YUNWOO
daddy ────── Wooyoung era la nueva pareja de Yunho, y los hijos de este no estaban del todo enterados.

Wooyoung caminó hacia el cuarto de lavado y dejó la ropa sucia dentro del lavarropas luego de separar las prendas por colores; bajó nuevamente a la cocina y apagó la estufa comenzando a servir la comida en los diversos recipientes.

Hace unas semanas, se había ido a vivir con su pareja, Yunho, un hombre con las perfectas cualidades y a quien conocía hace más de dos años. Sin embargo, la primera semana donde sus hijos habían ido a visitar a Yunho, habían creído que él era el nuevo mayordomo.

Yunho había mantenido su relación en secreto. Ni siquiera les había dicho que salía con alguien, por lo que por ahora, mientras sus hijos estuvieran en casa, Wooyoung fingía ser el sirviente. Aunque hacer los quehaceres no era algo que le molestara, se sentía rabioso de que Yunho siguiera ocultándoselo a sus hijos.

La diferencia de edad y la posición económica de cada uno eran un gran factor que imposibilitaba la veracidad de los sentimientos de Wooyoung para cualquier persona. Salir con un sujeto más de quince años mayor no parecía viable para nadie y Yunho temía que sus hijos odiaran a Wooyoung o se hablara mal de él una vez que se supiera.

Los gemelos Jeong estaban estudiando en la universidad hacia ya un año, por lo que casi nunca estaban en casa. Sin embargo, las vacaciones de invierno ya habían iniciado hacia una semana y a Wooyoung le tocaba colocarse unos guantes y ponerse a fregar.

Era la hora del almuerzo y había preparado algo rico para comer, sin embargo, nadie estaba en la mesa pasados cinco minutos. La comida se enfriaba y él sólo esperó.

Wooyoung no planeaba sacar del closet a su novio a sus cuarenta y cuatro años, pero la situación le enfermaba. Quizás se habían adelantado demasiado con la mudanza y debía esperar un poco más, sólo aguantarse hasta que Yunho se armara de valor algún día o desistir.

Se levantó de la mesa y, dejando todo como estaba, subió a su cuarto (el de empleados, porque no podía compartir la cama matrimonial con Yunho), y se encerró como un adolescente malhumorado. No supo en qué momento se durmió, pero al despertar, los fuertes brazos de Yunho rodeaban su cintura y podía sentir su respiración tranquila en la nuca.

Wooyoung había conocido a Yunho a sus veinticinco años y había caído como un bobo, y aunque él fue cortejado por el mayor, comenzaba a tener dudas acerca de cuánto Yunho lo amaba, sobre todo desde que se había mudado.

―Estoy agotado ―susurró Wooyoung, apretando las manos sobre su pecho―. Creo que dejaré mi empleo por un tiempo ―murmuró unos minutos después donde se mantuvieron en silencio―, termino muerto luego de hacer todas las cosas de la casa. Tus hijos son unos cochinos.

Y aunque no se lo estaba echando en cara, se dio cuenta de que así sonó y dejó de hablar. Su trabajo como chef en un mini restaurante podría esperar un tiempo si tenía que concentrarse en ser un mayordomo, además, tenía algunos ahorros que podría utilizar mientras tanto si llegase a necesitar dinero.

Wooyoung de verdad se estaba esforzando, pero no se sentía satisfecho para nada.

―Es eso, o deberé volver a mi departamento ―susurró con algo de pesar, de todas formas Yunho probablemente no estuviera despierto, pues no contestó a nada anteriormente dicho.

Yunho, sin embargo, abrió los ojos en grande y se incorporó en la cama, asustando a Wooyoung por el movimiento repentino.

―¿Volver a tu departamento? ―preguntó el mayor con la voz algo ronca y quebrada―. ¿Por qué? ¿No te gusta vivir aquí?

Wooyoung boqueó como un pez fuera del agua.

―Yunho, prácticamente no vivimos juntos. Nos separan como cincuenta metros de habitación a habitación. Ni siquiera puedo saludarte por la mañana con un beso o abrazarte, o hacer las cosas que una pareja normal hace. No quiero que te metas en problemas con tus hijos, si no estás listo... Creo que mudarme aquí fue un error.

