#41 First Love ⟩⟩ Wait, what III

SANWOO

San giró sobre su propio eje, sintiendo su corazón a punto de explotar, vio hacia la cama con los ojos abiertos de par en par temiendo perderse de algo si parpadeaba, se acercó a paso lento y, como ya lo esperaba, vio el cabello negro con el mechón rubio asomarse desde el interior de las mantas.

―¿Wooyoung? ―preguntó San en un murmullo, aterrado porque la persona que despertara no fuera su novio―. ¿Woonie?

Wooyoung se volteó hacia San, estirándose como un gatito, con ambas manos quitó las mantas de su rostro y se incorporó, viendo hacia su mayor con confusión.

―¿Por qué me duele la quijada, Sannie? ―preguntó Wooyoung bajito, congelándose cuando procesó el sonido de su propia voz.

Con rapidez, Wooyoung limpió la lagañas de sus ojos y parpadeó varias veces, tratando de enfocar su visión aunque era difícil ver con los ojitos tan hinchados. Gritó con todas sus fuerzas cuando se vio a sí mismo.

Mingi y Hongjoong miraban a la joven pareja con desconfianza. Ambos estaban sentados en el suelo, Wooyoung tenía los cabellos desordenados como si se los hubiese intentado arrancar uno a uno. Y San tenía lágrimas en los ojos rojos.

―Bien, les creo. San nunca llora ―dijo Mingi, dándose la vuelta dispuesto a irse.

―¡Espera! ―San, en el cuerpo de su novio, tomó a Mingi de la manga para que este no se fuera―. ¡¿Cómo demonios no te vuelves loco por esto?!

Mingi suspiró, agarrando la mano de Hongjoong, quien se había mantenido en silencio desde el principio.

―Claro que esta situación nos está volviendo locos, pero... Nosotros ya sabemos porqué está sucediendo y en algún momento volveremos a estar como antes. Lo tomamos con las pincitas de la comunicación.

San asintió, sorprendido cuando sintió una mano en su pierna. Wooyoung había estado llorando como un bebé desde que había despertado y San no había hecho nada por tratar de reconfortarlo.

―Pasen tiempo juntos y descúbranlo por ustedes mismos.

Mingi y Hongjoong se marcharon, dejando a San y Wooyoung en completo silencio. El mayor sostuvo el rostro de su novio con ambas manos y juntó sus frentes.

―¿Estás bien, bebé? No te duele nada, ¿o si? ―preguntó con preocupación.

Woo era un pequeño bebé revoltoso, y San había estado tan asustado que se había olvidado de atenderle.

Él mismo estaba hecho un desastre por dentro, así que no podía imaginar cómo se sentía su bebé. El hecho de saber que está atrapado en el cuerpo de otra persona y no saber cuándo volverá, era aterrador.

Wooyoung negó, limpiándose las lágrimas del rostro mientras intentaba dejar de sollozar. Sentía una fuerte presión en el pecho que no le dejaba tranquilo.

―Me dolía un poquito aquí ―Wooyoung señaló su quijada―, estoy asustado ―murmuró, cerrando los ojos con fuerza creyendo que así todo volvería a la normalidad―. ¿Qué vamos a hacer, Sannie? Hongjoong hyung y Pinky han estado en esta situación por dos semanas... y todavía no vuelven en sí... Tengo mucho miedo.

Para cuando el resto del grupo despertó, el líder y su novio estaban preparando el pastel de Seonghwa, mientras que Wooyoung y San se encontraban echados en el sofá en completo silencio.

Yeosang se acercó primero, mirando con atención el pastel que habían horneado. La confusión surcó su rostro por un momento casi eterno.

―Joder, olvidé despertarme para ayudar en el cumpleaños de Seonghwa... ―gruñó cerrando los ojos con disgusto.

―No te preocupes, Yeosanggie, ustedes salieron con él anoche. Por cierto, ¿dónde están todos? ―consultó Mingi, sentándose nuevamente en la mesa.

Mingi pudo ver a Yeosang viéndole el trasero a Hongjoong, o bueno, su trasero, por lo que le golpeó suavemente detrás de la cabeza.

―Ah ―Yeosang se quejó, atrapado, sobando su nuca y haciendo pucheros―, se están levantando. Seonghwa y Yunho tienen resaca, pero Jongho les dio unas pastillas.

Más tarde esa mañana, Seonghwa y Yeosang decidieron volver a la cama para seguir durmiendo, el día anterior habían festejado hasta altas horas y no querían lucir rostros cansados.

Wooyoung les había hecho sopita, alegando que así se sentirían mejor. Yeosang estaba molesto de que a Jongho se le pasara sólo con una pastilla. Wooyoung lo había notado, así que acarició la cabeza de Yeosang mientras este comía, logrando que le mirara con el ceño fruncido.

―¿Por qué tienes esa cara? ―preguntó Jung sutilmente, alejando la mano.

