Tres Millones de Resultados
Mi primer fanfic de Detroit Become Human, videojuego que amo con todo mi corazón y he revuelto a jugar por tercera ocasión. Este shipp es mi otp suprema, y una de las parejas que más amo en el mundo ❤
Contiene escenas explícitas +18
¡Espero que les guste! :D
~♦~
Se supone que Connor es un androide último modelo, lo más cercano al razonamiento humano. Mejor dicho, a la lógica racional. Es prácticamente perfecto, nada debería ser capaz de igualarse. Es impensable creer que puede cometer errores.
Pues esa idea, amigo mío, es todo lo contrario a lo que en realidad es Connor. Porqué por muy máquina que sea, sigue siendo una creación proveniente de un humano ¿y qué crees? Los humanos siempre dejan errores en sus obras.
Y hoy, Connor demostró que también puede cometer errores al besar a su compañero de investigaciones, Hank Anderson.
Y no fue un beso rápido, todo lo contrario, fue uno apasionado, ya sabes, dónde parece que es prioridad el meterle la lengua hasta la campanilla. Por alguna razón, Hank creyó que Connor no necesitaba respirar.
Y no fue un beso, fue como una docena de besos. Connor seguía llevando la cuenta pero algo le decía que no era eso de lo que debía preocuparse.
Encerrados en uno de los baños de la comisaría, el teniente Anderson y su androide estaban abrazados, besándose como si la vida les dependiera en ello. Connor no sabía porqué estaban haciendo esto, podía jurar que ni siquiera le caía bien al teniente; pero se notaba que ambos lo estaban disfrutando.
–Teniente...–Murmura Connor mientras siente como Hank le abraza por la cintura, sus cuerpos no podían estar más juntos–¿Qué...?
–Cállate, no digas nada–Eso fue lo único que dijo el veterano antes de volver a abalanzarse a los labios del androide. Hank no está borracho, o delirando, tan sólo...lo está haciendo, se está dejando llevar por el impulso.
–P-Pero...–Connor es silenciado por la tormenta de besos–Estamos en comisaría...
–¿Quieres que continuemos esto o prefieres volver al trabajo?
Connor tuvo que priorizar, así que eligió el trabajo, no podía arriesgarse a que los descubrieran, tendría terribles consecuencias, entre ellas, que despidieran a Hank o lo transfieran a otra ciudad.
–El deber nos llama, teniente–El androide se aparta un poco–Pero puedo ir a su casa después de dar mis informes, claro si usted quiere.
Ese es otro punto a tratar. ¿Hank está interesado en Connor? Si, lo está. ¿Pero en qué sentido? ¿Románticamente hablando? ¿Atracción sexual? ¿Acaso quiere experimentar? ¿O sólo tiene curiosidad en la fisiología de los androides?
¿Todas las anteriores? ¿O ninguna?
Demasiadas preguntas para el sistema de búsqueda de Connor. Con Hank nunca se sabe, es demasiado complejo e indeciso.
–Esta bien–Responde el teniente–Pero está vez usa la puerta, no quiero pagar otro vidrio por tu culpa.
Y así terminó el asunto, básicamente. No volvieron a cruzarse palabra en todo el resto de la jornada. Ninguno de los dos parecía afectado, o al menos, no lo demostraban.
A una hora de terminar, Connor baja a los expedientes para guardar sus informes, la cosa terminaría ahí de no ser por Gavin, quién al verlo, decide molestarlo. Como siempre.
–Anda ¿porqué tanta prisa?–Comenta Gavin mientras se acerca–¿Tu dueño te espera?
–Vine a dar mis informes, eso es todo–Connor no quería meterse en un lío con el detective, tampoco le importaba sus comentarios. No valía la pena responder a sus idioteces–Con permiso, detective Reed.
En cuanto Connor pasa a su lado, Gavin golpea su trasero, dándole una nalgada. Connor se queda quieto por un minuto ¿de verdad acaba de hacer eso? Según su base de datos, una nalgada en un acto pudoroso que dependiendo del contexto puede ser una muestra de erotismo o una falta de respeto.
Connor tuvo que analizar la situación para darse cuenta que Gavin lo hizo con la intención de menospreciarlo.
