Capítulo 43

— ¿Dónde está Namjoon? — Preguntó Taehyung mientras ponía el desayuno para todos en la mesa. — ¿Por qué aún no ha bajado?

Yoongi buscaba constantemente con la mirada a Seokjin, este no hablaba prácticamente y sus ojos estaban hinchados, como si hubiese llorado toda la noche. Intentó preguntarle qué ocurría pero no obtuvo respuesta alguna. No debería pero no podía evitar estar preocupado por él.

— Se fue ayer en la noche porque algo urgente surgió. — Habló Jungkook rodeando su cintura, besando se sien antes de dirigirse a la cocina para ayudarlos. — ¿Qué falta?

— Solo el jugo, yo ya llevo los huevos revueltos y Tae preparó todo lo demás. — Tomando dos jarras, el pelinegro regresó a la mesa para tomar asiento junto con Taehyung.

El semblante de Yoongi parecía repentinamente más animado, después de escuchar que Namjoon no pasó la noche con Seokjin, suspiró lleno de alivio. No pudo dormir, pensar en lo que seguramente iban a estar haciendo no le permitió conciliar el sueño. Llamó a Hoseok e incluso le envió varios audios esperando escucharlo, que este le diera la oportunidad de perderse en su piel para alejar todos los pensamientos de Seokjin pero este jamás le contestó, incluso lo bloqueó.

Fue algo absurdo después de lo sucedido, lo sabía pero es que por años nunca hizo algo diferente, siempre acudió al pelirrojo cuando todo en él se derrumbaba o quería olvidar. No siempre, a veces realmente pasaban un buen rato como amigos pero sí la mayoría de sus encuentros íntimos eran un refugio o necesidad que necesitaba ser calmada.

Ahora que miraba a Seokjin y este continuaba ignorándolo, se preguntaba si sería un castigo por todo lo hecho a Hoseok. Pensaba muchas cosas en ese momento pero su alegría, era saber que Namjoon no puso las manos en Jin esa noche, nada le importaba más. Era egoísta y estaba consciente de ello, a veces se sentía culpable pero en otras, el remordimiento se esfumaba.

Cuando todos terminaron de desayunar y se alejaron, buscó desesperadamente la mano de un Jin que fue retirada, viéndolo alejarse sin mirar atrás, yéndose incluso sin decirle adiós. Jungkook lo vio, en ese momento se dio cuenta de lo que estaba pasando pero no sabía cómo profesar la información. Lo único que se le ocurrió fue hablar con él, saber qué sucedía y por ello lo invitó a que los acompañara a dar una vuelta para buscar el momento oportuno.

Lejos de lo que pensó, cuando le preguntó a Yoongi lo que ocurría mientras se dirigían al río Han para algunas actividades acuáticas en grupo, el mayor le confesó todo sin ocultarle nada. Alejado de los demás lo vio llorar por primera vez desde que lo conocía y se sentía un poco mal por no sentirse mal al verlo así. Es que evidentemente se había buscado lo que tenía por no hacer las cosas bien pero por otro lado, no pudo juzgarlo o decirle nada, solo aconsejarle que al menos se sincerara con Namjoon.

Fue gracioso porque, como si su nombramiento hubiera sido un llamado, lo divisaron a la salida corriendo con dos helados en las manos. Para sorpresa de todos, esos helados eran para él y un pelirrojo que reía ampliamente. Los dos reía, se veían felices y en su propia burbuja. No se tomaron las manos seguramente por estar en un lugar tan público pero los leves roces de cintura, las miradas intercambiadas cuando el más alto limpió los labios de Hoseok o como luego su mano rodeó su hombro para caminar sin notarlo en dirección a ellos, dejó ver claramente que algunas cosas habían cambiado.

Yoongi se molestó, mucho. Sus manos se empuñaron y no supo a quién de los dos quería reclamarle cuando quedaron frente a frente pero un comentario de Taehyung lo devolvió a la realidad. No tenía derecho a interferir cuando jamás valoró a Hoseok, cuando no lo amaba siendo que el pelirrojo merecía ser feliz. La trireja y Sungwoon se alejaron dado la situación, quedando en hablar más adelante o hacer otro encuentro.

— ¿Crees que haya algún golpe perdido? — Pregunta Taehyung mirando hacia atrás haciendo a los otros tres reír.

