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El reloj marcaba las 2 de la mañana, Karai marcaba por décima vez el número de su esposo, nuevamente directo a buzón. No era para nada normal que Leo estuviera fuera tan tarde.

Estaba tan preocupada que había decidido que, si Leonardo no contestaba a la siguiente llamada, llamaría a sus hermanos. Tomó el celular y llamo "grave su mensaje"  dijo la operadora. Cansada y muy asustada comenzó a marcar el número de su cuñado Rafael, sonó el primer timbre cuando la puerta principal de la casa fue abierta colgó el celular y se dirigió a la puerta.

Lo primero que vio fue a su esposo cayéndose. Por lo que ella sabía Leo no estaba acostumbrado a beber,  no entendía que pasaba con él.

- ¡por Dios, Leo! - exclamó llendo hacia él al ver que cayó de espaldas.

- ¡Hola! ¿¡Qué haces despierta!? ¡Qué bonita eres! - era lo único que salía de sus labios

- acaso estás loco? ¿Qué te pasa?-

- ¡shhh! Cálmate mi amor, solo disfruto de la vida- comenzó a reír como loco.

Karai lo miro mal, algo pasaba con él, lo había notado desde hace tiempo y lo comprobó con la pregunta que le hizo en la mañana. Definitivamente él no estaba feliz con su vida y eso la preocupaba, decidió ayudarlo a ponerse de pie, sus ojos se llenaron de lágrimas, trato de subirlo por las escaleras pero era un trabajo difícil. Decidió dejarlo en la sala sobre el sofá.

- ¿Porque lo ha hecho? - se preguntaba a ella misma en silencio, Leo cayó como un tronco.  Se sentó junto a él y puso una manta sobre su cuerpo. Minutos después subió a su habitación.

*

Leonardo comenzaba a despertar, un dolor de cabeza horrible se le presento, puso sus manos en su cabeza tratando de calmarlo, la luz que entraba por la ventana lo molestaba en gran manera, enfocó su vista en la figura de su esposa que se encontraba frente a él con una taza en sus manos.

- ¿que pasó? - pregunto viéndola aún con sus manos en su cabeza.

- eso te lo tendría que preguntar yo ¿Qué pasó? - al ver que él no contestaba se acercó y le extendió unas pastillas y un vaso de agua.

Leonardo las tomó y recostó su dolorido cuerpo en el sofá nuevamente.

- ¿Qué te está pasando? Leo -

- nada, no me pasa nada, mejor llevaré a los niños al colegio -

- Leo,  son las dos de la tarde - dijo con aparente calma, aunque por dentro estaba dolida, triste y furiosa.

- ¿Qué? ¿Tanto dormí? - el joven parecía querer recordar lo que había ocurrido, lo único que recordaba era haber llegado con Javier y pedir un trago lo demás era confuso.

- sabes que puedes contarme lo que sea, yo siempre te apoyaré. Solo por favor habla conmigo, confía en mí - pidió la chica colocándose a su lado.

- no me pasa nada, y confío en ti - 

Karai dio por finalizada la charla, durante la noche había meditado hacerca de la pregunta de Leo, decidió que haría lo que fuera  para que él se sintiera orgulloso de su vida, y volviera a ser el hombre con el que se casó. En unas semanas sería el cumpleaños de Leo y quería celebrarcelo y darle una noticia que estaba segura que le haría muy feliz.

El Resto de la tarde,  karai paso junto a sus hijos ayudándolos Con las tareas, Leo se integraba pocas veces. No habían vuelto a tocar el tema en toda la tarde, Leo notaba las miradas que su esposa le daba, veía a sus hijos reír, y pensó, por un momento, cómo sería su vida si desde joven no le hubiesen prohibido hacer todas esas cosas que lo tentaban. Se preguntaba si su vida sería la misma, se preguntaba si su vida sería más descontrolada. Pero la respuesta siempre sería la misma nunca lo sabría. De la noche anterior casi no recordaba nada, lo único que sabía era que la habia pasado muy bien.

