Capítulo 6
"Conociendo"
A la mañana siguiente, el trío de países despertó más tarde de lo que habían previsto. Pensaban despertarse a las nueve de la mañana, otra vez, para así llegar antes de la comida a Oviedo y tener tiempo de sobra para los posibles problemas que podían surgir en el camino. El problema es que cuando se despertaron, escucharon el sonido de las gotas de lluvia golpear contra la furgoneta.
La lluvia no hubiera supuesto un problema si los tres pudieran cambiarse en la misma sala, pero la española seguía sintiendo demasiada vergüenza, y no era la única. Así que prefirieron acurrucarse un rato más entre las mantas. España era abrazada por el dúo extranjero, estando en el centro. No es que pusiera pegas, la estaban abrazando sus amores de toda la vida y hacía un frío muy molesto que sólo conseguía que se acurruquen más.
Pasaron así una hora, una hora donde hablaron, se dieron mimos inocentes y no mucho más. Cuándo escucharon que la lluvia había parado, España fue la primera en salir para dejar a aquellos dos cambiarse y asearse. Aprovechó para llamar a Asturias y decirle que llegaría un poco más tarde de lo previsto. Una vez que terminaron, pasó ella a cambiarse y los tres emprendieron de nuevo su viaje.
Habían hecho un par de paradas antes. Cuando llegaron a un pueblo con pinta de grande, aprovecharon para desayunar en paz y en armonía, sacar algo de dinero del banco y responder unas llamadas. España sólo tenía alguna perdida de Madrid, que quería saber si estaba bien y asegurarse de que se estaba cuidando. La francesa y el inglés tenían llamadas de sus hijos norteamericanos, los que preguntaban si estaban ocupados por un par de cosas. Dejaron claro muy rápido que estarían un par de semanas ocupados y que no los molestaran. Y después de desayunar, prosiguieron con la travesía.
A diferencia de ayer, no había comenzado ninguna discusión estúpida. España iba recargada en el hombro del inglés, tarareando las canciones que emitían por la radio. Francia era la que llevaba el volante y mientras Reino Unido se dedicaba a pasar sus manos por los tirabuzones que se formaban en la cabellera pelirroja, cada vez más ondulada por la humedad de la zona. Todo era realmente tranquilo, un ambiente agradable que ninguno de los tres quería romper.
La española estaba realmente distraída cantando. Casi todos los países tenían buenas voces para cantar, sólo había un par de excepciones, pero para la francoparlante y en anglosajón, la voz de España era una de las mejores. No lo pensaban sólo porque, al final de cuentas, estaban enamorados de ellas, sino porque estaba reconocido que tenía una de las mejores voces entre los países, y de su tierra siempre habían salido grandes artistas.
Y eso le gustaba también de su amada, la variedad de estilos y canciones que podía interpretar. No hacía ninguna distinción, ni si era rock, pop, música latina o incluso requetón y trap. Lo único que le importaba era que todo aquello era música. Incluso si las canciones que sonaban por la radio estaban en inglés o en otro idioma, la pelirroja seguía envolviendo a los dos países con su melodiosa voz.
Todo era bastante relajado, hasta que una canción empezó a sonar. La canción con la que se presentó la española en el 2019. Los dos países extranjeros, empezaron a cantar también, algo que sorprendió a la de habla castellana. - Wow, ¿y mis doce puntos por esta obra de arte guapos? Los quiero aquí ahora mismo hijos de puta.
- Langue, princesse. (Lenguaje princesa.) - Dijo Francia, intentando aún corregir el mal lenguaje de la española.
- You know that we are not the ones who give the votes, my lady. (Sabes que nosotros no somos los que damos los votos, mi señora.) - Respondió el inglés, poniendo la radio un poco más baja. - Also, as far as I know, you weren't last. Not like me. (Además, que yo sepa no quedaste de última. No como yo.)
- A ver cariño, es que hablando en términos, tu candidatura era muy 2015, ¿me captas? Yo al menos me monté una fiesta. ¡Que os vi haciendo una conga! Poco punto pero bien que os lo pasasteis de puta madre. - Protestó la pelirroja, mirando de reojo a sus dos acompañantes, fingiendo indignación.
