#57 Villains and princesses
hong min ――― de villanos, princesas y dragones.
Wooyoung es un bebé mordelón, Mingi es un bebé celoso y Jongho es un bebé gruñón. Hongjoong podía asegurar eso.
Hongjoong jamás creyó que su casa se convertiría en una guardería, pero ahí estaba con sus compañeros de la fraternidad dándole de comer a tres adultos que usaban biberones y, dos de ellos, pañales, aunque sólo los usaban en ocasiones especiales.
Sólo una semana después de haber llegado, Jeongguk había descubierto que usaban pañales y no dudó en colgarlos en el Asta de la facultad, con polarodis de ellos tres usando chupetes. No fue hasta ese momento, en que Hongjoong se dio cuenta de que... todo el mundo conocía y amaba a esos bebés.
Choi San casi desfiguró la atractiva cara de Jeongguk y Kang Yeosang habría hecho lo mismo si no fuera porque Jongho lo detuvo.
Hongjoong se había reído de esos tres muchas veces: cuando se lastimaban al andar, cuando lloraban, cuando eran torpes; no entendía cómo es que actuaban así sin sentir vergüenza de sí mismos.
Sin embargo, reírse de ellos era muy diferente a burlarse de ellos, por lo que Hongjoong no compartía la actitud de simio de su compañero Jeongguk cuando apenas llegaron. Hacerles bromas y asustarlos diciendo que se los llevaría el viejo de la bolsa había llevado a noches enteras de tres bebés llorando.
Jongho, Mingi y Wooyoung eran los primeros en haber llegado, por lo que conocían la fraternidad mejor que Hongjoong. Eran lindos y adorables, para qué mentir. Aunque Hongjoong en ocasiones se dejaba llevar por Jeongguk y Jongin, los dos gemelos que llegaron al mismo tiempo que él, y solían mofarse de esos bebés.
Con el tiempo, Hongjoong comenzó a tomarles cariño, y no, no era por miedo a San, Yeosang y Yunho, él de verdad creía que eran adorables. Incluso pidió ayuda a su hermano Seonghwa (maestro de kinder y cuidador en un maternal) sobre cómo tratar con niños pequeños.
Entonces Hongjoong se transformó en una madre. Sí, madre. Y eso era tan raro, pero en el buen sentido.
Por eso, seis meses y medio después de haber ingresado a la fraternidad de su universidad, tenía a Choi Jongho de tres años sujeto a su cadera y a Song Mingi de dos años y medio apoyado en su pecho mientras le miraba con ojitos brillantes. Los dos habían acabado de cenar y le usaban de colchón.
Wooyoung todavía era alimentado por un gruñón y cansado Jongin. El moreno tenía sueño, pero contrario a otras veces, no había dejado a su suerte al pequeño Wooyoung.
―Tu novio o padre ―dijo Jongin apretando la mejilla de Wooyoung― vendrá en un ratito para llevarte, así que deja de ensuciarte que ya te bañaste.
―Es su novio ―corrigió Hongjoong viendo que los dientes de Wooyoung ya estaban en modo ataque.
Wooyoung asintió felizmente a la acotación de Hongjoong y terminó de comer su postre. Pasó su manita por su rostro limpiando el puré de banana y sonrió aún más al escuchar el ruido de la puerta.
Mingi se acercó a Wooyoung a pasitos lentos y besó su cabecita una vez que lo tuvo enfrente, Jongho agitó su manita sin levantarse y Wooyoung gritó su despedida con mucho entusiasmo mientras se dirigía a a la puerta acompañado de Jongin. Hongjoong sintió su pecho agitarse y sonrió.
―Auch ―Jeongguk apretó su pecho con ambas manos, atacado por el exceso de lindura― qué lindos.
Jongin volvió tras cerrar la puerta y su cara se veía nerviosa.
―Choi San me sigue dando escalofríos.
