Capítulo 15
"And now we're falling apart"
En contraposición a la primera vez que ambos viajaron solos en tren, esta vez no tuvieron ningún sobresalto. El matrimonio llegó a Toledo sobre las tres de la tarde. Pudieron un taxi, que los llevó a la dirección que la valenciana les apuntó en un papel. Así, llegaron sobre las cinco a la casa de campo de la castellana.
Ellos no sabían que hacía una hora atrás España se fue en el coche de Castilla acompañada de Cuenca y Toledo al centro comercial de la ciudad. Ahora mismo lo más probable es que estuviera dentro de una tienda probándose ropa, mucha ropa, de la cual seguramente no se llevaría ni la mitad, pero era tan adictivo hacer eso.
El matrimonio lucía cansado, no físicamente hablando. Estaba claro que toda la situación les estaba pasando factura, que aquello ya empezaba a ser agotador. Y aún seguían manteniéndose fuertes, dándose energía y esperanzas el uno al otro para que no decayeran en la tristeza. Habían llegado a la casa de Castilla. Habían venido a buscar a su princesa y tenían claro que querían irse con ella.
Pues bueno, su princesa estaba en otro castillo.
Ambos, tomados de la mano, timbraron a la puerta. Esperaron unos segundos que se hicieron horas, hasta que la comunidad les abriera la puerta. Se lo debieron imaginar, debieron recordar que no iban a ver sólo a España, iban a ver a su madre. Y tal vez conocer a la suegra en estas circunstancias no era la fantasía de todos.
Aún así, Castilla la Mancha los recibió con una sonrisa. Los invitó a pasar y que sentasen en el sofá mientras ella iba a buscar algo de beber y comer, que seguramente no habían probado bocado desde la hora de la comida. Ellos, nerviosos, mostraron una impoluta obediencia a cosas que sólo eran por mera amabilidad. Y una cosa, Castilla no se equivocaba porque los dos devoraron un plato de churros con chocolate más rápido que la velocidad del sonido.
Y mientras ellos comían, Castilla iba hablando de sus cosas. Que si los churros eran caseros, si que el chocolate está muy caro. Básicamente intentaba ganarse su confianza, mantenerlos tranquilos y en calma para después hablar de forma seria y sincera como personas adultas que todos eran. Y estaba funcionando porque cuando acabaron aquel chocolate caliente sentían un gran desasosiego dentro de ellos.
- Ya veo que teníais hambre, ¿eh? Espero que no vos habríais llenado mucho que dentro de un rato es la cena.
Castilla recogió la vajilla sucia. Tras eso, se sentó en el sillón, quedando justo frente a ellos. Con calma y serenidad, les hablaba mientras miraba los cuadros de las paredes.
- Pongámonos algo más serios ahora que tenemos el estómago lleno. Sé lo que ha pasado. No, España no está aquí. No, tampoco podéis avisarla. Primero podemos hablar nosotros.
- Well, yes ... Look Castilla, we love Spain and we want to make it happy at all costs. We would not like you to be against this. And it cannot take Spain away from us. (Bueno, sí... Mire Castilla, nosotros amamos a España y queremos hacerla feliz cueste lo que cueste. No nos gustaría que usted estuviera en contra de esto. Y no puede alejar a España de nosotros.)
- Oh. Pero si no lo estoy. Yo estoy más que feliz de que améis a mi pequeña.
- Wait ... And why can't we warn her? (Espera... ¿Y por qué no podemos avisarla?)
- Porque ella necesita tranquilizarse. Tanto como vosotros necesitáis tranquilizaros. Imagino que han sido dos noches duras, ¿verdad?
- Vous n'en avez aucune idée, madame. Hier, nous étions vraiment heureux d'apprendre que Cuenca l'avait retrouvée. Nous ... nous ne pouvions pas imaginer ce que nous ferions si elle avait disparu ... (No tiene ni idea señora. Ayer estuvimos realmente felices al escuchar que Cuenca la encontró. Nosotros... no podíamos imaginarnos que haríamos si ella hubiera desaparecido... )
- Lo sé Francia, lo sé. Han sido dos noches horribles para vosotros. Y necesito que estéis calmados para cuando llegue España. Los tres, que estéis calmados y que penséis en frío, porque veo que pensar en caliente no es vuestro fuerte. Así que, hablemos.
