#HappyYeosangDay
YEOHWA¡!
en donde seonghwa sólo quiere complacer a su novio
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Seonghwa suspira al incrustar con cuidado aquel buttplug que había comprado para él antes de que el crucero iniciara. Está escondido en un baño, esperando a que todos sus compañeros y su jefe se vayan.
Yeosang está esperando por él, había decidido quedarse en la habitación hasta que su novio llegara, pero su cumpleaños sería en pocos minutos y Seonghwa aún no se había aparecido.
Seonghwa se apoya en las paredes del pequeño cubículo; incrustar aquel artefacto (completamente nuevo para él) había sido extremadamente difícil, y sus ojos lagrimearon ante el esfuerzo. Mueve las caderas lentamente de izquierda a derecha, sintiendo cómo aquello que había abierto su recto se metía más y más dentro suyo. Seonghwa sube su ropa interior: una tanga de encaje color vino, se coloca sus ligueros del mismo color y vuelve a la seguridad de sus pantalones de vestir.
Acomodando su cabello, su saco y corbata, Seonghwa le da una última mirada al reflejo en el espejo y se dirige con extrema lentitud hacia la habitación donde su novio está en soledad.
Abre la puerta sintiendo un ligero mareo, definitivamente Seonghwa nunca se acostumbrará al océano. Las luces de la habitación están apagadas, pero puede ver un halo brillante que parece estar a punto de apagarse, se dirige hacia allí a pasos pesados, dándose cuenta de que es un pastel con una vela. Enciende las luces ahora que está frente al interruptor, y ve a su lindo novio descansando sobre la mesa con el pequeño pastel de cumpleaños frente a él, no parece haber pasado mucho tiempo después de desplomarse.
Seonghwa acaricia la mejilla del menor, felicitándolo por su cumpleaños aun si todavía no pasan de las doce. Yeosang levanta la cabeza y le sonríe instintivamente, lloroso.
—Llegaste —murmura Kang, conmovido.
—Esa reunión era importante, pero tú aún más —susurra Seonghwa, inclinado a su altura, dejando un beso en su mejilla y otro en sus labios abultados.
—¿Comemos el postre? —pregunta Yeosang, con las mejillas encendidas tratando de pasar desapercibida la oración del mayor.
—Tengo otro postre para ti —dice Seonghwa con picardía, tomando al menor de las solapas.
—¿O… otro postre? —pregunta titubeante dejándose llevar por el mayor hacia la habitación—. No tenías que comprar nada, cariño.
Seonghwa suelta al menor, dejándolo sentado al pie de la cama. Mirándole con una enorme sonrisa, el rubio agita las pestañas tratando de que todo el pudor deje su cuerpo. Con lentitud, Seonghwa se quita el saco, la camisa, y desliza sus pantalones hacia abajo, todo en una secuencia de movimientos que desesperarían a cualquiera.
Yeosang boquea totalmente turbado cuando Seonghwa se da la vuelta, haciendo un pequeño y corto baile de caderas, acercándose a él con las manos extendidas. El mayor le toma y le guía nuevamente hacia la cama, recostándolo de espaldas. Yeosang está tan sorprendido que siguiera se da cuenta de que se ha puesto tan duro sino hasta el momento en que Seonghwa le aprieta la polla con dos dedos.
El mayor tapa su entrepierna sólo con una tela de encaje de color vino.
Seonghwa está de rodillas, de espaldas a él, con el culo alzado dejando a la vista una joya de color negro incrustada dentro suyo. Sin pensarlo, la mano izquierda de Yeosang cae sobre una de las mejillas de su novio, apretando y dejando una roja marca de sus dedos en pocos segundos.
—Tardé demasiado porque era muy difícil poner eso en mí estando parado —murmuró Seonghwa avergonzado—. Di algo, Sangie —suplicó meciendo su trasero frente al rostro ajeno.