Hongjoong y Jeongguk rieron a todo pulmón.
Jeongguk se llevó a Jongho a dormir y Hongjoong se quedó en la sala con Mingi, el menor seguía siendo un bebé y estaba muy berrinchudo, se rehusaba a ir a la cama.
Ver Barbie era algo nuevo en la vida de Hongjoong, pero no se quejaba, finalmente decidió desistir y se quedaron (sólo porque era viernes).
―Oye, ¿cuál es tu princesa favorita?
Mingi desvió la mirada del film y llevó sus ojitos a la figura echada sobre el sillón, Hongjoong pensó en que en este momento, Mingi debía tener cerca de seis años por la forma en la que hablaba. Mingi abultó sus labios en un puchero adorable y dejó caer su mitad superior sobre el cuerpo de Hongjoong.
―Me gustan todas las princesas ―murmuró Mingi―. ¿Sabías que yo también soy una princesa? ―preguntó tan lento como un perezoso bebé.
Hongjoong acarició las mejillas ajenas con cariño, limpió sus ojitos cansados y sonrió sintiéndose atacado con tanta lindura; por décima vez en el día.
―¿Ah, sí? No lo sabía. ―Hongjoong abrió sus ojos con sorpresa y sonrió al ver la mirada entusiasmada del menor―. Princesa Minki ―moduló con ternura, riendo dulcemente al ver el sonrojo en las mejillas de su princesa.
―Tú eres... un príncipe.
Mingi recargó la cabeza en su pecho nuevamente y tomó la mano de Hongjoong para comenzar a jugar con sus dedos y anillos.
―Eres de hecho, el príncipe más guapo que he visto... ―susurró asombrado― aunque al principio eras un villano.
Los labios de Mingi se desfiguraron en una mueca triste y Hongjoong sintió una fea angustia en su corazón; jamás habían hablado del comportamiento que solía tener.
Hongjoong acercó la cabecita de Mingi y besó su frente dulcemente antes de volver a hablar.
―Jamás... te pedí una disculpa por cómo me porté con ustedes... ―Hongjoong bajó la voz―. No debí reírme cuando Jeongguk y Jongin eran tan malos, debí haberlos detenido y defenderlos. Perdóname, Mingi, me hubiera gustado jamás haberte lastimado.
Mingi asintió varias veces y frotó su mejilla con la cabeza de Hongjoong, sus ojitos se habían humedecido. Sus manitos fueron a parar a los costados de la cabeza de Hongjoong y se acercó a él para dejar un besito en su nariz puntiaguda.
―Estás perdonado.
La voz cantarina de Mingi se fue apagando en un bostezo y Hongjoong sonrió inmediatamente. Tomó al menor de las mejillas y besó su nariz de regreso.
Qué lindo ángel.
―Ya duerme, corazón, es muy tarde. Mañana te llevaré a ver a los dragones ―rio.
Mingi abrió sus ojitos con sorpresa y asintió, se recargó nuevamente en el hombro de Hongjoong y cerró sus ojitos, ya adormecido.
Hongjoong tomó la manta que yacía olvidada a sus pies y cubrió al menor con ella. Las iguanas de la universidad eran la cosa favorita de Mingi después de ver películas de princesas y comer helado de menta y chocolate.
Hongjoong se preguntó por primera vez cómo es que sabía tantas cosas de Mingi, pero no pensó demasiado en ello. Le gustaba el Mingi de veintidós años, quería mucho al Mingi de seis, y por su puesto al bebé celoso de dos y medio. Hongjoong amaba cada parte de Mingi y todas esas mañas y actitudes tan lindas.
Ahora, Hongjoong se encargaría de ser un buen príncipe.
10112021
alguien dijo hongmin y alguien dijo little space y yo dije sí señores
AikaVan BloomBae2000 espero que haya quedado bien ♥
faltan como 20 días para mi cumpleaños, me entra la crisis de los 20
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