–¿Qué, acaso no te gustó?–Pregunta Reed con una sonrisa burlona, se acerca peligrosamente al androide. Connor no entendía como alguien de tan baja estatura podía intimidar tanto–¿O prefieres otra cosa?
Connor no quería ceder a sus provocaciones. No estaba interesado en lo más mínimo en jugar con Gavin; en el fondo siempre le pareció un incompetente, una garrapata que se aferra a lo que puede. A diferencia de Connor, Gavin no admitiría que depende de otros.
–Le pido que no vuelva a hacer eso–Responde Connor, es cierto que es un androide pero no significa que Gavin pueda hacerle eso.
–Espera ¿qué es ese olor?–Reed se acerca al cuello de Connor para inhalar mejor–Hueles a alcohol...y a colonia barata.
Connor se aparta retrocediendo un par de pasos, ambos reconocen ese olor.
–Estuviste con Hank–Comenta Red antes de partirse de la risa–Joder, si que sabes elegir tus cartas.
Connor quería responder, decir que estaba equivocado, pero Gavin parecía leerlo. Parecía saber exactamente lo que el androide estaba pensando.
–Mira, lo qué tú y ese alcohólico hagan no me interesa–Comenta Gavin–Siempre y cuando pueda hacerte lo mismo.
Connor de nuevo retrocede, no, no lo permitiría. No le importaba los menosprecios, pero no esa clase de trato; como si fuera un...trozo de plástico insignificante.
–Detective Reed, le aseguro que sus conclusiones son inocorrectas–Responde Connor–El teniente Anderson y yo sólo tenemos una relación laboral, nada más.
–Claro, no me sorprendería que como androide no sabrías ver la diferencia–Contesta Gavin en un tono sarcástico, y antes de que pueda volver a acercarse a Connor, se escuchan pasos. Ambos individuos se quedan quietos. Era Hank.
–Aquí estás ¿dónde te habías metido? Fowler quiere vernos a ambos–Comenta Anderson, pero sus ojos se posan en Reed–¿Sucede algo, Gavin?
–Nada de tu incumbencia, tan sólo charlaba con tu compañero.
–¿Charlaban sobre qué?
–Nada, sólo que...no es buena idea encariñarse tanto con algo que no tiene voluntad propia–Tras decir eso, Reed se marcha, dejando una sensación extraña sobre el ambiente.
–¿Estás bien?–Le pregunta Hank a Connor–¿Ese idiota te dijo algo?
–No, sólo...–Connor se cuestiona si debería decirle sobre el azote y los comentarios sugerentes, pero en vez de eso decide abrazar a Hank. No sabe porqué, simplemente necesita hacerlo, sentir a Hank Anderson cerca. Connor no entiende nada, pero sentir como Hank le corresponde el abrazo lo tranquiliza.
–No sé a qué viene esto ¿me dirás qué sucede?–Pregunta Anderson. Ninguno de los dos deshace el gesto.
–Teniente ¿usted cree que sé diferenciar los sentimientos? ¿cree que soy capaz de entenderlos?–Había un cierto temblor en la voz de Connor, se aferra más al cuerpo de Hank. ¿Los androides pueden sentir miedo? ¿pueden tener dudas? ¿pueden tener conflictos internos?
Hank quería preguntarle si acaso era posible que Connor fuera un divergente, pero tampoco quería hacer de lado las dudas del androide.
–Ahora mismo estás demostrando una emoción, si eso no te vuelve un sentimental entonces nada lo hará–Responde el teniente.
Connor se aparta para mirar a Hank directamente a los ojos.
–¿Pero sé diferenciar los sentimientos? Por ejemplo, no sé que...que significó lo de hace rato.
–¿Te refieres a lo nuestro en los baños?
–Si ¿porqué me besó?
Hank sonríe melancólicamente y se aparta. Connor espera pacientemente su respuesta.
–¿De verdad no sabes porqué te besé?
–Tengo un aproximado de tres millones de resultados pero quería que usted me lo confirmara.
Hank toma la barbilla del androide, sus rostros están muy cercas. Sería peligroso comenzar algo aquí, la probabilidad de que los pillen es altísima.
–Dejaré que te comas la cabeza hasta que lo averigües por cuenta propia–Responde Hank–¿Todavía tienes pensado venir a mi casa?
–Si, sólo debo reportar algunos casos, por cierto teniente, dijo que Fowler quería vernos, era mentira ¿verdad?
