#56 Painful smile

jong gi ───── los puñetazos de jongho dolían cada vez más.

Mingi y Jongho eran novios hacía seis meses, aunque salían en secreto.

Sudor frío recorría la piel de Jongho cada vez que alguien los miraba, se sentía perseguido y asqueado de sí mismo, ocasionando que se arrebatara contra su novio. Él jamás había salido del clóset y no había apuro en hacerlo, había trabado la puerta hacia rato.

Las marcas en la piel de Mingi duraban una eternidad y aunque siempre tenía excusas, su mejor amigo estaba comenzando a preocuparse, Jongho se preguntaba porqué no hacía nada.

Moretones en los brazos y marcas de dedos en las muñecas ya no eran accidentes.

―Jjong. ―Mingi llamó a su novio en voz baja, estaba adormilado y quería recargar la cabeza en su hombro.

Jongho se acercó a él en el sillón y su cuerpo entero se tensó cuando la cabeza del mayor se apoyó sobre él. Escaneó la sala en búsqueda de algún mirón y boqueó sorprendido cuando Yunho y Wooyoung le miraron.

Yunho estaba confundido, pero Wooyoung se veía ligeramente divertido.

―Me pesas, Mingi ―murmuró Jongho apartando al mayor suavemente, pero su mandíbula estaba tensa.

Mingi bufó infantil y se recargó sobre el hombro de Yeosang, aferrándose a su brazo para luego cerrar los ojos; Yeosang sonrió y acarició la orejita de Mingi con cariño.

Mingi no se dio cuenta de la mirada del menor, de esos ojos fríos atentos al toque de Yeosang sobre él.

Todos en la casa estaban viendo una película, era sábado de reunión y ya habían terminado de hablar y desahogarse.

Jongho no solía ser muy abierto, era bastante retraído y arisco. Todos lo sabían, y a veces se reían de él sin mala intención, jugaban a molestarlo, le daban besos en las mejillas y abrazos sorpresivos, siempre recibiendo puñetazos en el estómago que ni siquiera dolían.

Mingi no era así de afortunado. Siendo su novio y su mayor fuente de incomodidad, los golpes en su estómago y los apretones en sus muñecas eran dolorosos. Mingi no solía darle importancia, antes.

Ahora le daba miedo acercarse demasiado a su novio. Odiaba sentir tanta tensión en el cuerpo de Jongho, pero tampoco quería hacerle creer a todos que estaban peleados.

En la intimidad de su habitación, Jongho se pegaba a él y besaba sus labios, acariciaba su piel con delicadeza y le hacía el amor con... amor. Mingi no quería dejarle, no quería terminar con él pese a los golpes y a esa violencia sentimental tan agobiante, porque cuando estaban solos Jongho era su mundo y él se convertía en el mundo de Jongho.

Quería creer en eso, en esa falsa utopía.

―Min, despierta... ―Yeosang movió ligeramente a Mingi y este cayó sobre su pecho―. Parece que está muy dormido ―rio bajito.

Jongho apretó sus labios entre sí y, nerviosamente, vio como los miembros comenzaban a levantarse e irse hacia las habitaciones, ya era demasiado tarde y querían dormir.

Jongho bufó. Yeosang tenía una camiseta con cuello en v, y la cara de Mingi tocaba su pálida piel. Jongho sentía hervir la sangre de los celos.

―Lo llevaré, de todas formas compartimos cuarto ―murmuró Jongho con algo de desesperación, tras ver que eran los únicos tres en la sala.

Yeosang le miró sin darse cuenta de las miles cuchillas en el pecho de Jongho y negó.

―No te preocupes, Jongi. ―Yeosang se levantó con Mingi en brazos, acomodó el ligero cuerpo del menor y sonrió cuando Mingi se aferró a su torso―. Lo llevo, es como un bebé gigante, ni siquiera pesa.

Yeosang comenzó a caminar hacia la habitación y Jongho le siguió por detrás. La camisa comenzaba a quedarle pequeña, Jongho sentía que su corazón latía demasiado fuerte contra su pecho.

Cuando Yeosang dejó a Mingi sobre su cama y acarició su frente, Jongho ya no pudo soportarlo más. Apartó la mirada con un gruñido bajo y se subió sobre su propia cama con molestia exudando por cada poro de su piel.

