Capítulo 9

"Conociendo"

Las cosas con Euskadi fueron mejor de lo que cualquiera podría haberse esperado. A la mañana todos habían desayunado y después se despidieron, quedando las cosas en buenos términos. Les deseó que les fuera muy bien el viaje y que pasasen más veces a visitarlo, que tenían la puerta abierta a su casa.

Después claro, cuando entró en la furgoneta la española no podía estar más feliz. Se había hablado con el País Vasco, y aunque al principio pensó que todo aquello iba a ser un desastre, la cosa no salió tan mal. Es que todo había salido a pedir de boca y era realmente reconfortante saber que con ese familiar con el que pensaba que se iba a llevar mal, al final había resultado ser lo contrario. ¡Claro que iría más veces a visitarlo! Después de aquella noche, tenía más ganas de escuchar sus historias y aprender un poquito más de las costumbres vascas.

Y si España era feliz, Reino Unido y Francia también lo eran. Desde ayer, los tres estaban demasiado juntos, aprovechaban cada momento para darse un pequeño pico, a veces un beso más largo pero nunca llegaban a irse de manos. No es como si no estuvieran preparados, créeme los tres tenían unas ganas de, hablando muy mal, follarse mutuamente de una jodida vez. El problema es que no querían acelerar las cosas. Querían darse tiempo para que ese tipo de situaciones surgieran poco a poco.

Pero pobres de ellos. Se avecinaba una comunidad que iba a sacar lo más dentro de ellos con su más famosa que tenía: el vino.

La Rioja era otra de esas tías de España. Era bastante parecida a Galicia, con esa actitud despreocupada y alejada de lo maternal que Madrid o Navarra podrían llegar a ser. Era muy divertida, le gustaba bromear y hacer reír a los demás familiares, y era la que solía hacer las comidas y cenas familiares más entretenidas con sus ocurrencias y sus idas de olla. Mientras que algunos dirían que madurase, la de cuatro colores en su bandera sólo pensaba en seguir divirtiéndose como una niña pequeña.

Claro, sólo había un pequeño problema con eso. Era el enano detalle del vino. Literal, la riojana perdía a veces la cuenta de cuántas copas de vino de su región, reconocido como uno de los mejores del mundo, podía tomarse en una misma tarde. Normal que hiciera las reuniones tan divertidas, a veces es que iba más borracha que una cuba. Y por si fuera poco, la capulla tenía aguante y resistencia, nunca había tenido una resaca y siempre parecía estar como una rosa. La envidia de cualquier bebedor, ya le gustaría a otros como Rusia poder beber tanto como ella.

Y bueno, cuando estabas con ella, obviamente debías beber también. No tardaba ni dos segundos en invitarte a una copa. Y dícese una copa a dos, tres, cuatro, hasta acabar sin saber cuántas llevabas bebidas. España recordaba a veces como invitó a Madrid a un par de copas y cuando volvió a casa, la madrileña estaba hablándole a una lámpara sobre política. Tenía aún ese vídeo guardado, incluso captó como la de estrellas en el rostro pasó a pelearse con la lámpara al pensar que estaba diciendo que su gobierno era una mierda.

España pensaba que su hábito de bebedora lo había sacado de ella, de Rioja. Pero había diferencia entre ellas, la española lo hacía para olvidarse de los problemas como un método de evasión.A La Rioja simplemente es que le gustaba beber y disfrutar así. Y claro, mientras no hiciera daño a nadie ni a sí misma, ¿acaso podrían oponerse a ello? No, y por eso la dejaban ser. Porque a pesar de que estuviera borracha el 60% del día, era una persona competente y trabajadora al final.