Y hablaron. Castilla hacía como de asesora, escuchando como hablaban del miedo que habían tenido, cómo se sentían tras aquella situación. Sobre todo hablaron de España. Hablaron sobre cómo querían ayudarla, aunque les costase. Se centraron en ese problema que los tres sabían que tenía la marca hispánica. Tenían claro que querían ayudarla a pasar todo aquello, esa fue la causa principal que los llevó a ambos a querer acercarse más a ella, cuando la vieron llorar en aquella cafetería en Bélgica hace ya más de un mes.
Porque al inglés y a la francesa no había cosa que más le dolía el ver cómo España se hacía daño a sí misma y que ellos no pudieran impedirlo. Lo vieron cuando ella se auto insultaba tomando el café, llamándose un país de tercera y el hazmerreír de Europa. Impidieron que empeorara aquella tarde en las cuevas asturianas, porque ella aseguraba que era una inmadura y que no podía ser un buen país. Joder, incluso el día donde los tres se dieron su primer beso todo fue a causa de que España se sintiera culpable de la herida de su ojo y la veía como una maldición que sólo le trajo desgracias, una herida de la que no era culpable.
Y en todas esas veces España evitó tratar el tema, tocarlo. No fue hasta que explotó que confesó las cosas. Y no querían eso, querían que pudiera hablar de esos temas, que creyera en sí misma y que no se sintiera culpable. No querían que explotara, que sus sonrisas fueran mentiras para no mostrar lo verdaderamente jodida que estaba por dentro. Querían que dejase de evitar eso, y para eso sabían que tendrían que ayudarla.
Claro ellos querían. Y fue algo que se le quedó claro a Castilla mientras hablaban. Ella analizaba como sus miradas brillaban cuando hablaban las maravillas de su hija, y se ensombrecían cuando tocaban los temas de ansiedad y depresión que la ibérica se empeñaba en ocultar. Y la madre lo supo perfectamente, ellos estaban locamente enamorados de su hija. Y también sabía que su hija estaba locamente enamorada de ellos.
Le quedó claro que los tres se necesitaban. España misma se lo había dicho, ella los necesitaba porque los amaba.
"Eso sí, son bastante ciegos para no ver las cosas a simple vista. He necesitado un minuto para darme cuenta que se quieren y estuvieron semanas para confesarse. En mis tiempos las cosas eran más sencillas."
...
España y las otras dos provincias regresaron a casa sobre las ocho de la tarde. A parte de comprarse ropa, habían aprovechado para comer algo en un McDonald's para merendar, donde obviamente tuvo que sacar el tema de porqué era un sacrilegio que la magdalena de ese sitio no se llamase en su país McDalena. Estaba claro que la gente no sabía de marketing cuando le pusieron McMuffin.
Dejando de lado el porqué los publicistas de esa franquicia en España son el claro ejemplo de cómo no hacer una campaña publicitaria, la ibérica se compró unos trapos muy bonitos. Un mono negro con rayas blancas, un jersey y muchas, y cuando digo muchas es que son muchas, cosas como mantas, esponjas, botellas de agua, trapalladas del Primark. También se traía de vuelta el juguete del Happy Metal que ella se pidió.
Entró con una sonrisa en su casa, con las ideas más despejadas y claras. Estaba dispuesta a arreglar los problemas y hacerlos frente, y esta vez de verdad. Lo primero que haría al llegar a su casa sería buscar a su madre, reclamarle su móvil y ponerse en contacto con el inglés y la francesa, para arreglar lo más rápido todo aquello. No, no quería y no podía perderlos. Y pensaba luchar para que eso no pasase.
Dejó las bolsas tiradas de cualquier manera en la entrada, y se aventuró a entrar en el salón gritando por la casa sus intenciones.
- ¡Mama! ¿Puedes decirme dónde dejaste mi móvil? Necesito llamarlos de una santa vez, seguro que están preocupados. Y no quiero que lo estén. Así que, ¿mi móv-? Oh. Estáis aquí.
Obviamente, ahí estaban la francesa y el inglés, compartiendo una taza café con Castilla. Además, en sus manos la comunidad tenía un álbum lleno de retratos e imágenes de cuando España era una unión pequeña. Los gritos los habían alertado, dejando las tazas en la mesilla y se tomaron de la mano, observando a aquella mujer que los traía locos y que tanto amaban.
Durante unos segundos el mundo no fue nada más que ellos. Las miradas lo decían todo, decían lo mucho que se querían, decían lo mucho que se habían echado de menos aunque sólo hubieran pasado dos días, decían las ganas que tenían los tres de acabar con esto y fundirse en un abrazo.
