iv. ¿Estás avanzando?
ROSE
Los dragones de Hogwarts ganaron a la academia Durmstrang 46 a 28, lo que significaba que el estacionamiento de la escuela estaba lleno de estudiantes vitoreando a su equipo. Los gemelos Scamander se subieron sobre el techo del jeep de Scorpius, y gritaron que abría fiesta de celebración en su casa. Todo el mundo les aplaudió, como si estuvieran ahí solo por esa razón.
― ¿Ustedes no van? ―preguntó Hermione Granger al oír el anuncio de los gemelos. La mujer llevaba un abrigo gris largo, botas de tacón alto y guantes de cuero negro por el frio, Hugo, su hijo la llevaba del brazo.
De vez en cuando alguno que otro padre de familia se acercaba a la familia Weasley-Granger para saludar, debido a que Hermione era la alcaldesa del pueblo, todo el mundo la apreciaba.
―Yo iré un rato a la fiesta, quedé con Alice. ―dijo Hugo retomando la conversación luego de que la señora Fisher se alejara.
― ¿Qué hay de ti, Posie? ―inquirió Ron. Se había quitado el saco negro para ponerlo sobre los hombros de su hija. La pelirroja negó con la cabeza y se abrazó a la cintura de su padre.
―No tengo muchas ganas de ir... Puedo quedarme en casa y ver películas con ustedes. ―Los cuatro continuaron caminando por el estacionamiento hasta que encontraron la camioneta familiar. Hermione se mordió el labio.
―Cariño, tu padre y yo cenaremos en Ivy's esta noche con el Sherif, creí que lo sabías.
Rose se sonrojó, en realidad lo había olvidado completamente.
― Cierto... bueno, supongo que seré solo yo-
Antes de que alguno de sus padres o Hugo se opusieran, alguien llamó a la chica.
― ¡Rose! ―Stefan Krum llegó corriendo hasta los Weasley, aun llevaba el uniforme del equipo de futbol de Durmstrang, tenía el cabello despeinado y respiraba con rapidez― Alcaldesa, Señor Weasley, me alegro de verlos... ―Tanto Hermione como Ron le sonrieron al muchacho.
―Hey ―saludó Rose con ánimo.
Sus padres habían dejado claro más de una vez que les encantaría que ella saliera con el hijo de Viktor Krum, uno de los mejores amigos de Ron, pero Rose no se mostraba interesada en salir con el joven, y hasta hace poco, creyó que Stefan tampoco lo estaba.
―Oye, ―dijo Stefan― quería preguntarte ¿quieres ir la fiesta de los Scamander conmigo...? ―Su voz sonó temblorosa, y de no ser por la oscuridad del estacionamiento, Rose hubiera visto el enorme sonrojo que surcaba por toda su cara. Hugo trató de aguantar la risa tras ella.
―Bueno justo les decía a mis padres que-
―Ella está encantada de ir contigo Stefan. ―interrumpió Hermione. Rose y Hugo la miraron como si hubiera perdido la razón, Stefan puso cara de circunstancia― Ron y yo creemos que es hora de que nuestra niña se divierta, y que mejor idea de que sea contigo. ¿no es así cariño?
No era para nada un secreto que Hermione era la más feliz respecto a que su hija hubiera terminado su relación con el chico Malfoy. Desde el principio la alcaldesa se había mantenido al margen de la situación, pero en más de una ocasión había mostrado su descontento con la relación, ya que Scorpius era el hijo del hombre que más de una vez había tratado de robarle el puesto en la alcaldía.
Scorpius y Rose solían bromear con que eran los Romeo y Julieta modernos. Aquella broma siempre le sacaba una sonrisa, ahora solamente le recordaba que el dolor de su traición seguía ahí.
Ron, quien casi no había prestado atención a la conversación, se pasó una mano por el cabello y asintió distraído cuando su esposa le jaló del brazo para que respondiera.
― Oh, sí, por supuesto. Sería genial, pueden ir en el auto de Hugo... ―El hombre miró su reloj de muñeca y le dio un codazo a su esposa― Herm, tenemos que irnos si no queremos perder la reservación.
― ¡Cierto, cierto! ―exclamó Hermione, le regalo a Stefan una enorme sonrisa y luego volteó con sus hijos― Diviértanse en la fiesta, y recuerden volver antes de las 2:00 am por lo menos.