-Ne soyez pas en colère princesse, vous gagnerez un an. (No te enfades princesa, ya ganarás algún año.) - Respondió Francia, quitándole peso al asunto. - Mais je suis d'accord avec toi. Chérie, même ta fille Australie a fait un show incroyable. (Pero concuerdo contigo. Cariño, hasta tu hija Australia hizo un espectáculo increíble.)
El inglés refunfuñó un poco y escondió su cara de enfado en el cabello de la pelirroja, causando la risa de las dos mujeres del vehículo.
- ¿Por qué Australia participa en el concurso si ni siquiera es europea? ¿Soy la única que se perdió esa reunión al parecer? Porque yo no lo entiendo todavía.
- We could also ask that with Israel. I guess we just invited them and they never left ... Although you know I should have won years ago? (También podíamos preguntarnos eso con Israel. Supongo que simplemente los invitamos y no se fueron jamás... ¿Aunque sabes que debería haber ganado hace años?)
- No, sorpréndeme.
- We could say that your rooster was ahead of its time. (Podríamos decir que tú gallo fue un adelantado a su tiempo.)
España escondió su rostro entre sus manos, intentando no recordar aquel momento que hizo a su país Trendic Topic en el 2017. Casi se muere de vergüenza en la gala, junto a los demás países que estaban viendo su actuación.
- Mira que eres malo hijo de puta. Yo no estaba a favor de esa puta mierda. Y ahí fuimos, porque mis habitantes no saben elegir nunca. Recuerdo a Portugal a mi lado descojonándose de mi cara. Estuvisteis todos tres semanas haciendo chistes sobre eso, ¡incluso los americanos empezaron con chistes! Fue una puta mierda.
Los otros dos se rieron un poco. No iban a negar que ellos también participaron en las normas del valle español en Eurovisión 2017. Después el anglosajón abrazó a la española, intentando darle apoyo.
- Come on my lady. We have all had bad performances. We can always laugh at Germany with his "Sorry Germany, zero points". (Vamos mi señora. Todos hemos tenido malas actuaciones. Siempre nos podremos reír de Alemania con su "Lo siento Alemania, cero puntos".)
Eso consiguió que la de cabellos rojizos se animara un poco, se acurrucó en el pecho del inglés, para animarse a seguir cantando. Y otra vez la furgoneta se sumió en ese silencio, silencio que sólo era interrumpido por el ruido del motor y de la voz dulce de la española.
Incluso ahora los otros dos se animaron a cantar con ella. Y así continuaron gran parte del trayecto que les quedaba, cantando al compás, sin que nada más les preocupara. Sólo eran ellos tres y sinceramente no necesitaban nada más en ese momento.
✷✷
Después de un par de horas, el grupo llegó a Oviedo. Asturias era, como otro conjunto de comunidades, uniprovincial. Eso significaba que era él sólo a cargo del Principado. Por si fuera poco, Asturias era como el padre de todas las comunidades autónomas, lo que lo convertía en una especie de abuelo para España. Era un hombre tranquilo y relajado, lejos de aquella actitud activa y sarcástica de la gallega. Disfrutaba de hablar de sus antiguas batallas, especialmente del inicio de la reconquista contra los moros, de hacer cuchillos y otras cosas de metal, no por algo era la tierra de los herreros, y por último de beber sidra.
Realmente era como un abuelito para España. Mientras conducían por la ciudad buscando donde aparcar, la española aprovechaba para contarles cómo había sido su corta infancia junto con Asturias, porque era con quién su madre, la antigua corona de Castilla, lo dejaba mientras ella atendía asuntos de la guerra. Cuando ella no era aún más que una mera unión de dos coronas y no tenía muy claro qué era lo que debía hacer.
Después de encontrar sitio en un parking, los tres empezaron a recorrer juntos la antigua ciudad minera. Donde hacía años el carbón de las máquinas dejaba una nube de carbón que acababa dejando los coches totalmente negros y la ropa llena de cenizas y suciedad. Ahora era todo lo contrario, lo único que pasaba es que no paraba de llover. Consiguieron comprar un paraguas en un bazar, algo que España denominó como "el chino de confianza" y fueron dirección a la catedral de la ciudad. Una construcción gótica, donde habían quedado con la comunidad autónoma.
Por cierto, estaban llegando tarde. Y aunque los dos extranjeros parecían bastante angustiados con ese tema de la puntualidad, la española parecía no darle importancia. Porque no era como si llegase tarde a todos los lugares donde iba. Sólo se estaban retrasando unos minutos, nada más. Cuando llegaron a la iglesia, el pequeño territorio los saludó desde lejos, y poco le importó a la pelirroja la lluvia y el poder resbalar, porque salió corriendo a por su "yayo".