— Conociendo a Namjoon y a Hobi lo más probable es que no los haya siempre que Yoongi se contenga. — Comentó Jungkook mirando la hora. — Bebés, creo que ya es hora de que vayamos a la sesión con Hwasa, quedamos en que hoy iríamos juntos en la tarde. — Lo habrían olvidado de no haber sido por Jungkook.

Las sesiones de Jimin seguían siendo individuales pero por pedido del mismo e incluso sugerencia de la psicóloga, una vez al mes, iban todos juntos como un apoyo y reforzamiento de pareja que al rubio le gustaba. Ese recién sería su tercer encuentro pero no fue tan mal como creyeron en un inicio.

— Hoy es sábado así que yo iré a prepararme para la caza dado que aún no tengo pareja y nadie me quiere. — Murmura Sungwoon fingiendo tristeza.

— Esa caza se llama "Bar Doremi" con apellido Taemin. No se crean que se va de disco. — Habló Jimin haciendo que la trireja mirara emocionada. — Resulta ser que la última vez que vino, estuvo tonteando con mi asistente y por lo que sé siguieron hablando pero, mi hermano no ha logrado encestar canasta.

— Dicen que la traición siempre viene de tu propia sangre. ¿Qué daño le habré hecho yo a este mundo? Yo solamente iré a ver a un amigo bailar y cantar, quizás unos tragos y por qué no, unos besitos.

— Taemin no es presa fácil, cuñado. — Jungkook rió seguido de los otros.

— Mi hermano está exagerando, no tenemos nada que ver y no ando en su búsqueda y captu- — Sungwoon calló sacando su vibrante celular mientras se dirigían al auto pero cuando se detuvo, el resto lo imitó. — Eh... Jimin, creo que tendrás que posponer o cambiar tu encuentro de hoy.

— ¿Por qué lo haría? — Preguntó frunciendo sus cejas, caminando hacia su hermano mayor para tomar el móvil que le estiraba, mirando la pantalla.

El semblante de Jimin oscureció por completo, fue como si hubiesen cambiado a la persona a medida que iba leyendo. Tanto Jungkook como Taehyung se quedaron confundido en la manera en que le regresó el teléfono a su hermano y los miró. En silencio fue hasta ellos, dándole un beso a cada uno en los labios, entregándole la llave del auto a Jungkook.

— Nos vemos más tarde en la casa. — Fue lo único que dijo pero el castaño no quedó tranquilo con esto. — No voy hablar del tema ahora, Taehyung. Cuando nos veamos más tarde les diré.

— Solo quiero saber a dónde vas o por qué ese cambio tan radical de actitud, me preocupas.

— No pasa nada, solamente iré a verme con el señor Park que recién ha llegado a Corea del Sur. — Les dedicó una leve sonrisa que no llegó a sus ojos y se fue con Sungwoon en su auto, dejándolos parado y sin saber qué pensar. Sabían que un encuentro entre Jimin y su padre, jamás era sinónimo de algo positivo.

+++

— Puedes molestarte conmigo si quieres pero no tienes derecho a molestarte con Hobi. Si miras tu teléfono, esta mañana te envié un mensaje diciéndote que teníamos que hablar y es de esto. Nosotros nunca fuimos infieles, ustedes ni siquiera tenían una relación y yo no tengo nada con Seokjin. — Hoseok dejó que Namjoon hablara porque el peligris se lo había pedido pero su garganta picaba por decir algunas verdades y si el mayor de los tres lo molestaba mucho, las iba a soltar. — Realmente nos gustamos y estamos empezando una relación seria. Me gustaría que entre nosotros no hayan resentimientos.

¿Que le agradaba ver a Hoseok con alguien más? En lo absoluto, no le gustaba verlo, mucho menos que ese alguien fuese Namjoon. Jugaba con su batido de caqui poniendo sus ideas en orden. No estaba molesto con su amigo tampoco solo sorprendido porque nunca creyó que justamente entre ellos dos que nunca hubo una relación muy afín sucediera algo. Que un hombre como Namjoon se fijara en Hoseok. No es que el pelirrojo no valiera la pena, él reconocía que era un excelente partido sino porque era muy diferente a sus gustos, a Seokjin.