Los tres vieron como la camioneta de Ron se alejaba, Rose se dio una palmada en la frente.
―Quería ir a casa para cambiarme, y olvidé decirles que me dejaran llave. ―dijo, bajando la mirada hacia su uniforme de animadora. El clima frio de octubre podía sentirse, y más aun sin el saco de su padre cubriéndole los hombros. Stefan la miró con algo de ternura mientras que Hugo tecleaba sin parar en su teléfono.
―Creo que tengo mi chaqueta en mi auto. Te la puedo prestar si quieres―Le dijo Krum apuntando hacia el Volvo de color negro― ¿No importa que sea la de mi escuela? ―Rose lo sonrió y negó al mismo tiempo. Stefan no dijo nada y fue corriendo hasta donde había aparcado, pronto Hugo miró a su hermana, ella se dio cuenta que estaba a punto de pedirle algo.
― ¿Te importaría irte con él? ―inquirió, apenado― Frank acaba de invitar a dos chicas y dijo que las llevaríamos a la fiesta... No creo que entremos todos en mi auto.
Rose estuvo a punto de quejarse, pero se cortó luego de pensarlo bien, miró hacia Stefan quien ya corría hasta ellos con la chaqueta en el brazo. Rose le mostró a su hermano una sonrisa apretada.
― No, está bien... pero me debes una.
Tras darle un golpe amistoso y un beso en la mejilla, el pelirrojo salió corriendo hasta su propio auto.
Stefan llegó y le puso la chaqueta varsity sobre los hombros, esta era algo pesada, y sin duda le venía grande, pero era muy bonita, de color negro y con las mangas de cuero rojo oscuro, el apellido de Stefan estaba escrito en la espalda.
―Dios mío Rose, estás como para una foto. ―Se rio Stefan cuando Rose terminó de ponerse la prenda.
Rose también se rio y se tomó los puños de la chaqueta.
―Adelante, ―concedió ella― estoy segura de que me veo genial. Toma la foto.
Tras el permiso de la pelirroja, Stefan sacó su celular. Rose hizo sus mejores poses: Hizo viscos, alzó los brazos al aire, sonrió de oreja a oreja, puso morritos, y en una foto incluso enseñó el dedo medio mientras sacaba la lengua.
Stefan no daba crédito de la cómica situación y se estaba divirtiendo mucho indicándole como posar.
―Tienes que dejarme postear esto en Instagram. ―exclamó Stefan con emoción mientras veían la ultima foto: Rose mostrando el dedo medio mientras rodaba los ojos. Su cabello rojo se veía mas brillante debido al flash, y la chaqueta de Dumbstrang contrastaba e ironizaba con el uniforme de porrista de Hogwarts, en especial porque las dos escuelas eran rivales desde siempre.
―Te dejaré hacerlo, ―aceptó ella mientras caminaba hasta el Volvo― pero tiene que ser en tu Instagram, será más divertido.
Subieron al auto y luego de ponerse los cinturones, Stefan la miró con una ceja alzada.
― "Bailando con el enemigo" ¿es una buena descripción? ―preguntó. Rose soltó una carcajada y asintió― Bien, está hecho. Ahora, vamos a esa fiesta.
La casa de los gemelos era bastante grande, y aun así se encontraba llena de personas, tanto adentro como afuera. De las ventanas salían luces neones y la música sobresalía por sobre las risas, gracias a la suerte, la casa estaba sobre una colina y no había vecinos molestos que llamaran a la policía.
Rose se estaba riendo de una broma que le había contado Stefan cuando entraron a la casa.
Ella no se dio cuenta, pero más de una persona la miraban como si estuviera loca, tal vez por llevar la chaqueta o por estar con Stefan... tal vez por ambas.
― Creí que te quedarías en tu casa haciendo tarea. ―exclamó Dominique apareciendo de pronto en la cocina, Rose estaba recargada en la barra de granito, a su lado Stefan preparaba tragos para ambos.
―Ese era el plan, pero...
―Aparecí yo y los padres de Rose la obligaron a venir conmigo. ―interrumpió Stefan con una sonrisa, al mismo tiempo, servía vodka con agua gasificada en unos vasos desechables rojos, Rose contuvo una sonrisa al tiempo que partía dos limones y los exprimía sobre los tragos.
Dominique miró a la pareja con una enorme sonrisa en la cara, como si estuviera a punto de lanzar uno de sus comentarios irónicos. Rose le dijo que no con la cabeza.