Yeosang está paralizado, su voz no sale y sus mejillas están tan ardientes que quiere enterrarse bajo las sábanas. Él jamás ha sido bueno en el sexo, pero Seonghwa le inspiraba a probar cosas nuevas, excepto que ahora no sabe qué hacer.
—Yeosang… —tararea Seonghwa, abriendo el cierre de los pantalones de su novio—, está tan húmedo aquí…
Un jadeo roto se escapa de la garganta del menor cuando Seonghwa toma su duro pene entre sus manos, apretando la base con cuidado antes de engullirlo completamente. Yeosang aprieta con ambas manos las mejillas que se mecen frente a él cuando la caliente cavidad bucal del mayor succiona con hambre. Escucha una suave risita que pasa por alto, embistiendo sin querer, en automático, la boca ajena.
Los dedos de Yeosang se enredan en la ropa interior del mayor, mientras acaricia sus costados. Discretamente, sin que el otro se diera cuenta, Kang acercó su rostro al trasero pálido, tomando entre sus dientes la joya y tirando de ella con lentitud. Un gemido profundo salió de Seonghwa arqueando su espalda cuando el buttplug abandonó su agujero.
Unos dedos salivados se introdujeron instantáneamente en el orificio de Seonghwa, sin darle lugar a descansar. Aún incorporado, Yeosang mordió la zona ciática del mayor, acomodándose para subir por la espalda delineando con su lengua cada vértebra.
Los jadeos y suspiros de Seonghwa le hacían saber que estaba haciendo las cosas bien y que su novio estaba disfrutando totalmente de sus acciones. Con sus piernas, Yeosang separó las ajenas todavía más, colocándose entre ellas y apoyando su miembro erecto sobre las mejillas de Seonghwa.
Nuevamente, el menor enredó sus dedos en la tela de la tanga, corriendo apenas el hilo para darle una lamida al agujero que poco a poco se quería cerrar. Yeosang se incorporó y volvió a la anterior posición, simulando una dulce embestida al mayor haciendo que su polla se resbale hacia abajo y acaricie sus testículos.
—Yeosang —ruega el mayor—, ¿por qué no lo metes ya?
—¿Lo quieres? —pregunta Yeosang despacio, con la voz tan gruesa que Seonghwa se derrite—. ¿Qué tanto lo quieres?
Seonghwa no responde, se mueve de delante hacia atrás embistiéndose a sí mismo y chocando bruscamente con las pelotas ajenas. El pene de Yeosang se resbaló hacia arriba, haciéndole chillar.
—Si no lo quieres tanto, entonces voy a masturbarme un rato —dice Kang, con un deje de burla en su voz.
Yeosang aprieta su miembro entre las mejillas de su novio, embistiendo constantemente viendo cómo la punta sale hacia arriba, negándose a entrar en él.
—Yeo… —jadea Seonghwa con voz aguda, cayendo de pecho sobre la cama—. Por favor, métemela ya…
Yeosang sonríe, tomando con su mano la base de su miembro, dirigiéndolo con lentitud hacia el agujero latente del mayor. La primera embestida hace que Seonghwa chille y se haga pequeño, apretando las sábanas entre sus manos.
Una pequeña risa llega a los oídos del menor cuando se vacía dentro de su novio, con cariño toma al mayor de las axilas y lo acerca a él, enredando rápidamente sus piernas con las ajenas y acercando su cara a la pálida.
—Feliz cumpleaños, Yeo —tararea Seonghwa, riendo—. Feliz cumpleaños…
—Eres un tonto —dice Yeosang, acariciando el cabello de su pareja—, pero gracias, tonto.
Seonghwa abraza a su novio del torso y deja un beso en su pecho.
—Tú eres el tonto —susurra bajito.
Vie., 14 de Junio 2019
¡15 en corea! ¡Feliz cumpleaños, Yeosanggie!
Lo siento, tengo un fetiche con las tangas, los bodys y los besos negros.
Espero que les haya gustado, y especialmente a ti,
hanasakemirai ❤️
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