#70 Give me your milk II
HWA WOO ────── las sospechas de Seonghwa pueden ser reales, o no.
Seonghwa despertó. Tenía apresado entre sus brazos a su Omega, quien descansaba tranquilamente, su carita previamente llena de paz se arrugó por unos segundos, lo que llamó la atención de Seonghwa. Wooyoung apretó la mandíbula y se acurrucó más cerca de Seonghwa.
El Alfa acarició las facciones tensas del menor, con dulzura. Poco después, comenzó a sentir humedad en su pecho, miró hacia abajo dándose cuenta de que, nuevamente, su Omega estaba lactando. Seonghwa suspiró angustiado, pues parecía que a Wooyoung le dolía.
―Mi sol... Bebé ―llamó Seonghwa en tono bajo, sacudiendo ligeramente la cadera del menor―. Bebito, despierta.
La voz ronca de Seonghwa despertó a Wooyoung, aleteó sus pestañas con somnolencia y una mueca de incomodidad se puso sobre sus labios carnosos.
―¿Duele? ―inquirió Seonghwa, tocando el pecho desnudo del menor, justo sobre su esternón.
Wooyoung asintió y volvió a cerrar sus ojitos.
―Me dan como punzadas ―murmuró el Omega finalmente, volviendo a abrir los ojos―. Debería ir a ver a noona, hay que llamarla para ver si está de turno.
Seonghwa asintió y se incorporó con lentitud, atrajo a su Omega consigo, manipulándolo cuidadosamente para no herirle.
―Mmm. ¿Es porque jugué con ellos? ―preguntó Seonghwa con un puchero.
Wooyoung soltó una risilla.
―No lo creo, ya dolían antes.
Seonghwa asintió, no muy convencido. Pasó el índice sobre el pezón derecho limpiando la gota que resbaló por su pecho y sonrió, causando un escalofrío y una risa nerviosa de parte del Omega. Wooyoung olía increíble, leche con miel, era adictivo.
―¿Nos metemos a la ducha? ―inquirió Seonghwa pocos minutos después de estar echados en la cama, el canto de las aves comenzaba a oírse y los halos de luz se filtraban por la cortina semi abierta―. Así te llevaré con noona, luego de desayunar.
Wooyoung asintió, abultando su labio inferior. Se echó sobre el pecho de Seonghwa y dejó que este le cargara en brazos hasta la ducha.
Seonghwa se encargó de limpiar y masajear el delicado cuerpo del menor, con cariño y amor. Los hombros de Wooyoung dejaron de estar tensos a los pocos minutos y recobró la mirada cariñosa y agradable que solía tener habitualmente. Seonghwa besó cada rincón de piel a su alcance, más que nada concentrado en su nuca, donde se veía la marca que le había hecho a su Omega.
Seonghwa estaba extasiado, emocionado, con un sentimiento de alivio y orgullo en su pecho que no podía explicar. Sujetaba a su pareja cuidadosamente, sintiendo el aroma que desprendía como si fuese un perfume adictivo.
―Me haces cosquillas ―susurró Wooyoung con una risita, sintiendo la nariz en su cuello y nuca, la lengua de Seonghwa acarició su cicatriz como si estuviera limpiándole la herida, aunque ya había sanado hace muchos años.
Seonghwa aspiró profundo y rio.
―Hueles bien, muy bien. ―Los ojos de Seonghwa se humedecieron, provocando algo de confusión en él mismo―. Es extraño.
Wooyoung ladeó la cabeza, sin percatarse de la emoción en la voz del Alfa, rio bajito y le miró con una ceja alzada.
―¿Es extraño que huela bien? ―Wooyoung pellizcó la piel de Seonghwa―. Sólo uso loción de bebé.
Seonghwa rio, negando con la cabeza repetidamente. Wooyoung mordió su mentón suavemente causando más risas en el mayor.
(...)
Una tormenta se alzó sobre Seúl cerca de las nueve de la mañana, cuando la pareja había terminado de desayunar y estaba preparándose para salir. Seonghwa sintió un cosquilleo en la planta de los pies y un molesto dolor en el pecho; este Alfa odiaba las tormentas.
Wooyoung se percató de la mirada del mayor. Seonghwa estaba parado en la ventana viendo hacia la ciudad, el cielo había ennegrecido completamente y un fuerte viento azotaba arboles y arbustos violentamente. Wooyoung se acercó a su Alfa, abrazándole por detrás.
―No es necesario que vayamos ―dijo el Omega suavemente, acariciando el pecho y abdomen del mayor lentamente―. Ya no duele ahora.
Seonghwa parpadeó, abatido.
―No, hay que ir. ¿Qué pasa si te duele de nuevo? ―exlamó preocupado, volteando para quedar enfrente de su Omega, miró las facciones delicadas y dulces de su ángel y sonrió enternecido―. Tienen que revisarte.
Wooyoung negó, haciendo pucheros.
―Te digo que no es necesario. No es como si el dolor me hiciera llorar ―Wooyoung rio suavemente, acariciando los brazos de su Alfa para tranquilizarlo―. Además, sólo quiero atenderme con noona, y todavía no sabemos si está de turno.
Seonghwa infló su pecho, sabía que el menor sólo decía eso para no salir, para cuidarlo. Seonghwa le temía a las tormentas por un trauma infantil, cuando vivía en el extranjero. Wooyoung siempre había sido considerado con él.
―Si te duele...
―Si me duele mucho, lo sabrás ―interrumpió el menor, abrazando a su Alfa nuevamente.