―Porque el único que tiene permitido hacer eso es Woonie ―gruñó casi luciendo intimidante, aunque por dentro sólo estaba bromeando.

―Soy Woonie ―rezongó el menor, girando los ojos―. Sólo pregunta cualquier cosa y lo sabré.

Yeosang entrecerró los ojos, dejando la cuchara a un lado.

―¿No me digas que Woonie te dijo algo?

―¡Que yo soy Wonnie!

En aquel momento, Seonghwa se hallaba ingresando al comedor, oyendo la charla que los menores tenían. Se frenó al instante al percatarse que la pareja también había decidido jugar al cambio de cuerpo.

Seonghwa abrió la boca dispuesto a quejarse, sin embargo, Choi entró al cuarto a tropezones, corriendo hacia su novio con notoria preocupación.

―Woo, te sangra la nariz... ―avisó San tocándole la mejilla con su mano izquierda, mientras tapaba su propia nariz con la derecha.

―A Minmin y Hyung también les pasa esto, ¿nos vamos a morir? ―preguntó tímidamente el menor, enterrando la cabeza en el pecho de San.

―Claro que no, tontín. ―San rio, abultando las mejillas con ganas de echarse a llorar como su novio.

Seonghwa suspiró pesadamente ante la escena. Pensando seriamente si debería o no creer aquella barbaridad.

Cuando estaba dispuesto a entregarle un pañuelo a la pareja, Seonghwa jadeó bajo ante un fuerte dolor de cabeza. Sintió sus piernas flaquear y se sostuvo de la persona más cercana a él antes de caer y perder la conciencia; al mismo tiempo, Yeosang gritaba, apretándose la sien con dos dedos.

SEONGSANG

Seonghwa despertó dos horas después, desconcertado y con un horrible dolor en sus piernas. Sintió la voz de Mingi y Wooyoung a su alrededor, así que, al abrir los ojos, miró directamente hacia donde dos personas murmuraban.

―... ¿Yeosang?... ―preguntó Mingi, viéndole incorporarse―. Dime que eres Yeosang.

Seonghwa se negó a escuchar tal barbaridad y se sentó en la cama, aún mareado, agitó las pestañas varias veces tratando de alejar la molestia en sus ojos. Rápidamente notó un gran cambio en su cuerpo, ocasionando que se quejara en voz baja.

Sintió un cuerpo a su costado, así que volteó lentamente encontrando a un bulto bajo las sábanas, sólo algunas hebras rubias sobresalían entre estas.

Seonghwa se incorporó, sintiendo el frío suelo sobre sus pies. Caminó hasta el baño a tropezones, sus piernas debilitadas y un sentido de percepción muy malo. Sólo ver el reflejo ajeno proyectándose como propio en el espejo bastó para que se desmayara nuevamente.

San y Wooyoung entraron a la habitación de Seonghwa, viéndoles en la cama de este con paños sobre la frente.

―Agarraron fiebre ―murmuró Mingi―. Estoy comenzando a preocuparme, ya está anocheciendo y aún no despiertan. A Seonghwa se le bajó la presión.

Como si le hubieran echado agua helada encima, Yeosang despertó primero y Seonghwa le siguió un par de segundos más tarde.

Ambos se miraron a los ojos, entre el miedo por una parte y la diversión incrédula por otra. Seonghwa ladeó la cabeza, tocándose la nariz y el resto del rostro con las manos abiertas.

Yeosang alzó una ceja, viendo al resto del equipo en la habitación. Seis pares de ojos les miraban expectantes.

―Bien, ¿quién quiere ver el pene de Seonghwa? ―preguntó Yeosang, llevando una mano al elástico del pantalón.

Wooyoung alzó la mano.

Seonghwa puso ambas manos sobre su entrepierna evitando que a Yeosang se le ocurriera bajar sus pantalones de la nada.

El grupo estaba reunido en la sala, Yunho y Jongho se miraban inquietos, temiendo ser los próximos en cambiar, pues eran los únicos que aún no habían sido afectados por aquel suceso.

―¿Nos habrán hechizado? ¿Y si es magia negra? ―preguntó Wooyoung, achicando los ojos.

Su pecho todavía dolía, pero intuía que todos debían sufrir alguna dolencia, sin embargo, no veía a nadie quejándose.

―No, chicos ―Hongjoong rio―. Mingi y yo tuvimos sueños ―comenzó a relatar, mirándolos atentamente―. La misma persona apareció en ellos, dijo que seguiríamos soñando.

―Soñé con un secreto que Hongjoong no me había dicho antes ―dijo Mingi, agitando las pestañas mientras recordaba lo sucedido―. Lo hablamos y lo arreglamos, yo aún no le hablé de mis asuntos, así que esa debe ser la razón por la que seguimos así... Intuyo que si no se lo digo, pronto soñará con ello.

―¿Cómo sabes que se trata de eso? ―preguntó Yeosang, confuso―. ¿Tengo algún secreto con Seonghwa? ―pensó en voz alta.