En fin, La Rioja era una caja de sorpresas para nuestros tres protagonistas. Iban a firmar su sentencia tan pronto llegasen a la capital. Aunque claro, ellos sabían. España sólo esperaba que su loca tía estuviera algo "contenta" para cuando llegaran, habían quedado para irse de tapas para que ellos pudieran antes hacer turismo por su cuenta. E irían a disfrutar un poco de la tarde noche porque eso es lo que solían hacer cuando habían coincidido con esa comunidad autónoma. Mientras, los dos extranjeros no tenían mucha idea. Sabían que ese territorio era el que básicamente exportaba el vino a toda Europa, porque resulta que España era como la primera potencia mundial en eso. Y ya.

Si es que siendo sinceros, cuando Francia y Reino Unido pasaban de territorio en territorio, intentaban recordar o algo histórico o importante que les hubiera pasado para pensar cómo era aquella comunidad. Y lo único que recordaban de Rioja era lo del vino. Sólo esperaban que las cosas no salieran de control rápidamente.

Aunque siendo ellos, estaba claro que las cosas se iban a ir de madres. Eso era lo más esperable cuando estaban hablando de ellos: Francia, Reino Unido y España. Para que pensasen que sólo sus "hijos" podrían seguir dividiéndose, totalmente una tontería. Ni que ellos fueran tan viejos, ja.

Daba igual cualquier cosa. Las cosas se iban a descontrolar sí o sí.

✷✷

Llegaron a Logroño sobre las tres de la tarde. Comieron algo rápido y no perdieron mucho el tiempo, ya que habían quedado con el territorio a las siete y media de la tarde en la famosa calle del Laurel. Y en cuanto salieron del restaurante, y dejaron la furgoneta en el parking gratuito cerca de esa misma calle, se pusieron a explorar la capital riojana, Logroño.

Quedándose cerca, lo primero que hicieron fue pasear por el parque del Ebro, cruzaron al otro lado del río y pronto se dieron cuenta que definitivamente estaban en La Rioja, había una bodega ya cerca de la zona y muchos bares aprovechaban esa fama de los vinos para hacer que más de un turista pasaran por su establecimiento. Después de pasear por las orillas, llegaron hasta la plaza de toros de la ciudad.

Francia miraba curiosamente al edificio que tenían enfrente. Era conocida la tradición española del toreo, tanto que se había vuelto un estereotipo tan grande que algunos países más del norte pensaban que de lo único que hablaba España o era de los toros o era del flamenco, había gente que no resaltaba por su inteligencia. A pesar de que Francia no perteneciera a ese grupo de incultos, porque sabía que España tenía más rasgos culturales alejados de esos dos, nunca entendió aquello de los toros, ¿y acaso no era mejor preguntárselo a la misma española sobre todo aquello?

– My lady, don't you like to see this site? (Mi señora, ¿no le gusta ver este sitio?)

Antes de que pudiera hacer alguna pregunta, su marido se adelantó a preguntar porqué la española tenía una expresión tan seria en su rostro. Más que enfadarse porque no pudo ella preguntar, empezó a preocuparse por aquella expresión, tomando con algo de fuerza la mano de la bicolor.

– No, o sea, es raro digamos. – Intentó explicar la de habla española, pero sin ella saber muy bien que decir sobre ese sitio. – Es como que, es parte de mi cultura y esas mierdas, como lo que hacen en Pamplona, ahí cerquita en Navarra, ya sabéis.

–Vous voulez dire les "Sanfermines", princesse?  (¿Te refieres a los "Sanfermines", princesa?) – España asintió con la cabeza, recordando aquella fiesta que también se había vuelto algo conocido a nivel mundial, y no sé iba a quejar, era turismo y daba dinero. – Certes, ils sont un peu, une chose audacieuse de courir devant un taureau. (Hay que admitir que son un poco, cosa de temerarios eso de ir corriendo delante de un toro.)

– A ver, dejando de lado si mi gente y yo somos bastante listos de correr delante de un toro, esas cosas son parte de mi cultura. Pero la mierda esta de los toreros, no sé... Vosotros no tenéis mucha idea pero ahora existe un debate con lo de si es maltrato animal o si es un "arte".

