#BabyGirlDay
HWA WOO • Wooyoung conoce a un chico guapo en el gimnasio y no puede dejar de pensar en él.
Wooyoung chocó con una barra de veinte kilos por no mirar su camino y hubiera caído si no fuera porque una fuerte mano rodeó su delicado brazo y lo sostuvo con firmeza.
Sonaba Love Shot de EXO en el gimnasio esa tarde y la mirada oscura de esos orbes negros se impregnó en su retina. Sudaba como un loco y el cabello rubio se pegaba a su piel, su respiración estaba agitada y aun luciendo cansado, había estado alerta. Wooyoung sintió un flechazo inminente.
―Mi héroe ―jadeó Wooyoung.
Ese chico se rio y lo soltó, apoyando la mano en su espalda baja para asegurarse de que Wooyoung no se tambaleara.
―¿Estás bien? ¿Se te bajó la presión?
Wooyoung mordió sutilmente su labio inferior y ahogó un gemido, pero se apresuró a negar con la cabeza. ¿Podía excitarse con esa voz tan erótica? Nunca le había sucedido, pero Wooyoung podría asegurar que había sido amor a primera vista. O atracción sexual inmediata.
Wooyoung estaba cerca de convertirse en un enfermo si seguía pensando en ese desconocido apretando su cuello con esas fuertes manos.
―Sí, muy bien ahora que te veo ―respondió coqueto, sonriendo ligeramente―. ¿Y tú?
Ese chico volvió a reír y desvió la mirada por un momento, asintiendo. Llevaba una camiseta pegadada, sin mangas, dejaba ver sus músculos y sus venas prominentes. Wooyoung habría gemido en su oído si fuera más alto, porque joder, qué tipo más sensual.
―Encantador ―murmuró sonriéndole de nuevo; Wooyoung lució satisfecho con ese comentario―. Ya me iba, ¿puedo dejarte solo? ¿O necesitas ayuda?
―Qué bueno que preguntes, pero si estás apurado puedo pedirle ayuda al trainer.
Ese chico lo miró de arriba a abajo. Wooyoung se sintió un poco tímido por el descaro.
Se notaba que era su primera vez en un gimnasio, pero lejos de lo que parecía, Wooyoung no había ido a conquistar a un chico, la situación se le había presentado y estaba sumamente encantado de ver cómo se desarrollaría todo esto. Alto, lindo y en forma, ese era su tipo ideal, Wooyoung se la chuparía sin pensarlo dos veces.
―Con mucho gusto puedo orientarte un poco ―señaló pasando la lengua por sus labios.
―Genial. ―Wooyoung rodeó al más alto y se dirigió al área de caminadoras y bicicletas, no planeaba levantar pesas el primer día―. ¿Cuál es tu nombre?
El chico sexy que no había tenido nombre hasta entonces volvió a sonreír y Wooyoung lo miró sintiéndose agobiado.
―Park Seonghwa. ¿El tuyo?
Wooyoung sonrió repitiendo su nombre en su cabeza.
―Jung Wooyoung, pero Wooni está bien.
Seonghwa sonrió de lado y siguió a Wooyoung a paso moderado.
―Excelente, Wooni. ¿Qué es lo que vas a trabajar?
Wooyoung lo miró por encima de su hombro.
―Piernas, glúteos.
―Usualmente los chicos trabajamos brazos.
―¿Sí? No quiero parecer Johnny Bravo.
Seonghwa echó a reír y le señaló una de las caminadoras, Wooyoung sonrió satisfecho. Seonghwa no pretendía decirle que trabajara los brazos, pero usualmente los chicos iniciaban por eso.
―Bien, bien, aunque no dudo que tengas la confianza de Johnny Bravo. Te enseñaré a usar esta máquina y te daré algunos consejos útiles si me lo permites.
Wooyoung mordió su labio inferior antes de asentir.
(...)
―Hice tres series de veinte y ya estoy muriéndome ―gritó Wooyoung aferrándose al brazo sudado de Seonghwa.
