~4~
Ésta es la primera vez que intento escribir un lemon. Espero que haber leído tanto yaoi sirva para que quede bien :')
Mr L.~
Estaba en mi habitación tumbado en la cama tremendamente aburrido. Mi robot ya está totalmente preparado para el combate después de muchas horas trabajando en él y justo cuando terminé las reformas el Conde había ordenado que no atacáramos.
No se me ocurre qué hacer, no hay nada en lo que pueda mejorar ya a mi robot y no pienso pasar tiempo con ninguno de esos idiotas.
McCachos es un bruto sin cerebro, Mimi una infantil y a Nastasia creo que no le caigo muy bien.
Y con ese idiota de Dimentio no pasaría el tiempo ni aunque me pagasen. Como sea.
¿Y qué clase de castillo es éste que no tiene ni televisión, ni libros ni nada con lo que entretenerse? Creo que simplemente dormiré hasta que reciba nuevas órdenes.
[---------------]
Me desperté al sentir mi garganta seca, y me dispuse a ir a por un vaso de agua cuando noté que mis muñecas estaban atadas al cabecero de mi propia cama y los pies de la misma forma.
Solo hay alguien lo suficiente insufrible para hacerme esto:
- ¡¡DIMENTIO!!
Como si hubiera estado esperando a que me despertara, nada más llamarle entró por la puerta con una bandeja en la mano y cerró la puerta con seguro tras de sí.
- Buenos días bello durmiente. ¿Me llamabas? <3
- Sabes de sobra que sí. Agotas mi paciencia más rápido que cuando intenté enseñar a McCachos y a Mimi a jugar al ajedrez. ¡Desátame ya!
Dimentio dejó la bandeja de desayuno encima de la mesa y se subió encima de la cama colocándose sobre mi.
Empezó a reír mientras me quitaba la gorra y se la colocaba a sí mismo.
- Qué gracia. ¿Me estás dando órdenes tú a mí? Que yo sepa yo no soy el que está inmovilizado.
Se alejó de nuevo hacia la mesa recogiendo la bandeja y acercándola a la cama y tomando un pastelito de ella.
- ¿Tienes hambre?- y usando su magia utilizó un tenedor para coger un trozo y metérmelo en la boca a traición. (Está hablando del pastel, se que lo habéis malpensado pervertidos 7u7).- ¿Está rico?
No pude responder debido a que me estaba atragantando con aquel trozo.
- ¿Idiota, acaso quieres ahogarme?
- No seas así conmigo. Yo solo quería pasar el tiempo con alguien.- dijo Dimentio fingiendo estar triste pero al instante mostró una sonrisa un tanto pervertida.- Pensaba que estarías aburrido y los demás no están en el castillo en este momento.
Mr L se sonrojó un poco ya consciente de lo que Dimentio estaba insinuando y empezó a forcejear con más fuerza las ataduras que le mantenían a merced del bufón, pero era inútil, éste había utilizado su magia para impedir que pudiera escapar.
- Oh vamos Mr L. No está bien negar lo que el corazón y el cuerpo sienten. Y si hay alguien que sabe mejor sobre fingir y ocultar sentimientos soy yo. Por ejemplo, Mimi no sabe que fui yo quien se comió su postre enfrente de sus narices y que encima me creyó cuando le eché la culpa a McCachos.
- ¡Yo no niego nada! Eres la persona que más odio en el mundo, disfrutas haciéndome sufrir. ¿Cómo podría amar a alguien así?
- Yo no he hablado de amor. Más bien de deseo.- dijo Dimentio poniendo su típica sonrisa de superioridad.- Pero hagamos un trato. Si después de esto no consigo hacer que reconozcas que me amas te dejaré en paz, ni siquiera sabrás si estoy vivo o no porque no me volverás a ver.
- ¿Por qué iba a aceptar un trato tan estúpido? Ni que yo fuera a decir eso.
- ¿Si estás tan seguro de que no lo vas a decir por qué no aceptas? El trato te beneficia enormemente en ese caso.
- Está bien.- respondí sabiendo que de todas formas no me quedaba otra opción. Dimentio podía hacerse el tonto a veces, pero yo no tengo nada que hacer contra su magia estando atrapado. Si al menos estuviera mi robot cerca podría intentar liberarme...
