Primera vez: mi maestro

En esta vida Rengoku Kyojuro era el pilar de la flama a quién me acerque en el tren infinito.

Cuando lo conocí, sus raras características y su personalidad optimista me llenaron desde el mismo momento en que cruzamos palabras.

Después de un rato de viaje caímos en un sueño profundo, víctimas de un demonio, al romperlo nos alejamos para proteger a todos los pasajeros.

Logramos nuestro cometido y me sentí plenamente feliz de lograr dominar esa técnica, hubiera sido maravilloso de no ser por esa terrible escena.

Rengoku-san me dio su apoyo, escuché cada una de sus palabras sin saber que más adelante me arrepentiría.

Un villano, un demonio, la tercera luna superior, Akaza... Ese demonio peleó contra el hashira de la flama y desde el principio me di cuenta de lo mucho que se esforzaba nuestro pilar, quise levantarme y ayudarlo, pero las fuerzas me fallaron, todo por la herida en mi costado, de no haberme dejado herir, ahora podría correr a ayudarlo sin reparos, pero no...

Que tonto fui, mi debilidad me estaba mostrando el duelo desesperado que determinaría la vida o la muerte de todos los que estábamos allí.

El duelo terminó cuando Akaza atravesó con su brazo el costado de Rengoku-san y destrozó su ojo, la sangre brotaba con velocidad, yo seguía en el piso, las lágrimas seguían saliendo de mis ojos, rogaba a los cielos "por favor no, por favor no se lo lleven" pero mis súplicas no eran suficientes, trate de ponerme en pie, perseguí a Akaza, pero la luz del sol lo alejó de mí y el maldito huyó del día.

Desesperado me acerque y lo encontré agonizando, sus ojos me miraron hasta el último segundo, quise salvarlo pero no hubo ningún evento milagroso, sus ojos se cerraron y quedó arrodillado y dormido con una hermosa sonrisa que me perforó el alma.

El pilar de la flama murió irremediablemente, sus ojos se cerraron para no permitir que los abriera una vez más, destrozado del corazón por su perdida, decidí vivir y acabar con aquel que mató a mi adorado maestro.

Tiempo después matamos a Kibutsuji Muzan, el demonio raíz de todos estos males, pero en el camino... Muchas más vidas se perdieron.

Segunda vez: mi muchacho

Me encontraba en la mansión del patrón, recientemente habían descubierto a mi hermana que ahora era un demonio.

Los pilares estaban descontentos y me preguntaban sobre esa historia.

En cuestión de segundos me llegaron las visiones de todos y mis ojos empezaron a llorar.

Asustada, lady Kocho trato de animarme y yo bajé la cabeza, el dolor de saber que los perdería me perforaba el alma.

-Por favor no apuñales a mi hermana Sanemi-san, no necesito que la lastimes, ni que Iguro-san me destroce los huesos, no quiero escuchar a Himejima-san y Uzui-san juzgar duramente que mi hermana debe morir, ni que Matsuri-san y Lady Kocho traten de apoyarme, no puedo tolerar la fachada de indiferencia de Tokito-san, pero sobre todo... No quiero escuchar esas palabras de mi maestro, no quiero que la juzgue duramente y luego me diga que la reconoce, no podría soportar ese dolor una vez más.

El patrón se quedó helado cuando escuchó esas palabras, acababa de entrar y fueron tan extrañas estas frases que el silencio fue más abrumador que su presencia.

Tanjiro se inclinó con velocidad y puso sus manos en el piso.

-Por favor perdone que estemos en esta situación de nuevo, no era mi intención mantener esto en secreto de los Hashiras, sólo lo hice pensando que si vivíamos el mismo camino está vez podría reparar lo irreparable.

-No puedo entender tus palabras Tanjiro.

-Sé lo que pasa ahora y lo que pasara en adelante, lo recordé todo desde el momento en que volví a ver a Tomioka-san.

-¿De que hablas?

-Por favor no... No quiero una discusión más.

De sus ojos brotaron las lágrimas, los demás lo miraron extrañados, el pequeño podía detectar sus movimientos incluso antes de que lo hicieran.