– And what do you think my lady? (¿Y tú qué opinas mi señora?)

– ¿Opinar? Mira guapo, a mí me la suda bastante el tema para ser sinceros. No es como si yo pudiera hacer algo por la tauromaquia. Simplemente es algo que está aquí, es parte y ahora quieren que acaben. Cambien lo que cambien a mí me va a parecer bien. Pero ahora con las cosas tan tensas, ¿cómo me tengo que sentir ante esto? – Dijo, mientras levantaba la mano ante la gran plaza de toros. – ¿Debo mirarla con asco o debo mirarla como un "arte"? ¿O simplemente debo ignorar todo el tema que hay dentro de mí y no prestar atención? Siendo sincera, me estresa todo esto, ¿no os pasa?

– Honey, I remind you that I still have the "brexit" thing and believe me, it 's exactly like that. (Cariño, te recuerdo que tengo aún lo del "brexit" y créeme, es exactamente así.) – España lo miró atentamente al escuchar aquella confesión. – There are parts that want to leave, and another part that wants to stay in the European Union. And I, I'm just there to watch how they fight, keep going to meetings and wait for something to come, and it never seems to come to anything. It 's just, like saying it... (Hay parte que quieren irse, y otra parte que desean seguir en la Unión Europea. Y yo, yo sólo estoy ahí para mirar cómo se pelean, seguir acudiendo a las reuniones y esperar a que se llegue a algo, y nunca parece que se llegue a algo. Es simplemente, como decirlo...)

– C'est une douleur, être honnête et parler mal, c'est une putain de douleur. (Es un coñazo, siendo sinceros y hablando mal, es un jodido coñazo.) – Francia asintió. Ella también tenía sus problemas con la crisis política y de identidad nacional en su país, una crisis pareja a la que vivía a España, al menos en lo político, y podía entender que ellos estuvieran estresados porque, hasta ella lo estaba. Ellos eran las representaciones de los países, de sus gentes, y parte de sus cosas que los hacía únicos estaban marcadas por sus mismos habitantes.

Cosa, eso no significaba que no tuvieran una personalidad propia y sus propios gustos, sólo que vivían condicionados por sus habitantes para algunas cosas. Y cuando se hablaba de temas políticos, culturales y sociales, ellos sólo podían esperar a que el dilema moral acabase y al fin pudieran ver cómo eran las cosas.

– N'avez-vous pas pensé que le fait d'être un pays est parfois une connerie? Avoir tous ces conflits internes que nous ne comprenons même pas, c'est des conneries. (¿No habéis pensado que esto de ser un país a veces es una mierda? Tener todos estos conflictos internos que ni siquiera los llegamos a entender, es una mierda.)

– Bueno Francia, creo que ninguno pidió nuestra existencia y simplemente aquí estamos. Algo bueno debe haber entre toda esta mierda. Mira, una cosa buena: os tengo a vosotros al final del día. – Un "aww" fue todo lo que escucho España antes de que le saltara encima la francesa, para dejarle la cara marcada de besos. El inglés sólo las miró con ternura, cruzándose de brazos esperando a que su mujer terminara de ser tan cariñosa con la española. – ¡Francia! Me vas a dejar la cara marcada de pintalabios.

– Vous savez que vous aimez la princesse, ne le niez pas. (Sabes que te encanta princesa, no lo niegues.) – Comentó, dejando un último beso y alejarse soltando unas pequeñas risas pillas.

– Eres un desastre. – Finalizó España, mientras se limpiaba el rostro y tomaba las manos de sus acompañantes. Aún les quedaba mucha ciudad que visitar y poco tiempo para las siete de la tarde. Más les valía aprovecharlo bien. Y esperar que no se cansasen mucho ahora.

Créeme, acabarán más cansados de tantas cosas que lo mejor era aguantar como puedan.