Yeosang se fue. El corazón de Jongho continuó golpeando contra su pecho y el calor hacía que sudor empapara su ropa. Miró hacia la cama de su novio y tuvo que apretar los puños para no enloquecer.

Odiaba que Mingi fuera afectuoso con los demás.

(...)

Mingi abrió los ojos y se estiró en su cama, soltando un jadeo de gusto. Hacía tiempo que no dormía tan bien, probablemente desde que compartía habitación con su novio que el sueño no era su mejor aliado.

―Despertaste, gruñonsito. ―La exclamación de Yunho llamó la atención de Jongho y Mingi.

―Hey ―alargó Mingi con voz ronca, estirando su manito en un saludo.

―Ven, Minki. Te hice tu desayuno favorito ―la sonrisa de Yunho era tan preciosa que Mingi no pudo evitar sonreír también.

Jongho alzó una ceja viendo a su novio dirigirse fuera de la habitación. La ira era difícil de controlar a este punto y estaba a nada de estallar sobre su rostro.

Cuando los miembros se hubieron ido de la casa, Mingi y Jongho se quedaron solos.

Las manos de Mingi estaban rojas y sus ojos húmedos, Jongho apretó con tanta fuerza sus muñecas que comenzó a sentir adormecimiento, aunque el dolor en su corazón era tan fuerte como las heridas que Jongho le hacía.

―No estás haciendo las cosas fáciles para mí, Mingi. Me lastima hacerte esto.

El rostro de Jongho estaba rojo y las venas se marcaban en su cuello y rostro.

Mingi asintió varias veces. Un sollozo se escapó de sus labios.

―Ya te dije, ya te dije... ―repitió el mayor, su voz estrangulada―. No voy a abrazar a Yeosang ni a ninguna otra persona... No voy a abrazar a Yeosang ni a ninguna otra persona ―continuó diciendo.

―Está bien. ―Jongho le soltó.

Mingi llevó sus manos a su pecho y bajó la mirada. Temía verle a los ojos y hacer que se molestara más.

Jongho no era una persona paciente, era cruel y parecía no tener conciencia de lo que estaba haciendo.

Mingi jadeó ante el incómodo silencio y decidió hablar.

―No hay nadie... ¿podrías abrazarme? ―preguntó Mingi tímidamente.

La expresión de Jongho se relajó y asintió. La cólera disminuía y un sentimiento de culpa llenó su corazón. El rostro rojo del mayor estaba empapado en sudor y sus pequeños ojos escondían lágrimas gruesas.

―Lo siento, mi amor. ―Jongho acarició su mejilla y peinó su cabello detrás de su oreja, acercándose para darle un beso en la frente―. No sabía que podía ser tan celoso.

Mingi se encogió en su lugar y asintió, incapaz de responder. Jongho se sentó y lo atrajo hasta su pecho, donde descansó la cabeza de Mingi.

―Eres muy bonito, Mingi.

(...)

Un jadeo asustado y el repentino sonido de un cuerpo cayendo sobre la silla del escritorio hizo que Mingi se asustara. Bajó su camiseta rápidamente y volteó, temeroso.

Yunho le miraba con los ojos abiertos como platos. El mayor había ingresado a su habitación tras no responder a sus llamados, Mingi había estado demasiado absorto en el reflejo que le devolvía el espejo como para capturar los sonidos del exterior.

―M... Min, ¿qué demonios?

El enorme hematoma en la boca de su estómago no fue difícil de ignorar.

Mingi abrió la boca dispuesto a explicarse, pero Yunho se acercó a él y lo tomó suavemente por los hombros. Ya estaba cansado de excusas.

―Si me mientes... ―La voz de Yunho se quebró y no pudo terminar la oración.

Los ojos de Mingi se veían tan asustados y quebrados que Yunho sólo pudo tomarlo entre sus brazos y sobar cariñosamente su espalda.

―Por favor, confía en mí.

Mingi lloró amargamente ante el tono quebrado en la voz de Yunho y se aferró a sus hombros, sus piernas temblaron y sollozó. Su cuerpo entero dolía y su corazón estaba deshecho.

Jongho lo había convertido en su saco de boxeo personal, había dejado en paz sus brazos y golpeaba en sitios donde no se veían, como sus muslos y estómago. Sin discriminación, golpeaba su cuerpo quitando de sí toda esa tensión y molestia que le abrumaba.

Mingi lo dejaba, porque habían cosas peores en las que no quería pensar. Y porque Jongho lloraba desconsoladamente aferrado a él luego de hacerlo, y Mingi era débil y tonto.

