#23 I adore You ⟩⟩ Hey, Kitty... II

2HO¡!

en donde el gatito híbrido quiere cocinar para su dueño
o, en donde yunho quiere quedarse

Seonghwa despierta primero, tallando los ojos con pesadez, el sueño le iba ganando la batalla y era casi imposible para él subir por completo sus párpados. No obstante, unas suaves patitas se posan sobre su pecho y lentamente siente cómo el gato de su compañero de cuarto le olisquea.

―O... Oye ―Seonghwa trastabilla cuando el gato posa una patita sobre su boca―. ¿Necesitas algo de mí? ―pregunta, incorporándose en la cama. Talla sus ojos con ambos puños para tratar de espabilar.

―Jongho ―murmura el gatito, con voz aguda, casi neutro y el ceño fruncido―. Quiero cocinar. Para él.

Seonghwa imita su acción, mientras el gato se baja de la cama de un salto, yendo en dirección a la puerta seguramente en espera a que él le siguiera.

―Le pedí ayuda a Mingi. ―El gato sigue hablando mientras dirige el camino―. Pero Mingi no sabe cocinar, se quemó los dedos.

Seonghwa ríe bajito ante lo torpe que puede llegar a ser el menor a veces.

Mingi sale de la habitación de Hongjoong, ahora también suya, con los labios abultados y el ceño fruncido mientras lleva las manos hacia adelante con pequeños vendajes en sus dedos. Hongjoong le sigue, con los brazos enrrollados en las caderas del más alto y la cabeza apoyada en su espalda.

Seonghwa le mira, queriendo burlarse de él.

―No ayudes a ese gato malvado, hizo que me lastimara ―murmura Mingi, desviando la vista.

―Tu propia idiotez hizo que te lastimaras.

Hongjoong tapa los oídos de Mingi juguetonamente y le guía hacia el sillón del salón.

―No le hables así, se enfadará otra vez.

Hongjoong gruñe hacia el mayor. La última vez que todos se fueron sobre Mingi este se había molestado de verdad, ignorando incluso a su propio novio alegando que estaba sensible y no quería hablarles.

Hongjoong se había quedado al pendiente de su novio, tratando de que le perdonase, había cumplido cada uno de sus caprichos, pero Mingi seguía sin querer hacer nada subido de tono con él.

―Está bien, pero no hagan cosas raras en el sillón ―Seonghwa ríe antes de volver toda su atención al pequeño gato, quien sorprendentemente había hecho la metamorfosis―. Oh, hola, Yunho.

Era la primera vez que alguien, a parte de Jongho, veía a Yunho en su forma humana después de aquel día en que llegó. El híbrido llevaba unos shorts de yoga pertenecientes a Jongho y una camisa de tirantes de color gris que hacía juego con sus ojos.

―Hola ―responde el híbrido tímidamente―. Quiero hacer huevos fritos y salchichas, le llevaré el desayuno a Jongho en la cama. Está enfermo...

―Bien, encenderé el fuego y te ayudaré con el aceite.

El híbrido pega un pequeño saltito de felicidad y sonríe en grande. No es como si conociera mucho a aquellos chicos con los que vivía, pero todos le trataban bien y, especialmente Jongho, era el dueño perfecto; le cuidaba y llenaba de mimos, también llenaba su pancita de comida y le dejaba dormir con él compartiendo su calor.

Yunho ve con felicidad el plato que tiene frente a él, con ayuda de Seonghwa había preparado dos huevos fritos y tres salchichas, había untado aderezo y puesto también un vaso con leche y uno con agua.

Con cuidado, Yunho se dirige a la habitación con Seonghwa detrás, quien le ayuda una vez más abriendo la puerta para él. Al ingresar, Jongho continúa dormido en su cama. El híbrido se acerca al chico, deja la bandeja en la mesita junto a la cama y se sienta de lado, poniendo una de sus manos en la frente de Jongho.

