#HappyMingiDay
YUNGI
yunho y san tratan de sorprender a mingi en su cumpleaños
Mingi suspira con fuerza al tomar en sus brazos al pequeño San, quien está lleno de harina y huevo por todos lados, además del cabello. Yunho está parado a un lado, con las manos detrás de su espalda y la cabeza gacha.
―¿San, Yunho, qué han hecho? ―pregunta de repente, mirando con atención la cáscara de huevo pegada a la mejilla del niño.
―¡Pastel! ―grita San―. ¡Cumpleaños, pastel!
Mingi muerde sus mejillas apartando la vista de la sonrisa de su hijo. Al ver la pequeña boca abierta de San, Mingi nota el marrón en sus dientes producto de la gran cantidad de chocolate que ha ingerido.
―¿Han hecho este desastre por mí? ―pregunta, achicando los ojos.
Yunho, quien había permanecido en silencio durante todo ese tiempo, alza la cabeza y ríe bajito.
―Fue idea de San en realidad ―balbucea Yunho―. Queríamos hacerte un pastel, también quisimos hacer brownies y ponche... Pero nada de eso salió como esperábamos. Ah, por cierto... ―Yunho echa un vistazo a la mesa―. No tomes el ponche, se nos cayó el tarro de vinagre dentro...
Mingi no lo soporta por mucho tiempo y estalla en risas gracias a la hilarante situación en la que su pequeña familia lo envuelve.
―Bueno, sé que mañana es mi cumpleaños ―dice Mingi remarcando cada palabra―. No obstante, yo les daré una sorpresa a ustedes.
Mingi baja a San al suelo y este camina por la sala, no muy lejos cae sobre sus peluches haciendo un gran sonido de explosión con su boca.
―Y no les diré qué es hasta que no se bañen, y limpien este desastre y sea mañana ―articula Mingi, poniendo las manos sobre su cintura antes de irse hacia su habitación, sin olvidar dejar un beso en la mejilla de su esposo.
San toma a su peluche, proclamado como Shiber desde el día en que Yeosang se lo obsequió, y se acerca a su papá a pasos lentos.
―Surprise? ―pregunta el pequeño, confuso.
―Nuestra sorpresa tiene que ser mejor que la de papi, es su cumpleaños ―gruñe Yunho, cohibido.
Jeong toma a San en brazos y los tres (contando a Shiber) se dirigen al baño para tomar una larga ducha.
Yunho coloca a San en su espalda una vez que termina de vestirlo. El smoking negro con líneas verticales en gris de San le hacían ver como un pequeño empresario, muy elegante.
―Toma el ramo de flores, no lo sueltes. ―Yunho le entrega el arreglo de rosas blancas―. Papi gritará de emoción cuando te vea ―dice con elocuencia, aguantando las risas.
Yunho sienta a San en el asiento para bebés en la parte trasera del auto y juntos emprenden marcha hasta la casa de Seonghwa, donde actualmente Mingi trabaja como niñero.
―¡Papi, papi! ―San comienza a gritar apenas ve a su papá por el ventanal de la casa de Seonghwa.
Mingi se acerca con curiosidad, viendo a su hijo y su esposo asomados por la ventana. Ambos visten elegantes trajes de gala y también nota que Yunho le ha pedido el BMW ¿a su jefe? ―auto que lleva un gran moño rojo encima.
Seonghwa, Hongjoong y Mingi salen de la casa acompañados de los dos niños de la pareja. Los gritos de felicidad de San se hacen más fuertes cuando ve a su papi y lucha por bajarse de los hombros de su padre, sin éxito.
―Espera, San, recuerda el plan.
San parece recordar las cosas que su papá le ha dicho antes de llegar donde su papi, así que se tranquiliza sobre sus hombros, luego, estira sus pequeños brazos hasta Mingi, con una gran sonrisa.
Mingi se acerca a su hijo y esposo con una gran sonrisa en sus labios, la nariz le cosquillea ante las ganas de llorar gracias a las hormonas alborotadas y la ternura que expresan las personas frente a él.
―Bien, ¡feliz cumpleaños! ―grita Yunho, siendo acompañado por San tardíamente.
―¿Vamos a dar un paseo? ―pregunta Mingi, luego de agradecer los arreglos florales que ambos le entregan.
―Sí ―contesta Yunho, con una sonrisa pícara―. San, dale a papi su obsequio...
