Mis planes eran claros, pues tenía la idea suicida de regresar por la demente tía Rachel a nuestro país natal para así poder reunir a madre e hija después de tantos años llenos de dolor, pero como siempre, posiblemente yo sería la que saldría más lastimada después de todo, ya que hablar con ella sin pelear era una misión imposible para cualquier persona en el mundo, no obstante, Lily debía ser libre a como diera lugar porque su vida dependía de ello al ir a dar hacia una de las peores penitenciarias que Rusia tuvo desde la Revolución, así que eso me preocupaba aún más debido a que mi prima era demasiado débil, depresiva y sensible como para soportar estar ahí durante un tiempo, dado que ese espantoso lugar fue diseñado bajo alta seguridad para encarcelar a mujeres muy peligrosas.

Al principio de aquella travesía realmente si quería salvar a mi pobre prima y a mi herida tía debido a su crudo pasado y todo iba marchando a la perfección con el plan inicial hasta que repentinamente el miedo, la cobardía y la rabia invadieron lo más profundo de mi ser, pues después de todo me negué a continuar ayudándolas debido al irreparable daño que ambas le causaron a mi débil autoestima e integridad, ya que Rachel no se cansó de culparme, ignorarme, rechazarme y odiarme desde que nací y su hija Lilibeth intentó asesinarme cuando se le presentó la oportunidad por más que se arrepintiera, así que decidí abandonarlas a ambas cuando más me necesitaban.

Ahora estaba decidido, no iba a regresarles la paz y el amor a mi neurótica tía o a su hijita bipolar tras hacerme muchísimo daño antes de saber la verdad, razón por la cual se merecían lo peor del mundo, o eso era lo que yo creía gracias a mi distorsionado juicio acerca del bien y el mal dentro de nuestra trastornada familia, una la cual se encontraba llena de misterios, sin embargo, esa confusa tormenta de ideas desapareció de mi cabeza de un momento a otro gracias a la bisabuela Alejandra Romanov, quien extrañamente apareció en uno de mis sueños para cambiarlo todo de golpe, pues después de ese instante las cosas fueron muy distintas y reparadoras para nosotros al finalmente revelarse la verdad detrás de mi incomprendida tía Rachel.

-¿Ah? ¿Dónde estoy? ¿Quién es usted? ¡Ohhhh! ¿Pero qué? ¿Bisabuela Alejandra? ¿En serio eres tú? ¡No lo puedo creer! ¿Hola? ¿Me estás escuchando? -pregunté de pronto al estar algo desubicada y llena de angustia tras ver cómo mi bisabuela no podía verme ni escucharme, pues ella yacía sentada en una añejada banca color blanca leyendo un libro azul.

-Sí te oí la primera vez, ¡Tú eres Gloriana, la muchachita a la que decidimos hacer nuestra elegida!

-¡Ohhhh! ¡Qué bueno es verte aunque sea en sueños! ¡Al fin te conozco!

-¡Acércate, mi pequeña valiente! Esta es la primera vez que nos vemos las dos frente a frente, pero tranquila, probablemente hayan muchos más encuentros como estos en el futuro porque la vida tiene caminos muy extraños. -dijo mi bisabuela con una expresión seria, pues ella sostenía una bonita libreta de color azul marino mientras me llamaba en ese lugar.

-¿Y qué hacemos aquí? ¿Hay un nuevo enigma por resolver? ¿Qué sucede ahora? ¡Ah! Espera un poco, ya sé, ¿Mi espantosa tía Rachel oculta un clon malvado del abuelo Alexei en su armario, verdad? -pregunté con sarcasmo pero su expresión cambió a absoluta tristeza cuando leía aquel misterioso libro porque ella pareció molestarse ante mis palabras.

-Hija, ¡Por favor no bromees con esto porque es muy grave! ¡Ah! Gloriana debes decirme algo muy importante, ¿Puedes ver esta libreta azul que tengo entre mis manos? -preguntó la bisabuela con seriedad mientras me veía fijamente a los ojos, pues me tomó de las manos y parecía algo enojada por la expresión en su delicado rostro de porcelana.