El mayor echó a reír y revolvió el cabello largo de Wooyoung mientras le pasaba una toalla por la cara.
―Poco a poco, descansa ahora.
Wooyoung se lanzó al suelo aunque Seonghwa le prohibió hacer eso unas veinte mil veces, sentía sus débiles piernas temblar y eso que no había entrenado tanto. Seonghwa negó con la cabeza y lo tomó de las manos.
―Levántate.
Wooyoung chilló adolorido y se dejó levantar por Seonghwa.
―Oye ―Seonghwa soltó su mano con lentitud y pareció dudar por un segundo en lo que iba a decirle―, ¿te parece si terminando esto vamos a tomar algo?
Wooyoung estaba rojo y sudado, con la ropa pegada a la piel y las piernas temblando cuando miró a Seonghwa se regreso. Quedó mudo por un momento. Llevaban entrenando juntos dos semanas y era la primera vez que uno de los dos lo invitaba al otro; Seonghwa admitía que creía que Wooyoung lo haría primero, pero se estaba tardando mucho.
―A tomar ¿adónde? ―boqueó.
Wooyoung estaba muy sorprendido. En esas dos semanas no había parado de pensar en Seonghwa, pero su vanidad le impedía pedirle una cita adecuadamente.
―Al bar de aquí enfrente... Podemos comer algo también.
―Eso no es muy fitness.
Seonghwa se rio de su cara confundida.
―Para ser tan coqueto, eres desesperante.
Wooyoung lo golpeó en el hombro y se rió con vergüenza, contagiando a Seonghwa.
―¡Está bien! ―Wooyoung estaba encantado con la invitación―. Vamos.
(...)
Wooyoung no había visto a Seonghwa con su ropa casual anteriormente; esa camisa negra y esos jeans ajustados iban a volverlo loco si seguía mirándole con tanto descaro, tuvo que decirle a su propio cerebro que se concentrara en la conversación y no en el cuello de Seonghwa y su manzana de Adán moviéndose sensualmente.
―Pero dime más sobre ti.
Wooyoung boqueó por un momento y pasó la lengua por su lunar.
―¿Algo como qué?
Seonghwa lo miró directo a los ojos y luego su atención bajó a su trago en la mesa.
―No lo sé, ¿qué te gusta hacer? Además de torturarte a ti mismo.
―¿Tortura? ―rio.
―No te llevas muy bien con el ejercicio ―señaló como si fuera obvio.
―Ah, eso. ―Wooyoung volvió a reír y se inclinó sobre la mesa un poco más―. Tienes razón, en realidad no me gusta mucho. Inicié porque quería cambiar mi cuerpo.
Seonghwa entrecerró los ojos.
―¿Cambiarlo? ¿Qué hay de malo con el actual tú?
Wooyoung lució incrédulo cuando Seonghwa le hizo esa pregunta. Seonghwa debía tener mala visión para no darse cuenta de cómo se veía.
―Bueno, mi novio me engañó con mi mejor amigo súper fitness. El hijo de puta tiene un cuerpo perfecto, y encima de eso es un amor de persona. ¿Puedes creerlo? Aunque no tanto, me robó a mi novio. ―Rodó los ojos y evitó mirar a Seonghwa―. Creo que tengo una voz en mi cabeza diciéndome "gordo horrendo" cada vez que me veo al espejo. Otro amigo que es boxeador dijo que podía entrenar con él, pero no me veo haciéndolo, creo que podría llorar si me lastiman la cara. Soy muy guapo para eso.
Seonghwa arrugó el entrecejo con molestia al escuchar su historia y pareció pensar con mucho sentimiento su posición. Aunque terminó riendo ante las últimas palabras del menor, Wooyoung era todo un caso.
―¿Conoces a Jongho? ―preguntó Wooyoung poco después, pues todo el mundo conocía a Jongho, era un buen entrenador personal; Seonghwa asintió―. Él me dijo que viniera a este gimnasio, no podía ir al suyo porque mi ex y su nuevo novio son socios. Agh.
Seonghwa enmudeció unos segundos.