Castilla se levantó de su sillón, recogió la bandeja con los cafés y simplemente dijo que los dejaría un rato a solas. Se fue, cerrando la puerta de cristal. Y ahora sólo eran ellos tres otra vez, sin nadie más a su alrededor para interrumpirlos.
España procuraba no ponerse a llorar, pero le estaba siendo difícil. Las lágrimas se deslizaban por su ojo bueno, mientras que sus piernas habían empezado a temblar. Dió buen par de pasos hacia delante, hasta quedar enfrente del sofá.
- Lo siento. Lo siento mucho. Todo esto es mi culpa. No debería haber pasado nada de esto.
- Ma princesse non, ce n'est pas seulement ta faute. C'est aussi la nôtre et- (Mi princesa no, no es sólo tú culpa. También es la nuestra y-)
- No Francia, déjame hablar. Durante toda mi puta vida me he dedicado a escapar de mis problemas, a evitarlos, a olvidarme de ellos. Y vosotros, vosotros no habéis hecho nada malo, soy yo la que ha tenido el problema y sólo intentabais ayudarme, pero yo como siempre hice lo que mejor sé, evitar y negar la ayuda fingiendo.
- Spain, my lady ... (España, mi señora...)
- Calla coño que estoy hablando. Y toda mi puta vida no he querido pedir ayuda porque no quería que me vieran como soy realmente: débil, insegura, con problemas depresivos. Pero no, no quiero eso. Quiero acabar con esos problemas, me gustaría acabar con ellos y dar un paso adelante, probarme que puedo ser alguien fuerte e independiente. Lo único que he hecho ha sido evitarlos e ignorarlos, pensando que era lo mejor. Gracias a esa puta mierda estamos así, porque he herido a las dos personas que más amo en este mundo.
España caminó un poco más, ahora estaba pegada al sofá, pero no se atrevía a sentarse con ellos, no después de el daño que les había causado. Simplemente se quedó de pie y continuó hablando.
- Pero, sé que cambiar cuesta, que va a ser difícil. No quiero que vosotros estéis ahí cuando no pueda más y recaiga, no me gustaría obligaros a tener que cuidarme. Pero soy egoísta, soy una puta egoísta que os ama. Me dan igual mis problemas, me da igual el mundo, me importaría bien poco quedarme arruinada, quedarme en una deuda perpetua con todos los países, me da igual cualquier cosa porque lo único que quiero es que estéis a mi lado. Aunque podáis pasarlo mal por mis problemas... sólo quiero que cada mañana al despertarme seamos los tres... que cada jodida noche seamos los tres...
- Spain/Espagne... (España...)
- Y sé que no merezco eso. Después de esto no lo merezco. Pero, ¿qué más me da ahora sí es lo que merezco o no? Yo os quiero a vosotros. Os quiero, os amos, os necesito aunque no lo pueda merecer. Y hagáis lo que hagáis yo siempre... yo siempre os voy a seguir amando como el primer día, como siempre lo he hecho.
España se dejó caer, quedando de rodillas ante ellos. Y lo único que daba salido de sus labios eran disculpas, pedía perdón, perdón por el daño, por ser una imbécil, perdón por hacerles pasar todo esto. Sentía vergüenza de hacerlos pasar todas las cosas que habían pasado, tantas que se arrodillaba ante ellos porque no podía verse ahora como su igual. Y aún así quería que nunca la dejarán, que nunca la abandonasen. Se quitó el parche para que pudieran verla tal cual era, alguien rota y herida pero que los necesitaba como nosotros necesitamos el agua.
En medio de esa lloraría, Francia dejó de estar sentada en el sofá para ir al suelo. Levantó la cabeza de la ibérica y ambas se miraron con tremendo cariño y arrepentimiento. Se estaban torturando a sí mismas. Francia, conmocionada, se abalanzó sobre la ibérica y ambas se fundieron en un abrazo tan necesitado.
- Idiot, nous n'allons pas partir. Peu nous importe ce que nous devons vivre. Dès le premier jour, tout ce que nous avons voulu, c'est voir ce beau sourire que vous avez sur votre visage, mais le vrai sourire. Celui où vos fossettes ressortent et vos belles dents regardent. Mon amour, ma princesse. Nous ne vous quitterons jamais. (Tonta, nosotros no nos vamos a ir. Nosotros nos da igual todo lo que tengamos que pasar. Desde el primer día lo único que hemos querido es ver esa sonrisa tan preciosa que tienes en tu rostro, pero la sonrisa de verdad. Esa el la que tus hoyuelos sobresalen y se ven tus hermosos dientes. Mi amor, mi princesa. No vamos a irnos nunca de tu lado.)