- ¡Asturias! - Los dos se fundieron en un abrazo, donde la más alta levantó a su territorio y empezó a dar vueltas bajo la lluvia. - Te he echado de menos.
- Pero si nos vimos hace unas semanas por los premios "Princesa de Asturias" pequeña.
Tras responder la rojigualda lo volvió a dejar en el suelo. Si España medía 1 '69, el otro a duras penas supera el metro cincuenta y cinco. Resultaba siempre curioso ver a España siendo más alta que sus comunidades, pero actuando como la niña pequeña de todas ellas. Era otra cosa que enterneció al matrimonio, que había llegado hasta los dos familiares.
- Pero eso es mucho tiempo. ¡Oh! Reino Unido, Francia, este es el Principado de Asturias, Asturias para todo el mundo. Y bueno, viceversa, Asturias ellos son Francia y Reino Unido, unos buenos amigos míos.
Aish, amigos, y por desgracia sólo eso, amigos. Esas palabras resultaron dolorosas para los tres, pero se concentraron en no hacer visible ese malestar.
Aún así, Reino Unido se dió la mano con la comunidad autónoma y Francia le dió los dos besos clásicos para saludarse. Después, los cuatro pasearon por la ciudad, respondiendo las preguntas que el territorio tenía para ellos. Todo sobre esa idea de viajar, de la que no estaba él muy seguro. Cuando se sentaron dentro de un bar para comer, eran las dos de la tarde, empezó el verdadero espectáculo.
- Llámome Galicia fai unes hores pa cuntame esa idea to. Sobre lo de percorrer tol to territoriu y eso.
(Me llamo Galicia hace unas horas para contarme esa idea tuya. Sobre lo de recorrer todo tu territorio y eso.)
- Bueno, tengo que decir que fue algo muy espontáneo. Pero, creo que es una de mis mejores ideas, ¿no te parece?
Se habían sentado el trío junto en el banco pegado a la pared, y mientras el territorio más viejo enfrente de ellos. El matrimonio estaba de acuerdo con su España y pensaban que esa había sido una gran idea, temeraria, pero una gran idea.
- Bueno...
La duda en la voz del asturiano alertó a la pelirroja, que sintió como su cuerpo se tensaba en un segundo. Francia notó eso y, por debajo de la mesa, tomó la mano de la española, intentando calmarla.
- ¿Cómo que bueno? Pero, es una gran idea. Puedo ir visitando a todos, que ya apenas nos vemos, ¿no crees que eso es algo bueno?
- Mira fía mio, encántame que quieras venir visitanos y que tengas tantes ganes de dar vueltes pero, ¿nun crees que tas desoyendo les tos responsabilidaes como país? (Mira hija mía, me encanta que quieras venir a visitarnos y que tengas tantas ganas de dar vueltas pero, ¿no crees que estás desatendiendo tus responsabilidades como país?)
- ¿Mis qué?
- Excuse me, sir, but I think Spain knows very well how to do her things. (Perdone que me meta señor, pero creo que España sabe muy bien cómo hacer sus cosas.) - Intervino el inglés, pasando a sujetar la otra mano de la española, ¿pero quién se creía que era para dudar de eso? España estaba en su derecho de hacer lo que quisiera
- Mire mocín, yo nun dixi que nun sepa cómo faer les coses. Dixi que nun tendríes de dexar les tos xeres como país que yes según asina. (Mire jovencito, yo no he dicho que no sepa cómo hacer las cosas. He dicho que no deberías dejar tus tareas como país que eres así como así.)
- Pero Asturias, yo necesitaba hacer esto. ¿Acaso no te alegras de verme?
¿No podía entender lo necesario que era para ella hacer esto? ¿Acaso no le habían hablado de sus problemas? Si él supiera eso, estaba claro que entendería que quisiera salir de esa rutina. Y la cosa es que sí, Asturias sabía eso, pero no pensaba que era para tanto.
