SanWoo (Yeo) ────── yeosang está un poco celoso, y triste, teme que su amistad con woo se deteriore.

Yeosang descansaba en su cama, jugaba SuperStar ATEEZ con algo de pereza, puesto que sus ojos ya se sentían irritados, pero no podía dormir. Salió del juego poco después e ingresó a Spotify, colocando una canción al azar de su lista, dejó el celular sobre su pecho y cerró los ojos; quizás en algún momento se dormiría.

No fue hasta pocos minutos después, cuando divagaba en sus pensamientos, que sintió un peso repentino cayendo a su cama, haciendo que abriera los ojos con sorpresa. Wooyoung le miró con una linda sonrisa antes de apoyar su mejilla en la almohada y seguir viendo lo que se estaba reproduciendo en su celular.

Le extrañó ver al menor, pero le devolvió la sonrisa. No preguntó qué hacía ahí, sólo volvió a cerrar los ojos hasta que, en algún momento, se durmió. Cuando Yeosang despertó a las ocho y cuarenta de la mañana, Wooyoung seguía en su habitación, dormía cerquita de su cuerpo, abrazando su cintura.

Llevó una mano al rostro ajeno y peinó su cabello detrás de su oreja, para luego darle suaves golpes en la mejilla con la intención de despertarlo.

―Oye, simio. Levántate ―dijo Yeosang en voz alta, Wooyoung se removió inquieto y sin abrir los ojos, volteó su rostro del otro lado.

―Cállate ―gruñó Wooyoung tras oír a Yeosang insistir―. Hay gente durmiendo agusto.

Yeosang rio y se colocó de lado, para mirar al menor sin que su cuello doliera. Suspiró y colocó una mano en su espalda, masajeándola un poco. Wooyoung soltó un sonidito de gusto y poco después, su respiración volvió a tranquilizarse.

Hace mucho tiempo que Yeosang no dormía con Wooyoung, quizás hace dos comebacks atrás. Wooyoung se había transformado en la sombra de Choi San, estaban juntos todo su tiempo libre, y si habían actividades que hacer, Wooyoung buscaba a San, no a él, y eso le ponía triste. Yeosang quería a su amigo de regreso, no sabía si había hecho algo que le molestara o peor. Por esa razón, le extraba verlo en su habitación.

(...)

Era la quinta vez en la semana que Wooyoung iba a la habitación de Yeosang a pasar el rato, en algunas ocasiones se quedaba a dormir, pero en otras, regresaba a su cuarto. Yeosang comenzaba a creer que estaba peleando con San constantemente y le preocupaba que su amigo lo estuviera pasando mal, sin embargo, no lo veía triste ni mucho menos llorón. Aunque también sabía que Wooyoung no se la pasaría llorando por una pelea.

Vio al menor jugar con una pulsera que San le había hecho y la sonrisa en su cara hizo a Yeosang un tonto. No sabía cómo interpretarla, ¿estaba triste, desilusionado? Yeosang sintió un dolor molesto en el pecho y se volteó de costado, llevó la mano a la mejilla de Wooyoung llamando su atención y le sonrió cálidamente. Quería saber si algo estaba molestándole, quería ayudarlo como el amigo que era. Ver a Wooyoung triste le rompía el corazón.

―Ey, ¿quieres hablar?

Wooyoung le miró y asintió, acomodándose en la cama. Esperó atentamente a que Yeosang volviera a hablar, pero ante el mutismo del mayor, Wooyoung frunció el ceño.

―¿De qué quieres hablar, Yeo?

Yeosang frunció el ceño también.

―No, yo no, si tú quieres hablar.

Wooyoung rio sin comprender.

―¿De qué o qué? ―Wooyoung relamió sus labios, todavía confuso por la actitud del mayor.

―De tus sentimientos, simio imbécil ―gruñó Yeosang con diversión, casi al borde de perder la paciencia.

Wooyoung ladeó la cabeza ante la rudeza y alzó una de sus cejas.

―Mis sentimientos... se sienten bien. ―Wooyoung rio con genuina inocencia―. ¿Por qué lo preguntas? ―inquirió jugando con los dedos de la mano de Yeosang.

Yeosang parpadeó confuso y dudó si seguir hablando del tema o dejarlo ahí, pero no podía quedarse con la duda.

―¿Estás peleando con Sani? ―inquirió directamente.

Wooyoung negó con la cabeza casi inmediatamente.

―Estamos muy bien. Aunque ayer se comió mi pudín y me enojé, pero me compró más. ―Restó importancia a la pequeña pelea, puesto que sólo era berrinche suyo para que San lo consintiera―. ¿Por qué lo preguntas?

Yeosang dudó. Miró sus propias manos donde el menor jugaba con sus uñas ya un poco largas.

―Bueno, es que... Vienes aquí, o te quedas a pasar la noche... Es raro ―dijo Yeosang tímidamente, sintiendo sus mejillas calientes.

Wooyoung se levantó de súbito, consternado.

―¿Cómo que raro? Yeosangi, hacemos esto todo el tiempo... ¿Te molesta ahora o algo así? ―preguntó Wooyoung con su rostro desencajado.

Yeosang negó con la cabeza rápidamente.