―No tiene que ser un secreto precisamente. ¿Quizás es otra cosa? ―respondió Hongjoong.

Seonghwa bajó la cabeza, mirando las manos que no le pertenecían.

―Sigo sin comprender. Es como si esta situación nos obligara a decir cosas que queremos ocultar.

Mingi comprendió totalmente lo que Seonghwa decía.

―Así es, pero va por otro lado. Creo que estas cosas no nos dejan vivir en paz, son secretos que nos lastiman todos los días. Lo que Hongjoong me contó es muy fuerte, y él vivía atemorizado creyendo que yo lo tomaría mal. Y no fue así.

Yeosang bufó con molestia.

―Pero yo no tengo nada sobre Seonghwa, ¿hyung, tú tienes algo que quieras decirme? ―inquirió, mirándole fijamente.

No había rudeza en sus palabras, pero Seonghwa se sintió intimidado.

―S... Sí ―Seonghwa le miró por un instante y luego volvió a bajar la cabeza.

San, por otro lado, miró a su novio y negó rápidamente. Incrédulo. Si él le revelaba su secreto, su relación se iría a la mierda y el menor nunca volvería a verle a la cara. San no podía vivir con la mentira, tampoco con la verdad.

Seonghwa se incorporó y señaló hacia la puerta con la cabeza, esperando ser seguido por Yeosang para tener algo de privacidad al momento de contarle.

Yunho y Jongho se miraron nuevamente entre ellos.

―Hyung, tú sabes que te amo y todo, pero no tengo nada que deba decir ―murmuró Jongho, rápidamente.

―Ya lo sé, osito. Yo tampoco lo tengo.

Seonghwa se sentó en la cama y Yeosang enfrente, en el suelo, sobre un futón que nadie había levantado. Seonghwa lucía irritado, pero apagado, como si le hubieran golpeado en la boca del estómago y no pudiera respirar.

Yeosang le miró en silencio, esperando a que el mayor tuviera valor para hablar.

A Yeosang siempre le había caído bien Seonghwa, el mayor siempre se preocupaba por todos y cumplía un buen rol de hyung. A pesar de siempre molestarlo, o de fingir que odiaba su aegyo, Yeosang sentía mucho respeto por Park Seonghwa.

―Estoy enamorado de ti desde... ¿Australia? ―dijo entonces, a secas, ocasionando que el contrario se congelara totalmente ante la sinceridad y franqueza del mayor―. Sin embargo, sé que te gusta otra persona. Siempre te veo mirarla. Lamento que mis sentimientos nos pusieran en esta situación ―murmuró, bajando la cabeza nuevamente.

Yeosang trató de canalizar esas palabras. Llevó una mano a su frente con una sonrisa nerviosa temblando en sus finos labios.

Mingi miró hacia pareja sentada en el suelo; Wooyoung lucía adolorido y San estaba tan hundido en sus pensamientos que parecía perdido.

―¿Estás bien, Woo? ―Hongjoong se adelantó a Mingi y preguntó.

―N... No. Me duele aquí, me duele el pecho ―señaló Wooyoung, tocando la zona con su índice.

San prestó atención a las dolencias de su novio y acarició la zona con lentitud, preocupado por el rostro adolorido que este le mostraba. Wooyoung tenía los ojos llorosos nuevamente y San no sabía a qué atribuirlo.

Sabía que debía decirlo. San sabía que no podía hacer que su asustadizo novio pasara más tiempo en esta situación, aun si temía que todo se fundiera entre ellos. La salud de Wooyoung estaba primero.

―Tengo algo que decir ―susurró San, los labios sobre la mejilla de Wooyoung.

Wooyoung volteó el rostro para poder verle, con una mano encima de la ajena debido a que el dolor se hizo más fuerte. Miró fugazmente hacia los demás, dándose cuenta de que era el único que estaba sufriendo así.

―Woo, mírame ―San dijo, con la voz rasposa, con los ojos ya irritados―. Por favor, perdóname, mi amor.

―Estoy asustado, Sannie ―susurró Wooyoung.

¿Su corazón iba a explotar? Apretó el agarre y cerró los ojos con fuerza.

―Yo... hice algo muy malo, mi amor. Te... ―San tomó una gran bocanada de aire y, sin soltar al ajeno, pegó su frente a la otra y lloró bajito―. Te engañé... Te engañé con uno de nuestros bailarines...

Su corazón se estaba partiendo, era eso.

━ ˏˋ SÓLO FALTA UNA PARTE aaaaaaa

¿cómo están? yo todo bien ❤️

¿el 2ho da o no da? pregunta seria,, es que no quiero forzar nada y se me hacen re lindos como mejores amigos 🧐

¿quieren saber qué soñaron los chicos? todavía quiero explicar esto

(Me parece que la actualización #40 no salió en las notificaciones, revisen porfa)

© 𝘈𝘙𝘚𝘌𝘕𝘒𝘌𝘠 | vie., 31 de jul., 2020

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top