#69 Give me your milk

HWA WOO ────── algo pasa con el cuerpo de Wooyoung.

Wooyoung comenzaba a sentirse extraño. Hacían ya varios días que su pecho dolía y había notado una ligera inflamación en las mamas. Quiso mostrarle a su novio, pero entonces, sus pezones se hincharon, y eso le avergonzó. Aquello llevó a que Wooyoung se colocara vendas para que no se notaran, sobretodo ahora que sus cortas vacaciones se habían terminado y debía volver al trabajo.

Colocarse la venda a las siete de la mañana, mientras aún estaba somnoliento no fue una buena idea. El roce de la tela le incomodaba e incluso se rasguñó a sí mismo. Seonghwa se levantó detrás de él, se metió al baño y le miró con curiosidad mientras buscaba su cepillo de dientes.

―Es temprano todavía ―comentó el alfa con voz ronca, colocándole pasta dental a su cepillo.

Wooyoung se encogió de hombros, terminando de abrochar el último botón de su camisa. ¿Qué diría el mayor al ver su pecho? Si le avergonzaban sus rollitos, esos pechos hinchados estaban matándolo.

―Ahora que lo pienso, deberías volver a la cama ―dijo Wooyoung peinando su cabello―. Todavía no te recuperas.

Seonghwa hizo pucheros y se terminó de lavar el rostro, se acercó a su novio y rodeó la cintura del menor con sus brazos. Seonghwa sonrió, cansado, su nariz estaba roja y sus ojos algo irritados.

―Pero yo quiero levantarme a desayunar contigo... además, ya casi me terminé la medicina ―murmuró Seonghwa con pucheros y voz infantil―. Ya debería haberme curado.

Wooyoung sonrió peinando los largos mechones que caían hacia el frente. Seonghwa se veía atractivo incluso enfermo.

―Al menos ya respiras mejor, ¿verdad? ―preguntó Wooyoung poniendo una mano sobre el pecho desnudo de su Alfa.

―Una gripe no matará a este Alfa ―dijo Seonghwa alzando una ceja, dejando ver una sonrisa lasciva.

Wooyoung soltó una risita e hizo puntitas para besar su mejilla.

Seonghwa arrugó la nariz, sintiendo un ligero aroma emanando del menor. No podía reconocerlo como tal, pues era algo diferente al que solía tener. Antes no lo había notado, pero ahora que podía respirar sin tener una laguna de mucosidad, lo sentía.

Como atraído hacia él, Seonghwa enterró su rostro en el cuello de su Omega y aspiró el dulce aroma que desprendía. Suspiró atontado por unos escasos segundos y una sensación de felicidad y orgullo le invadió, tentándolo.

―Amor ―susurró Seonghwa en un jadeo―. No vayas a trabajar ―suplicó apretando delicadamente su cuerpo.

Seonghwa se extrañó al sentir el pecho duro del menor, y tanteó su espalda notando una tela más dura debajo de su camisa.

―¿Amor, qué tienes? ―inquirió Seonghwa al instante, separándose ligeramente de él para verle.

Wooyoung mordió su labio inferior.

―No puedo faltar al trabajo ―renegó el menor soltando una risilla al ver lo adorable que se veía su Alfa todo atontado―. Ve a la cama si no vas a desayunar, Alfa hormonal.

Seonghwa arrugó la nariz con su característico puchero y finalmente asintió. Seonghwa se fue hacia la cocina para preparar el desayuno de su lindo Omega.

(...)

Seonghwa ya se hallaba en mejores condiciones por la tarde. Cerca de las siete, Wooyoung regresó a casa, con una caja de pizza y bebidas. El mayor no había preparado nada ya que Wooyoung le había avisado de antemano, por lo que sólo lo esperó sentado en el sofá.

Disfrutaron de las vacaciones encerrados en su casa, al menos los últimos cuatro días, puesto que Seonghwa había cogido una gripe. Para Wooyoung fue difícil cuidar de Seonghwa, ya que el mayor había estado insoportable. Pero eso era tema de otro día.

Mientras comían, Seonghwa olisqueó el hombro del menor, luego bajó por su pecho. Wooyoung, acurrucado contra su Alfa, miraba la televisión sin prestarle demás atención. Seonghwa suspiró profundamente sobre la piel del menor y jadeó nuevamente. Un ligero aroma a leche le embriagó. Un momento, ¿leche?

Seonghwa se limpió sus aceitosas manos con unas servilletas y pasó las manos por debajo de la camisa de su novio, sobresaltándolo.