Wooyoung se incorporó en la cama, evitando la mirada del más alto. Al menos, viviendo separados tenían algo más de privacidad.

―No dormimos juntos hace seis días, Yunho. ―Terminó por decir, levantándose.

Le dolía la forma en la que las cosas se habían torcido. Si tan sólo Yunho le hubiera dicho desde un principio que sus hijos no sabían nada, ni siquiera habría aceptado mudarse en primer lugar.

Yunho se levantó de la cama y lo siguió hasta tomar su mano y apretarla entre las suyas con calidez.

―Bebé, lo siento... ―susurró el mayor, sentándose en el borde de la cama para arrastrar al más bajo hasta él y rodear su cintura con sus brazos―. Metí la pata al mentirles... y ponerte en esta situación. Pero lo arreglaré, dame algo de tiempo... No te vayas.

Yunho escondió la cara en su abdomen y frotó la misma con lentitud.

―Criaste a unos buenos chicos, ¿de qué tienes miedo, papi? ―Wooyoung acarició el cabello de Yunho.

El más alto no contestó enseguida, por lo que Wooyoung se sentó en el regazo ajeno y acarició las mejillas abultadas de Yunho con sus yemas.

―¿Crees que podrían rechazarme, o a ti? ―Wooyoung recostó la cabeza en el hombro de Yunho―. ¿Tienes miedo de lo que la gente hable a tus espaldas? ¿Eres así de débil?

Yunho abrazó al más bajito contra su pecho y se recostó en la cama llevándoselo cargado, encerrándolo entre su cuerpo y la cama.

―¿Sabes qué me asusta? ―preguntó enseriando su rostro totalmente―. Temo que te sientas presionado por las personas o mi familia, que pienses que es demasiado y decidas irte. Tú y yo sabemos que nos amamos y por ello estamos juntos, pero si la gente habla mal de ti, me hierve la sangre.

Wooyoung desvió la vista sintiendo sus ojos picar.

―Si tus hijos me rechazaran, no podrías elegirme. ―Wooyoung asintió varias veces―. No hablaré más del tema entonces, cuando estés listo, se solucionará. Y si no...

―Así será... ―Yunho lo calló dejando varios besos en sus mejillas.

Ese mismo día, durante la noche, todos estaban en el comedor disfrutando de la cena cuando el gemelo mayor miró a Wooyoung por más tiempo del que es considerado cómodo.

―Wooyoung hyung, ¿usted tiene novia? ―preguntó Jungmo, sonriendo.

Wooyoung terminó de masticar su arroz y asintió.

―Tengo pareja, efectivamente.

―Jungmo dijo que no tenía y yo dije que sí. Gané.

―Eso es trampa, seguro ya sabías, Minhee.

―Sí, ya sabía ―rio el menor, mirando a Wooyoung con chulería―. Su cara de enamorado cada vez que lo veo concentrado no son un chiste. Piensa en la persona que ama al menos cien veces por día, pero parece un poco triste... ¿Están peleados?

Yunho dejó sus cubiertos a un lado y suspiró de manera poco notoria. Incluso sus hijos habían notado que algo iba mal con Wooyoung.

―No estamos peleados, sólo estamos en una situación un poco complicada ―dijo Wooyoung tratando de restarle importancia.

―¿Por qué es complicado? ―preguntó Jungmo con curiosidad―. Los adultos se complican demasiado.

Qué hijos tan cotillas, pensó Wooyoung, tragando con dificultad.

―No lo sé, pero he estado dudando demasiado si es o no mi lugar a su lado. ―Bostezó dejando de sonreír, apartando su plato a un lado―. Sin embargo, creo que ya está casi resuelto, sólo hay que esperar y desesr lo mejor.

Minhee y Jungmo asintieron varias veces.

―El día en que papá se case de nuevo, espero que se vea igual de enamorado que usted, Wooyoung hyung ―dijo el gemelo mayor―. Sus ojos brillan muy bonito.

⸼𖧧 ָ࣪ jue., 17 de diciembre 2020

f por Wooyoung