#73 PARTY TIME 》ATZ X ATZ VI

time to fuck. ────── Yunho y Mingi se acercan nuevamente, Yeosang y San todavía no saben qué quieren. Seonghwa, por otro lado, quiere matar sus sentimientos.

Seonghwa jadeó al sentir el líquido ámbar caer sobre su pecho y vientre bañándolo, sus grandes ojos se fijaron en la mirada extasiada de Yeosang completamente embobado. El cabello desordenado del menor y la película de sudor que cubría su piel le hacían lucir tan atractivo; Seonghwa haría lo que fuera que él le pidiera sin importarle nada. ¿Estaba eso bien?

―Lo siento ―Yeosang se separó unos pocos centímetros del mayor y dejó que una suave risa se le escapara.

El delgado y hermoso cuerpo de Seonghwa siempre le dejaba boquiabierto.

―Sabes que no tienes que pedir disculpas siempre.

Seonghwa se apoyó sobre sus codos, incorporándose unos pocos centímetros. Sentía sus caderas entumecidas por haber estado recostado sobre la cerámica, su espalda y sus codos estarían morados al día siguiente (probablemente).

Yeosang tomó la estrecha cintura del más alto entre sus fuertes manos y lo alzó, ayudándolo a levantarse cuidadosamente.

―Vamos a ducharnos ―susurró Yeosang sobre sus labios, acercándolo tanto que sus cuerpos volvieron a colisionar con un sonido acuoso.

Seonghwa rio, frotó suavemente su nariz con la del menor y, lento, tomó su labio inferior. El beso tierno y casto comenzó a sentirse diferente. ¿Cuántas veces había dejado que Yeosang le orinara encima, o le vomitara? ¿Cuántas veces, aunque sintió asco, lo hizo porque eso hacía feliz a Yeosang? ¿No era demasiado?

Seonghwa comenzó a sentirse extraño. No quería enamorarse, no quería pasar esa línea que todos habían puesto sin palabras, pero ya no sabía cómo sacarse a Yeosang de la cabeza.

(...)

San odiaba sentir que hacía algo malo. Él no quería romperle el corazón a su amigo sensible y lindo, jamás se lo perdonaría. Tanto tiempo había estado cuidado de Mingi y ahora...

Habían pasado un par de semanas desde que regresaron a casa y las promociones de su nuevo álbum ya estaban en marcha. El CEO les había sorprendido diciendo que debían ir a Disneyland, precisamente a Orlando, Florida, para grabar un show especial.

Wooyoung y Mingi saltaban en una pierna, emocionados por el viaje, pues fueron los primeros que supieron de la noticia por boca de Hongjoong y estaban ansiosos por decirle a todo el mundo. Solo quince minutos después Mingi ya había empacado su corona, diciendo que por fin vería princesas de verdad.

La misma noche del viaje, se reunieron en la sala tentados a cambiar sus roles y subir la dificultad del juego. Hongjoong aún estaba un poco reacio incluso cuando su papel estaba asegurado.

―Ya te dijimos que serás el Rey ahora, por favor, quita esa cara. ―Yunho acarició el labio inferior de Hongjoong, que se hallaba abultado ligeramente y se acercó para besar su boca, soltando una risita.

―Quitaré mi cara ―dijo Hongjoong haciendo énfasis, apartándose de los labios ajenos con una sonrisa pequeña―, pero cuando regresemos, Woo y yo todavía tenemos algo pendiente.

Habían estado muy ocupados desde que habían regresado del viaje y Hongjoong todavía no le había dado un castigo decente al exhibicionista.

Wooyoung rodó los ojos al escuchar aquella mención y dejó caer su cuerpo junto a Yeosang, estaba demasiado emocionado como para que Hongjoong le arruinara el ánimo. ¿Qué iba a hacerle de todas formas? ¿Prohibirle los besos y abrazos? Aquel pensamiento sólo le hizo reír.

―Muy bien, los papeles ya están en la caja ―anunció Yunho agitando la caja cerrada.