- Claro que m'allegro, pero primeru ta'l to trabayu y les tos xeres como país. Nun puedes a cencielles dexar les tos responsabilidaes ensin faer pa dar vueltes pola península, que yá tienes una edá y tendríes de portate como tal. (Claro que me alegro, pero primero está tu trabajo y tus tareas como país. No puedes simplemente dejar tus responsabilidades sin hacer para dar vueltas por la península, que ya tienes una edad y deberías comportarte como tal.)
- Pero, güelu (Pero, abuelo...)
- Nada de peros, la mio pequeña (Nada de peros, mi pequeña.) - España suspiró y dejó de mirar al asturiano, para no soportar su mirada que parecía juzgarla como a una niña pequeña. - Sé que vas faer lo que quieras a la fin, siempres lo faes. Namá creo que tendríes de pensar más nel bien de la to xente que nel tuyu. Yes un país, y tienes d'actuar como xuno. (Sé que vas a hacer lo que quieras al final, siempre lo haces. Sólo creo que deberías pensar más en el bien de tu gente que en el tuyo. Eres un país, y debes actuar como uno.)
Algo decaída, España apartó la vista del que consideraba su abuelo y se quedó mirando su plato aún sin comida. Francia y Reino Unido se miraron con preocupación, sin saber cómo ayudar o meterse en un tema familiar del que ellos no formaban parte. Porque si fuera por ellos, estarían encantados de decirle a ese señor que se no era quién para decirle que hacer a España, porque sólo era un territorio y ya. Pero no tenían el valor, sólo podían callar y tomar con más fuerza las manos de su enamorada.
- Y nun hai más que falar. A lo último vamos pidir para comer digo yo. Va encantar la fabada asturiana. Dempués d'esto nun vais querer volver comer otra cosa. (Y no hay más que hablar. En fin, pediremos para comer digo yo. Os va a encantar la fabada asturiana. Después de esto no querréis volver a comer otra cosa.)
Y dando el tema por finalizado, todos los de la mesa empezaron a comer. Con un silencio incómodo en el aire que el de habla asturiana parecía querer ignorar. Porque para él, como primer reino de todos los que vinieron después, lo importante era el trabajo. Y España era a sus ojos, alguien maravillosa pero que prefería perder su tiempo en estupideces.
Porque ella debía comportarse como tal.
¿Verdad?
✷✷
Horas después, habían abandonado la capital asturiana. Después de la comida, sólo pasaron un rato más con Asturias y España le dijo que tenían que irse ya, que pensaba visitar Covadonga antes de seguir hacia Cantabria. La despedida quedó muy lejos de lo afectivo y amoroso que fue el reencuentro del país y la comunidad. La española apenas se despidió con un beso en la mejilla y esperó a que los otros también se despidieran.
Después de eso, España pasó mucho rato en silencio. Ella no era una persona de permanecer callada, incluso, ¡odiaba estar callada! Le gustaba hablar y conversar. Pero durante todo el trayecto hacia el lugar turístico, apenas dijo alguna palabra. Se conformó con al entrar en el coche, apoyarse en el hombro de Francia y mirar por la ventana. Ni molestó a Reino Unido, quién llevaba el volante, ni cantó ni nada, sólo se mantuvo con la vista perdida en el cristal del vehículo.
Obviamente el inglés y la francesa se preocuparon. La última vez que vieron a una España decaída fue aquella vez en la cafetería de Bélgica. Intentaron hacerle sonreír, iban hablando animadamente para que ella también quisiera meterse, pero lo único que hizo fue sonreír un poco y volver a esa expresión sobria y fría. Estaban empezando a desesperarse cuando llegaron a su destino y los tres bajaron del vehículo.
¿Qué iban a visitar? La basílica del lugar, que no era más que una cueva donde había una estatua de la Virgen de Covadonga. En esa santa cueva se decía tener enterrados al rey Pelayo, el primer rey de Asturias y quién empezó la reconquista allí mismo, y a otro rey español. Lugar de culto y de patrimonio histórico. Los tres paseaban por el recinto dirección la ermita.
Incluso se habían pasado a comprar unas velas. La española, aún algo descontenta, les explicó que se debían poner en la cueva para desearle cosas buenas a sus familiares. Dejaron sus velas junto a las demás y después bajaron hasta debajo de la cueva, donde había un manantial de agua y un lago, donde se encontraba una fuente con siete caños. Reino Unido sintió curiosidad por la fuente, tiró del hombro a España para señalar ese lugar.