— Si después de lo que te diré sigues pensando que no quieres resentimientos entre nosotros, entonces no los habrá. — Musitó Yoongi suspirando, notando la sorpresa en la mirada de Hobi. Veía la forma en que lo miraba y no era agradable, se acostumbró toda una vida a sus sonrisas y a su sumisión. — Yo... — Relamió sus labios y lo miró. — Yo estoy enamorado de Kim Seokjin y hemos sido amantes por meses, desde la reunión universitaria a la que fue Jimin. Al menos ahí nuestros encuentros se tornaron regulares. Realmente estuvimos juntos por primera vez hace poco más de un año cuando regresó a Seúl.

La mirada de Hoseok se ensombreció una vez más sintiendo una punzada de dolor. Porque por aquellas fechas, fue el mejor momento para ambos, fue cuando más ilusionado estuvo creyendo que formalizarían. Era doloroso ver cuán estúpido fue, cuánto se humillaba por un hombre que jamás lo quiso y solo lo utilizó. Dolía haberle entregado tantos años con devoción y saber que siempre, fue nada para Yoongi.

Una lágrima de rabia mezclada con dolor descendió de sus ojos y aunque estaba concentrado en el mayor, procesando lo que decía, Namjoon se volteó para entregarle una servilleta y besar su cien, sosteniendo su mano por debajo de la mesa para hacerle saber que ya no debía preocuparse y que él estaba ahí.

— Cuando nos reunimos en navidad y todos comenzaron a bromear con tu amor pasado, me quedé sorprendido al saber que aún lo recordabas. De verdad creí que solo fue una aventura universitaria y ya ustedes desde hacía años no se hablaban. Ese día no podía decir mucho porque estaba algo en shock incluso me preguntaste qué me pasaba y no pude decirte. Tampoco pude alejarme de Seokjin, no sabía que me estaba enamorando, de hecho, no lo supe hasta hace poco porque no quería aceptarlo.

— ¿Hace cuánto estuvieron por última vez? — Preguntó Namjoon.

— El sábado pasado. — El peligris ensanchó sus ojos sin poder creerlo porque justo el sábado pasado, él lo pasó todo el día con Jin hasta que lo dejó en su apartamento casi a las diez de la noche. — Nos vimos casi a media noche y te juro que yo no sabía que habían vuelto o se estaban dando una oportunidad. N-No creo haber estado con él si ustedes hubiesen seguido juntos pero ahora mismo, no creo poder darme por vencido con él. Al menos todavía no.

— ¿Cuándo se besaron por última vez? — El pelinegro miró a Hoseok pero este solo desvió la mirada molesto.

— Ayer en casa de la trireja, H-Hoseok nos vio. Ahí supe que se estaban dando una oportunidad pero perdí la cabeza y... Lo siento.

— ¿Por eso te fuiste? — Namjoon buscó ahora la mirada de un pelirrojo que se encogía de hombros.

— No me correspondía a mí decírtelo, no quería crear conflictos y ni siquiera sabía si estabas enterado de algo y decidiste continuar de esa forma. C-Cuando viniste pensé que era porque te habías enterado pero luego me di cuenta que no fue así.

— No te fui a buscar porque lo mío y lo de Jin no funcionase, fui a buscarte por todo lo que provocas en mí, porque quería que me dieras la oportunidad de consolidar estos sentimientos y llegar amarte profundamente como sé que lo haré. — Hoseok se sonrojó apretando con mayor fuerza su mano por debajo de la mesa y el peligris sonrió. — Sigo creyendo que no deben haber resentimientos entre nosotros. Considerarme tu amigo como antes quizás lleve un poco más, no sé si lo logre. No por lo que sucedió con Seokjin sino porque me defraudaste como persona en muchos aspectos, mucho más con quien ahora es mi pareja. Hobi aún está dolido y yo quiero estar ahí para él pero quizás en un futuro podamos volver a ser amigos. Gracias por decirme. — Dio un leve apretoncito en la mano del pelirrojo y sonrió. — ¿Nos vamos?

— Adiós, Yoongi. — Se despidió Hoseok siguiendo al peligris.

¿Exageraba al decir que el aire se sentía mucho más puro y que a pesar de reafirmar una vez más lo estúpido que fue se sentía genial? Respiró profundamente con sus ojos cerrados al salir de aquel café, sorprendiéndose cuando sus dedos fueron entrelazados.