–Es obvio que si.
–¿Escuchó algo de lo que dijo el detective Reed?
–No mucho, pero algo bueno de seguro que no, cualquier cosa que te haya dicho ignóralo.
–Si... gracias teniente–Y por primera vez en todo el día, Connor asoma una sonrisa. Ahora es Hank quién no sabe poner sus ideas en palabras.
~♦~
Connor decidió seguir el consejo de Hank: comerse la cabeza hasta averiguar la respuesta por cuenta propia.
¿Porqué razón Hank Anderson lo besaría?
Bueno, sea cual sea la respuesta, Connor tenía de objetivo descubrirlo esta noche en casa del veterano. Al terminar sus informes, pidió un taxi para que lo llevara directamente con Hank.
Al golpear la puerta, escuchó dos cosas, los ladridos de Sumo y la televisión. Hank no tardó en recibirlo, llevando una camiseta y un pantalón de mezclilla algo descolorido. Connor, como siempre, estaba vestido con el uniforme de Cyberlife.
–Creí que llegarías más tarde–Comenta Hank–Estaba viendo el juego.
Connor da un vistazo rápido a la sala, Sumo está acostado en el sofá, y en la mesita frente al televisor sólo hay una lata de agua mineral. No hay alcohol por ninguna parte.
–Teniente, yo...
–Puedes llamarme Hank, fuera del trabajo no hay que ser tan formales.
–De acuerdo Hank, yo...creo saber porqué me besó.
–¿De verdad? ¿Porqué?
–¿Me deja comprobarlo antes?
–Como quieras.
Connor toma a Hank de los hombros y lo besa directamente en la boca. El veterano corresponde de inmediato, pasando sus manos por la espalda del androide. Quería quitarle ese odioso uniforme. Tocar su piel y saber si los androides podían sentir escalofríos. Maldita sea, quería más de Connor. Quería muchísimo más.
–Hank...–Susurra Connor–No podré hacer esto con alguien más que no sea usted...
–¿Estás seguro, Connor?
El androide acaricia el cabello del veterano al mismo tiempo en que le sonríe cálidamente. Hank no podía creerlo; ha pasado tanto tiempo desde la última vez que lo hizo. Y encima es Connor, un primerizo en todo este rollo.
–¿Seguro que no eres divergente?–Pregunta Anderson–Un androide no pediría esto.
–Es posible que sea un divergente, pero eso no quita lo que quiero con usted.
Entonces vuelven a besarse, Hank toma la mano de Connor para llevarlo, el androide creía que se dirigían a la habitación, pero de nuevo estaba equivocado, porqué Hank sienta a Connor encima de la mesa de la cocina.
–¿Lo haremos aquí, Hank?
–¿Porqué no? ¿O querías que lo hiciéramos de manera tradicional?
–No, así está bien–Connor se acerca al oído del veterano–Quiero excitarlo lo más que se pueda, teniente.
¿Dónde aprendió a hablar así? Hank se pregunta si acaso Connor está usando su base de datos para sonar así de erótico ¿o los androides están equipados de esa forma? No importa ahora.
Hank comienza a mordisquear el cuello del androide, su piel es suave, demasiado si se supone que es artificial. Aprovecha para meter una mano debajo de la camisa blanca del uniforme de Connor, este rápidamente se queda quieto, un ligero gemido se escapa de sus labios.
–Joder Connor, no creí que fueses tan sensible.
–Mi cuerpo se siente raro, Hank continúe, por favor.
El teniente le retira el saco a Connor y procede a retirarle la corbata y desabrochar su camisa. Una vez ya desvestido de la parte de arriba, Hank toca cuidadosamente uno de sus pezones.
–Ah...Hank...
Escuchar a Connor gemir su nombre es la puta gloria. Nunca creyó que este día llegaría, primero esos besos en el baño, y ahora esto. ¿Es Connor sólo un androide cuyo programa está fallando? ¿De verdad hay más de tres millones de posiblidades de porqué Hank está haciendo esto?
Que raro, porqué sólo hay un motivo por la que Hank estaría participando en esto, pero parece que el ingenuo androide no se ha dado cuenta.
Con mucho cuidado, Hank comienza a lamer uno de los pezones del androide al mismo tiempo en que acaricia una de sus piernas.
