#39 Precious ⟩⟩ Angry III

HONGMIN¡!

en donde mingi y hongjoong forman una hermosa familia

Mingi se aferró con fuerza a la cadera de Hongjoong en sueños, lloriqueando en un tono poco notorio y refregando su cara en el estómago de Hongjoong. El mayor se había sentado en la cama para encender el televisor antes de decidir si era bueno levantarse o no. Hacía mucho frío y la calidez de las mantas y el cuerpo ajeno eran todo lo que Hongjoong realmente necesitaba.

Con cuidado, acarició las matas de cabello ahora rizado a causa de las incontables trencitas que le había hecho al menor el día anterior.

Shh, todo está bien. Sigue durmiendo, Mingki ―Hongjoong sobó la espalda del menor, consiguiendo un sonido adormilado de su parte.

Durante el sexto mes de embarazo las cosas comenzaron a ir de mal a peor. Los dolores habían ido en aumento, poco tardaron en ir a un obstetra y darse cuenta de que Mingi había sufrido un desprendimiento debido a malos cuidados.

En cuanto a su relación, nada volvió a ser realmente como antes. Mingi estaba demasiado asqueado y perturbado para acercarse demasiado a Hongjoong en estado lúcido, y Hongjoong no quería separarse de él por temor a perderle de vista.

Había sido difícil para ambos, sin embargo, Mingi necesitaba mucha ayuda para salir adelante después de lo que había tenido que hacer.

La casa de Hongjoong era grande y cálida, Mingi siempre decía que viviría ahí toda su vida, pero ahora solo quería acurrucarse en un rincón y acariciar su vientre hasta no sentir más que su propio tacto. Solía levantarse a comer y luego volvía a su habitación, inundado por unas inmensas ganas de dormir y no despertarse.

Durante mucho tiempo fue difícil intentar volver a su antigua vida, volver a los besos y a los abrazos, pero ambos se amaban y se necesitaban, por lo que no se apresuraron en ello. La terapia había ayudado demasiado.

Mingi seguía teniendo pesadillas en la oscuridad, así que se aferraba inconscientemente a los brazos de Hongjoong esperando un poco de luz.

―¿Te vas a ir? ―preguntó Mingi, en tono bajo.

Hongjoong se detuvo, sorprendido de que Mingi tuviera la iniciativa.

―No, sólo voy a abrir las ventanas ―contestó, señalando las persianas cerradas.

Mingi asintió restregando sus ojos con la parte externa de su mano y acariciando su vientre con la otra.

Aquel acto inconsciente hacía que Hongjoong se lamentara todos los días.

―Hoy vamos a ver la cuna para el bebé ―murmuró Hongjoong, besando la nariz del menor tras lanzarse a la cama con cuidado.

―¿Cuna? Va... Vamos a poner la cuna... aquí, ¿verdad? ―preguntó Mingi, asustado.

Mingi no quería separarse de su bebé después de que este naciera ni por un segundo.

―Así es.

Hongjoong juntó sus frentes y rodeó a su novio con sus brazos besando casualmente los labios rellenos tras hacer puntitas para conseguirlo.

Un pequeño niñito de veintiséis meses corría por la sala con un pañal a medio colocar y unas toallitas húmedas en sus puños. Las carcajadas a causa de su travesura podían oírse por todo el vecindario y cualquiera lo confirmaría.

―¡Kim Geonhak!, no seas malo con papi ―Hongjoong alcanzó a su hijo, quien se había lanzado sobre el sillón―. ¿No quieres ir a ver a pa?

El pequeño dejó el cojín, que había tomado con el fin de tirárselo a su papá en su lugar, tras escuchar la mención de su pa Mingi.

Geonhak se quedó quieto por un momento, haciéndose a la idea de que por fin podría ver a su papá.

―¿Pa? ―preguntó el niño, de repente entristecido―. Pa... ―lloriqueó, arrugando la carita en señal de llanto.