✷✷

La calle de La Laurel era uno de esos puntos turísticos que obligatoriamente deberías visitar si ibas a Logroño. Pero cuando decimos que es obligatorio, es que ya puedes empezar a orar muy alto para que Dios perdone el pecado que acabas de hacer. Era la zona de tapas y pinchos más emblemática de incluso la comunidad autónoma, por lo que no era de extrañar que La Rioja eligiera esa misma calle para aprovechar la tarde con su "sobrina" y los otros dos.

Se encontraron a la chica, que no medía más del metro cincuenta y cinco, sentada en la terraza de un bar, con una copa de vino en la mano, mirando para su móvil. Vestía una falda blanca que llevaba a la altura de las rodillas, recordando a la falda tradicional de la región, estampada con algunos motivos relacionados con la vendimia, y lo acompañaba todo con un jersey pegado de color vino. Y el pelo lo llevaba recogido en un moño, todo en conjunto fue muy fácil de reconocer.

En cuanto las dos familiares se vieron, ambas se fundieron en un abrazo que casi hacen que se caigan al suelo de la emoción. La Rioja, de una forma rápida y cariñosa, se puso a decir que ella estaba muy guapa, que sí había crecido y las típicas mierdas que le dices a los pequeños de la casa cuando te los encuentras después de un tiempo.

Y se notaba que cierta riojana ya andaba algo "contenta", así que España estaba segura que esto iba a ser realmente divertido. Cuando ambas se separaron, pasó a hacer las presentaciones. – A ver tía, ya sabes quiénes son, ¿verdad?

– Joder mujer, tampoco estoy tan tonta. Es el guiri que va en pantalonetas por Marbella en verano y la gabacha que decía la mierda de... Hostia como era, ¿que coman pasteles? – España golpeó su mano contra su rostro, avergonzada un poco, mientras que el matrimonio se miraban mutuamente intentando no reírse mucho. – Joder hostia, son ellos, los que te tuvieron tan encoña-

– ¡Vale vale vale! Veo que te acuerdas. No hace falta comentar nada más. – España había tapado la boca de su tía, para evitar que su familiar empezara a hablar de cómo se sentía en referencia a sus dos crushes, que vale que ya lo sabían, pero daba tanta vergüenza escucharlo viniendo de tu familia.

– My lady calm, it is not that anything bad happens either. I don't think they are things we don't know anymore. (Mi señora tranquila, tampoco es que pase nada malo. No creo que sean cosas que no sabemos ya.) – Comentó Reino Unido, mientras todos tomaban asiento en la mesa de una terraza.

La Rioja prestó atención a las palabras que utilizó aquel inglés y entre risas preguntó de repente. – ¿Qué vida amante? No sabía yo esto de que habías tenido cojones de decirles a los chiguitos de tus mierdas.

– Rioja me estás avergonzado...

– Si, los cojones te estoy avergonzado. A ver chicos, ¿me estás diciendo que estáis los tres juntos y no habéis dicho nada? Maldita canija que calla las cosas. – España cada vez escondía su rostro más entre sus manos. Francia comenzó a reír, sintiendo un poco de piedad por su princesa por toda la situación que estaba pasando.

– Nous ne sommes rien, Mme Rioja. Du moins pas encore.  (No somos nada señora Rioja. Al menos aún no.) – Al escuchar eso, a la cuna del castellano poco le faltó para comenzar a gritar con aquello. Estaba realmente interesada en todos los dramas de estilo romántico que le pudiera salir a su sobrina, aunque sólo fuera en realidad para encontrar material con el que meterse con ella.

– Aún, bueno, eso se arregla. ¡Camarero! Necesito un buen par de copas por aquí. Y vayan preparando un buen par de tapas, que vamos a quedarnos mucho tiempo por lo que veo. – Hecho ya los pedidos, Rioja terminó la copa que ya tenía, para mirar fijamente al inglés y a la francesa, antes de seguir riendo como una tonta. – Menudo par de tres, que lleváis, ¿una semana con este tema del viajecito? Tenéis que contarme los detalles de esto. Además, habrá que celebrarlo digo yo.

