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Caminaron por la calle Sarmiento hasta llegar a Paraná. De ahí faltaba una calle, la cual cruzarían en ese momento hasta la misma para llegar al Cine Lorca. En ese momento, sintieron un olor bastante fuerte que provenía de uno de los locales cercanos, algo así como el que larga la carne descompuesta. En una de las cuatro esquinas que formaban ese cruce, había un Farmacity, y dentro lograron observar a unos tres arácnidos de una estatura mediana, similar a la de uno de los coches estacionados. En sus mandíbulas pudieron observar miembros amputados de humanos, los cuales supusieron que habían sido asesinados despiadadamente por algún otro arácnido o por los mismos que estaban ahí. Leo retrocedió un poco, junto al resto.

—Creo que tenemos que cruzar esta calle con cuidado. —dijo Leo.

—¿No será mejor volver a la principal a ver si ese bicho enorme sigue ahí? —inquirió Sergio—. Al menos es uno solo, aunque muy grande.

—De acuerdo —convino Leo—, vamos para allá. —agregó.

Siguieron por la calle Paraná, nuevamente hasta Av. Corrientes. El trayecto no fue tan largo, pero sin embargo, era frustrante y causaba ansiedad, sobre todo a Melanie. Cuando llegaron a la esquina, miraron para ambos lados en búsqueda del arácnido que los había perseguido hasta la calle anterior, pero no había nada...

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