―No es cierto. ―replicó Rose, dejó los limones sobre la barra y le entregó el vaso a Krum ―Claro que quería venir contigo. ―El muchacho de ojos oscuros sonrió dulcemente, le dio un sorbito a su trago y asintió.
―Estabas a punto de rechazarme. ―objetó con diversión―Pero está bien, no me estoy quejando. Al menos estamos aquí.
Dominique soltó un gran suspiro, rodó los ojos y tomó con brusquedad la botella de vodka que habían dejado sobre la barra.
― Aggh, odio las primeras citas. ―masculló, luego dio un trago a la botella― Estaré en las escaleras si me necesitan, ¿okay?
Rose masculló algo en silencio, se había sonrojado hasta las orejas, pero su amiga no lo notó, salió de la cocina con los rizos rubios rebotando a cada paso que daba.
―Está ebria. ―comentó Stefan con la mitad de la cara escondida tras el vaso―, sé que no es una cita. Relájate, Rose, solo estamos pasando el rato. ―El pelinegro le puso una mano sobre el hombro con la intención de minimizar el sonrojo de la chica, pero solamente logro hacerla sentir mas acalorada.
―Quiero mucho a Dominique, ―dijo, finalmente ―pero cuando esta borracha la quiero estrangular.
Luego de aquello Stefan cambió de tema, y comenzó a hablar sobre el partido, luego comenzó a hablar sobre sus clases, y entonces Rose decidió mirar, solo por un segundo, hacia otro lado que no fuera el rostro del chico.
Fue una mala idea porque se encontró con Scorpius Malfoy, él no la miraba, de hecho, ni siquiera reparó en ella, el rubio se limitó a subir las escaleras con Lyssander y otro chico, Blake Zabinni detrás, fue cuando Rose perdió por completo el hilo de la conversación que tenía con Stefan.
Mientras estaban sentados en el corredor del piso de arriba, ella solo era capaz de ver los labios rojos de Krum moverse, pero no escuchaba nada, asentía de vez en cuando y reía cuando era necesario, sin emitir ningún ruido, la verdad es que no tenía ganas de hablar, ni de estar en aquel lugar, quería irse, no era capaz de dejar de pensar en que Scorpius estaba ahí, en cualquiera de las habitaciones.
― ¿Necesitas tomar aire? ―La pregunta del pelinegro la tomó por sorpresa, Rose parpadeó varias veces y trató de pensar en qué decir.
― ¿C-cómo? ―balbuceó. Él volvió a sonreír dulcemente.
―Pareces distraída, ―explicó, y Rose vio en sus ojos una expresión de dulzura sincera― tal vez puse demasiado vodka en tu trago, ¿necesitas tomar aire? ―Cuando él volvió a formular la pregunta, las mejillas de Rose se pusieron rojas de nuevo, él ya se había dado cuenta de que no le prestaba atención y se sintió totalmente avergonzada.
―Lo lamento... sí, por favor, me vendría bien algo de aire.
Stefan se puso de pie rápidamente y le tendió una mano para que se levantara, luego se apoderó de su brazo para ayudarla a bajar las escaleras con extrema dedicación y cuidado. Ella se sintió peor, él estaba siendo tan dulce y ella solo quería salir corriendo de ahí.
SCORPIUS
Cuando volvieron del partido y entraron a la casa de los Scamander, la gente había comenzado a arremolinarse en el patio, pudo ver como casi toda su clase pasaba frente a él con botellas de licor robadas de las colecciones de sus padres, otros llevaban cartones de cerveza e incluso vio a un chico con una botella de vino tinto. Scorpius hizo una mueca, no le gustaban las multitudes, le ponían nervioso.
Blake Zabinni, un chico que se había graduado el año anterior y se la habia pasado de fiesta en fiesta con él y los gemelos desde el verano, se les acercó con una sonrisa gigante en la cara. Scorpius no se molestó en sonreírle de vuelta.
― ¿Trajiste lo que te pedí? ―preguntó Lorcan mientras los tres caminaban hacia la casa. Blake soltó una risa y asintió al tiempo que sacaba una ziploc pequeña con un polvo blanco dentro, Scorpius hizo una mueca de disgusto hacia su mejor amigo, pero Lorcan no lo notó, estaba muy ocupado arrebatándole la bolsa de plástico al moreno.