– Y es por eso por lo que nadie te invita a tomar algo.

– Allez princesse, ne mets pas ce visage amer. Votre tante semble être quelqu'un de très drôle. Il n'y a rien à craindre.  (Vamos princesa, no pongas esa cara de amargada. Tu tía parece ser alguien muy divertida. No hay nada de qué preocuparse.)

– Ah, mira qué niña más maja. Has encontrado un partidazo pillina.

Y la española suspiró, tomando entre sus manos la copa de vino que le habían traído. Necesitaría un gran número para llevar bien aquella noche.

✷✷

Cerca de las doce de la noche se despidieron de la Riojana. Dado a que Logroño estaba justamente pegado a la frontera con Navarra, decidieron que tal vez era una buena idea conducir durante un tramo de la noche hasta un hotel que quedase a medio camino de Pamplona. Así que sobre la medianoche, cuando aquella calle turística cerraba, dijeron adiós a la bella riojana.

La Rioja, con un par de tragos encima fue realmente cariñosa con ellos, los abrazó con cariño y deseándoles mucha suerte en el viaje. Incluso, les había dado un par de botellas de vino para ellos, para que "siguieran disfrutando ellos la noche". Y se fue caminando hacia la parada de taxis, porque a ver esta borracha pero no está tan tonta para coger ella y ponerse a conducir, que no quería ser un problema en la carretera.

Y no era la única que estaba especialmente "contenta" de más. España, aprovechando que no era la que conducía, puede que se hubiera dado un par de copas de más. Perdió la cuenta cuando escuchó a Rioja contar la historia de cuando ella era pequeña y se cayó al río Ebro. Y claro, iba especialmente cariñosa y muy pegada a sus dos compañeros de viajes.

Francia tampoco iba en el cien por ciento de sus sentidos. Amaba el vino, su gente también se conocía por ser unos grandes catadores de vino y ella también no sabía cuántas copas podría haberse tomado. Y claro, también andaba cariñosa de más, pegándose a sus dos amores entre risas.

Y por último estaba el Reino Unido. El inglés, no muy fan de beber y siendo consciente de que alguien tendría que llevar la furgoneta hasta el hotel donde se suponía que iban a descansar, no había bebido más de dos copas y era el que iba bien entre los tres. Pero las cosas se estaban poniendo complicadas para él en el vehículo.

El alcohol es un buen amigo para dejar que la cabeza deje de pensar y sea nuestro corazón el que haga lo que quiera. Cuando iban a mitad de camino, pasado el momento que el anglosajón definió como "están tan borrachas que se están riendo por absolutamente nada" las cosas empezaron a irse de madres poco a poco.

Primero fue cuando España sacó la botella que les habían regalado, diciendo que había que continuar aquella fiesta y empezando a beber directamente del morro. Francia se la robó de las manos para hacer lo mismo, pero no tragó el líquido, sino que se acercó a los labios de la española para pasar el vino de su boca a la de dos colores.

La cosa no se quedó así. Antes de que el inglés pudiera decir algo, Francia y España estaban compartiendo un ardiente beso entre ambas. Fue algo que ocurrió demasiado rápido, tanto que por poco pegaba un volantazo de la sorpresa al ver todo eso. Las dos chicas no se contenían ni un mínimo, paseaban sus manos por el cuerpo de la contraria, mientras seguían besándose con demasiada necesidad.

Esto era demasiado para nuestro Reino Unido, y digo yo, ¿cómo debía estar al ver que sus dos amores estaban ya en ese modo tan intenso? El calor era cada vez peor en el vehículo, tanto que se dió prisa y empezó a conducir más rápido por la carretera.

En menos de diez minutos llegaron a un hotel. Cuando aparcado, Reino Unido intentó hacerlas entrar en razón, fracasando cuando vio como su propia esposa buscó sus labios y se aferraba a él con la misma necesidad que demostraba con la española. Ahora los tres estaban muriendo de deseo. Lo habían estado desde el principio, pero ahora las ganas eran totalmente imparables.