Dimentio aprovechó su magia para apartar la bandeja junto a mi gorra y se subió encima de mi lanzándose directamente a besar mis labios, obligándome a apoyar la cabeza en la almohada para profundizar al máximo el beso y así tener las manos libres para poder desabrochar mi cinturón y romper mi camiseta y mis pantalones dejando solo mi ropa interior intacta.
Era dominante y posesivo, mordió mi labio hasta que sangró y luego pasó la lengua por la herida lamiendo la sangre para acabar recorriendo el interior de mi boca, mientras que a mí no me quedaba otra que corresponderle entrelazando mi lengua con la suya.
No se por qué he accedido a esto. Al menos solo será ésta vez y al fin conseguiré que me deje en paz. Supongo que todo irá bien mientras no me deje llevar por sus manipulaciones.
Se cansó rápidamente de mi boca, quitó el pañuelo de mi cuello y empezó a bajar lentamente por éste dejando varios besos y mordidas por el camino que seguro que dejarán marca y que hacían que se me escapara algún gruñido o jadeo.
- ¿Acaso te está gustando Mr L? Porque esto no ha hecho nada más que empezar.- pellizcó uno de mis pezones mientras que atrapaba el otro con su boca, mordía y succionaba con fuerza y sin cuidado. Me dolía, pero me dolía aún más no poder hacer nada.
- ¿Por qué pones esa cara como si no lo disfrutaras?
- Porque no lo hago.
- ¿Ah sí? Tu amiguito dice otra cosa.- dijo de forma pervertida mientras desgarraba mi ropa interior y yo comprobaba que en verdad tenía una erección debido a las caricias del bufón.
Mientras se seguía burlando empezó a masturbarme enérgicamente para obligarme a gemir. Yo intentaba contener aquellos gemidos de forma inútil mientras que Dimentio parecía ponerse más caliente con cada sonido que salía de mi boca y cuando notó que me iba a correr frenó aquel movimiento sustituyéndolo por un vaivén lento para torturarme aún más, lo que me hizo soltar un gran gemido que hasta a mí me sorprendió y que complació claramente al contrario.
- Entonces, ¿vas a decir ya que me amas?- preguntó dulcemente mientras acariciaba suavemente mi pecho lleno de sus marcas.
Negué con la cabeza mientras apretaba fuertemente los puños aún atados para evitar desconcentrarme, no iba a caer en su juego.
- Esta bien. Entonces tendré que pasar a la siguiente fase.- sonrió mientras estiraba su mano y levantaba tres dedos enfrente de mi cara.- Lámelos.
Me sorprendió que soltara aquello tan de repente tanto que aparté mi cara más rojo que un tomate:
- ¡Esto no es parte del trato, no puedes llegar tan lejos!
Dimentio tomó mi cara con su otra mano y mirándome fijamente volvió a colocar sus dedos frente a mi boca.
- He dicho lámelos.- Su voz que se había vuelto extremadamente autoritaria y la expresión sombría de su rostro me hicieron estremecer.- El trato era que voy a conseguir que reconozcas que me amas haciéndote sentir placer de "cualquier forma que me sea posible" y solo en el hipotético caso de que no lo consiga habrás ganado. La próxima vez que realices un trato deberías especificar las cláusulas mi querido L <3
- Para ti Mr L.- dije con desdén, me la había jugado, mientras que Dimentio aprovechó aquel momento para acercar los dedos lo suficiente para que rozaran mis labios, pero paró justo ahí. Era obvio que quería que lo hiciera yo.
Moví la cabeza hacia su mano lo mucho que me lo permitía la posición en la que estaba y comencé a lamer sus dedos. Joder, ¿dónde están los demás cuando los necesitas? Quien sea, me da igual, pero que pare esto.
Dimentio se apartó un poco para poder separar mis piernas, y sin perder un momento introdujo el primer dedo en mi entrada.
Solté un quejido, la sensación del frío dedo de Dimentio sin sus guantes no era demasiado dolorosa pero si bastante molesta. Sin ni siquiera darme tiempo para acostumbrarme introdujo un segundo dedo y un tercero y empezó a abrirlos como tijeras y a simular embestidas con ellos. Pese a lo desesperado de sus acciones se notaba que se estaba conteniendo todo lo que podía, porque si no seguro que ya hubiera sido penetrado por él sin haberme preparado siquiera.