El llanto ascendió, mientras ambas mujeres lloraban como queriendo sacarse todas las lágrimas que habían dentro de ellas. A este momento, se le sumó Reino Unido, quien abrazó la espalda de la mediterránea.
- We will not leave you, we will help you, we will be with you no matter what happens. The three of us will be together. The three of us are not a crowd, but enough. We are enough and we need each other, Do you think we could live without seeing your short red hair every day when you wake up? Or without your laughter. Without you, living without you would be living in hell. (No te vamos a dejar, vamos a ayudarte, vamos a estar contigo pase lo que pase. Estaremos los tres juntos. Los tres no somos multitud, sino suficientes. Somos suficientes y nos necesitamos, ¿acaso crees que nosotros podríamos vivir sin ver tú melena corta pelirroja todos los días al despertar? O sin tus risas. Sin tí, vivir sin tí sería vivir un infierno.)
España se separó la suficiente de Francia, aunque aún seguían abrazadas, para incluir completamente al inglés en aquel abrazo. Sin pensarlo dos veces, ella tomó el rostro del británico y besó sus labios, de una forma necesitaba para ambos. Era el beso de dos amantes que después de un largo tiempo se reencontraban. Sus besos con Reino Unido solían ser así, eran deseosos, llenos de intensidad y siempre llevados por las pasiones y necesidades del momento.
Tras separarse, después juntó sus labios con los de la francesa. Ella la besaba siempre con más de cuidado y delicadeza, como quien está acariciando una rosa roja, algo frágil que en cualquier momento puede romperse. Cuando se separaron, ambas apoyaron frente con frente mientras seguían llorando. Un par de lágrimas negras también salían por su ojo malo, pero ya no sentía vergüenza de este. Ya no le podía importar tan poco, porque estaba con las dos personas que amaba en este mundo.
Después de unos minutos, los tres estaban tumbados en el suelo del salón, abrazados como koalas. España en el medio era colmada de mimos y caricias por sus dos amantes. Era todo maravilloso.
Sólo había una cosa que resolver.
- Cosas preciosas una pregunta. ¿Esto significa que ahora estamos juntos como una pareja?
Con todo esto se les había olvidado aquella idea de pedirle el noviazgo de una forma romántica. Francia golpeó su frente con su mano mientras empezaba a lanzar maldiciones en francés. Reino Unido sólo suspiró con una sonrisa mientras que España miraba toda la situación con una mueca, sin llegar a comprender qué era lo que pasaba.
- ¿Estás bien preciosa?
- If it is. But since we arrived in your country, he's been making plans to surprise you, and all three have gone to hell sooner or later. (Sí, lo está. Pero desde que llegamos a tu país lleva haciendo planes para sorprenderte, y los tres se han ido a la mierda tarde o temprano.)
- Espera, ¿planes? ¿Acaso ya habías planeado lo sé irnos de viaje los tres?
- Non, bien au contraire. Nous allions à Madrid pour y faire des choses. Mais quand nous sommes arrivés, il s'avère que vous étiez parti pour la Galice il y a une heure. (No, todo lo contrario. Íbamos a ir a Madrid para hacer cosas ahí. Pero cuando llegamos resulta que te habías marchado a Galicia hacía una hora.)
- Oh dios, no me digas que erais esa reunión que le dije a Madrid que me podían comer el coño. No me lo creo.
- Well, we can still do it if you want. (Bueno, aún podemos hacerlo si quieres.)
- Estamos en el salón de casa de mi madre, como que no cariño.
- ... comment je disais. Vous êtes allé en Galice. Nous vous suivons et merci à votre tante qui a tout prévu pour que nous puissions vous accompagner. Nous devons beaucoup à son idée du camion, elle a même eu les roses! (...Cómo iba diciendo. Tú te fuiste a Galicia. Nosotros te seguimos y gracias a tu tía que planeó todo para que pudiéramos ir contigo. Le debemos mucho a su idea de la camioneta, ¡hasta las rosas las consiguió ella!)
- Vale, eso es una. ¿Las otras dos?
- In Barcelona we thought to ask you from the top of the Sagrada Familia. But, well we already know what happened. (En Barcelona pensábamos pedírtelo desde lo alto de la Sagrada Familia. Pero, bueno ya sabemos que pasó.)