-Ah... Sí, claro que puedo verla porque no estoy ciega o loca, ¿Pero por qué lo preguntas? -pregunté nuevamente tras estar un tanto decepcionada, pues pensé que me enseñaría modales o gustos literarios luego de mi mala broma.

-¡Ay mi princesa! Este libro azul te mostrará las razones del porqué DEBES rescatar a tu afligida prima Lily de la injusticia por la cual fue culpada en el tribunal ruso y serás tú quien lo haga porque así está escrito desde antes que nacieras. -aseguró mi bisabuela Alejandra algo alterada, pues parecía que yo no estaba comprendiendo lo que tenía que hacer con mi destino.

-¿Qué? Pues no, ¡De ninguna manera voy a ayudarlas! ¡Yo no pienso hacerles ningún favor cuando fueran ellas las que me lastimaron en incontables ocasiones! ¡Tú lo sabes! -afirmé con convencimiento y confianza, ya que revoqué mi decisión debido a sus múltiples amenazas.

-Gloriana... No porque tus miedos e inseguridades aún te dominen permitirás que una jovencita inocente sea enjuiciada como una peligrosa delincuente cuando sabes que ella se arrepintió de verdad y mi pobre nietecita Rachel, su madre real caiga en el abismo nuevamente, ¿O acaso quieres que ambas sigan sufriendo a la distancia y tu tía continue loca? No, ¡Tú no eres así de cruel y Alexei, tu abuelo lo sabía! ¡Haz lo correcto! -aseguró mi bisabuela con una nueva expresión de firmeza y autoridad, pues me dió la mejor lección sobre modales de toda mi vida dado que ella sabía de mis intenciones sin necesidad de preguntar.

-Espera, ¡Ohhhh! ¿Pero cómo supiste que yo no iba a... -pregunté realmente asustada y alterada a la vez, ya que supe de inmediato que aquello tan hermoso no era un sueño o pesadilla, era real.

-Dame la mano y sabrás la verdad tal como fue, ¡Confía en mí! -dijo la bisabuela Alejandra mientras extendía su mano hacia mí, pues ya era hora de aclarar muchas cosas del pasado que fueron alteradas.

Mi corazón parecía que iba a mil por hora por todo lo visto en ese lugar tan hermoso, así que obviamente continuaba con vida y como ya lo había vivido antes con el abuelo Alexei no tenía miedo de ver fantasmas si no de lo que me enfrentaría si veía la verdadera historia de mi tía Rachel, sin embargo, seguía sin poder creer que yo fuera la única persona que podía ver y escuchar a nuestros antepasados al poseer un tipo de don especial que me fue otorgado desde el más allá, empero, aunque aún tenía un mal presentimiento decidí tomar la dichosa libreta azul para comenzar a leer eso que tanto le llamaba la atención a la bisabuela Alejandra antes de que yo llegara a nuestro extraño sueño en su enorme jardín celestial.

Para mi sorpresa, yo me había equivocado con respecto a todo, pues justo después de avanzar hacia el capítulo número dos sentí cómo la sangre dentro de todas mis venas se congelaba y lloraba sin parar debido a la angustia y desesperación porque lo que leí ahí fue doloroso e imposible de creer para mí en ese momento al demostrarme cómo veía el mundo mi tía luego de que su vida durante la juventud fuera mil veces peor que la mía en todos los sentidos.

Capítulo #1.
"Mi dolor imperial".

Aunque casi nadie conozca la verdad de mi vida y de todo nuestro linaje siento que debo escribir estas líneas para quizá desahogarme de tanto dolor que llevo dentro de mí así como una dolorosa llaga clavada en lo más profundo del alma, la cual ya no sé si sigue dentro de mí o de tanto estar ahí ya forma parte de mi maldito cuerpo, porque ahora ni yo misma me puedo reconocer gracias a las heridas que sangran en mi interior.

Antes me consideraba una mujer realmente hermosa siempre que podía a pesar de que mi madre Inés no me hiciera caso al ser una jovencita muy pretendida y buscada en el colegio por los chicos mayores, pues era de alta estatura, muy delgada, tenía los ojos color verde esmeralda, mi perfecto cabello era rubio sedoso y poseía una bondad deslumbrante, sin embargo, mi sufrimiento comenzó un frío día de febrero al ser casi las once de la noche en mi anticuado pueblo, ya que para esa época yo tenía cerca de diecinueve años de edad y me dirigía al granero de mi padre Fernando, quien, sin piedad alguna me envió hacia allá para recoger leña por ser mi deber como mujer.

