#CaptainDay
Hong x ATEEZ ────── un rumor dice que wooyoung te la chupa gratis los viernes.
Hongjoong era nuevo en la escuela secundaria para chicos de Seúl. Su compañero de habitación, Park Seonghwa, le había enseñado las instalaciones durante todo el día y asistió a su primera clase de la semana con un poco de retraso.
Kim Hongjoong era de una familia muy rica, ninguno en ese lugar podría igualar su patrimonio, sin embargo, en estos momentos, se encontraba sin un solo billete. Sus padres lo habían castigado de cierta manera por negarse a viajar con ellos a Norteamérica.
―¿Qué pasa? ¿Y tu almuerzo? ―preguntó Seonghwa viéndole parado con las manos en los costados, como un soldadito.
―Olvidé mi teléfono ―murmuró abultando su labio inferior.
Hongjoong dejaba su teléfono en la habitación para no admitir que no tenía ni un centavo en su cuenta.
Seonghwa soltó un jadeo.
―Oh, cielos. Deja que yo te lo pago, ¿por qué no dijiste nada? ¿Te ibas a quedar todo el día sin comer?
Mingi comenzó a reír por los regaños que Seonghwa le estaba dando y Hongjoong sólo arrugó la naricita.
―Ayer olvidaste tu teléfono también ―murmuró Mingi cuando Seonghwa se fue para comprar comida.
Mingi les había llevado el kimchi que preparó su madre, por lo que nadie había comprado comida de la cafetería el día anterior, pero Mingi pudo notar que Hongjoong no tenía su teléfono encima, apropósito.
Era miércoles, su tercer día en esa escuela y Hongjoong ya empezaba a odiar lo metiche que era Mingi.
―Métete en tus asuntos, niño tonto.
(...)
La primera ronda de exámenes finales estaba cerca, pero Hongjoong estaba más cerca aún de fritar su cerebro. Estaba cansado, apenas había podido dormir en toda la semana y estaba muerto de hambre. El dinero que su abuela le enviaba a costa de sus padres apenas le alcanzaba para un mes y se estaba acabando, tenía que estirarlo lo suficiente.
―Ten.
Hongjoong abrió los ojos cuando escuchó la voz de Mingi. Un potecito de yogurt y una cuchara fueron dejados frente a él, Hongjoong los tomó entre sus manos como si fueran la cosa más preciada e invaluable.
―Gracias, Dios.
―De nada ―Mingi sonrió sentándose en la silla frente a él―. ¿Qué haces aquí de todas formas? ¿No deberías estar estudiando?
Los ojos rojos e irritados de Hongjoong se posaron en Mingi por un segundo.
Mingi se rio de su cara de zombie.
―Te diré un secreto.
―Si no es acerca de adónde huye Seonghwa los viernes, entonces no quiero saber.
―De hecho, es eso. ¿En serio quieres saberlo?
Hongjoong detuvo la cuchara a centímetros de su boca y alzó una ceja, una sonrisa de gato posándose en sus labios.
―Hay un grupo de chicos del otro lado del establecimiento que hace favores divertidos... ―Mingi sonrió―. ¿Recuerdas a Wooyoung? ¿El chico que te miró una vez y casi te measte en tus pantalones? Un rumor dice que te la chupa gratis los viernes, ahí es donde va Hwa. Bueno, en realidad, ninguno de ellos pide dinero, pero Wooyoung los viernes está libre así que algunas personas van para pasar el rato.
Hongjoong boqueó como un pez globo y su mirada se desfiguró en confusión e intriga.
Hace tres meses, Hongjoong vio por primera vez a Jung Wooyoung, un chico de su misma edad, pero del otro lado del edificio, lo vio bailando con un grupo de chicos. Era tan sensual, tan... A Hongjoong se le paró y tuvo que irse corriendo si no quería pasar vergüenza. Sin embargo, Mingi era muy observador y claramente lo notó.
―¿Quieres ir o no?
Hongjoong no supo qué decirle los primeros segundos.
―Es seguro.
―¿Tú has ido...? ―alargó bajando la voz, con un tono mojigato.
Mingi comenzó a jugar con su cabello y soltó una risilla.
―Hay un chico llamado San que mueve muy bien sus caderas... ―murmuró con las mejillas completamente rojas.
―Espera, ¿qué? ¿Tan así?
Mingi mordió su labio inferior y trató de pasar por alto el tono de Hongjoong.
―No te hagas el inocente ―bufó inquieto por la mirada juzgadora del mayor―. ¿Por qué un chico como tú nunca tiene dinero? ¿Estás castigado? ¿Tus padres te odian? No soy el único que tiene secretos.