―Eso apesta. ―Seonghwa se quejó también―. No digo que mi punto de vista sea importante, sólo quiero decir que me gustan los cuerpos como el tuyo ―sonrió llevándose automáticamente el vaso a los labios―. Eres muy atractivo.
―¿Cuerpos como el mío? Peso ochenta kilos.
Seonghwa quiso quejarse de que eso haya sido lo único que Wooyoung escuchó.
―¿Y? Eres bellísimo. Sé que has dicho que te miras al espejo y oyes cosas horribles, pero amigo, Dios mío. No te atrevas a llamarme pervertido por haberte mirado. ―Seonghwa se rio avergonzado por su declaración―. Lo estás haciendo muy bien, pero no tienes que cambiar por complacer a otros. Tu cuerpo es hermoso tal y como está.
Wooyoung hizo una cara de asco fingida y golpeó a Seonghwa en el hombro después de reír.
―Pareces esa gente de internet que dice que todos los cuerpos son bellos. Pero lo dices porque no me has visto desnudo ―dijo sin pensar en lo que decía, poniéndose rojo al instante.
―Eso se arregla fácilmente.
(...)
Wooyoung podría culpar al alcohol, pero en realidad ninguno de los dos estaba ebrio cuando terminaron en la cama de su habitación. Seonghwa lo sostuvo sin mucho esfuerzo sobre su pelvis y lo besó, creando un extenso camino de picos y lamidas por su cuello y pecho, tocando su cuerpo ansiosa pero delicadamente. Wooyoung no tuvo tiempo de quejarse y decirle que no apretara su piel de esa forma, pues estaba demasiado ocupado jadeando en su oído como había deseado hacer hace mucho.
―Woo, mierda. ―Seonghwa se separó unos centímetros de su rostro y miró sus ojos dilatados, tentándose a volver a tomar sus labios nuevamente―. ¿Estás seguro?
―¿En serio preguntas? ―jadeó incrédulo.
Seonghwa pasó la lengua por la comisura de su labio.
―Pues claro, no estás ebrio ¿o sí?
―No lo estoy. Dios, eres demasiado correcto ―rio tomándolo del mentón para acercarlo a él―. Ven aquí.
Wooyoung lo miró sin poder evitar sonreír ligeramente y volvió a capturar sus labios en un beso dulce.
(...)
Eran las once de la mañana de un viernes y Seonghwa llevaba media hora despierto jugando en su celular a formar palabras, Wooyoung dormía en su pecho aferrado a su cintura. Seonghwa era del tipo romántico, le hubiera gustado levantarse y prepararle algo, pero el menor no había querido soltarlo; no se le ocurriría irse y mucho menos sin despedirse, por lo que cuando Wooyoung le susurró que se quedara, su plan de cocinar se vino abajo.
Un teléfono en el suelo comenzó a sonar y Seonghwa se inclinó de inmediato para tomarlo y así no despertar a Wooyoung, le bajó el volumen de inmediato, y poco después el número desconocido volvió a marcar. Seonghwa miró a Wooyoung, pero no tuvo el corazón de despertarlo.
Deslizó el botón verde para atender la llamada y esperó a que la persona del otro lado de la línea hablara, pero al parecer ese desconocido estaba esperando lo mismo, pasaron unos cinco segundos hasta que finalmente alguien dijo hola.
―Hola, hola, ¿Wooyoung? ―dijo confundido, su voz se escuchó alta.
Seonghwa dudó.
―Wooyoungie está dormido, ¿puede llamar más tarde?
―¿Quién es? ¿Yeonjun?
―No... ―alargó.
―¿Puedes pasarme con Wooyoung? Necesito hablar con él.
Wooyoung se removió en la cama y abrió sus ojos luciendo irritado.
―¿Quién está molestando tan temprano en la mañana? ―se quejó haciendo un puchero adorable; Seonghwa se inclinó para besarlo y entonces el ánimo de Wooyoung mejoró inmediatamente.
―Te hablan al teléfono...