- Oh... joder siento toda esa mierda. Os juro que me gustaría que no hubiera pasado nada de eso.
El inglés acarició la cabeza de España, tranquilizandola lo mejor que podía.
- Shh, darling. We know that was not your fault. It was something that happened and the past is past. Then it occurred to France to ask you today, but since we started talking and all that, we completely forgot. (Shh, cariño. Sabemos que eso no fue tu culpa. Fue algo que pasó y lo pasado, pasado está. Después a Francia se le ocurrió pedírtelo hoy, pero como empezamos a hablar y todo eso, se nos olvidó completamente.)
- Toutes mes idées en vain. Parfois, je ne sais pas ce que j'essaie. (Todas mis ideas en vano. A veces no se para que lo intento.)
- Shh, tranquila preciosa. Da igual ahora. Creo que no hace falta nada especial para decir que quiero estar con vosotros de una forma seria y formal.
España dejó de estar tumbada para sentarse. Los otros dos hicieron lo mismo y miraron de forma curiosa como la española andaba rebuscando en los bolsillos de sus vaqueros. Hizo un gesto de eureka y sacó de su mano tres anillos. Eran tres anillos bastante simplones que se había comprado justo hoy en el Bershka. Pero tal vez le servirían.
- No es que os vaya a pedir la mano, tampoco nos precipitemos guapos. Pero quiero que tengamos algo los tres. Quiero que cada vez que miremos este anillo recordemos que estamos juntos, los tres juntos y nadie más. Así que, Reino Unido de Gran Bretaña Irlanda del Norte, y República de Francia, ¿me haríais la mujer más estúpidamente feliz del mundo siendo mis parejas.
Los dos gritaron que sí. España delicadamente les puso los anillos en el dedo izquierdo, encima del anillo de casados que llevaban ellos. Vale, su baratija no era nada comparado a esas dos joyas, pero a ellos dos les importaba bien poco. Le quitaron el tercer anillo a la española y ambos de lo pusieron. Después de aquel pequeño ritual, los dos extranjeros saltaron a abrazar a su novia, dándole toda clase de mimos, abrazos y besos.
Al otro lado de la puerta de cristal, Castilla la Mancha observaba enternecida aquella escrita que se habían montado los tres países. Estaba realmente feliz de verlos así, sonriendo, siendo dichosos y románticos entre ellos. En especial estaba en su gozo por el hecho de ver a su hija al fin con dos personas que la amaban realmente, y que ella también amaba. Lo que sí, menudos líos habían montado para tal linda conclusión.
- Estos jóvenes de hoy en día y sus problemas. En mis tiempos las cosas eran más sencillas.
- Si con tus tiempos te refieres a esconderte en el armario en día de tu boda, puedo decirte que sí, encontrarte ese día fue realmente sencillo.
Castilla se dio la vuelta, encontrándose con las dos personas que lograban hacer que su corazón latiera con más fuerza. Navarra y Aragón estaban sentados en un banquito que había en la entrada. La castellana fue a junto ellos, los abrazó con todas sus fuerzas y los besó como si hiciera un mes desde que se veían, aunque no hubiera pasado más de cuatro días.
- ¿Toledo os abrió?
- Sí, llevamos aquí un rato. Pero te veías tan concentrada espiando a los otros tres que no quisimos interrumpirte.
- Sois unos malditos bastardos los dos.
- Puede ser, pero nos amas.
Navarra no podía estar más en lo cierto. Dejó su pequeño enfado para sentarse con ellos. Ella se colocó en el medio, Aragón rodeó sus hombros con su brazo y la pequeña mujer de Navarra dejó caer su cabeza en el hombro de la castellana.
Hablaron, no mucho, lo suficiente para dejarles otro rato a solas a los tres tórtolos del salón. Hablaron de que tal les iba, de cómo estaban, de que tenían que verse más porque esto no podía ser.
Y hablaron de su pequeña hija, la princesa de la casa.
- No sé Aragón, a mí me parecen buenos chicos.
- Navarra, esos buenos chicos han tenido más guerras con ella.
- Bueno cariño. Creo recordar que antes de nuestra boda nos la pasábamos peleando por ver quién reconquistaba más territorios. Y creo que esas batallas no significaron que no nos quisiéramos ni que fuéramos buenos.
- Además, creo recordar que a mí me sublevaste tú Aragón, yo era mi reino independiente y me empezaste a cobrar rentas.
