Tren Del Cielo
Predominaba el azul, con colores blancos y amarillos, muchas personas con una sonrisa entraban en él. Todos satisfechos con el servicio de su vida.
La terminal más grande de este mundo, se denominaba a si misma "Terminal Vida". Un lugar donde muchas personas habitaban, sean buenas o malas. Habían niños, adultos y ancianos. Hasta animales no se hacían faltar, aunque estos se encontraban en otra estación, alejada de las personas.
Todos los individuos del lugar traían alas, sujetadas a su corazón puro.
En este lugar había de todo; servicios y comida, para auto-satisfacer a los turistas y próximos pasajeros.
Cada ser vivo era su propio mundo. Cada uno era dueño de hacer lo que se le plazca.
Algunos subían al "Tren De La Felicidad". Después de todo, todo el mundo buscaba ser feliz a su manera.
El único deshabitado era el "Tren De La Tristeza". Siempre vacío y las únicas presentes eran las pinturas grises y negras, que solas se hacían compañía.
Todos estaban seguros de cual tren subir, menos una persona.
Victor, un joven de diecinueve años, se encontraba indeciso, no tenia ni idea de cual tomar. Confundido, daba vueltas por la terminal. Sumergido en sus pensamientos, chocó con una hermosa joven.
Ésta tenía unos preciosos ojos marrones oscuros, una tez blanca y unos labios rojos intensos. Su cabello era castaño con unas llamativas ondas.
— Disculpe, no estaba prestando atención.— La ayudo a levantarse.— Mi nombre es Victor Herrera.
— No se preocupe, yo tampoco estaba atendiendo.— Se sacudió la ropa, luego extendió su mano en dirección al hombre.— Mi nombre es Isabel Lopez.
Ambos encantados de la compañía del otro, se quedaron juntos en la terminal.
Allí se pusieron de novios. Y se casaron un diecisiete de marzo, que jamás olvidarían, un día inolvidable. Tuvieron cuatro hermosos angelitos: Alejandro, Elizabeth, Julio y Adriana.
Alejandro, era el mayor y primero de los ángeles, se sentía obligado a proteger y defender a su familia.
Elizabeth, era la primer mujer, fiel y siempre buscaba que su familia se sintiera orgullosa de ella.
Julio, era el tercer ángel, confiable y compañero de todo el mundo.
Adriana, la última ángel, la menor, la fortaleza de la familia.
Se convirtieron en una familia unida, muy unida. Eran una familia curiosamente llamativa.
Isabel y Victor pasaron cuarenta y cinco años en ese lugar. Hasta que la familia tomo la decisión de cual tren escoger.
Los cuatro ángeles entraron al maravilloso y colorido "Tren De La Felicidad". Los adultos sonrientes de la elección de sus hijos , se dispusieron a ver que sería de ellos.
— Vamos, Herrera. Ve con ellos, a la felicidad que tanto deseamos alguna vez. Haz ese sueño realidad.— Musito la mujer.
— ¿Y tu?— Pregunto. Ella ignoro su comentario.
— Prométeme algo.— Juntaron sus frentes.
— Lo que sea.— Respondió algo inseguro.
— Vivirás feliz junto a nuestros hijos. Yo estaré ahí para cada uno de vosotros.
— Los protegeré, los acompañare, estaré orgulloso de cada uno de ustedes, los apoyare y siempre, siempre seré un pilar que unirá esta familia.
— Gracias por todo, Herrera. Te amo.
— Yo también te amo.
No se despidieron. Solo se dijeron un 'Hasta luego', por que no se separarían. Ella siempre estaría con ellos.
El hombre subió junto a sus hijos a emprender un viaje, a un destino alegre, lleno de color.
Mientras que, Isabel Lopez ese día subió al "Tren Del Cielo". A un destino único, cumpliendo todos sus sueños y metas. Con una sonrisa valiente en su rostro, dispuesta a enfrentar todo para hacer feliz a sus seres queridos.
El Tren Del Cielo es un hermoso lugar, donde solo los valientes se atreven a ir. Las sonrisas en cada uno de sus pasajeros no se hace faltar, todos satisfechos con su propia vida.
Después de todo, ese era un 'Hasta luego', no un definitivo 'Adiós'.
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Regalo para mi abuelito. Espero que te guste...
Malisima haciendo historias.🐽
Una Luciernaga que no brilla🙈
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