Lo primero que Scorpius notó al entrar, fue que también habia jugadores y animadoras de Dumbstrang, supuso que los rostros desconocidos pertenecían también a la escuela enemiga.
―Se han tomado personal eso que grité en el estacionamiento. ―bromeó Lyssander, tirándose en el sofá al lado de Scorpius, al ver que lo ignoraba, el gemelo de Lorcan le dio una cerveza― ¡Vamos! ―vociferó― No puedes seguir molesto por lo del labio... te lo merecías. ―Scorpius no dijo nada, le dio un sorbo a la cerveza y Lyssander rodó los ojos.
Antes de que dijera otra cosa, Blake y Lorcan aparecieron de nuevo, solo que esta vez cada uno tenía un vaso rojo en la mano.
― ¡Hey! ―gritó Blake― ¿Por qué las caras largas? ¿No quieren ir arriba? No sé ustedes, pero yo necesito más que un par de tragos para llamar a esto una buena fiesta... ―El moreno alzó la bolsa de ziploc y los gemelos asintieron, Scorpius se les quedó mirando unos segundos y finalmente los siguió escaleras arriba.
Cuando Lorcan se limpió la nariz y Blake lo miró invitándolo a tomar un poco, Scorpius ya estaba negando con la cabeza.
―No, ―dijo― yo no hago drogas, hermano.
Al mismo tiempo que Blake se encogía de hombros, y Lyssander se agachaba sobre el lavabo y aspiraba la línea de polvo blanco, el celular de Scorpius recibió una notificación, seguida de diez más.
Cuando desbloqueó su celular se dio cuenta que varias cuentas de Instagram le estaban enviando la misma publicación, con el ceño fruncido entró a la foto.
El perfil era de Stefan Krum, que a su vez era el capitán de Dumbstrang; la foto era de Rose.
Estaba sola en la foto, llevaba el uniforme de animadora y la chaqueta varsity de la escuela enemiga, sacaba la lengua y enseñaba el dedo medio. A Scorpius le tomó más que un par de segundos para procesar aquello.
―Dicen que están aquí, en la fiesta. ―escuchó que Lorcan le decía a Lyssander.
La sangre le recorría por las venas, caliente, estaba furioso, pero aquel enojo era superado por la opresión en el pecho que ahora sentía.
No le gustaba admitirlo, pero quería echarse a llorar ahí mismo.
Con la vista nublada por las lágrimas que se esforzaba en no soltar, miró a Blake y dejó escapar todo el aire.
―Al diablo... ―masculló― Dame un poco de eso.
Blake sonrió, le tendió la tarjeta de crédito negra con una ligera línea blanca encima y enrolló un billete de cien dólares para luego entregárselo a Scorpius.
Malfoy se inclinó y respiró profundamente.
― ¿Qué mierda pasa contigo? ―le gritó Bella cuando la tomó por el brazo y la arrastró hasta el patio trasero. Ella fruncía el ceño y respiraba con rapidez debido al susto. Scorpius no supo que responder a la pregunta― ¿Y bien? ―insistió ella. Cuando no le dijo nada, trató de irse, pero el rubio la atrajo por el brazo con brusquedad.
―Lo siento. ―escupió. Ni siquiera él entendía porque la había llevado hasta ahí, se sentía extraño, ebrio y drogado, estúpidamente valiente y con ganas de decir tantas cosas... Bella no se movió ni un poco, tras oír aquella disculpa, estaba lívida.
― ¿Te disculpas conmigo? ―jadeó, incrédula. Scorpius tragó grueso y asintió.
Estaba arrepentido.
Odiaba lo que había hecho, quería recuperar a Rose, pero no podía, ella no quería escucharlo, se lo había dejado claro al bloquear su número, al cambiarse de clase, estaba más que claro ahora que estaba con Krum, le dolía que hubiera avanzado tan rápido, lo lastimaba más de lo que lo enfurecía, y él ya no podía soportar la idea de que ella en realidad lo había sacado de su vida.
Y también estaba molesto, con él y con Isabella.
Estaba enojado con Bella por besarlo, aunque había sido él quien correspondió luego. Estaba enojado con ella porque subió a su jeep esa noche, aunque había sido él quien la invitó a hacerlo. Y estaba enojado con ella por estar frente a él en ese momento, en especial porque él había sido quién la arrastró ahí.
Así que se estaba disculpando por estar enojado con ella.