Jongho miró de Yunho a Hongjoong y luego observó la caja con interés. Estaba algo curioso acerca de qué le tocaría en esta oportunidad, aunque no le importaba demasiado, total... en todas las opciones podía coger.

Seonghwa fue el primero en meter la mano y sacar un papel, lo apretó en su puño y la caja pasó a Yeosang, y de esa manera, hasta que llegó a Jongho. Una vez que todos tuvieron sus papeles en las manos, Yunho les dijo que podían abrirlos.

Jongho se apresuró a desenvolverlo y suspiró emocionado cuando leyó Superior. Un momento, ¿qué hacían los Superior exactamente?

―¡Sí, soy Libre! ―El jadeo de Seonghwa y su gritito de felicidad llamaron la atención de todos.

Jongho abultó su labio, él en serio quería hacerlo con Seonghwa, ¿podía?

―Oh, me ha tocado ser Libre también. ―Wooyoung miró su papel con duda―. ¿Por qué es el mismo de Hwa?

Yunho sonrió y asintió con la cabeza.

―Hay dos Bottom, dos Superior, dos Libre, un Rey y un Inmune. ―Explicó Yunho y al ver que su amigo se hallaba algo confundido, se acercó a él―. ¿Qué te tocó a ti, Mingki?

―Bottom, pero yo quería ser Superior ―Mingi abultó sus mejillas e hizo trocitos el papel en su mano, causando risitas en sus amigos por su berrinche.

―Espera, ¿qué es eso de inmune? ―preguntó Hongjoong alzando un poco la voz.

Yunho sonrió.

―Significa que el Rey no tiene poder sobre él ―señaló―, puede hacer lo que quiera, es Inmune a los roles.

Todo sería un caos.

(...)

Mingi seguía con sus labios abultados y el ceño fruncido, ¡no era justo! ¡él tenía un gran pene de dieciocho centímetros y quería usarlo! Estaba cansado de que le metieran la verga todo el tiempo (en realidad no, como ya dijo, amaba ser el de abajo)... No podía engañar a nadie, quería ir con San y rogarle olvidar todo lo que dijo esa vez, y acostarse con él. ¿San se negaría? Deseaba ser sostenido por esos brazos y que él le enterrara la- No.

Tampoco quería arrastrarse por él. Algo de dignidad todavía tenía que tener. Mingi debía olvidar ese enamoramiento que no lo llevaría a ningún lado y que sólo haría que todo se pusiera incómodo entre ellos. Por favor, Mingi ya no quería más problemas.

Mingi se decidió. Le pediría ayuda a Jongho, ese hormonal tendría sexo con él hasta que San se borrara de su cabeza.

―¿Qué- por qué tienes esa carita? ―Yunho apareció a su lado repentinamente y Mingi pegó un salto por el susto.

―¡Hijo de tu mamá, me asustaste!

Mingi se sostuvo del pecho y Yunho se rio de él.

―Tenías cara de querer echarte un gas.

―¡No quiero echarme un gas! ―Mingi bufó con las mejillas rojas―. Yunyun, ¿estás ocupado?

Yunho rio feliz por ese tierno apodo y golpeó la frente del menor con su palma abierta, divertido.

―No, ¿por qué?

―¡Ten sexo conmigo!

Yunho dio un paso atrás instintivamente e hizo una mueca divertida y a la vez asustada. Yunho había pegado un grito desesperado, saltando en su eje, luciendo casi herido.

―¿Por qué gritas? ―divagó Yunho sin saber cómo responderle, es decir, jamás se negaba a su Mingi, pero le resultaba raro que este luciera de esa manera―. Espera...

Aquel viejo recuerdo de Mingi enamorado hizo que Yunho se sintiera mal.

Mingi arrugó la naricita y tomó a Yunho de la mano.

―Por favor, tengo ganas, pero no quiero ir con los otros ―negó varias veces con la cabeza en un gesto berrinchudo―. Hwa anda con Woo, y Jongho es bueno, pero es algo... ―Mingi hizo una mueca―. Quiero estar contigo.

Yunho sonrió de lado, asintiendo a las divagaciones del menor. Entonces, tomó la carita de Mingi y atrapó sus gruesos labios entre sus dientes antes de besarle, más que dispuesto.