— ¿Te sientes bien?

— S-Sí... — Miró la mano de Namjoon entrelazada con la suya y tragó saliva mirando a los alrededores. Ese callejón no era muy transitado, de hecho, eran casi los único pero aún así, habían algunas personas en los alrededores. — L-La gente.

— ¿No te gusta que te tome la mano? ¿Te da miedo?

— N-No es eso, me gusta y no tengo miedo pero tú...

— Yo ahora mismo quiero tomarte de la mano y caminar hasta donde estacionamos el auto. De hecho, quiero besarte.

Hoseok palideció, nunca en su vida, ni con Yoongi o algún hombre casual con el que estuvo feo tan público. A él no le importaba mucho porque sabía cómo era la sociedad coreana, mucho más conservadora que otros países, además, ninguno fue su pareja. Si lo pensaba, Namjoon sería su primera pareja a sus treinta y dos años de edad.

— Bésame. — Fue lo único que respondió. Namjoon lo miró para saber si había escuchado bien pero entonces el pelirrojo se detuvo y lo miró. — Bésame ahora.

Namjoon sonrió sin soltar su mano, acariciando con la libre su mejilla antes de dar dos pasos y pararse delante de él. Se tomó su tiempo, ignorando a aquellos que lentamente se acercaron y pasaron por su lado, se acercó hasta dejar sus narices rozar, uniendo sutilmente sus labios hasta sentir como el más bajo entreabría su boca anhelante. Solo entonces, se permitió ir más allá, tirando de su labio superior, luego el inferior hasta acercarlo un poco más y pegar sus lenguas. Fue extremadamente lento pero profundo, separándose solamente cuando Hoseok apretó su mano por la falta de oxígeno.

Rieron, como si hubiesen hecho la mejor maldad y hazaña rieron caminando tranquilamente hacia el vehículo que los llevó a casa de Namjoon. Sabían lo que querían pero aún así fueron con calma. Tomaron una ducha por separado, primero el pelirrojo y luego el dueño del lugar. Aquello les hacía recordar un poco a la primera vez que estuvieron, fue algo rara porque ninguno se había visto de esa forma y sin darse cuenta, estuvieron gimiendo entre sábanas como posiblemente lo harían en pocos minutos.

En un comienzo los dos se volvieron algo torpes, quizás porque sabían que no era un encuentro casual que quedaría en el olvido, porque ahora era su primer día como novios o porque la luz del sol aún entraba por la ventana y se sentían más expuestos.

Los ojos de Hoseok brillaron al ver el cuerpo húmedo de Namjoon salir del baño con nada más que una toalla. Su garganta se resecó por reflejo, quedándose completamente embelesado.

— ¿Qué tal un masaje?

— ¿Q-Qué? — Preguntó Hoseok confundido porque creía que irían directamente a la acción aunque Namjoon tenía planes diferentes, quería llevarlo todo despacio.

— Voltéate y acuéstate. — De acuerdo, eso fue sexy a pesar del dulzor en su voz. Con una mano en el pecho de Hoseok y otra en su espalda, Namjoon lo ayuda a inclinarse hacia adelante y recostar su cabeza sobre la almohada. — ¿Estás cómodo así?

— Sí.

Cuando Namjoon se sienta a horcajadas sobre la parte posterior de sus muslos, Hoseok piensa en cómo nunca antes habían hecho esto. Nunca antes había dejado que alguien lo masajeara así a excepción de Yoongi.

No le importa que Namjoon lo tocara, sería un hipócrita si dijera lo contrario. Le gustaba estar cerca del peligris y mucho más ahora, le gusta abrazarlo, tomar su mano, besarlo incluso. Pero masajes...

El problema son los masajes, él le gustan mucho. Demasiado, podría decirse. Los evita lo mejor que puede. Hay algo al respecto a ellos que le afectan. La presión profunda, la confianza en la persona que da el masaje, las caricias, la entrega. Simplemente ... bueno, le recuerda al sexo. Así que su cuerpo tiende a... reaccionar ante él de la misma manera que reaccionaría al sexo. Y sí, no le importa que Namjoon lo toque porque después de todo iban a eso pero se avergonzaba un poquito.