- Why are people walking towards that source? Wouldn't it be easier for them to buy a bottle? (¿Por qué hay gente caminando hacia esa fuente? ¿No les sería más fácil comprar una botella?)
- No tonto, eso es la fuente de los siete caños.
- La source de quoi? (¿La fuente de qué?) - Preguntó la francesa, también interesada por el tema.
- De los siete caños. Es una fuente que tiene "poderes amorosos". La leyenda cuenta que las damas que beban de los siete caños al año deberían estar casadas. O algo así. Es sólo una leyen... - Antes de que pudiera seguir hablando, los dos países la tomaron de las manos, dirección hasta ahí. - Oh no, no. Ni se os ocurra.
- Why not? It 's just a legend, it could be fun. (¿Por qué no? Sólo es una leyenda, podría ser divertido.)
- Et ça pourrait même être vrai, tu ne penses pas que c'est romantique? (E incluso podría ser cierta, ¿no te parece romántico?)
Incluso la francesa quería hacerlo, porque si era realidad tal vez podría casarse con España, todo había que probarlo.
- No, me parece una tontería. No creo que esa cosa funcione. Nadie querría estar con un país irresponsable como yo. - Dijo la española, soltándose del agarre de sus acompañantes. Se cruzó de brazos mientras volvía a mirar al suelo. - Es imposible que alguien quiera estar con un país irresponsable que deja sus responsabilidades sin atender sólo por estar jugando.
- Princesse, tu n'es pas ça. Tu és un bon pays ... (Princesa, tú no eres eso. Eres un buen país...) - Francia intentó tomar la mano de la pelirroja, pero esta se echó para atrás. Se estaba poniendo a llorar, podía notar como las lágrimas querían escaparse de su ojo. Sin que los otros tuvieran tiempo a decirle algo, la española salió corriendo de allí. - L'Espagne revient ici! (¡España vuelve aquí!)
Los escuchaba gritar su nombre, pidiendo que volviera. Incluso pudo escuchar como Reino Unido salía corriendo detrás suya, pero ella era mucho más rápida. Bajó todo lo que pudo, hasta que llegó a la ribera de un riachuelo donde había unos bancos entre los árboles. Se metió entre ellos y se escondió detrás de los árboles.
Era una estúpida. Se sentía como una estúpida. Seguramente Asturias tenía razón y ella sólo estaba dejando atrás sus obligaciones. Porque eso era, ¿verdad? España era la tierra de los vagos que sólo sabían dormir la siesta y nada más. Ella era eso, una vaga e inmadura que no sabía controlar sus emociones y su propio país.
Se deslizó por el tronco del árbol, donde cayó al suelo y se hizo una pequeña bolita. Comenzó a llorar, intentó tapar su ojo bueno para que dejase de brotar aquellas asquerosas lágrimas, pero le era imposible. Cuanto más lo intentaba, más lágrimas aparecían y peor se sentía. Porque era un desastre sin remedio y todos lo sabían. Por eso nadie la podría amar nunca, por eso estaba sola.
Incluso las únicas personas que había amado, y que seguía amando tenían a otra persona que amar.
Ella era el problema.
Antes de que su ataque de pánico fuera a más, el taconeo de la francesa la alertó. Intentó parar de llorar y quedarse en silencio, para que ni ella ni Reino Unido la encontrasen así, siendo tan patética. No lo consiguió, Francia no tardó mucho en encontrarla e ir junto a ella, seguida del inglés.
Los notó a su lado, como se agachaban. No los quería ver, se escondió más en sí misma, deseando desaparecer mientras seguía llorando sin remedio. - Espagne, regarde moi s'il te plait (España, mírame por favor.)
- No puedo Francia, no puedo dejar que me miréis así. Soy patética y... - No pudo seguir hablando porque la voz del inglés la interrumpió.
- You are not pathetic! You are a strong, struggling and hardworking woman. And you shouldn't let what they tell you affect you, can't you see how important you are? How important you are to us ... (¡No eres patética! Eres una mujer fuerte, luchadora y trabajadora. Y no deberías dejar que lo que te digan te afecte, ¿no puedes ver lo importante que eres? Lo importante que eres para nosotros...) - Sintió como Reino Unido la envolvía en un abrazo. - Spain, look at me please ... Look at us ... (España, mírame por favor... Míranos...)