Hongjoong desvió la mirada, mordiendo su lengua. Mingi continuó esperando a que dijera algo, pero Hongjoong sólo suspiró profundamente por un rato.
―Lo siento. Mis padres no querían que viniera a esta escuela. ―Hongjoong bajó la cabeza y comenzó a jugar con el fondo del pote vacío―. Ya decían que era demasiado raro por querer estudiar diseño. Cuando se fueron a Canadá por trabajo querían llevarme para tenerme vigilado todo el tiempo, iban a obligarme si no fuera por mi abuela... Yo sólo quería entrar aquí y conocer algún chico bonito.
Mingi soltó una risa.
―No he sido tan libre desde que dejé de convivir con ellos ―murmuró al final.
Mingi rodó los ojos por el tono melancólico del mayor.
―Está bien, guardaré tu secreto y te ayudaré con el dinero. ―Mingi se levantó y apretó la mejilla de Hongjoong―. Voy a ir a ver a San esta noche, avísame si quieres que te lleve.
Hongjoong mordió su labio inferior. Bueno, estaba bien si Mingi era un metiche.
(...)
Hongjoong se vistió a las apuradas, Mingi había tocado su puerta como un maníaco y lo dejó entrar cuando apenas estaba comenzando a secar su cabello. Para ese momento, Seonghwa ya se había ido, la diferencia era que ahora Hongjoong sabía dónde.
―¿Y cómo... es... eso? ―preguntó Hongjoong jugando con una liga para el cabello.
Mingi, sentado en su cama, lo miró.
―Oh, bueno... San, Wooyoung y Yunho hacen lo que les pidas. Eso sí, tienes que gustarles, no lo hacen con cualquiera. Yeosang sólo hace mamadas, también es bueno encontrando la próstata...
Hongjoong se cohibió inmediatamente. ¿En serio iba a ir por una mamada? ¿Sólo tocaba la puerta y pasaba?
―¿Tú tienes sexo con San? ¿No tienes miedo de pegarte algo?
Mingi rio negándose.
―Sí. Nos cuidamos, tontito.
Esta «fiesta de sexo» era un secreto que nadie sabía. Hongjoong sólo estaba siendo engañado por un bonito muchacho de cabello largo y afelpado. Si Mingi le dijera que solía tener orgías con sus amigos, probablemente el pequeño Kim saldría corriendo.
Era mejor decirle una mentira blanca. Si Hongjoong se negaba era preferible que su descuido fuera sólo «un rumor». Era tonto, por no decir peligroso, agregar a alguien más, pero a Mingi le gustaba mucho Hongjoong, el pobre era un manojo de nervios que sólo necesitaba un poco de emoción en su vida.
―¿Eres virgen, verdad? ―alargó Mingi, levantándose de la cama para acercarse a él.
Hongjoong pasó la lengua por sus labios con nerviosismo. A su edad no parecía descabellado ser virgen, de hecho, pero le intimidaba que Mingi se lo preguntara.
―¿No has besado a nadie antes?
Mingi se inclinó hacia él, acorralándolo.
―Nunca he... conocido a otras personas como yo... ―murmuró.
Mingi sonrió en grande.
―Ahora vas a conocer a un par, vamos.
Mingi tomó su mano y lo arrastró hacia la salida.
Hongjoong suspiró al ser arrastrado por todo el edificio, no tardaron más de tres minutos en llegar. Las habitaciones estaban en silencio, ni siquiera se oían voces, si las luces estuvieran apagadas definitivamente Hongjoong saldría corriendo de ahí.
Hongjoong se había imaginado algo distinto, tal vez una pequeña fila de hombres esperando su turno o algo así, pero, en realidad, no había nadie ahí.
―Es tu oportunidad para retractarte.
Hongjoong mordió su labio inferior y negó con la cabeza.
Mingi sonrió en grande y tocó tres veces la puerta, luego de contar hasta cinco, tocó tres veces más.
Hongjoong oyó el sonido del picaporte, miró hacia abajo, avergonzado, aún sostenido de la mano grande de Mingi y se sintió pequeño y desesperado. Como un muchacho que iba a un prostíbulo para su estreno.
―Hey.
La voz de Wooyoung hizo que Hongjoong mirara al frente. En la habitación habían varias personas, pero no se estaban besando ni estaban desnudas.
―Mingi, así que él es tu nuevo amigo... ―alargó Jung.
Seonghwa suspiró al ver a Hongjoong, parecía querer matar a Mingi. Hongjoong, al ser observado por todos, se sintió intimidado.