―Sí, abuela dijo que papá ya despertó, ya podemos ir a ver a pa ―susurró Hongjoong, acercándose a su hijo con cuidado de no asustarlo y tener que perseguirlo por toda la casa nuevamente.

Hongjoong cargó a su hijo y colocó correctamente el pañal, que colgaba con una de sus alas adherida a su pancita. Procedió a vestirlo con ropas veraniegas, unas sandalias de abrojo y su gorrito para el sol. Hongjoong ajustó el bolsito donde Geonhak guardaba una camiseta de su papá Mingi, y sonrió, ambos estaban listos para marchar hacia el hospital.

Mingi había sido internado por apendicitis y Hongjoong apenas había abandonado la sala de espera, el pequeño Geonhak se había quedado con sus abuelos hasta que Hongjoong tuvo que volver porque el pequeño extrañaba demasiado a sus papás.

La operación había sido exitosa y Mingi ya había despertado, conociéndolo, estaría gritando como un desquiciado y Hongjoong jamás había creído que añoraría tanto escucharlo quejarse.

Geonhak limpió sus lágrimas con sus puñitos y apretó a Shiber (obsequio del tío San) entre uno de sus bracitos, infló su pecho y sostuvo del cuello a su papá con mucha más fuerza cuando este le cargó. Ingresaron al hospital con la mirada de Geonhak en cada una de las salas, buscando a su papá.

―¿Papi tiene lastimado? ―preguntó Geonhak, mirando a Hongjoong con curiosidad―. ¿Dónde? ¿En la pancita?

Geonhak tocó su propia barriguita, mirándose confuso ante las caras de su papá.

―Sí, bebé, pero papi estará bien. No te preocupes ―murmuró Hongjoong, besando la mejilla de su hijo varias veces.

Geonhak tenía el tamaño de Hongjoong, siendo demasiado pequeño para los niños de su edad, y la actitud de Mingi. Era una hermosa mezcla entre ambos y todo el mundo podría afirmarlo.

―¿Es por un bebé?

Hongjoong se atragantó con su propia saliva, negando rápidamente ante la pregunta de su hijo.

―No, Geonnie ―alargó Hongjoong, entrando al pasillo que lo conduciría a la habitación de su esposo―. Papi y yo todavía no vamos a tener otro bebé...

―¿Por qué no?

Geonhak ladeó la cabecita, confuso. Él quería tener una hermanita.

―Porque eres muy chiquito y queremos darte toda nuestra atención... ―explicó, menos seguro de sus palabras de lo que le gustaría admitir.

No estaba listo para tener esa conversación y menos con su hijo.

No fue hasta cuatro meses más tarde, donde Mingi puso una cajita sobre la mesa en su cena de aniversario, donde un test de embarazo marcaba un positivo. Hongjoong sintió que su alma abandonó su cuerpo por unos segundos, paralizándose por completo ante la idea de tener otro hijo. No porque no lo deseara, sino porque esta vez sí estaría para su esposo desde el principio.

―No lo puedo creer ―articuló en voz baja―. ¡Esto es increíble!

Kim se levantó de la mesa, apretando el test de embarazo en su mano mientras abrazaba a su esposo.

―Esta vez será diferente, ¡lo juro! ―exclamó Hongjoong, rompiendo a llorar.

Mingi rio bajito, enternecido al ver la enorme sonrisa en el rostro de su novio y las gruesas lágrimas que se acumulaban en sus ojos conforme caían.

Mingi entristecía a veces, recordando lo que había pasado hacia unos años. Sin embargo, sabía que todo había quedado atrás.

Hongjoong los amaba más que a nada.

━ ˏˋ tenía esto hacía rato, sólo le puse un final.
Leedo y Bobby bautizados como los bebés del Hongmin.

voy a tratar de subir algo por el cumpleaños de sannie 💫
¿sobre cuál shipp debería ser? dime ❤️

© 𝘈𝘙𝘚𝘌𝘕𝘒𝘌𝘠 | 10/07/2020

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top