España levantó despacio su vista para encontrarse con el rostro azul del inglés. El como este también tenía lágrimas traidoras cruzando por su rostro. Observó de reojo como Francia estaba también igual. A ambos les mataba ver así a la española, no podían tolerarlo.
- I want you to put it in your head. You're the best. You are the most beautiful woman that the two know us, like all the things I said before. And I want you to believe it at once. Only you knows what is the best for yourself, only you. (Quiero que lo metas en tu cabeza. Eres la mejor. Eres la mujer más hermosa que los dos conócenos, al igual que todas las cosas que dije antes. Y quiero que te lo creas de una vez. Sólo tú sabes lo que es mejor para ti.)
La pelirroja simplemente se abalanzó sobre el inglés. Ambos cayeron al césped, quedaron abrazados, España llorando sin poder parar sobre Reino Unido. Francia miraba la escena apoyada en el árbol, hasta que se sentó al lado de los otros dos y acarició la cabeza de la pelirroja. - C'est ... Pleure tout ce que tu veux ... On ne va pas te juger ... (Eso es... Llora todo lo que quieras... Nosotros no te vamos a juzgar...) - Dijo para después besar la cabeza de España.
La pelirroja una vez se calmó, dejó que ambos se sentaran para abrazar con más cuidado al inglés, dejando un beso en la mejilla de este. Un beso lleno de cariño y de sentimientos. También hizo en la mejilla de la francesa. El matrimonio como respuesta dejaron ambos un beso en las mejillas de la castellana. Se quedaron unos minutos en calma, sin que nadie los interrumpiera. Fue la española la que los tomó de las manos y les dijo, "¿no querían probar esa fuente?"
Y ahí fueron los tres, tomados de la mano. Protegiéndose mutuamente porque se amaban. Aunque no lo hubieran dicho todavía.
Datos:
• Este capítulo es el final de la maratón de capítulos que hemos tenido en esta semana. Decidí darme un descanso y hacer un periodo de actualizaciones, porque creo que no es normal actualizar con tanta frecuencia.
• Dicho esto, seguramente lo que haga sea actualizar los lunes, los miércoles y los viernes. Los fin de semanas serán especiales y ya decidiré que hacer. No es seguro que este horario se cumpla, pero se intentará.
• Oh, este capítulo es el del lunes. Lo estoy publicando a las doce hora española. Eso significa que es lunes por acá.
• Esto del horario será maravilloso para mí, podré escribir entre días y no parecerá que estoy puta loca actualizando tan seguido.
• Cuestión de apodos. Reino Unido se refiere a Francia como "cariño" y a España como "my lady". Francia, por su parte, también llama a Reino Unido "cariño", pero a la española la llama "princesa".
• No sé hablar Asturiano. En general, todo lo que no se habla en español lo traduzco por traductores. Lo hago porque así cuando leo voy haciendo fandub y me divierto. La escritora se puede permitir caprichos.
• Hablando de Asturias, decidí ponerlo como un puto Boomer porque tengo familia en Asturias y ellos son, eh, unos Boomers. Pero que sepáis que amo Asturias y es muy bonita. <3
• Hablando de Eurovisión, España siempre protesta de que nunca le dan votos. Se siente estafada.
• Detalle, nunca veremos a España conduciendo. Sólo puede ver por su ojo izquierdo, por el parche. Por eso no se sentará nunca en el medio en la furgoneta, because no vería a quien conduce.
Como siempre, espero que les guste este capítulo. Este cuento lo empecé porque quería escribir sobre esta pareja y me sorprendió ver a gente siguiendo esta historia.
Escribo tan rápido porque me divierto haciéndolo, amo escribir y ahora más porque esta es mi OT3. Sólo lamento no saber dibujar bien porque me gustaría traerles dibujos de escenas que yo misma me emocioné al escribirlas.
Y por vosotros. Porque amo conversar con vosotros en los comentarios y me encanta ver qué hace feliz a la gente con esta tonta historia.
En el anterior capítulo alcanzamos las 300 lecturas, y sólo puedo decir, ¡gracias! Me habéis hecho muy feliz y no sé cómo poder agradecer todo esto. Ya vamos camino a las 500 y no sé si hacer algún especial por eso. Ya veré qué hago.
Sólo puedo desear que consiga sacaros una sonrisa cada vez que veáis que he actualizado. Con saber qué hace feliz a una persona, me llega y me sobra.
Dicho esto, ¡nos vemos en la siguiente actualización!
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