El resto fue demasiado confuso. Entraron en el hotel, intentando mantener un poco la compostura, y se les dió una habitación para ellos. Tan pronto entraron y dejaron las maletas por el suelo, la española fue la que ahora se abalanzó hacia el inglés, compartiendo un intenso beso donde sus lenguas comenzaron a rozarse y pelear por una dominancia que ganó el inglés, ya que estaba más en sus sentidos que su enamorada. Cuando se separaron, comenzaron a reír por todo el ambiente que se había creado. Ahora no había nada más que hacer que seguir adelante, como siempre hacían.

Francia se sentó en la cama, dejó que su dulce española se sentara entre sus piernas y comenzaron de nuevo a besarse. Detrás, el inglés besaba la nuca de España y comenzaba a dejar marcas en ella, chupones y mordidas que hicieron a la castellana empezar a perder la cabeza. Francia dejó que sus manos pudieran pasearse por debajo de los pantalones de la pelirroja, mientras que el Reino Unido se desprendió a la del medio de la camiseta que llevaba, desabrochó su sujetador y desde la espalda, con sus manos frías comenzó a tocar los pechos de aquella mujer.

Todo está atención estaba volviendo loca a España, y a los otros dos también. En cuanto pararon de juguetear con el cuerpo castellano, le fue turno a la francesa. Tumbados ahora en la cama, España besaba a su enamorada, jugueteando con sus pezones por debajo de la camiseta, mientras el inglés quitaba las medias y la falda de su esposa, dejando besos en sus piernas. La dejaron sólo con la camiseta y las bragas puestas, y fue cuando pasaron las dos chicas a prestar atención al inglés.

Francia comenzó besándolo, quitando aquella camisa que ya sobraba desde hacía un tiempo, mientras que la española era más pilla y con sus manos acariciaba el cuerpo del inglés, primero por su duro torso hasta que sus manos descansaron encima de la entrepierna del único hombre entre ellas, notando el bulto duro. Desabrochó el pantalón del hombre y lo bajó, dejándolo en calzones sólo. Ahí, metió su mano por debajo de este, notando la virilidad del inglés entre sus manos. Este acto hizo que el inglés comenzará a jadear mientras seguía intensamente besando a su esposa.

Pero la española no paró. Mientras la francesa seguía entreteniéndose con los labios del Reino Unido, ella comenzó a mover su mano de arriba a abajo, causando que el inglés cada vez le costase mantenerse firme con los besos que le eran proporcionados. Continuaron así unos minutos, donde la pelirroja sólo seguía moviendo sus manos en un vaivén y la tricolor mantenía ocupado al otro con sus caricias y besos en el cuello.

Fue el mismo inglés quien pidió que España parase cuando estaba llegando ya a su clímax. Extrañada por esto, cuando paró no pudo reaccionar al ver como el inglés la tomaba entre sus brazos y la desprendía del resto de su ropa, quedando completamente desnuda ante ellos.

No querían perder mucho más tiempo, Reino Unido se quitó el bóxer, dejando salir su palpitante miembro a la vista, haciendo que nuestra española tragara saliva, sabiendo que vendría ahora. Francia, quién también se había desprendido del resto de su ropa, continuó atendiendo a la pelirroja, sentándose encima de ella, para acercarse a sus labios y mantenerla entretenida mientras el inglés poco a poco comenzaba a entrar en ella.

Un par de lágrimas salieron del ojo bueno de la española, lágrimas del dolor por no haber tenido aquel tipo de relaciones desde hacía demasiado tiempo, tanto que ni ella lo recordaba. Francia continuó dándole mimos y caricias hasta que aquel primer malestar pasara. El inglés esperó pacientemente, besando la espalda de su mujer y dejando unas pequeñas mordidas en ellas, hasta que notó como la misma española comenzaba a mover sus caderas en busca de ese placer.