Para Él yo tenía que "servirle" y "obedecer" en casa todo el maldito tiempo por ser la hija mayor, así que me fuí completamente sola y al tomar la dichosa madera fuera de nuestra casa tras completar la tarea decidí quejarme y maldecir mi destino en plena oscuridad al enfadarme con mi anticuado padre, al cual por cierto odiaba mientras sentía la incómoda sensación de que algo o alguien me estaba siguiendo y observando desde las sombras, así que obviamente me alteré demasiado porque en esos inolvidables días había una asesina suelta de apellido BURTON y ya tenía miedo.

Desgraciadamente fue ahí cuando al tratar de correr hacia mi casa sentí cómo una pesada mano me tomó de la cadera y me obligó a ceder por la fuerza, pues se trataba de uno de los trabajadores ebrios de mi padre, el cual, se aprovechó de mi inocencia, descuido y belleza así como de la ventajosa y peligrosa oscuridad, ya que el desgraciado abusó sexualmente de mí esa noche y aunque quise luchar con todo lo que tenía a mano, no logré salvarme a tiempo dado que el viejo tenía experiencia en eso, por lo tanto, logró su objetivo final de violarme como a un animal y me dejó malherida, sangrando por debajo de las piernas y destruida emocionalmente al haber tenido que vivir semejante bestialidad con un sucio anciano que podría ser mi abuelo por su edad.

Por su culpa, ahora era yo la que lloraba desconsoladamente durante la mayoría de las noches al tener que estar sola casi todo el tiempo en mi habitación, sin comer ni un solo bocado, salir a la calle o tan si quiera hablar con alguien más cerca, pues mi única hermana Nathalia y una misteriosa muchachita de la servidumbre sin querer trataban todos los días de animarme con sus ocurrencias al no tener ni la más remota idea de lo que me sucedió aquella noche, sin embargo les agradecía en silencio porque ambas chicas se preocupaban por mí de manera sincera.

En lo que cabía a mi "muy perfecta" hermana yo la ignoraba siempre que podía al ser solo una torpe mocosa de doce años de edad, la cual "no" sabía nada sobre la vida y era la favorita de nuestros padres, no obstante, ahora me sentía culpable, sucia y llena de odio hacia todo el mundo porque ese maldito hombre me había hecho lo peor que le podían hacer a una mujer, razón por la cual se inició la terrible putrefacción de mi corazón dado que me desquité con mi dulce hermanita menor, quien solo quería ayudarme de verdad aunque yo la ignorara mil veces.

Hay muchas cosas de las que me arrepiento de todo corazón y una de ellas es cómo traté a mi hermana Naty y a la extraña sirvienta que vivió en nuestra casa durante unos cuantos años, pues la joven también quería ayudarme a desahogarme y debo admitir que estuvo a punto de lograrlo por su constante insistir, no obstante ella desapareció un día y jamás la volví a ver, cosa que al principio no me importó mucho al creer que fue despedida por mis estrictos padres, sin embargo, como ahora tenía miles de sentimientos encontrados, la maldita culpa no me dejaba tranquila tras haberla maltratado y humillado debido a su baja posición social.

Y eso no fue lo peor que llegué a sentir, pues con muchísima vergüenza y harta de esconder la verdad una tarde tuve el coraje suficiente como para confesarlo todo de frente porque les dije a mis padres lo ocurrido recientemente conmigo a las afueras de la casa, y sí, en lugar de apoyarme y denunciar a ese cochino hombre a las autoridades correspondientes, mi propio padre, el que se supone y debía de protegerme me señaló como la única culpable de todo lo sucedido debido a mi "ropa reveladora" y comportamientos rebeldes, por eso me refugié en mamá al sufrir demasiado, pero ella me ignoró sin piedad durante muchos años, de modo que me dejó solita en medio valle de lágrimas porque prefería no contradecir a su machista esposo.