―Amo... Amo... ―Yunho llama dulcemente, ronroneando en su oído―. Hice el desayuno ―le dice felizmente, mordiendo sus labios.

Yunho hace la metamorfosis, camina sobre el pecho del humano y se recuesta allí viéndole fijamente. Con su áspera lengua, recorre los labios ajenos en pequeñas lamidas. Cuando Yunho siente que el humano se mueve, rápidamente esconde su cabecita en el hombro de Jongho por temor a que este le notase besándole.

―Hice el desayuno, hice el desayuno. ―El pequeño gato rueda sobre el tórax de su humano fingiendo que nada extraño ha hecho, con voz cantarina incluso.

Jongho sonríe volviendo a cerrar los ojos, la cabeza le estalla y quiere que el gato se calle, pero la felicidad que este demuestra con el simple hecho de haberle preparado un desayuno, evita que Jongho lo meta bajo las mantas con él.

―¿Para mí?

―¿Para quién más? ¡Sí, para usted, para usted!

Yunho se sienta entre las piernas de Jongho y señala con la cabeza la bandeja de comida, esperando que el humano la tomase y probase lo que había hecho con tanto empeño y cariño.

―Esto debe estar delicioso ―alega Jongho, tomando el tenedor y partiendo un pedazo de huevo―. ¿Quisieras comerlo conmigo?

Yunho ladea la cabecita pero asiente de todas formas, abriendo su pequeña boca cuando Jongho le acerca el tenedor.

―Sabe muy bien, pero sabe aún mejor porque tú lo hiciste. ―Jongho desvía la vista hacia la ventana cuando siente sus mejillas calentarse.

―Hace tanto por mí, que hoy yo quería cuidarlo ―dice el gatito, apoyando la patita en el pecho de Jongho mientras más se acercaba a su rostro.

De un momento a otro, los labios humanos de Yunho se posan sobre los de Jongho, quien con sorpresa y miedo, también alegría y fascinación, acepta el inocente beso. Jongho aparta la bandeja sin dejar de besar a Yunho, le toma por los hombros dulcemente y hace que este se meta bajo las mantas.

Para Jongho es usual ver a Yunho desnudo, ya se había acostumbrado a él de cierta forma, pero aún estaba maravillado cada vez que le veía.

El cuerpo de Yunho es alto, robusto, pálido y lindo. Las facciones de su rostro son inocentes, alegres y curiosas, tan puro que Jongho no pudo soltarlo. Así que continuó haciendo lo que su corazón más quería desde el principio.

El híbrido abre las piernas de Jongho con sus rodillas, acomodándose entre ellas como si ya supiera qué debería hacer, adoptando una postura dominante rápidamente.

―Amo, me gusta mucho. ―Yunho se separa de sus labios y Jongho posa la vista en los ajenos, están rojos y se ven más prominentes que de costumbre―. Dígame qué debo hacer para gustarle de la misma manera... ―ruega, apoyando la cabeza en el pecho de Jongho por un momento.

―Oh, cariño, no lo sabes pero me encantas demasiado ―jadea Jongho, abriendo más sus piernas por instinto.

―E... Eso suena increíble ―murmura el híbrido, con los ojos grises llenos de lágrimas―. Ahora quiero hacerle muchas crías.

Aquello saca a Jongho de su ensoñación rápidamente, sorprendiéndolo a tal punto de quedarse helado.

―Y... Yo... No puedo tener crías, Yunho ―dice Jongho, frunciendo el ceño―. ¿Eso... Es un problema para ti?

―No ―Yunho ríe escandalosamente, dándole un pequeño golpe en el pecho―. No es ningún problema, amo ―murmura con cariño.

―Sólo Jongho.

―Bien... Jongho.

Lun., 16 de noviembre 2019

eSTOY SOFT, muchas personas querían la segunda parte de esto pero no sabía si me iba a salir bien........

Sí se dieron cuenta que Mingi sí tenía crías en la pancita y no es pregunta

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