Protegió la caja de su hermana, se aseguró de no golpear a nadie y siguió mostrando respeto sin siquiera reprocharles lo que estaba pasando, se suponía que era un juicio, pero está vez, para evitar las atrocidades de Sanemi, llevo el mismo la caja de su hermana a un lugar sin luz.

-Nezuko... Por favor sal.

La pequeña demonio salió de su caja y el regresó a donde estaban los pilares.

-Por favor Rengoku-sama, podría prestarme su espada, no haré daño a nadie, lo prometo.

El rubio se mostró confundido pero le prestó su nichirin.

-Tiempo sin vernos vieja amiga

Le habló a la empuñadura y sus tristes ojos miraron de nuevo al frente.

-Sé que quieren mi muerte, pero yo... Sólo moriría por ustedes, si fuese necesario dar mi vida por ustedes, con gusto lo haré.

Tomó la punta de la espada y cortó la palma de su mano, la sangre escurrió en el piso.

-Lamento lo de la sangre, pero la sangre de nuestro pilar del viento es mucho más valiosa que la mía.

La demonio se le quedó mirando a su sangre y él puso la punta de la nichirin en su cuello manteniéndose en silencio.

Nezuko miró la sangre y de sus ojos cayeron torrentes de agua salada, se acercó a su hermano y tiró la nichirin, rompió su vestido para curarlo mientras seguía llorando y se ponía en pose protectora.

Los sucesos fueron narrados al patrón que se sorprendió y dictamino que en conclusión la demonio no iba a atacar a nadie.

El pelirrojo tomó la espada y la limpió con su ropa, la regresó a Rengoku inclinando su cabeza.

-Lamento haberla ensuciado con mi sangre.

-No... No te apures.

-¿Que más sabes Tanjiro?

-Ubuyashiki-sama, no tiene que buscar a Muzan, cuando usted esté listo el mismo vendrá por usted, hasta entonces... Por favor cuídese.

-Sobre...

-La señorita Tamayo lo conseguirá a tiempo, por favor no la intimide, será de gran ayuda.

-Entiendo...

-Por favor cuide sus palabras sobre la eternidad, Muzan podría llegar a entenderlas y eso no es bueno para nosotros.

-Las cuidaré.

-Algo más...

-Dime.

-No les diré nada más de esto...

Los pilares se volvieron a confundir.

-Si les digo lo que pasa, ya no pasará, entonces sólo pediré un favor a Tomioka-san.

-¿Qué es?

-Gyuu-san... Mi hermana es también tu hermana, quiero que la trates como tal ¿Puedes prometer eso?

-Si...

Kamado tomó su mano y la de Rengoku y los acercó.

-Trabajen juntos y sean un buen equipo en un futuro.

Dicho esto volvió la vista a Shinobu y le dijo:

-Podría por favor ir a su finca, estoy cansado, adolorido y me quiero recuperar.

-Si... -la mujer aplaudió y un asistente lo guío, el niño salió caminando por su propio pie después de hacer una reverencia a todos.

Pasado el tiempo, la tan temida pelea del Tren infinito llegó, Tanjiro cubrió a Inosuke sin dejar que le atravesarán el costado, había dejado inconciente al chófer para evitar la sorpresa, mataron a la luna inferior y fue a Rengoku.

-Es hora, usted y yo debemos ir al principio del tren, la tercera luna llegará pronto.

-¿Tercera luna? ¿Por qué no lo dijiste antes?

-Lo siento mucho.

El menor le dijo que su turno llegaría cuando las cosas se pusieran feas, y que hasta entonces el debería pelear solo.

Kyojuro se sorprendió, pero lo dejo hacer tal como decía, la luna llegó y Rengoku protegió el cuello de Tanjiro, viendo que esté no se había movido ni un paso confiando en que lo salvaría, la pelea se intensificó y justo cuando un corte estaba por llegarle al ojo, Kamado dio un fuerte golpe que evito que le despedazaron la vista, pero se mantuvo atrás.

