Leonardo llegó al club donde rápidamente encontro a Javier y a unos hombres más. 

- creí que no vendrías - dijo Javier extendiendole una lata de cerveza.

- gracias - respondió dándole un sorbo a su bebida - además solo será una-

- que amargado, disfruta amigo-

- he tenido problemas- dio otro sorbo-.

- ¿con tu esposa?- sonrió - no creo que sea para tanto-  

Leonardo hizo un gesto restándole importancia, siguieron bebiendo, Leo olvidó lo que había prometido. Unas chicas se acercaron a ellos y los invitaron a bailar, Leo no acepto dado que a pesar de todo él era fiel, desechaba toda idea de estar o al menos ver a otra mujer que no sea su esposa, encontraba el ambiente agradable para él, se pregunto qué más se habia perdido en su vida, quería seguir experimentando lo que no pudo antes.

La chica que lo invitó se aburrió de ser rechazada y se fue, Leo vio la hora en su reloj, 2:00 AM, se solprendio, debía salir de viaje dentro de 4 horas y no habia dormido nada, recordaba no haber bebido tanto, se puso de pie, pero cayó inmediatamente.

Trato de buscar a Javier, al no encontrarlo salió a la calle donde avanzó poco a poco. Antes de llegar a su auto unas ganas de vomitar lo invadieron. Su cuerpo expulsaba todo lo que había bebido. Subió a su auto y manejo a su casa como pudo.

A la mañana siguiente el sol le molestaba, impidiéndole que siguiera dormido. Trato de abrir los ojos, pero su cabeza parecía que explotaria. Movio su cuerpo tratando de buscar algo o a alguien, pero la superficie era áspera y estaba algo humeda. Se incorporó y quedo sentado al enfocar su vista se dió cuenta que estaba no en su habitación como creía sino en el césped del jardín.

Se puso de pie y avanzo al interior de su casa. La cabeza le dolía orrible, entró y lo primero que vio fue a Karai más que enfadada, bajo la mirada al piso y siguio su camino a su habitación.

- lo volviste a hacer- Reprocho - no puedo creerlo-

- no quiero discutir - entró al baño a tratar de quitarse el mal olor y prepararse para su viaje.

Minutos después salió, Karai aun seguía afuera.

- sabes, me has decepciónado- dijo.

Leo se quedó en silencio escuchando, su dolor disminuyo solo un poco.

- jamás creí que romperias una promesa, quiero que hables, por favor, dime qué ocurre. Se que vamos a solucionar lo que sea- pidió al borde de las lágrimas.- no quiero que los niños te vean así, dime que debo hacer para ayudarte.

- no me hables así, ya te dije que no me pasa nada-

- por que bebes entonces?, Porque lo haces-

- porque Si! Y ya no quiero seguir hablando de esto, debo viajar-

- estoy decepcionada, Leo, - por favor recapacita

- no tengo que recapacitar nada, ya te dije que lo hago porque quiero-

- ¿es él verdad? Es Javier, el te está diciendo que hagas esto ¿No? -

- no, no es él, si, lo hago porque quiero disfrutar de lo que no pude -

- ¿Disfrutar? Puedes hacerlo, puedes ser feliz de otras formas, me tienes a mí, a los niños, a tus hermanos y -

Callo, aún no quería darle la noticia, quería esperar a que todo estuviera bien.

- ¿y?-

- y.... Te pido que dejes de hacerlo , que van a pensar los niños, piensa en ellos. Deja de hacerlo. Si no lo haces.... Me iré y me llevaré a los niños.

Leo dejo lo que hacia.

- ¿que?, Estás loca, no vas a hacer nada de eso.

- claro que lo haré si no dejas de hacerlo. -

Leo  río por sus palabras, solo negó con su cabeza, tomo la maleta y salio. Karai lo siguió Leo se encontró con sus hijos se despidió de ellos y dudoso se despidió de su esposa.

Lo último que se dijeron fue "cuídate"

*

Leo llegó al aeropuerto donde se encontro con Donnie, se saludaron y subieron al Jet.

Durante las horas de vuelo, Leo se la paso pensando en las palabras de Karai, se iría de su lado, ¿Lo haría? El no lo permitiria. No le gustaba pelear con ella, a lo mejor tiene razón. Debia pedirle disculpas.

Por un lado estaba lo que era correcto, y por el otro lo que él quería y creía correcto. Horas después llegaron al aeropuerto internacional de Guatemala.

- creí que no llegaríamos - exclamó Donnie, estirandose.

- si, también yo -

Subieron a un auto rentado, viajaron por dos horas desde la capital hasta el departamento de Sacatepéquez, más específico Antigua Guatemala.  Tenían una red hotelera en construcción.

Se hospedaron en uno de los hoteles del municipio.

Horas después  Llegaron a un edificio con Aspecto antiguo. Pidieron hablar con el encargado.  horas y horas después pudieron solucionar el problema, aunque debian quedarse dos días más

Al día siguiente pasaron todo la mañana supervisando aunque debieron despedir a unas cuantas personas. Decidieron salir a despejarse un rato. Recorrieron todo el lugar, viendo las maravillosas artesanías hechas a mano, recorrieron también los antiguos edificios escuchando sobre su historia.

Llegaron a un puesto donde vendían unos extraños objetos, piedras preciosas, artesanías de barro, a Donnie le llamo la atención un collar con unas bonitas perlas y piedras, a Leonardo una piedra la cual estaba dentro de una caja transparente.

Su color era hermoso, Leo la tomo y la alzó para observarla mejor, era preciosa. Debía llevarlo, sería un regalo hermoso para la mujer que amaba.

- ¿cual es el valor? - pregunto en español a  la mujer vestida con el traje tradicional lo observó y rápidamente se lo quitó-

- Joven, lo lamento pero no está en venta -

- le pago lo que sea, pero lo quiero - rogó.

La mujer de negaba a vendérselo,  Donnie le pedía que se marcharan, peor él estaba decidido a llevarse era joya.

Minutos después una joven muy bonita con hermosas trenzas, y un bello traje típico se acerco a ellos. La joven hablo en otro idioma a quien parecía ser su abuela, la muchacha y la anciana hablaron por unos minutos daban rápidas miradas a los jóvenes.

- perdone a mi abuela, joven - se disculpó la joven - puede llevarse la piedra -.

La anciana de la nada comenzó a hablar el mismo idioma que la joven.

- ¿que es lo que dice? - pregunto Leo

- ella dice que, lamenta haberse negado a darle la piedra, no estaba segura de dársela, pero vio algo en sus ojos, y ha decidido obsequiarsela - la joven sonrió - pero pide que tenga cuidado con ella, es especial, y le advierte que la use con sabiduría.

Leo miró a ambas mujeres, y tan encantado por la Belleza de la piedra había decidido dejarles  algo de Dinero, pero ambas se negaron. También obsequiaron a Donnie el collar que eligió.

- muchas gracias - ambos agradecieron y se marcharon.

- ¿crees que la use con sabiduría? ¿Abuela? - pregunto la joven.

- Lo hará - afirmó  la anciana.

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