Naty por otro lado no sabía bien lo que era una "violación" y no reaccionó para nada al ser solo una chiquilla con pensamientos infantiles, por lo que, con todas esas emociones y miedos atorados en el corazón al sentirme como una sucia e impura pecadora, tuve que hacerle daño sin querer a mi propio padre y lastimar su rostro con el puño tras hacerlo sangrar demasiado, pues de esa manera comprobé que Él era hemofílico tal y como sospeché, no obstante yo realmente no lo quería hacer pero las circunstancias en ese momento me obligaron a actuar como una desquiciada al tratar de defender mi honor y dignidad como mujer en esa pésima época.

A partir de ahí, frente a mi pequeña pero horrible familia fui yo la que quedé para siempre como una villana de lo peor, la malnacida, la "PESTE" y la peor hija del mundo por atreverme a herir al hombre de la casa, sin embargo, no todo acabaría ahí, pues ese oscuro y doloroso día también se dió la revelación de la verdadera identidad de mi padre, el cual resultó ser el heredero al trono ruso tras estar ocultándose de sus enemigos junto a su hermana Anastasia, es decir, yo era una auténtica princesa y quería tener dicho poder en mis manos para castigar a la escoria que me había lastimado con todo el peso de la ley.

Realmente no deseaba el poder para ser una bruja tirana o herir a las personas si no para que mi violador fuera preso bajo las leyes rusas o nacionales, empero todo aquello se convirtió en un malentendido y ante nuestros incomprendidos familiares yo añoraba el puesto como princesa rusa al tener la intención de vengarme y lastimar a otros inocentes tras la avaricia en mi corazón, cosa que no era cierta, pero opté por quedarme callada e ignorar las malas caras durante las reuniones o eventos familiares al saber que mi reputación estaría sepultada de por vida.

Para mi desgracia, como yo había golpeado a mi padre ese día, Él tomó la injusta decisión de sacarme de la dichosa herencia familiar luego de aclarar que mi lugar lo tomaría "la hija primogénita de mi estúpida hermana Nathalia", o sea, una pequeña e inteligente niña la cual reclamaría el trono ruso junto a sus padres justo al tener la misma edad que yo, así que era obvio que al escuchar esto tan fuera de lugar me enfadara y alterara muchísimo al saber que todo ese tiempo éramos de la realeza y nadie hasta ahora había reclamado lo que nos correspondía por derecho, por lo tanto quise hacerlo por mi propia cuenta pero mi ingrato padre me obligó a obedecer su voluntad al desconocerme como su hija debido al incidente anterior con mi virginidad.

Desde ese mismo día comencé a ODIAR profundamente a una pobre bebé que ni siquiera había nacido porque era ilógico y absurdo que mis estúpidos padres tomaran esa decisión en mi hermana menor, quien tan solo tenía doce años de edad en esas difíciles épocas, pero como era su hija favorita ellos la beneficiaban y cumplían cada uno de sus caprichos, sobre todo después de que yo hacía sido "manchada" de por vida y ya no existía para ambos.

Los meses pasaron muy rápido y para mi muy mala suerte aquel viejo cochino había dejado su semilla plantada en mi interior tras dejarme EMBARAZADA y en un estado de shock total, pues el saber que sería madre mucho antes de casarme, de tener la mayoría de edad, sin estudios completados y sin dinero alguno para mantenernos a ambos, me causó una inmensa y detonante crisis de ansiedad dado que aún en esa época a eso se le consideraba como uno de los peores pecados cometidos por una mujer tras traer al mundo a un hijo sin padre.

Por su puesto yo no estaba lista para ser mamá todavía, así que tuve que ocultar mi deshonra de toda mi demente familia y alejarme de la casa por un tiempo considerable justamente para poder proteger al bebé de la crueldad de mi padre y del suyo, es decir, un viejo sucio y maloliente que seguía trabajando con papá a pesar de lo ocurrido conmigo y quién de hecho ahora representaba un gran peligro para mi hermanita si llegaba a estar solo junto a ella algún día, pues Naty se estaba convirtiendo en una jovencita realmente atractiva para cerdos inmundos como Él.