La luna estaba consternada al ver qué el pelirrojo sabía de sus ataques, pero al pelear no tenía tiempo para interferir con eso.

Kyojuro estaba sangrando mientras miraba lo inamovible que estaba Tanjiro, hizo su mejor golpe creyendo que podría perder y justo cuando se lanzó con su postura del Purgatorio... Los pies de Kamado se movieron con velocidad, lo perdió de vista, pero el siguió mirando a Akaza y lo atacó, sintió que la mano del contrario lo atravesaría y entonces...

El pilar de la flama estuvo a un paso de cortar el cuello de Akaza, pero su espada se partió, sólo sostenía la empuñadura, Tanjiro habló.

-En unos minutos más, la luz del sol llegará, si te mantengo aquí... La carga será más llevadera, después de todo, tú también estás sufriendo.

El demonio cortó sus brazos y salió huyendo, el haori de Kamado no dejaba ver la situación real.

Minutos después Tanjiro cayó de rodillas, su sonrisa era dulce y tranquila, Rengoku se acercó a verlo y lo notó, su costado había sido atravesado por Akaza con anterioridad, sus ojos lo miraron con preocupación.

-No... No te mortifiques ahora, debes escucharme hasta el final...

-Tú... ¿Que hiciste?

-Te lo dije, moriría por ustedes está vez.

-¿Pero es que eres un tonto?

-Escucha con atención, no logré llevarme a Akaza, pero el truco es la velocidad, se más veloz, no lo maltrates, sufrió mucho en vida perdiendo a todos sus seres queridos, no le guardes rencor. Cuando llegue el momento deberás pelear a lado de Tomioka-san, sean un buen equipo. Por favor, que no se olvide de devolver a mi hermana a la humanidad, eso pasara en la última batalla, si Gyuu está en problemas, no trates de cubrirlo, deben cubrirse los dos sin falta. Dile a Shinobu-san que el plan que tiene dejara solo a Tomioka, así que debe buscar otro veneno que desestabilice a Douma, entonces puede matarlo si lo desea. No dejes que Tokito muera, es muy joven, por eso enséñale el amor por la vida.

-Calla... No quiero escuchar más esto.

-Por favor dile a Sanemi que no me odie, solo quiero que su hermano siga con vida y que algún día se puedan abrazar, para Uzui... Dile que no tema por sus esposas, ellas estarán bien.

-¡Te dije que te calles!

-Maestro... Dale mis saludos a Senjuro-san, dile que está vez pude protegerte. Por favor no te estanques con mi muerte, ah... Creo que está vez me enamoré de ti, si renacemos en otra vida ¿Me dejaras ser tuyo?

-Ya no hables más, por favor no...

-Juro que si te vuelvo a ver, no te escaparas de mi, te seguiré hasta que me des un si, mientras tanto, eres un gran hombre y lo hiciste muy bien, solo yo... Fui el que se interpuso aquí. Te amo Kyojuro...

El rubio lloró sin descanso abrazando el cuerpo de Tanjiro, Inosuke y Zenitsu estaban destrozados por perderlo.

-¡Eres un idiota Gonpachiro!

-¡¿Por que tenías que ser tú?! ¡¿Qué será ahora de Nezuko?!

El cuervo repartió la noticia de la muerte de Kamado, el patrón entendió las indirectas y atendió los detalles, con esa información muchas vidas se salvaron, incluyendo las de los pilares, excepto que Kyojuro tenía un avismo en su corazón, hizo su trabajo, pero perdió al niño que debía proteger.

Muzan nuevamente fue destruido  solo que la luz de Tanjiro no estaba más.

-Mi muchacho... hace un mes vencimos a Muzan, todos están bien, Sanemi dice que si vuelve a nacer, no te juzgara por lo de tu hermana. Tomioka cumplió su palabra, tu hermana es su hermana y ya es humana, ahora el vela por ella, también está Kocho a su lado.

El retrato de Tanjiro brillaba en el altar mientras él le oraba y en sus ojos estaban unas gruesas lágrimas.

-Sólo que yo, ahora quiero tenerte y no estás ¿Cómo sanaras mi corazón?