Todo empezó en un lento vaivén, donde España abrazaba el cuerpo de Francia. Poco a poco el ritmo fue en crescendo, comenzaron unas rápidas estocadas dentro de ella que tenían a la española jadeando y tapando su rojo rostro, avergonzada por todos los sonidos obscenos que salían de sus labios.

Pero no tardó mucho tiempo en la francesa pedir atención. De repente notó como su cabeza caía contra la almohada y tenía delante la intimidad de Francia, reclamando por atención. Dejó que se le sentara encima y comenzó a lamer sus labios de ahí abajo, succionar su clítoris y en fin, arrastrarla también a aquel mundo de pasión y deseo que estaban viviendo.

No supo cuánto tiempo estuvieron así, pero el ritmo del inglés comenzó a volverse más frenético, tanto que le costaba incluso hacer aquella tarea con la flor de su francesa. En cierto momento, los tres estaban ya en sus límites, intentando dar lo mejor de sí para hacer de aquello algo inolvidable. Francia fue la primera en caer, dejando el rostro de la española empapado de su propia esencia. Después fue el inglés, dando unas últimas penetraciones que hicieron temblar a España y también la llevaron al clímax.

Los tres cayeron rendidos en la cama, sudados y realmente cansados. Reino Unido salió de dentro de la española, se quitó la protección que había usado y la tiró a la basura. Mientras, Francia y España, sudorosas y cansadas, se acurrucaba entre ellas buscando descansar después de aquello. En cuanto llegó el inglés, los tres con una sonrisa de bobos se abrazaron, se dieron un par de besos, ya no lujuriosos sino románticos y llenos de felicidad, para poco a poco quedar dormidos.

Si es que era cierto, las cosas cuando visitaban a Rioja podrían ser sorprendentes.




























Datos:

° Otra capítulo que me sentí rara por el nsfw porque no quería incluir los típicos diálogos de gemidos. Espero que no quede muy mal porque a mí, sinceramente, me gustó el resultado final.

° Ya han follado, podemos ser felices. Eso no significa que ahora son pareja, sólo que ya están un paso más cerca.

° ¿He comentado que nunca había escrito tríos? Pues lo comento, no había escrito un trío hasta hoy.

° La Rioja es re goals. No soy de allí, pero paseé por el Google Maps la ciudad de Logroño para poder escribir este capítulo. Porque ante todo, quiero enseñar cómo son estos lugares de una manera fiel.

° Cosa, tauromaquia. No quise poner ninguna opinión subjetiva de si España está en contra o no, ella en realidad se la suda como ya explico. Yo por mi parte, sería fan si no mataran al animal, se podría torear sin hacerle daño al pobre toro. Así que yo estoy en contra, duh.

Hemos llegado a las quinientas lecturas ya y WoW. No sé qué decir sólo que muchas gracias y esas mierdas.

Si quieren un especial, pueden pedirlo. Es más, lo dejo a vuestra elección y podéis pedir lo que queráis. Más porno feo, datos curiosos, capítulo extra, lo que queráis. Porque eso será para vosotros como lectores y todo para agradeceros. O sea, si tenéis alguna idea me decís y yo os la doy.

Puede que el capítulo del miércoles llegue tarde porque tengo exámenes. En caso de que no llegue, el jueves y el viernes puede haber publicación. Estamos llegando a un punto de inflexión en estos arcos que es que no puedo asdfj.

¡Oh! Hace un tiempo dije que enseñaría los diseños de los nenes. Hice a nuestras dos chicas porque soy algo incapaz de dibujar hombres y no me he puesto con el de Reino Unido. Os enseño en otra historia.

Pd. Otro capítulo que se sube a la madrugada española porque sigo despierta. Y debería estudiar filosofía pero es tan aburrido que jajsjsjs.

Stay Cheki Breki my dudes.

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