**

Fueron pasando los días y Leo parecía estar tomando un mal hábito de salir en las noches, karai había hablado con sus cuñados hacerca del comportamiento de Leo, ninguno entendía lo que le ocurria, karai le pedía que le dijera lo que le ocurria pero él evadia el tema. Y lo peor de todo era que Leo parecía estar disfrutando de lo que hacía.

Leonardo se encontraba en su oficina leyendo un contrato de compraventa de uno de sus socios, cansado echó su cabeza hacia atrás y observó su cinturón de oro, que había ganado en un campeonato nacional de Boxeo, quedando como invicto. Había dejado de hacerlo hace un año y medio, observó también los trofeos y reconocimientos que habia ganado en los dojos.

Deseaba volver a pelear y salir por fin de su rutina.

Donatello llamo a la puerta, Leonardo lo dejo entrar.

- ¿hola Leo qué tal? - Leo solo asintió con la cabeza, él sabía el motivo por el cual su hermano estaba frente a él.

Era para hablar de su comportamiento de los últimos días.

- si vienes para regañarme puedes irte de una vez - dijo cansado.

- no de hecho venía a informarte que surgió un problema Con la expansión de dojos, una de las construcciones en Guatemala, y es urgente que viajemos ahí.

Leonardo suspiro, debía salir del país con urgencia, iría acompañado de su hermano, llegó a casa y encontró a Karai sirviendoles a los niños. Karai no le dirigia la palabra desde la última vez que llegó muy tarde y oliendo a licor.

- buenas tarde - dijo a su familia.

- ¡buenas tardes papi! - exclamó Ryan

- ¡Hola papi! - Giselle se bajó de su asiento para darle un abrazo y un beso a su padre, Ryan solo hizo un choque de puño.

- buenas tardes - respondió karai en tono seco.

Leonardo se acercaro a ella para darle un beso, pero ella solo lo evadió.

Después del almuerzo Leo no volvió a su trabajo debía informarle a ella que debía hacer un viaje, entro a su habitación para buscarla y escucho el sonido del agua caer en la ducha, tomo asiento en la cama y espero a que saliera. Minutos después la vio salir envuelta en toallas.

- debo salir del país - comenzó - surgió un problema y debo solucionarlo.

- bien - fue lo único que respondió.

- ¿solo "bien"? -

- ¿que quieres que te diga? Desde hace mucho que no me cuentas nada, y ya me cansé de pedirte que confíes en mí-

Leonardo se pudo de pie y la abrazo, ella trato de safarze pero él no se lo permitió

- lo siento mucho, si, lo siento, no volveré a hacer nada malo, lo prometo -

- ¿no volverás a beber? - el dudo pero terminó sonriendo- ¿lo prometes? -

- lo prometo-

**

Karai ayudaba a Leo a empacar no podían viajar todos, así que karia se quedaría con los niños, dos días habían pasado y Leo no había vuelto a llegar borracho, todo parecía estar bien de nuevo. 

Leo se iría por una semana, terminaba de empacar cuando su celular anuncio un nuevo mensaje.

Oye! Qué tal! Viejo !! Escuche que te vas de viaje ven a relajarte un rato!

Javier.

Y ahí estaba nuevamente la invitación a hacer lo que había  prometido a su esposa no hacer.

Recordó lo "bien" que se la pasaba con Javier. Solo será un trago" pensó esperaría a que sus hijos y karai estuvieran dormidos.

A las 10:00 pm salió de casa, creyó que Karai dormia pero ella lo vio salir de la casa.

Lo haría de nuevo, Karai iba a seguirlo y estaba dispuesta a traerlo como diera lugar, tomo su abrigo y bajo las escaleras, estaba por abrir la puerta, cuando recordó las palabras del doctor.  Suspiro y llevo sus manos a su vientre aún plano.









🥀

Nuevo*

Espero esté gustando la historia.

Nos leemos luego.

 

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