―No... Es que, desde que sales con Sani, ya no estás conmigo. Es decir, son novios y ajá, pero... Soy tu mejor amigo, y es como si se te hubiese olvidado. ―Yeosang ignoró el dolorcito en su pecho y forzó una sonrisa.

Wooyoung ahora estaba perdido. Un huracán de feos sentimientos se instaló en su pecho y se odió porque Yeosang se había sentido así de desplazado por tanto tiempo y él no se había dado cuenta.

―L... Lo siento, Yeo, no sabía... No me di cuenta de que estaba haciendo eso... ―Wooyoung sonrió con tristeza―. Ya sabes, Sani es mi primer novio y me siento muy feliz con él, estamos en ese momento de la relación donde queremos pasar todo el tiempo juntos.

Yeosang titubeó, le dolió ver a su mejor amigo tan desesperado por explicarse y quiso detener la conversación, pero lo que Wooyoung dijo después, le derritió el corazón.

―Yeo, sabes que te amo, ¿verdad? Eres mi mejor amigo hace más de ocho años, haría lo que fuera por ti. Tenemos muy poco tiempo libre, y me gusta estar con Sani, pero... Si eso te lastima... ―Los ojos de Wooyoung se llenaron de lágrimas―. De... dejaría a Sani por ti si me lo pides... ¿Me lo pedirías? ―preguntó con temor, con su cuerpo entero temblando.

Yeosang abrió los ojos en sorpresa y negó rápidamente con la cabeza. ¡No había que ir tan lejos! No dijo nada por unos segundos, sin saber cómo reconfortar a ese intranquilo y desesperado Wooyoung. Yeosang ahogó un jadeo de molestia al haber llevado la conversación hasta esos extremos.

―Jamás... Jamás te pediría eso ―dijo Yeosang finalmente, recalcando sus palabras―. Lo siento, Woo, estoy celoso ―admitió con vergüenza―. Es que extraño que pasemos tiempo juntos... pero no tienes que terminar con Sani.

Wooyoung pudo respirar con calma tras oírle y limpió las lágrimas de sus ojos con rapidez.

―Sé que harías lo que fuera por mí. Ya lo demostraste ―dijo Yeosang sonriendo con algo de pena, haciendo referencia a lo que había sucedido años atrás.

Wooyoung respiró hondo, limpió sus mocos y sonrió. Yeosang se rio por su carita toda roja y por los restos de lágrimas en sus pestañas, se acercó al menor y lo abrazó con fuerza.

―Eres mi mejor amigo, Yeo, que no se te olvide. Si me equivoco o hago algo de lo que no estás de acuerdo, tienes que decirme. ―Wooyoung hizo pucheros―. ¿Ok? Tienes que hablar conmigo de tus sentimientos, de lo que te lastima y lo que te hace feliz, así como yo. Tú sabes todo de mí.

Yeosang rodó los ojos y rio, sobando la espalda de Wooyoung cariñosamente.

―Lo sé, lo sé. Y tú eres mi mejor amigo.

Wooyoung volvió a limpiarse los mocos.

―Me duele que hayas creído que venía aquí porque no quería estar con Sani ―rio Wooyoung, aferrándose más a Yeosang―. Tonto.

Wooyoung suspiró. No se había dado cuenta de que había dejado tan solo a Yeosang, pero ahora que lo pensaba, quizás seis meses habían pasado desde que ellos compartían tiempo completamente solos. Wooyoung había estado encerrado en su burbuja de amor con San, sin enterarse.

Yeosang sonrió, bufando.

―Sí, lo siento ―susurró Yeosang―. En fin, ¿te quedas a dormir?

―Obvio.

(...)

Yeosang estaba sentado en la varanda que separaba el lago del parque y miraba con una sonrisa a su mejor amigo y a su novio. San y Wooyoung estaban sentados sobre una manta en el césped, hablando, jugueteando. La genuina felicidad en el rostro de Wooyoung, el cómo brillaban sus ojos, hizo que él también se sintiera feliz, porque sabía que San le hacía bien y se amaban, porque ambos eran almas gemelas y debían estar juntas.

A Yeosang jamás se le ocurriría separarlos.

―¿Y esa sonrisa, hyung? ―preguntó Jongho, sentándose a su lado.

Yeosang desvió la mirada para ver al menor y luego volvió a observar a la parejita más empalagosa del mundo.

―Es que... no sé, se ven muy felices ―susurró Yeosang―. Woo es mi mejor amigo, y a veces me asusta que San le rompa el corazón. Él está muy feliz.

Jongho asintió comprendiendo.

―Ten un poco de fe, San de verdad lo ama.

―Sí, se nota ―rio Yeosang al presenciar una escena completamente cursi.

Ambos estaban cerquita, casi besándose, susurrándose cosas al oído, con enormes sonrisas y ojitos brillantes, las manos de San apretaban la pierna de Wooyoung y el menor mordía su labio inferior.

―Deberíamos ir a casa antes de que comiencen a desnudarse ―dijo Jongho, aturdido.

Yeosang estalló en risas.

09012022

ahreee no piensen demasiado en la trama, es solo un fic xd

en fin, yeowoo besties 💖 los amo con todo el corazón

¿tienen algún pedido en especial, gente?