- Pero al final decidiste unirte Navarra. Y nos casamos. Y mira dónde nos ha llevado. A ver cómo nuestra hija se está dando el lote con una gabacha come queso y un guiri fan del balconing en nuestro salón.
Castilla se rió. Aragón era incapaz de ver a España como una adulta. Y bueno, es que para ellos esos tres países no eran más que críos de entre 700 y 400 años. Ellos a su edad estaban en guerras por recuperar la península. Sí es que los tiempos habían cambiado tanto.
Igual, tendría que aceptarlo. Le costara debería aceptar que su niña pequeña había crecido y ahora era una mujer que, en teoría, podía tomar sus propias decisiones.
Al final, después de debatir un poco más sobre el tema, los tres fueron a felicitar a la nueva pareja, sorprendiendo a la española quien no imaginaba ver también ahí a su padre y a su otra madre. Fue un encuentro conmovedor. Terminaron los seis cenando juntos en el jardín, conversando animadamente. Claro que no faltaron los momentos en los que los tres países se pasaban de cariñosos y debía venir Aragón a calmarles las cosas. "La juventud va cada vez de mal en peor", pensaba mientras que Navarra y Castilla se lo tomaban a risa todo aquello. Que hicieran lo que quisieran, ya no eran críos.
Cuando la noche cayó completamente, fue el momento de irse a dormir. Los tres países no caben en su alegría. Mientras se cambian se llenan de besos y halagos, hasta que los tres acaban tumbados en la cama con dosel de princesa de la española. Los besos y las muestras de afecto siguen. Acarician las heridas que tienen por las guerras que vivieron, las cicatrices. España tampoco lleva su parche porque no lo necesita cuando está con ellos. Le da igual ya, no siente vergüenza porque vean eso. Es parte de ella y ellos la aman por lo que es, con herida o sin ella.
Poco a poco comienzan a quedarse dormidos. Se acurrucaba mientras sólo se dicen lo mucho que se aman, con una voz somnolienta que poco a poco desapareciendo. Son dichosos de tenerse los unos a los otros, afortunados de poder está noche estar los tres juntos, bienaventurados porque se aman y lo saben. Y sobre todo están agradecidos. Agradecidos por el amor que se tienen.
Se quedan dormidos completamente, y España sabe que esta noche no tendrá pesadillas.
Comentarios:
Y con esto, ¡acabamos de cerrar el segundo arco de la historia! El primero era "Conociendo", donde se ponían en contexto las cosas y comenzaba el viaje junto a las dinámicas de grupo, además de tocar por encima le existencia de los problemas de la española. Este arco que despedimos hoy lo llamé "And now we're falling apart" que era todo lo que vivimos desde lo de Cataluña hasta hoy.
El tercer arco se llamará "ensemble vers l'avant". Y tranquilos, habrá más arcos y cosas. Pero estos tres primeros están únicamente dedicados sólo al viaje de los tres países por España. Por lo que aún nos quedan comunidades que ver y cosas que vivir.
Por si acaso os pica la curiosidad, he ido añadiendo al principio de todos los capítulos hasta hoy que arco es cada uno. Me ha costado un trabajo el editar la historia (ya fuera para arreglar diálogos, faltas de ortografía o demás). ¿SABÉIS QUE ME HA LLEVADO QUINCE CAPÍTULOS EL DARME CUENTA QUE EL TRADUCTOR DE MI MÓVIL NO TRADUCE TODO EL TEXT? He ido capítulo por capítulo completándolos. La edición, aish.
Hablando de eso, tengo una pregunta. O una cuestión que me gustaría que la demás gente que escribís me pudierais aclarar.
No sé si soy la única a la que wattpad le traba todo el móvil si intenta editar la historia desde él. He pasado a escribir por Drive y cuando acabo un capítulo simplemente copio y pego, arreglo unos detalles y ya. Creo que es un problema que debería solucionarse porque estoy segura que no está causado por mi móvil. Wattpad se preocupa en meterte anuncios y no arreglar su jodida aplicación, que cojones más grandes que tienen los tíos.
Bueno, cambiando de tema.
Me alegra el apoyo que esto recibe. Vuestros comentarios me dan mucha alegría y me entristece no responderlos porque me da vergüenza a veces. A todos los que me leéis y comentáis, saber que me dais mucha ilusión. Me caeis super bien y ni os conozco aish. Os quiero.
Nos veremos en el próximo cap.
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