Cuando el peligris varios minutos después intentó voltearlo, intentó resistirse sin éxito. Cerró sus ojos un poco avergonzado pero todo lo que sintió fue una sonrisa cerca de sus mejillas acompañada de suaves besos mientras que la mano de Namjoon se deslizaba hacia abajo erizando su piel. Se detuvo solamente cuando agarró su erección, besándolo, incentivándolo a abrir los ojos. Disfrutaba del tinte en su rostro, de lo trémulos que se tornaban sus labios mientras su mano masajeaba su extensión.

— ¿Cómo se siente? — Preguntaba cerca de sus labios, besándolo, sintiendo después de mucho el desbordante deseos de complacer a alguien, de ver a ese pelirrojo perderse en sus manos.

— Me gusta... — Aceptó moviendo ligeramente su cadera, sintiendo el aceite crear sonidos muy agradables a sus oídos. — Si me apretaras un poco más al llegar arriba. ¡Oh! — Cerró otra vez sus ojos, gimiendo bajo.

— ¿Así? — Namjoon sabía que era así, sus reacciones se lo decían pero era lindo verlo escucharlo.

Se concentró en esa zona durante un buen tiempo hasta que sus manos descendieron un poco más, hasta sus testículos, perineo y luego su entrada. La acarició, la tentó por casi dos minutos sin presionar, engañándolo hasta que finalmente introdujo un dedo y la espalda del pelirrojo se arqueó.

— Eres bueno en esto. — Gimió aferrándose a la sábana, hurgando tras varios minutos bajo la toalla del contrario. Un segundo dedo entró y con este, el ataque a su próstata comenzó, haciéndole olvidar sus intenciones. — Se siente muy bien.

— Por favor no te vengas aún. — Hoseok asintió, comenzando a tocarlo, acariciarlo. Ya Namjoon estaba duro pero no había dicho nada, seguía actuando normal y podía ver o mejor dicho, sentir la humedad que derramaba por él. — El masaje era para ti. — Dice cerrando sus ojos, sintiendo como acrecentaba la velocidad en la mano que lo envolvía. — Me gusta suave y duro más que rápido y suave.

Hoseok captó el mensaje, masturbándolo justo como al peligris le gustaba, parando por momentos cuando sentía no poder más. Sus piernas se abrían más y más, su respiración se perdía, estaba cerca y no quería terminar así, no en ese momento.

— ¿Puedes entrar ya en mí? Por favor... — Fue obedecido, su cuerpo fue acariciado y besado mientras el más alto se perdía en él tras ponerse el preservativo. Lento, tan lento que casi maldice. Sus manos fueron llevadas al cuerpo contrario mientras el suyo también era acariciado, besado, con una mirada que le hacía por momentos desviar la suya. — ¡Oh cielos!

— Hacia allá vamos ahora. — Bromeó Namjoon tirando de su labio inferior, haciendo tiempo antes de comenzar a moverse.

Hoseok esperaba que en algún momento perdiera el control, que sus movimientos se volvieran erráticos, que la velocidad le hiciera brincar pero nada de eso ocurrió. Hubieron embestidas profundas, duras, fue abandonado y penetrado muchas veces pero a un ritmo tortuoso. Nunca había hecho el amor así, sintiendo cada parte de su cuerpo erizarse más a cada segundo, enloqueciendo sacando su cintura fue agarrada y su próstata estimulada con movimientos circulares jodidamente lentos. Estuvo en el borde tanto tiempo debido a eso que gritó y tembló al alcanzar su orgasmo, viendo la sonrisa de Namjoon, sintiéndose amado aunque en ellos el amor aún no hubiera florecido por completo.

— ¿Puedes aguantarme dentro un poco más? — El pelirrojo asintió abrazándolo, dejando que Namjoon persiguiera su orgasmo, alcanzando otro simultáneamente por la sobre estimulación. — Ya sé que voy a enamorarme como un tonto de ti y eso me gusta. — Entrelazó sus labios con dulzura, atrayéndolo más a él. — Estoy muy feliz de que seas mi novio.

— Yo estoy feliz de que tú seas el mío.

💜💜💜
Doble actualización 🙈
Hay con este capítulo sentí cositas al final cuando Nam masajeaba a Hobi porque se sentía como mi Doctor Control y ese es solo de Jimin 🥺🥺🥺 Sorry escritora sentimental 😭
Nos vemos en el próximo capítulo, espero que este les haya gustado.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top