―Sí. ―espetó. Scorpius, borracho, mareado, adormecido, se sentía vulnerable y en control al mismo tiempo. Parecía un sueño.
Miró la boca de Bella, los gruesos labios que había besado todo el verano― Ahora ven aquí.
No pidió permiso porque sabía que al estrellar sus labios con los de ella, jamás se le opondría, porque sabía que Bella sentía algo por él. Y no le interesaba que tanto le quería, solo sabía que era lo suficiente para devolverle aquel beso. Torpe, perezoso y caliente.
Les supo a placer, a alcohol y tal vez algo de añoranza.
Scorpius era agresivo con ella, se volvía casi animal, luchaba por el control porque de otra forma no lo obtendría.
Isabella apretó los parpados al sentir como se apartaba para luego besar su cuello, Scorpius la pegó a la pared más cercana y coló sus manos por debajo de su falda, sintió como las piernas de la chica temblaron.
Bella abrió los ojos de golpe cuando él le mordió el labio mas no se movió, solo soltó un gritito que murió en el aire. Se quedó quieta, con la vista fija en la oscuridad... le pareció ver una sombra, un borrón rojo, tal vez marrón, luego volvió a cerrar los ojos.
ROSE
― ¿Estás mejor? ―preguntó Stefan, poniendo su mano sobre la mejilla de la porrista. Rose cerró los ojos y metió ambas manos en los bolsillos de la enorme chaqueta, hacia frio, pero era agradable.
―Sí. Lamento no haberte escuchado, no sé qué me ocurrió.
― ¿Segura qué no fue el trago? ―Ella negó con una risita.
―Creo que solo estoy cansada... ―Stefan retiró la mano, pero ella gruñó, la tomó de nuevo y la puso devuelta sobre su cara― Déjala ahí, está fría y se siente bien.
Él soltó una carcajada limpia y se acercó para estar más cómodo, Rose cerró los ojos y sonrió.
― ¿Ya te quieres ir? ―preguntó después. Rose continuaba con los ojos cerrados, asintió con lentitud― Bueno, te llevaré a ahora... solo debes soltar mi mano.
Abrió los ojos lentamente, y estuvo a un segundo de decir algo, cuando escucharon un extraño sonido venir del fondo del jardín. Rose se giró con cautela y vio dos figuras en la oscuridad, una más grande que la otra, luego escuchó otro ruido, parecían gemidos.
―Debemos darles privacidad. ―rio Stefan tomándola de la cintura.
La chica entrecerró más los ojos, y entonces lo vio. Reconocería aquella mata de cabello rubio pálido en donde sea.
De repente la boca se le secó, se sintió mareada de nuevo y tuvo que aferrarse al brazo de Stefan para no caerse. No tenía que ser muy inteligente para adivinar con quién y qué estaba haciendo Scorpius en ese jardín.
...
¿Qué tal les va pareciendo el fanfic?
Debo confesar que la parte de las drogas me pone bastante nerviosa, pero siempre he querido escribir sobre este tema y hondar en ello, ahora me parece el momento indicado, espero poder manejarlo bien y no cometer tantos errores, tampoco es mi intención inducir a nadie ni nada por el estilo, solo me parece un tema interesante del cual hablar.
A partir del siguiente capítulo las referencias a la trilogía de Folklore irán disminuyendo más y más, como les he dicho antes, solo me he basado en el triángulo amoroso, aunque sí que es verdad que incluí algunas referencias a las canciones, no es nada muy grande, todo lo demás que ocurre en la historia ha salido directo de mi cabeza.
En cuanto a la relación de Rose y Scorpius, me he planteado el reto personal de desarrollarla de la manera más sana posible, no quiero recaer en aquellas historias donde el chico es un patán de lo peor, machista y toxico, y donde la chica es una obsesionada codependiente que se la pasa haciendo dramas y llorando (cof, cof, After...) Y aunque sé que parece que estos dos van por el mismo camino, me aseguraré de que crezcan como personajes a lo largo de la trama.
Quiero hacerlo de la forma más real y sana posible. Pero no se preocupen, que sano no quiere decir que el drama se acabe por completo.
Antes de irme quiero preguntarles,
¿Qué piensan de Bella? ¿Se han encontrado en una situación similar a la de ella? ¿Qué concejo le darías si fueras su amiga?
Esto es todo por mi parte, nos leeremos luego... si es que no me come un oso primero.
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