficina. A la par, el hombre estaba sentado, apoyado en el respaldo de la silla, fumando.

Un comportamiento tan natural no podía ser considerado actuado, sin embargo, lo era, y Shuichi se enteró semanas antes.

"Nocello." Un licor a base de nueces, de sabor dulce igual que ella. Amable, inteligente, astuta pero inocente, inmadura.

Y sí, le recordaba un poco a Akemi. Quería pensar que aquel recuerdo provocaba su atracción por Nocello, su nombre clave, una infiltrada en el FBI de la organización de hombres de negro.

Nadie lo sabía, solo él y James. Mientras, permanecían callados.

Esperaban poder atacar mejor si ella permanecía ahí.

Y Nocello recayó en su profunda mirada, interrumpiendo su plática, dirigiéndose a él.

Que insultó, dicho zorro no podía compararse con Akemi, no era para nada inocente.

—¿Qué pasa, Shuu? —preguntó con esa voz burlona, medio descarada.

Shuichi no respondió, observando inexpresivo a dónde antes andaba ella. La mujer se apresuró a colocarse detrás y abrazarlo por el cuello.

—Te amo. —murmuró cariñosa, pegando su respiración al cuello de él.

Shuichi rió, irónico, ocultando un dolor. Sabían su otra identidad, pero no sabían su propósito.

La sala pareció un poco menos poblada, Shuichi se sacó el cigarro, exhaló el humo y se giró a ella.

—¿Has encontrado información nueva de esos cuervos? —interrogó ignorado sus palabras.

—No. —respondió en una risita burlona. —¿Y tú?

El hombre no respondió.

—¿Por qué estás interesa en ellos? Desde hace meses que entraste en el caso has dicho que quieres acabar con la organización. ¿Por qué no te esfuerzas más, mujer?

Ella sonrió.

—Todo a su tiempo. —susurró. Parecía que ambos sabían sus supuestos secretos. —¡Ah! —exclamó tontamente. —Me he enterado que tienes una hermana ¿Cómo está? —rió.

Akai la observó con seriedad, por primera vez dijo algo que no debía. O tal vez era parte de su plan.

—Nocello. —la llamó y ella ignoró. —Que te ame no hará que detenga mi misión para acabar con tu estúpida organización.

—¿Nocello?

—Así que no toques a mi familia o te mataré.

—¡Oh, querido Akai! —susurró acercándose a él. —¿Y si yo soy quien te mata primero? Ya lo has dicho, que te ame yo también no me impedirá no cumplir mi misión. Además, ¿Qué te hace pensar que yo, personalmente, tocaré a tu familia? —dijo tal vez actuando, siguiendo el juego del agente.

—Que estúpida. Hablando de tus planes frente a la alta seguridad del FBI. —gruño molesto.

—Que estúpido. Hablando de tus planes frente a una sospechosa de traición como si nada. —murmuró divertida. —En fin, deberías de dejar de sospechar de mí. No tienes pruebas. —dijo. —Yo no los traicionaría. —admitió sonriendo, como si no hubiera pasado la anterior conversación.

Siempre era así. Parecía que jugaban.

"Como las rosas, como la sangre, su falso amor mutuo era rojo carmesí. "

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top