Cuando terminó, hizo desaparecer su propia ropa haciéndome ver qué estaba listo y se colocó en posición haciendo que su miembro ya erecto rozara mi entrada.
- Yo...- Las palabras apenas conseguían salir de mi boca, no estaba seguro de que pudiera soportar mucho más si aquello seguía adelante, tengo que pararlo. Aunque sea con mentiras.- Yo tengo que reconocer que aunque me comporte así realmente te aprecio. No tengo muchos recuerdos pero desde que llegué aquí tú has sido el único que ha intentado conocerme y te lo agradezco.
- Eso es muy lindo por tu parte.- sonrió dulcemente Dimentio.- Pero sabes que no es eso lo que te quiero oír decir.- Fue introduciéndose poco a poco, los gemidos no se hicieron de esperar, de forma instintiva me aferré con las piernas al torso de Dimentio ya que mis manos seguían inmovilizadas.
El contrario sonrió por aquella reacción y comenzó con lentas embestidas.
¿Por qué está siendo tan cuidadoso? Siempre se comporta de forma brusca con todos burlándose de ellos, pero es verdad que conmigo se comporta de forma completamente distinta, se burla y me fastidia pero hasta ahora es el único del equipo Cenizo que ha mostrado interés por mí. ¿No será que él siente algo por mí?
- ¿En qué piensas Mr L?
¿Saben que? A la mierda todo, creo que me he vuelto loco pero no tengo nada que perder salvo mi dignidad y mi capacidad de andar apropiadamente.
- Y-yo (agh) te amo Dimentio.
- ¿Qué has dicho? No te he oído bien~
- ¡Que te amo maldito idiota!
Pensé que se iba a burlar de mí por haber cambiado de idea sin embargo se acercó a mí oído y susurró:
- Yo también te amo mi querido L.- Y con ello empezó a acelerar las embestidas al máximo mientras nuestros gemidos se mezclaban.
Dimentio me masturbaba con una mano al ritmo de las embestidas mientras que con la otra usaba su magia para impedir que me corriese antes de tiempo, lo cual me causaba una sensación indescriptible.
Estábamos llegando ya al límite, la velocidad había llegado a un punto que hacía enloquecer.
- Voy a correrme.- avisó a duras penas el bufón entre jadeos y gemidos.
Él liberó la magia justo en aquel momento y ambos nos corrimos al mismo tiempo, él en mi interior y yo sobre nuestros torsos. Dimentio se retiró suavemente y yo me desplomé sobre la cama totalmente agotado y él se sentó a mi lado.
Como si no acabara de renunciar a mi dignidad, no se le ocurrió otra cosa que avergonzarme aún más:
- ¿Sabes? Aunque no te has dado cuenta hace un buen rato que te he desatado y que podrías haberte escapado.- Creo que mi cara no podría estar más roja en aquel momento ni aunque lo intentase. ¿Por qué ama hacerme sufrir? Me hubiera gustado golpearle pero no tenía fuerzas para ello y simplemente susurré:
- Idiota bufón pervertido.
Con un chasquido de dedos hizo reaparecer su ropa y limpió las sábanas e hizo que apareciera un pijama para mí.
- Descansa todo lo que quieras.- dijo mientras acercaba de nuevo la bandeja a la mesita de noche al lado de la cama para que pudiera alcanzarlo fácilmente.- Mantendré a los demás lejos para evitar preguntas incómodas.
Volvió a darme un pequeño beso antes de quitar el seguro de la puerta y marcharse, y mientras caminaba por los pasillos del castillo empezó a pensar en voz alta.- La semilla que planté en él parece estar empezando a germinar por encima de la hipnosis de Nastasia. Todo va según el plan.
Mientras tanto desde un conducto de ventilación dentro de la habitación de Mr L...
- ¡Lo he grabado todo! Ese payaso se va a enterar por haber leído mi diario. Mimimimimi~
=°=°=°=°=°=====°=°=°=°=°=
Suspense >:D
Lo amo casi tanto como a romper la cuarta pared.
Menos mal que escribí este capítulo de noche porque mi cara ha debido de ser tan épica que si alguien me hubiera visto seguro que hubiera malpensado xD
¿Cómo les pareció el lemon? OwO
Más de 2000 palabras para compensar el tiempo que voy a estar sin actualizar.
Espero poder escribir en cuanto vuelva de vacaciones.
Hasta entonces nos vemos~
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top