―¿Qué haces? ―preguntó Wooyoung, alterado, poniendo la mano encima de la ajena para detenerla.

Seonghwa boqueó sorprendido. Antes, Wooyoung solía odiar que le tocara, pero ya habían dejado atrás esas inseguridades. El hecho de que pudieran haber vuelto, puso a Seonghwa triste. Su rostro se contrajo en angustia.

Wooyoung titubeó al ver a su Alfa y se sintió terrible por haberle hablado de esa manera cuando él no había hecho nada.

―¿Woomi? ―preguntó el mayor, en un tono agudo.

Wooyoung apretó el borde de la venda que cubría su pecho y, suspirando, comenzó a desabrocharla. A la mierda, confiaba en su Alfa, él no le diría nada peor de lo que él ya se había dicho a sí mismo. Todo lo contrario, Seonghwa le había ayudado mucho a luchar contra sus inseguridades. Sabía que estaría bien.

―¿Q... Qué es?

Wooyoung terminó de desabrochar sus botones y, tomando los lados de su camisa con algo de fuerza, la abrió, dejando ver su venda algo manchada.

―Pasó algo raro ―murmuró Wooyoung, ladeando la cabeza―. Me empezó a crecer el pecho, y... hoy, en el trabajo, sentí húmedo... Cuando fui a revisar, ¡estaba saliendo leche! ―dijo en una exclamación de sorpresa e indignación―. ¡¿Puedes creerlo?!

Seonghwa arrugó el entrecejo sin poder creerlo. Aunque ahora el aroma dulce tenía sentido, ¿sería... que había dejado a su Omega en cinta? Aquella idea hizo que su corazón saltara de la emoción y sonrió en grande.

―Dijo Yeosang que puede ser sólo un problema hormonal. A un conocido le pasó.

La sonrisa de Seonghwa desapareció.

Wooyoung comenzó a quitarse la venda, dejando a la vista su lindo pecho. Sus pequeños limoncitos, sus pezones hinchados y algo húmedos. Seonghwa relamió sus labios instantáneamente, sin percatarse de ello sino hasta que alzó la mirada y Wooyoung sonreía con las mejillas rosadas.

―Se ven...

―Horrendos ―interrumpió Wooyoung, tapándolos con sus manos.

Seonghwa negó inmediatamente con la cabeza y llevó las manos a las ajenas para descubrirlos. Sin esfuerzo, lo hizo. Seonghwa jadeó al verlos nuevamente.

―Se ven súper lindos... y ya me excité.

Wooyoung rio bajito y golpeó el hombro del mayor.

―¡No bromees!

―¡Es cierto! ―exclamó riendo al ver la sonrisa en la cara de su Omega nuevamente, sin embargo, al bajar la mirada, su boca se secó―. E... Está goteando.

Wooyoung bajó la mirada y suspiró pesadamente.

―Tendré que conseguir unos parches absorbentes o algo ―renegó el menor, atrapando la gota de leche con su índice para limpiar―, ¿serán las hormonas?

Seonghwa estaba absorto en el pecho de su Omega, por lo que sólo asintió.

―Hwa...

―¿Mmm? ―Seonghwa no podía evitar pensar en qué sabor tendría, o si su novio le dejaría lamerle los pezones.

Wooyoung sacudió el pecho a propósito, haciendo que sus limoncitos saltaran un poco, logrando así que Seonghwa se pusiera colorado. El mayor soltó un jadeó y sujetó los hombros del menor.

Wooyoung sonrió lascivo y se inclinó sobre su novio, con su pecho al descubierto. Seonghwa boqueó al tener repentinamente a su Omega a horcajadas y llevó las manos a las caderas ajenas.

―No lo hacemos desde que enfermaste ―murmuró Wooyoung mordiendo su labio, bajó su mano por el pecho del Alfa hasta su miembro que, no mentía, estaba duro.

Seonghwa, apoyado contra el sillón, sentado en el suelo, con su Omega sobre sus piernas, sólo pudo boquear. Era un Alfa de cartón cuando se trataba de su Omega, se dejaba dominar con facilidad, Wooyoung lo tenía en sus pequeñas manos.

Wooyoung bajó su camisa hasta los codos, dejando su hombro y pechos al descubierto. Juntando ligeramente los brazos para que sus limoncitos se viesen más prominentes. Ahora que sabía que encendían a Seonghwa, le gustaban.

―G... Gotean... Lo hacen otra vez ―señaló Seonghwa con timidez, su boca se hacía agua, deseaba lamerlos.