―Síp, este es Hongjoong. Es virgen por todos lados. Le gusta el yogurt y no sabe hacer chistes. Pero se ríe bonito. ―Mingi tomó aire como si estuviera preparándose para decir algo y apuntó a un chico con el dedo―. San es de mi propiedad, aunque lo comparto un poco con Hwa. Yeosang es bueno con los dedos y Wooyoung y Seonghwa con la boca, aunque Wooyoung puede hacer cosas muy locas, te lo recomiendo. Yunho hará lo que sea que le pidas. Y Jongho... bueno, él nos hace pastelitos de dulce de leche, pero también te la chupará si se lo pides.
Hongjoong se quedó en silencio, en completo shock. Sólo reaccionó cuando Seonghwa se levantó y golpeó ligeramente a Mingi en la cabeza.
―Lo asustaste, tonto.
―¡Hyung! ―San también se levantó―. Esa palabra está prohibida.
Wooyoung comenzó a reír cuando todos empezaron a discutir y luego se acercó a Hongjoong para que pudiera tomar asiento. Sentía que este podría desmayarse en cualquier momento.
―Así que Gigi te trajo para ser parte de nuestro club.
―¿C... club?
―El club de fotografía, claro ―Wooyoung dijo con obviedad y comenzó a reír más al ver las mejillas rojas del chico―. Eres tan lindo, quiero comerte.
Hongjoong mordió su labio inferior y todo su cuerpo estaba ardiendo en vergüenza, estaba tan rojo.
―Ya llegaste hasta aquí, pero puedes irte cuando quieras ―murmuró Seonghwa entre dientes.
Seonghwa no estaba molesto por la presencia de Hongjoong, era sólo que lo veía demasiado inocente para las perversiones que hacían en esa habitación.
―Es cierto, puedes irte, pero ¿sin haber probado un bocado? ―murmuró Wooyoung inclinándose hacia él.
Era una escuela secundaria para chicos, este grupo llevaba un año haciendo esto y Hongjoong había tenido la suerte de caer en el lugar correcto. A Hongjoong le gustaban los chicos, le gustaba la lengua de Wooyoung alrededor de sus dedos y las succiones de Yeosang en su pecho, pero también le gustaba cuando Jongho lo chupaba como un jodido ternero.
A Hongjoong también le gustaba el agujero de Seonghwa y Wooyoung y amaba cuando Yunho hacía que sus pies se torcieran o cuando Yeosang exploraba sus canales con tanta maestría.
Sí, sus padres se infartarían si lo supieran, pero lo que ellos no saben, no los lastima.
(...)
―¿Qué traes ahí?
Era viernes en la madrugada, se había vuelto una costumbre que hicieran una pijamada todos juntos. Yunho dormía a su lado y Yeosang estaba sentado en el suelo, mirando unas viejas fotografías. El club existía, claro, pero los únicos que tomaban fotos eran Hongjoong y Wooyoung.
―Fotos de Yunho ―dijo dándole un par―. Las tomó Woo.
Las imágenes de Yunho eran preciosas, el chico era muy guapo. Era el tipo de chico que acabaría en televisión, siendo una gran estrella.
―Son muy lindas.
―También hay algunos desnudos ―rio enseñándole una imagen de, quien supuso debido a la mancha de nacimiento en su espalda, era Mingi―. El cuerpo de Mingi es bellísimo, me gustaría pasar la lengua por su...
―Sí... Entendí.
La espalda de Mingi era ancha y su cintura era demasiado pequeña, su pomposo culo sobresalía gracias a ello. En las fotos, Mingi tenía el culo lleno de mordidas y chupetones.
―¿Sigues siendo un mojigato, aun cuando acabo de estimular tu próstata con mi lengua?
Las mejillas de Hongjoong se pintaron de rojo.
―No sé cómo ganar confianza.
―Pasa más tiempo con Wooyoung y te volverás un descarado.
Hongjoong comenzó a reír. Yunho lo tomó de la cintura y se pegó más a su cuerpo para seguir durmiendo, Hongjoong sintió que su corazón se aceleró sólo con el toque de las manos ajenas en su piel.
Hongjoong tenía casi 17 años y había tachado las palabras virgen y trío de su lista de cosas pendientes. Ahora quería tachar la palabra orgía.
13112022
Like y le cumplimos el deseo al capi
Hongjoong probablemente ya lo hizo con todos pero ya saben que no soy fan de las primeras veces kajajaja así que nos salteamos eso, ahora sí, ¿qué se les antoja más?
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