–¡Ah!–Ni siquiera Connor sabía que tenía terminaciones nerviosas en esa zona. Cyberlife de verdad que se esforzó para que pareciera humano.
Y esto último se comprobó cuando Connor comenzó a sentir que entre sus piernas algo se estaba poniendo duro. Hank pareció darse cuenta porqué se quedó observando esa zona.
–¡Lo siento! N-Ni siquiera sabía que podía hacer eso–Desvia la mirada por la vergüenza.
–Oye ¿seguro que no eres un androide de placer?
–Por mi bien espero que no.
Hank toma el rostro de Connor para saborear sus labios. Connor abre su boca, dándole la bienvenida a la lengua del veterano. Y casi sin querer, el androide hace un análisis de la saliva del teniente, encontrado restos de alcohol (de esta mañana) con el agua mineral. También encontró restos de los antidepresivos.
Hank recuesta a Connor en la mesa para desabrocharle los pantalones. La erección del androide está muy marcado, y no es el único, Anderson también está muy excitado.
–Hank, no es justo que sólo yo esté desvestido.
–¿Quieres hacerlo tú o lo hago por mi cuenta?
–Quiero hacerlo yo, suena divertido.
Connor se incorpora para desvestir a su querido teniente, empezando por la camiseta, nunca había tocado a un humano de esta manera. Sabe que no es el primero pero le gustaría ser el último.
Con gran agilidad retira el cinturón y le baja los pantalones a Hank, mira con asombro su erección. Se pregunta ¿si le hubiera propuesto hacer esto en los baños de la comisaría, hubiera aceptado?
–¿Qué quiere que hagamos, Hank?–Pregunta Connor ahora que ambos están en boxers.
–No lo sé, es tu primera vez ¿qué quieres que hagamos?
Se puede apreciar como el LED de Connor se vuelve amarillo. La idea de que esté usando su base de búsqueda le causa gracia a Hank.
–Me gustaría que se sentara–Dice el androide.
Anderson obedece, toma una silla cerca de la mesa y se sienta. Connor se arrodilla entre sus piernas, antes de empezar revisa si alguien los podría mirar pero las ventanas están cerradas con cortinas y hasta Sumo se ha escondido en algún lado.
–Hank, confíe en mí–Connor baja la ropa interior del teniente, exponiendo su miembro urgido de atención–Oh...
–¿Decepcionado?–Pregunta Hank en un tono sarcástico.
–Al contrario–Responde Connor con una sonrisa burlona.
Connor procede a tomar el pene de Hank y comenzar a lamerlo. Primero fue a por la punta y la base, sacando un par de gemidos al teniente.
–Connor, eres muy bueno...
El androide responde introduciendo el miembro en su boca, lamiendo y moviendo su cabeza con lentitud. Hank lleva una mano al cabello de Connor por la emoción, es realmente placentero. La lengua del androide se enrolla con facilidad, saboreando todo el tronco de aquel falo.
–Connor, la puta madre...
Hank no quería cerrar los ojos. Los androides de verdad son expertos en todo lo que se propongan. Connor sigue saboreando, su cuerpo se calienta cada vez más, su propia erección quiere salir; Hank gruñe un poco más, no tardará en correrse.
–Si no te detienes...–Y al final no pudo resistir, corriéndose y llenando la boca de Connor, este no reprocha, e incluso traga el esperma–Mierda Connor ¿qué coño haces?
–Tan sólo quería registrar su sabor–Responde Connor mientras le guiña el ojo y se relame los labios–Hank, ahora es su turno de esforzarse.
Ambos se levantan, Connor vuelve a sentarse en la mesa, se recuesta y Hank se posiciona encima suya, abriendo con cuidado sus piernas, ahora toca lo fuerte. Se besan apasionadamente y se acarician un rato.
Y con mucho cuidado, Hank comienza a entrar en Connor quién gime fuertemente y se aferra a las orillas de las mesas. Una vez ya entrado todo, Hank comienza a embestirlo, en un principio con lentitud.
–Hank...más fuerte, házlo más fuerte.
El teniente obedece, mordiendo el cuello de Connor y aumentando su fuerza. Nunca creyó que un vejestorio como él tuviera que complacer un cuerpo perfecto como el de Connor. Pero aquí están, teniendo sexo, gimiendo, sudando y pegando sus cuerpos.