Y sí, después de nueve largos meses de ocultar el embarazo nació mi adorada bebé, la cual resultó ser una hermosa niñita de ojitos azules, a la cual por cierto llamé "Alondra Isabel" en honor a mi autora favorita de ciencia ficción cuando aún estudiaba en el instituto, pero a pesar de sentir muchísima felicidad por convertirme en madre, aún me dolía estar tan lejos de mis seres queridos, no obstante, si regresaba con una criatura en brazos, mi padre sería capaz de asesinarnos a ambas y no iba a permitir que ella sufriera por mi causa.

Cuando mi hermosa hija cumplió dos semanas de nacida tomé la drastica decisión de volver a casa dado que iba a proteger a Alondra de quién fuera al estar dispuesta a morir por ella si alguien se atrevía a tocarla, así que sin más tomé el autobús hacia nuestro hogar mientras amamantaba a la bebé y las mujeres de cerca cuchicheaban entre sí por mi corta edad, lo cual no me importaba en lo más mínimo al tener la esperanza de que todo mejoraría gracias a mi pequeña.

En casa, gracias a Dios me esperaba la inmensa y grata sorpresa de que mi hermana Nathalia se enamoró casi de inmediato de mi dulce niñita, es decir, su sobrinita cuando la presenté como mi hija ante nuestros padres, pues después de todo mi pequeña resultó ser la deshonra más hermosa del mundo porque desde su primer día de vida la amé con gran intensidad aunque al principio dudara mucho sobre ser una buena madre para ella tras ser una joven desempleada y sin el apoyo de mis padres, no obstante, milagrosamente ellos amaron la idea de convertirse en abuelos y prometieron ayudarme a cuidar a la bebé para que yo trabajara de costurera mientras tanto.

Muchas veces lo pensé y como mi hijita era muy pequeña para estar en las calles decidí regresar a casa junto a mis padres y hermana con la frente muy en alto aunque siguiera algo dudosa y desconfiada al respecto, no obstante, al volver con mi linda bebé en brazos todos ahí, sin excepción alguna me recibieron como la princesa que era tras hacerme una gran celebración de bienvenida tras descubrir la dura injusticia que fue cometida en mi contra meses atrás, cosa que nunca supe cómo fue que sucedió, sin embargo, a pesar de que se demostró mi inocencia y pureza, aquel maldito violador había escapado y jamás fue atrapado por la justicia después de mi raro padre Alexei creyera en mí y lo echara de ahí como a un perro.

Ahora que ese monstruo estaba lejos de nosotros y mis padres me volvieron a recibir con los brazos abiertos estaba segura de que mi bebé era hermosísima y un amuleto de la suerte, ya que sus ojitos eran tan azules que impresionaban a todos cuando la veían conmigo porque ella resultó ser una bella princesita muy bien recibida, consentida y amada por nuestros familiares debido a su poder de cautivar al mundo, incluso a mi confundida madre, quien ya estaba muy enferma de demencia y aseguraba que Alondra se convertiría en un ángel, además, cuando mi papá empezó a encariñarse con la bebé, cambió nuevamente aquella absurda declaración real y fijó en mi hija el destino de ser su única heredera tras nacer primero, es decir, la vida era perfecta una vez más.

Sin embargo, las cosas no resultaron agradables para nosotras dos, pues el padre de Alondra, o sea el viejo violador prófugo de la justicia había descubierto que di a luz a su hija por oídos de los vecinos y ahora quería alejarme de mi pequeñita para siempre, así que ideó un plan macabro para separarme de ella y lo logró conseguir como tanto quería luego de pasar meses en juzgados, dado que, al momento en que mi hija cumplió SEIS meses de edad unas personas sin corazón la apartaron de mí al secuestrarla mientras paseaba junto a ella en el parque y le cantaba una canción de cuna que yo misma inventé, ya que en los tribunales al fin se había probado mi violación aquella noche mediante evidencias contundentes, así que los ladrones y sus cómplices tuvieron que actuar de otra manera mucho más drástica, la cual, me hizo sufrir como nunca antes.

...

👑Datos importantes.

•Megan Follows (joven) como: Rachel R.

•Adelaide Kane como: Gloriana R.

•Las imágenes de Alondra siendo una bebé y las del fantasma de Alejandra Romanov fueron creadas a partir de la IA (Inteligencia Artificial) de Microsoft Bing, así que ellas no son reales.