―No... es... ―Mingi cerró los ojos, estaba agotado y colapsaría en cualquier momento.

Jongho ingresó a la habitación, encontrándose estático al ver a su novio abrazado de su amigo y tosió alto, haciendo que ambos se sobresaltaran.

Mingi le miró con una sonrisa dolorosa como si le dijera que no había abierto la boca y Jongho desvió la mirada.

―Yunho... Min... ¿Qué pasa? ―inquirió Jongho.

―¿Podrías dejarnos un segundo, Jong? ―La voz de Yunho sonó firme y Jongho tensó cada músculo de su cuerpo.

Mingi se dejó caer sobre el pecho de Yunho, sintiéndose más y más adormecido. Estaba deshidratado, anémico, triste y enojado. No habían muchas emociones positivas a su alrededor.

Jongho dejó la habitación y Mingi abrió los ojos. Sus pequeños ojos negros fueron como dos pozos vacíos y Yunho odió ver eso.

―Ya no quiero... ―susurró sobre el cuello de Yunho―. Me duele...

Yunho apretó suavemente a su mejor amigo entre sus brazos y lo arrastró hacia su cama, se sentó y acomodó a Mingi sobre su regazo.

―Dime qué sucede, por favor... ¿Quién te está lastimando? ―Yunho besó la mejillaa de Mingi, atorándose con las palabras cubiertas de espinas―. Dime, te ayudaré. Te salvaré, no tienes que pasar por esto.

Mingi se mantuvo en silencio por unos cortos segundos, cuyos Yunho creyó que Mingi había caído dormido, sin embargo, en voz baja y raspada, Mingi susurró un nombre en el cual Yunho jamás habría siquiera pensado.

(...)

Hongjoong y Seonghwa estaban en la cocina preparando la cena, experimentando platillos que nunca antes habían preparado cuando oyeron un fuerte portazo y vieron a Yunho hecho una fiera, buscando a alguien en particular.

Los ojos del líder fueron del más alto, a Seonghwa y ambos corrieron en dirección a Yunho, quien abría todas las habitaciones con violencia y arremetía contra las que se hallaban trabadas.

―¡Yunho, Yunho! ―Hongjoong llamó, pero Yunho hizo caso omiso.

El pecho de Yunho subía y bajaba rápidamente. No vio a Jongho por ningún lado, aumentando así su nivel de ira. Todo siempre había estado justo frente a sus narices y él nunca se había dado cuenta.

―¿Adónde fue Jongho?

La pregunta rabiosa confundió a Hongjoong.

―S... salió. Fue a buscar algo abajo, ya regresa.

En el mismo instante en que Hongjoong dijo esas palabras, Jongho ingresó a la casa y los pelos de su nuca se erizaron al notar la intensidad en la mirada de Yunho.

Jongho retrocedió por impulso.

Yunho no era demasiado fuerte, pero no fue difícil tumbar a Jongho sobre su espalda. Una vez en el suelo, comenzó a darle fuertes puñetazos en el rostro, lleno de cólera. La sorpresa inicial fue tal que ninguno supo qué hacer por unos segundos, Seonghwa comenzó a gritar y Hongjoong intentó apartar a Yunho del menor, siendo empujado lejos al acercarse.

Jongho miró a Yunho a los ojos y un balde de agua helada cayó sobre su rostro.

No lo apartó, no puso un dedo sobre Yunho.

―¡Eres una basura!

Jongho apenas podía escuchar los gritos de Yunho, estaba aturdido.

En algún punto, Jongho dejó de sentir los golpes en su rostro y se sentó en el suelo, arrastrándose con sus brazos. Yeosang y San sostenían a Yunho y trataban de hacer que se tranquilizara.

Seonghwa se había acercado a Jongho con preocupación para comprobar su estado y Jongho sólo quería saber dónde estaba Mingi.

―¡Le pones un dedo encima de nuevo, y te mato!

Jongho alzó una ceja. Cómo le hubiera gustado que lo detuvieran antes.

―Demasiado tarde, hyung. Llegaste demasiado tarde.

Yunho trató violentamente de zafarse, sin éxito.

09112021

¿se entendió? dea

little_Yoju_ espero que te haya gustado a ♥

la gente me pedía shipps pero no me tiraron ninguna idea 😭😭😭 ayuda no se me ocurre nada

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top