Día 18

Hoy ha venido Gabriela.

La única que aún me visita.

No le he abierto la puerta.

Sigue viniendo aunque no se lo pida.

Aunque la ignore.

No se cansa.

Y me irrita.

No la entiendo.

Mis padres le piden perdón.

Me riñen por eso.

Pero he dejado de escucharlos.

Ya ni siquiera oigo un murmullo.  

Ya no oigo nada. 

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