(...)

Jongho y San sujetaban las delgadas caderas de Yeosang. San estaba algo reacio, sentía que estaba haciendo algo malo, cuando sentía las fuertes manos de Yeosang sobre él o el aliento caliente de Jongho en su piel... San no quería hacerlo.

Por semanas estuvo dándole vueltas, semanas enteras pensando en qué, cómo, porqué, ¿cómo había Mingi caído enamorado de él? Cuando se acostaban, era como estar con cualquiera, San nunca lo sintió particularmente especial, ¿o sí? Sin embargo, ahora, entre las piernas de Yeosang, no podía hacerlo.

―¿Sani? ―Jongho se separó del cuello de Yeosang y miró al bailarín, quien se había quedado petrificado.

Yeosang cerró sus piernas y se separó del hombre más corpulento, gateando hacia atrás en la cama luego de que Jongho se hubiera apartado también. San cayó de rodillas sobre la cama, frente a ellos, y bajó la cabeza.

San no había podido tener una erección. Quizás... estaba demasiado estresado, demasiado confundido.

―¿Qué pasa? ―Jongho volvió a preguntar, comenzando a preocuparse por su hyung.

―No, no es nada. Yo me voy, ustedes sigan, no se preocupen. ―San se levantó, avergonzado, comenzó a buscar la ropa que entre besos y toqueteos se había caído o sido lanzada a algún sitio de la habitación―. Los veo después, chicos.

Jongho y Yeosang se miraron entre sí por un segundo, confusos. San salió disparado de la habitación y ellos se quedaron allí, aturdidos, pero desnudos.

Yeosang sonrió incómodo. Jamás había estado con Jongho.

―Quizás oíste que soy el chico de los vómitos.

Jongho juntó sus labios en una fina línea recta.

―Sí... No estaría cómodo haciendo eso... Pe- pero podría aceptar lo de la pipí ―Jongho se encogió de hombros, pero la idea de que Yeosang le orinara encima no fue bien recibida, sufriendo así un escalofrío―, no, no, tampoco. ¡Bueno! Se intentó.

Yeosang hizo un puchero al ver que Jongho se levantaba de la cama también, ¿por qué el único con quien podía hacer eso era Seonghwa? ¡¿No había nadie más afine a sus fetiches?! ¡Ni siquiera eran tan malos!

(...)

Yunho sonrió, mordiendo ligeramente su labio inferior. El avión estaba lleno de gente, parte del staff, pero ellos tenían un área un poco más privada que les permitía gozar de esa intimidad tan enfermiza. Mingi estaba sentado a un lado suyo, mirándole con sus lindos y pequeños ojos tan brillantes como dos luceros.

―Me gusta ―susurró Yunho moviendo sus dedos después de haberse quedado quieto por más de dos minutos, sintiendo los espasmos de su ano―, tu linda carita y tu apretado culo.

Mingi jadeó bajo ante esas sensuales palabras, mordió la manta que los cubría con fuerza y cerró los ojos, tratando de evitar que sus gemidos salieran más altos.

―¿No podías tener tus manos lejos de mí por un segundo? ―preguntó Mingi cuando Yunho volvió a parar sus movimientos al ver pasar a una azafata―. Las reglas... Hyung va a- Ah...

Yunho lo calló con un beso, moviendo su lengua dentro de su boca en búsqueda de la otra. Una risita se le escapó en el medio y continuó enbistiéndole, dulce y lentamente, con sus dedos, a ese punto que conocía tan bien. Mingi ahogó un grito y se aferró a la chaqueta de Yunho.

―Las reglas están para romperse, mi amor. ―Yunho susurró viendo a su alrededor, esperando que nadie les hubiera visto o escuchado―. Hagamos de este viaje una linda aventura.

Mingi asintió, impresionado.

03042022

AAA, jaja lo edité así que es un poco más largo que el de skz.

Me atrasé con el yunho day xq me quedó a la mitad y ya llegó el hwa day, aaa eso por andar de parranda :((

Oigan tienen la sensación de que San la va a cagar? xq eso va a pasar jajaj

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