~8~

Luigi~

Desde que Dimentio se fue conseguí darme una ducha y me vestí con aquel traje negro que tanto odiaba sin llegar a colocarme la gorra y el pañuelo, pero que siempre sería mejor que llevar un vestido.

Mi entretenimiento durante las primeras horas en las que estuve encerrado fue terminar de destrozar el vestido de novia. Lo sentía por Mimi, me caía algo bien por los pocos recuerdos que había conseguido recuperar hasta el momento y seguro que le había costado mucho trabajo confeccionarlo pero el solo hecho de mirarlo me hacía pensar en cuántas personas me habrían visto con él puesto.

Cuando ya no sabía que más hacer, un pequeño muñeco que se parecía mucho a Dimentio apareció flotando en la habitación trayendo una bandeja de comida.

Supongo que aún sigue enfadado conmigo por una razón que desconozco para no aparecer él mismo.

El muñeco no hablaba pero parecía entender lo que decía y empezó a traerme libros, revistas y algún que otro juego de mesa al que jugaba conmigo para entretenerme, aunque es algo raro jugar contra alguien que no pone ninguna expresión ya gane o pierda.

Reconozco que desde entonces las horas entre desmayo y desmayo para recuperar recuerdos se hicieron más llevaderas (que por el momento eran de lo más normal, como lo de enseñar a Mimi y a McCachos a jugar al ajedrez, aunque eso no me hubiera importado olvidarlo por Dios, me entró un terrible dolor de cabeza con tan solo recordarlo) aunque los libros de alquimia y magia de Dimentio y las revistas de cotilleos probablemente sacadas de la habitación de alguna de las chicas no me interesaran en absoluto.

Probablemente Dimentio le habrá asignado mi vigilancia porque siempre se queda observándome mientras leo. En realidad era agradable tener algo de compañía con la que hablar porque aunque no me contestara verbalmente a veces hacía algún gesto en respuesta.

Consiguió incluso traerme un lápiz y varias hojas sobre las que dibujar, cosa que seguro le fue difícil teniendo en cuenta que la comida me la traía con cubiertos y vasos de plástico para que no pudiera tener ningún arma.

Me puse a dibujar, no es que fuera realmente bueno pero mantenía mi mente distraída mientras dibujaba todo tipo de imágenes que veía en los libros.

- ¿Esa soy yo? Dibujas muy bien.- Estaba tan concentrado que al oír aquella voz a mi espalda hizo que me sobresaltara y que hiciera que un gran rayón atravesara el dibujo.

- ¿Qué? ¿Puedes hablar?

- Claro. Solo que el amo Dimentio me había prohibido hablar contigo, mis órdenes solo son proporcionarte lo que necesites. Pero supongo que la comunicación es una necesidad también.- soltó una pequeña risita nerviosa.

- ¿Pero por qué confía tanto en ti cómo para dejarme a tu cargo? ¿Y por qué te había prohibido que me hablaras? ¿Y por qué..?

- ¡Oye, tranquilo espera! Las preguntas de una en una, por favor. Primero deja que me presente, bueno no tengo lo que se dice un nombre de verdad pero Dimentio me suele decir Marinette, porque para él el resto del mundo son solo sus marionetas, fichas en su partida de ajedrez.

- E-encantado.- dije un poco mareado por la rapidez con la que había hablado mientras estrechaba su pequeña mano que se había acercado hasta el lugar donde estaba sentado aunque seguía unida al resto de su cuerpo por unos finos hilos.

- Y ahora respondamos a las preguntas. Me siento como una famosa en una entrevista.- se rió por su propio comentario y yo reí un poco con ella, su risa era contagiosa.- La primera, confía tanto en mí porque es mi amo y creador, yo solo sigo sus órdenes, desobedecerle es un auténtico suicidio aunque eso lo aprendí por las malas...

Empecé a analizar lo que acababa de oír y recordé que en uno de los libros de magia había leído algo sobre creación de almas con consciencia propia aunque no le había prestado mucha atención.
Ella tembló levemente mientras agachaba la cabeza por lo que me acerqué a ella y apoyé mi mano sobre su hombro para tranquilizarla.

- Te entiendo.

Carraspeó un poco para aclarar su voz y siguió hablando:
- Y bueno, para la segunda, él me creó así que conozco muchas cosas sobre él que seguro que no quiere que nadie sepa y que me mataría si te las llegara a contar y probablemente a ti también por saberlo.

Tragué saliva por aquel comentario:
- Mejor que cuando esté Dimentio delante hagamos como que nunca hemos hablado.- dije un poco pálido mientras me sentaba sobre la cama.

- Pues sí.- asintió.- Además deberías darte prisa en recuperar los recuerdos, o más bien el recuerdo que él quiere que recuperes, solo le he visto una vez por los pasillos del Castillo pero creo que se le está acabando la paciencia y no te gustará que él venga.- dijo mientras se acercaba a mí y acariciaba mi cabeza.

- Ni que fuera tan fácil.- gruñí entre dientes.- Ni siquiera sé cómo hacerlo.

- Puede que si te relajas y te concentras consigas recordarlo.

- Lo puedo intentar.- dije mientras me tumbaba sobre la cama.

- Muy bien.- me sonrió pero su expresión cambió de golpe en un momento.- Dimentio me llama, luego nos vemos.

La observé mientras desaparecía a toda velocidad, espero que todo vaya bien es bastante amable.
Respiré hondo mientras me concentraba en encontrar algo que ni siquiera sabía lo que era.

Cerré los ojos y me relajé intentando recordar algo que me diera una pista hasta que oí una voz.

(?) Por aquí...

Y todo se volvió oscuro.

-_+_-_-_-_-_-_-_+-+_-_-_-_-_-_-_+_-

Maratón >:D

Voy a aprovechar para subir todos los capítulos que pueda antes de que empiece el curso y no tenga tiempo para escribir ni para publicar.

Creo que este es el capítulo más corto que he escrito hasta la fecha, pero se me ha hecho bastante largo de escribir.

Marinette es un OC que creé para desarrollar un poco ésta parte de la historia. Voy a subir algo de información sobre ella pero no consigo dibujarla como me la imagino, ya llevo dibujados tres modelos diferentes y ninguno me convence :^

Nos vemos pronto~

Actualización: Ya llegamos a 300 leídas :D

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top