Wooyoung descansó su mejilla en el pecho de Seonghwa, sintiéndose cálido al estar entre sus brazos. El mayor suspiró, no quería discutir con Wooyoung, pero estaba preocupado. Trató de alejar pensamientos negativos y se aferró a él tal como su Omega lo hacía.
Para el medio día, Seonghwa descansaba en el pecho de su Omega con completa comodidad. El sonido de la tormenta no llegaba a sus oídos, sólo sentía la ligera frescura y humedad de la lluvia, junto a la cálida presencia de Wooyoung. Aferrado a sus costillas, Seonghwa frotó su rostro en el pecho del menor, sintiendo humedad en los labios y el aroma a leche con miel.
El aroma natural de Wooyoung era fresa, el Omega olía a fresas, por lo que Seonghwa no tenía idea de dónde venía la miel. O bueno, sí tenía una idea, pero no estaba seguro.
La leche con fresas y miel era adictiva.
Seonghwa sonrió nuevamente, con la idea recorriendo sus pensamientos nuevamente. Bajó su mano hasta el vientre abultado del menor, a su lindo abdomen gordito. Seonghwa deseaba con todo su corazón que sus sospechas fueran ciertas. Su pecho se llenaba de orgullo de sólo imaginar que aquel nido que habían construido se haría más grande con la llegada de un nuevo miembro.
―¿Amor? ―inquirió Wooyoung sintiendo las caricias en su vientre.
Seonghwa salió de su ensoñación. Alzó la mirada, sus grandes perlas negras captaron la belleza de su ángel y sonrió enamorado.
―Mi sol ―alargó Seonghwa dulcemente―, ¿qué piensas de formar una familia?
Aquella pregunta confundió un poco al menor, por no decir que lo escandalizó. Se tomó su tiempo para pensar en cómo responder y, cuando la imagen de su Alfa cargando a su cachorro llegó a su mente, lo debilitó.
Antes de Seonghwa, Wooyoung jamás había pensado en formar una familia. Él era el tipo de Omega que estaba interesado en sí mismo, en trabajar y disfrutar de su vida sin ataduras. Fue shockeante para todo el mundo cuando apareció con un lazo, Seonghwa había puesto su mundo de cabeza y no estaba arrepentido. Tres años de novios y siete desde que se unieron, Wooyoung tuvo mucho tiempo para pensar en formar una familia con Seonghwa, pero no lo hizo lo suficiente. Quizás alguna vez pensó, “sí, me uní a este Alfa, y algún día tendremos hijos”, pero no dio demasiadas vueltas.
―Me encantaría tener a nuestro cachorro ―susurró Wooyoung, pocos minutos después de que la pregunta fuera lanzada―. Hagámoslo ahora.
Seonghwa, quien había cerrado sus ojos, los abrió repentinamente, sin poder ocultar su emoción.
Con la voz atropellada por la felicidad, Seonghwa tomó al menor por el mentón, viéndole directamente a los ojos, y dijo.
―¿Estás hablando en serio? ―Y esa última frase mandó a Seonghwa fuera de su órbita, distrayéndolo olímpicamente de su intención original.
Wooyoung sonrió aún más, emocionado por la felicidad en las facciones de su Alfa. Asintió varias veces.
―Claro, no jugaría con eso ―gruñó infantilmente, pellizcando el trasero de su Alfa―. Tenemos todo lo que necesitará, mucho amor y estabilidad. Además, tenemos veintisiete años, seremos muy viejos si seguimos esperando.
Las perlas negras de Seonghwa se humedecieron nuevamente, producto de las palabras ajenas. Su Omega quería formar una familia, así como él.
―Ah, no, espera, yo ―Seonghwa tartamudeó, sacudiendo la cabeza, sintiéndose tímido―, amor... Lo decía porque... creo que ya estamos en espera ―señaló, llevando su mano nuevamente al vientre del menor.
Wooyoung abrió la boca, estupefacto. Miró con sus ojos desorbitados a su Alfa y luego hacia abajo, donde él le acariciaba el abdomen.
―¿E... Estás hablando en serio? ―dijo, anonadado, una risa nerviosa se escapó de sus labios y sus ojos se llenaron de lágrimas―. No, no, no ―repitió, alterado, confundiendo y asustando a Seonghwa―, amor, he sido un irresponsable estos días. ¡¿Y si lo lastimé?! ¡Bebí antes de ayer! ¡Y corrí en las escaleras del trabajo!
Wooyoung estaba apunto de entrar en pánico, Seonghwa comenzó a acariciar sus brazos y negar con la cabeza, susurrando palabras que trataban de tranquilizar a su Omega.
―No estoy seguro, pero es lo más probable. Tu aroma cambió, ese es el principal síntoma de embarazo ―explicó Seonghwa con cuidado, sonriendo y sin dejar de acariciar el delicado cuerpo de su Omega, que lentamente dejaba de temblar―. Mi lobo lo siente, él está completamente orgulloso de nosotros, de lo que hicimos juntos.
Wooyoung respiró profundo y buscó la paz que necesitaba en la mirada ajena. Sonrió, a través de sus lágrimas. Saber que había sido descuidado los últimos días, teniendo a su cachorro, lo entristeció. Bajó la mirada a su vientre, habitualmente hinchado porque no solía cuidarse demasiado con la comida ni hacer ejercicio, y sonrió.
―Tenemos que llamar a noona ―susurró Wooyoung poco después.
―Sí ―Seonghwa rio, enternecido por la voz ronca y gangosa del menor, atrajo a su pareja a su pecho y lo abrazó cariñosamente.
18012022
después subo 3ra parte, sí, baby lotion 😭
oigan, gente linda, en mi perfil está el enlace para unirse a un grupo de WhatsApp ¿quieren ir? 💖🥺
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