Wooyoung sonrió, con ambas manos comenzó a desabrochar el pantalón del mayor, acercando su mitad superior hacia el Alfa. Seonghwa podía sentir el calor que emanaba el cuerpo ajeno de lo cerca que estaba, pero no se movió ni un ápice, no sin antes estar seguro de que Wooyoung le permitiría tocarle.

―No dejes que me ensucie, Alfa ―suspiró Wooyoung en un jadeo que envió un escalofrío al cuerpo ajeno.

Seonghwa relamió sus labios y miró a los ojos a su Omega. El menor sonreía impecable.

―Haz algo por mí ―rogó Wooyoung, moviendo ligeramente su pecho sobre el rostro ajeno.

Seonghwa sintió su rostro arder. Miró nuevamente los pezones hinchados, de donde salían unas pocas gotas y acercó el torso de Wooyoung con cuidado; sacó su caliente lengua y la pasó por encima del pezón, quitando la gota que estaba por caer, ocasionando un jadeo en el menor. Seonghwa volvió a darle otra lamida, rodeando la aureola, atrapando su pezón y succionando con algo de fuerza.

Wooyoung se estremeció y apretó los hombros del mayor. Aquello se sentía sumamente excitante, mucho más que en otras ocasiones.

Seonghwa pasó al otro seno, succionó su pezón, sintiendo el sabor de la leche en su boca. Llevó las manos a la espalda del menor, sujetándolo, acariciándolo y apretándolo contra su rostro, completamente inmerso en sus pechos. Wooyoung jadeó y se quedó sin aire, aturdido por las succiones.

Seonghwa no pudo soportarlo más. Se incorporó con el menor a cuestas y fue hasta la habitación, y le recostó sobre la cama. Le admiró por unos segundos, el cabello de Wooyoung estaba alborotado, su rostro colorado y sus lindos limoncitos rojos por sus intensas succiones.

Seonghwa terminó de quitarse el pantalón y la camiseta. Se inclinó sobre el menor, atrapando sus labios en un beso ardiente. Sus manos no pudieron evitar recorrer con emoción el delicado y bello cuerpo de su Omega, acarició su vientre rogando en su interior porque tuvieran un cachorro.

Wooyoung soltó una risilla.

―Hwa, disimula un poco ―dijo llevando una mano a su mejilla justo antes de que el Alfa le robase un beso.

―¿Disimular qué? ―preguntó el mayor, algo aturdido por el aroma tan delicioso que emanaba de su Omega, esta vez más intenso.

Wooyoung alzó una ceja.

―Que te traigo loco.

Seonghwa rio, asintiendo.

―Bueno, tienes razón, pero ¿por qué debería? ―Seonghwa bajó sus besos por el cuello de Wooyoung, succionando, lamiendo y mordiendo cada rincón, mientras que con su diestra acariciaba los bordes de su pantalón―. No tengo vergüenza en demostrar lo loco que me tienes.

Seonghwa se deshizo de sus pantalones, dejándolos caer a un lado y se puso a horcajadas del menor, admirando su cuerpo. Seonghwa se había ganado el cielo.

―No puedes ser tan sensual, tener ese rostro atractivo, y esa personalidad increíble, todo al mismo tiempo ―renegó Seonghwa, sonando escéptico―. Eres irreal ―dijo maravillado.

Wooyoung atrapó su lengua entre sus dientes, conmovido y halagado por las palabras de su Alfa.

―Y eres mío ―sentenció el mayor, cambiando el tono de su voz a uno más demandante.

Wooyoung sintió un cosquilleo en el vientre.

Seonghwa sonrió, pues había dejado sin palabras a ese Omega parlanchín; volvió a bajar por su pecho y jugueteó con sus pezones, miró directamente a los ojos de Wooyoung y succionó, sintiéndose completamente excitado al ver el rostro de satisfacción en él.

En algún momento, la leche dejó de salir y eso decepcionó un poco al mayor, pero eso no lo detuvo. Aprisionó en cuerpo de Wooyoung contra la cama, completamente desnudo. Las piernas de Wooyoung estaban a cada lado de sus caderas, una mano bajó por su entrepierna y acarició su entrada llena de flujo.

Wooyoung estaba listo.

16012022

gente no sé qué es esto jajaja pero eso de que te salga leche es por las hormonas, ayuda ¿Saco más partes?

bueno, ya tengo el alta del covid. me siento mucho mejor! gracias por sus mensajitos! ♥ todavía ando con algo de tos, pero viento en popa

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