37

El ascensor del lugar no funcionaba ya que no había electricidad, sin embargo, pudieron subir hasta el noveno piso por la escalera. Se sentaron un rato en unas sillas que se encontraban ahí, mientras sentían la incomodidad de ser observado por muchas arañas de esas; sin embargo, después de un ligero descanso, continuaron subiendo hasta el décimo piso. Cuando subieron el último escalón, notaron que la ventana al fondo estaba rota, y una escalera llevaba hacia un vórtice, el cual tenía un destino desconocido. Frente a la ventana había una silla, muy similar a un trono, sin embargo, dichos seres lo tapaban. El grupo se acercó un poco más.

—Perdonen pero —musitó Leo—... queremos ver a su reina.

«Vinieron a ver a nuestra gran reina; entonces adelante»

Las arañas del fondo se abrieron, logrando destapar el trono, en el cual se hallaba sentada una niña que aparentaba unos ocho años de edad, su cabello era tan rojizo que iluminaba todo el edificio, poseía dos colitas del mismo, y su trono poseía cráneos humanos sobresaliendo del mismo. En sus brazos, una marioneta que de apariencia era similar a una mezcla entre Billy de la película Saw, y la de Dead Silence. La misma se hallaba a un lado de la niña, en el mismo trono. Una voz aguda, áspera y tétrica salió del títere.

—La reina les da la bienvenida —dijo la marioneta—, espera que disfruten su estadía. ¿Qué es lo que buscan de ella? —agregó. Era como si la chica se comunicara a través de su títere, sin embargo, la reina no habló en ningún momento.

—H-hola —dijo Leo—. Venimos a negociar con la reina... ¿Por qué vinieron a atacar nuestro mundo?

—Porque nuestras queridas criaturas necesitaban comer, ¿por qué más? —dijo la marioneta—; su mundo fue el primero que se abrió, así que aquí vinimos.

—¿Y no podrían dejar nuestro mundo en paz? —preguntó Leo-

—¿Por qué? —inquirió la marioneta—, aquí, el ser humano es una buena fuente de alimento para nuestras criaturas. Yo creo que es la mejor opción de dimensión a visitar.

En ese momento Leo volteó, y se dio cuenta que tanto a él, como al restro del grupo, los arácnidos les cerraron la salida en un círculo completo. Cada uno de metros de altura, de color negro, un poco grisáceo. Similar a las que estaban en el tren el día en el que comenzó todo.

—La reina tiene su propia granja de humanos —dijo la marioneta—, hace que nazcan los bebés, y después se los da a nuestras bellezas para que tengan alimento. Si están vivos, su sabor es más jugoso...

A leo se le erizó los pelos en el momento de oír eso. En algún lugar del país tenían una granja humana, y comían carne de bebés. Melanie casi parecía que iba a comenzar a sollozar, sin embargo, Leo la abrazó. Sarah, Felipe, José y Sergio parecían estar a la defensiva, observando a los arácnidos que rodeaban al grupo.

—Por cierto, quiero decirles que quien tenga la idea de tocar a nuestra reina, será el próximo alimento de nuestro reino. —dijo la marioneta.

—¡Mierda! —exclamó Leo. Él no podía ni siquiera pensar, ya que las arañas de ese lugar podían leerle la mente, así que lo único que podía hacer es negociar.

—¿Y no hay algo que quieras para que todo tu reino se vaya de nuestra dimensión? —preguntó Leo.

—La reina dice que prefiere quedarse, la comida aquí es mejor. —dijo la marioneta.

Leo en ese momento podría irse, sin embargo, la salida estaba cerrada. Ya conocían a la culpable principal de todo ese problema, sin embargo, tenían que buscar la forma de hacer que se vayan.

—¿Y si te damos lo que sea? —musitó Leo.

—No le sirve a la reina. —dijo la marioneta. 

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top