El pequeño San mete la manito dentro de su bolsillo y le entrega una cajita dorada con un moño blanco a su papi. Gracias a esto, la carita pálida del niño es besada por todas partes por su progenitor.
Mingi casi cae de bruces al suelo al abrir la caja y ver la llave del automóvil estacionado justo frente a él, junto a una pequeña nota diciendo "disfruta tu regalo, amor".
San está sentado en su babysit en la parte de atrás, cantando a todo pulmón una canción de cumpleaños en dos idiomas, coreano e inglés mezclados. Yunho está sentado en el copiloto, viendo con todo el amor del mundo a su esposo, quien maneja su nuevo auto hacia algún destino incierto.
Yunho sabe que la expresión en el rostro de Mingi luego de recibir las llaves no se comparará en nada a la sorpresa que Mingi alardeó tener para ellos. O bueno, eso cree.
Mingi estaciona el auto a un costado de la carretera, sonriendo aun más ante la mirada de confusión en el rostro de Yunho, pero pronto aquella mueca de felicidad se transforma en una de miedo.
San deja de cantar, prestando atención a sus papás.
Mingi toma su bolso y saca una pequeña caja rectangular.
―Nunca preguntaste... ―murmura Mingi―, sobre la mamá de San...
Yunho toma la cajita que se le es entregada, pero no la abre sino hasta que su esposo termine de hablar.
―Y yo nunca hablé de ella, porque ella... no hay ningún "ella". Soy parte... ―Mingi carraspea con fuerza, sintiendo que las lágrimas se acumulan en sus ojos― del segundo género... S... San fue gestado dentro de mí.
Yunho se queda sin aire, y aprieta la caja en sus manos dándose cuenta enseguida de qué es lo que eso significa. Él es algo lento y su rostro pasa por infinidad de sensaciones, incluyendo la confusión y el miedo.
―¿Por qué... no me lo dijiste antes? ―pregunta Yunho, con una fuerza sobrenatural apretando en su pecho con insistencia.
Las lágrimas bañan el rostro de Mingi rápidamente, quien ríe con tristeza y una maldición escapa de su boca, desviando la vista hacia los pastizales.
―Tampoco lo quieres... ¿Es así?
El segundo género es una especie mutada en el nuevo mundo, caracterizada por la gestación en hombres y la extensión del clítoris capaz de crear esperma, en mujeres. Una muy pequeña parte de la población nació con dicha mutación, y apenas era aceptado en la sociedad por ser raro, diferente.
Yunho muerde sus labios, sin saber qué decir, no quiere perder todo lo que se ha convertido en su mundo pero tampoco sabe cómo reaccionar a ello. Él jamás creyó estar en esa situación.
En un parpadeo el auto se detiene de nuevo, incluso si Yunho no supo en qué momento se encendió. La puerta fue azotada con fuerza y luego ni el sonido de los balbuceos de San se oyeron.
Yunho gruñe, golpeando la puerta del auto con ira. Rápidamente se baja del auto y sube las escaleras hasta su hogar, llega a la sala donde Mingi y San están sentados en un sillón.
San limpia el rostro de su papi apartando las lágrimas, incluso mientras siguen saliendo.
―Papi tiene que irse de nuevo ―susurra Mingi, sin saber que Yunho ya había llegado a ellos―. Papi ya no va a enamorarse otra vez... Sólo seremos nosotros tres.
―¿Bebé? ―pregunta San en un murmullo, apoyando la mano sobre la frente de Mingi.
―Sí, bebé...
―Los cuatro ―dice Yunho apresuradamente, rodeando a Mingi con sus brazos desde detrás del sillón―. Vamos a ser los cuatro. San, Mingi, Yunho y el pequeño bebé...
Dejando un beso sobre la mejilla de su esposo y San, Yunho apoya la boca en el hombro de Mingi.
―Lo siento por no reaccionar bien, jamás creí que esto pasaría... Yo... Lo siento, debí ser más prudente. No quise que creyeras que tampoco lo quería...
―¿Qué significa eso? ―El hilo de voz de Mingi se apaga en las últimas sílabas, así que abraza con más fuerza a su pequeño San.
―Que nunca voy a dejarlos, y que siempre me das los mejores regalos de cumpleaños aunque no sea mi cumpleaños.
Sáb., 10 de agosto 2019
Cuando lo terminé de escribir aún era 9 de agosto y en algunos países TODAVÍA es el cumpleaños de Mingi asique... Jejox
Esto es una continuación del cumpleaños de Yunho (#HappyYunhoDay)
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