―¿Quién? ―preguntó al ver el número desconocido.
Seonghwa se encogió de hombros, pues la otra persona no se había presentado.
―¿Quién jode a esta hora?
―Wooni, usualmente despiertas más temprano... ―dijo una voz conocida, soltando una pequeña risa―. ¿Quién es la persona que atendió?
Wooyoung frunció el ceño y alejó el teléfono de su oreja para ver el número, no recordaba el número de San, lo había borrado hace unas semanas, pero esa era claramente su voz.
―¿Choi San?
Seonghwa quiso reír al ver la carita confusa del menor, por lo que acarició su mejilla. Podía escuchar la conversación ya que el volumen estaba alto.
―Sí, amor, soy yo...
Wooyoung hizo cara de asco. Y Seonghwa sonrió, aunque su mano tembló por un instante.
―¿Cuál amor? Terminamos hace un mes y algo.
San dudó por unos segundos en qué decir y Wooyoung estaba a punto de cortar la llamada.
―Pasaron tantas cosas, y estoy confundido y herido. No entiendo cómo pude... Me equivoqué...
―¿Equivocarte? ―escupió con molestia―. No te pusiste calcetas de distinto color, San. No vuelvas a llamarme.
Seonghwa iba a chocar los cinco con él por haberse dado su lugar cuando la molesta voz en la línea dijo algo más.
―¿Es que estás saliendo con alguien? Es el idiota que contestó, ¿no es así?
Wooyoung se puso colorado.
―¿Y a ti qué te importa? ¡al menos comencé a salir con alguien después de romper! no como tú. ¿Sabes qué? ve a ver si Yeosang sigue necesitando esos masajitos y no vuelvas a llamarme. ―Cortó bufando con ira―. Lo siento. Qué manera de arruinarle la mañana a alguien ―dijo lanzando el teléfono al sillón en la habitación.
Seonghwa conocía a un Choi San, de vista solamente, si es que era el mismo Choi San que iba al gimnasio de Jongho, era un tipo bastante fuerte, pero muy amable.
―Lo siento, no debí contestar. Era un número desconocido, además.
―No te preocupes, ¿quién hubiera imaginado que ese bastardo llamaría? ―dijo alterado―. ¿Oíste su voz? sonaba deprimido ―rio.
Seonghwa rio también.
―Eres malvado, me encantas...
Wooyoung aceptó el beso en la mano y se rio ruidosamente.
―¿Quieres hablar de eso? rompieron hace poco.
Wooyoung negó estirándose en la cama como un gatito perezoso.
―No hay mucho de qué hablar, no pienso perdonarlo. "Me equivoqué, lo siento" mi trasero.
Seonghwa rio bajito y tomó al menor de la cintura para echarse cerquita de él.
―Así que, no perdonas infidelidades.
―No. Ni se me ocurre.
―Tampoco yo. Mi último novio también se metió con un amigo, así que te entiendo muy bien ―murmuró encogiéndose de hombros.
―Eso es una mierda.
Seonghwa apretó su nariz con sus dedos en pinzas y Wooyoung rio tratando de quitárselos.
―¿Quieres que prepare algo para almorzar o ya debería irme? ―preguntó Seonghwa luego de unos segundos en silencio.
―¿Sabes cocinar?
Seonghwa asintió lentamente al ver la emoción en la mirada del menor.
―Yo también. ¡Soy chef! Hagamos algo juntos.
―Wow, ¿un chef? No sé si estaré a tu nivel ―rio contagiado por la emoción ajena.
Ambos se levantaron de la cama entre pequeños empujones y algunas risillas, se asearon y prepararon un rico almuerzo.
06122022
Holiss qué tal?
Una kaka esto pero x, ya todos los teezers cumplieron años 💖💖💖💖🥺
Me acabo de dar cuenta de que hace meses que estamos de puros especiales ajajajaj ay dios mío
Y no sé de qué hacer el especial de los 300k 🥺🥺🥺 anyways MUCHÍSIMAS GRACIAS POR TODO 💖💖😭
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top