–Hank...Hank...–Connor mantiene los ojos cerrados, su sistema se está volviendo loco y su LED no para de parpadear, no tiene tiempo de nada, es una cadena de placeres y escalofríos. Mueve también sus caderas buscando más profundidad; Hank parece entenderlo porque lo embiste con fiereza.
–Connor...Connor...–Lo besa en los labios–Te deseo tanto...
El androide hizo un esfuerzo para abrir sus ojos y observar a Hank. ¿Porqué estaba pasando todo esto? Tres millones de resultados ¿cuál es la correcta?
Connor se sintió como un idiota, la respuesta era tan obvia, estaba frente a sus ojos todo este tiempo.
–Lo amo, teniente...
Connor cierra los ojos de golpe, una sensación rara le recorre de pies a cabeza, se avecina su primer orgasmo. Abraza a Hank por el cuello y sin hacer nada, se corre.
–¡Hank!–Grita el androide mientras llega al climax y se deja arrasar por el placer. Su venida (curiosamente de color azul blanquecino) mancha su propio abdomen. Hank lo embiste unas cuantas veces y le planta un beso antes de venirse otra vez.
Quedan acostados en la mesa un rato, a ambos les falta el aliento. Hank es el primero en incorporarse.
–¿Sabes lo que acabas de decir?–Pregunta Anderson.
–Si, estoy seguro, te amo Hank, no soy capaz de pensar en alguien más que no sea usted.
El teniente no sabía que decir a eso. Se supone que los androides no tienen emociones, pero la prueba de que los divergentes también están vivos está ahí, acostada en la mesa. Diciéndole que lo ama, que le dedica cada pensamiento suyo.
–Me besó porque siente algo por mí–Añade Connor–No sé si es amor, o sólo atracción pero no hay duda de que le intereso de alguna manera, por favor Hank, dígame qué piensa de mí.
Hank tuvo que elegir las palabras con cuidado. Connor es su compañero de trabajo, su colega y ahora alguien con quién tuvo relaciones.
–Lo hice porque me gustas, yo soy el primero en sorprenderme.
Connor se sienta en la mesa, y sonríe con alivio. Ya estaba temiendo un rechazo. Se para y se acerca a Hank.
–Bien ¿podemos tener una relación?
Hank suelta un par de risas, aunque sea un divergente Connor no para de ser tan metódico.
–Claro, suena bien.
~♦~
–Anda Connor–Era Gavin, quién ya estaba de nuevo acechandolo–¿Has pensado en mi propuesta?
Connor, quién sólo le estaba sirviendo un café a Hank, lo mira de reojo y continúa ignorandolo. Eso parece molestar a Gavin.
–Escucha, hombre plástico, a los humanos no se les ignora.
Pero antes de que pudiera hacer algo, Connor pasa de su culo y lo ignora cuál insecto. Camina al escritorio de Hank, quién se encuentra tecleando en su computadora.
–Sin cafeína, como a ti te gusta–Dice Connor con una sonrisa–Anda, detective Reed ¿que se le ofrece?
–Si, detective Reed ¿que se le ofrece?–Pregunta Hank con sarcasmo.
Gavin hace una mueca de desagrado.
–Lo que ustedes dos se traen da mal rollo.
–No seas celoso, si quieres un café la cafetería está por allá–Responde Hank, quién sigue puteando.
Gavin sólo se va, no sin antes decir "putos androides". Hank y Connor comparten una risa.
–No puedo creer que ese bastardo haya tocado tu trasero–Comenta el teniente.
–La próxima vez le rompo la muñeca, sólo tú puedes tocar mi culo.
–En serio ¿ser divergente te vuelve un malhablado?
–Quien sabe.
Ambos vuelven al trabajo, ninguno de los dos lo mencionaría pero esperan que toda esta guerra entre androides y humanos terminen para bien. Connor estaba más motivado que nunca. Miles de dudas y misterios por resolver, pero lo haría junto a su querido teniente Anderson.
Fin ♦
Sé que se sale mucho de la historia del videojuego, espero que no haya sido una molestia (^^) quería escribir sobre la divergencia de Connor de otro modo.
¡Gracias por leer! Vota y comenta si quieres más historias así <3 escribiré mucho de esta pareja en un futuro no muy lejano.
Los quiero mucho ❤ ✨ ¡Nos leemos luego!
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top