i. Amor de verano

Junio,
verano antes del ultimo año.

. . .



― ¡Scorpius! ―gritó Isabella Nott cuando vio la cabellera platinada de Scorpius entre la multitud, el chico pareció no escucharla porque continúo viendo su celular. Era de noche y las luces de la feria del pueblo brillaban con más fuerza que nunca, había un montón de gente por todos lados debido a que era el evento más esperado del verano―. O de verdad no me escuchaste, o me ignoraste. ―volvió a decir Bella, esta vez acercándose al rubio y tocándole el hombro.

Él por fin notó la presencia de la castaña y le sonrió.

―Lo lamento, no te escuché llamándome.

―Está bien... ―Scorpius miró a la joven de arriba abajo, impresionado. Isabella era una chica realmente bonita, le recordaba a una pequeña hada, bajita, delgada y con ojos muy grandes de color verde, se quedó un buen rato recorriéndola con la mirada, no recordaba que fuera tan linda― ¿te gusta? ―preguntó ella, señalando su falda de color rosa metálico y el top del mismo color. Scorpius carraspeó y miró hacia otro lado.

―Sí... bueno, es bastante, llamativo. Va acorde con el carnaval. ―comentó, Bella sonrió mucho, cambiando su peso de un pie a otro, jugó con su cabello enroscándolo en su dedo índice.

Isabella sabía bien quién era Scorpius, todos lo sabían en realidad, ya que los Malfoy eran la familia más rica del pueblo, vivían alejados de la urbanización, en la antigua mansión de Lucius Malfoy, el difunto abuelo de Scorpius.
Iba a la misma escuela que Bella, Hogwarts High, pero no habían compartido demasiadas clases juntos debido a que él era mayor por dos años, aun así, la castaña lo habia visto por los pasillos, en algunas fiestas y en todos los partidos de futbol, Scorpius era el mariscal de campo de Hogwarts y ella era una porrista novata.

Jamás habían hablado hasta ese momento.

― ¿Dónde está Rose? ―exclamó Bella, buscando al rededor― No la he visto desde que comenzó el verano.

Rose y Scorpius eran la pareja más popular y cliché de todo Hogwarts High, ella era capitana de las animadoras, linda y amable, hija de la alcaldesa Hermione Granger y primera en su año, mientras que Scorpius era el chico malo, rico, el héroe de todos. Nadie se había sorprendido cuando comenzaron a salir dos años atrás, solo había que mirarlos para saberlo.

―Fue a Londres a visitar a su familia de allá. ―respondió con un suspiro―Volverán una semana antes de entrar al colegio. En septiembre. ―Bella hizo morritos y se acercó a él, poniendo su mano en el hombro del jugador de futbol.

―Lamento que vayas a estar solo todo el verano.

―Sí, bueno... Son solo unos meses. ―Bella asintió varias veces, luego, echó un vistazo a su alrededor, la feria estaba en su punto y la gente reía sin parar, cada uno en su mundo.

― ¿Quieres ir conmigo a la rueda de la fortuna? ¿o esperas a alguien más? ―La pregunta de la porrista lo sorprendió un poco, y dudó en lo que debía de contestar, pero al ver a su alrededor, y a toda la gente riendo, recordó la pelea que había tenido con Rose antes de que se fuera.
Decidió que era su turno de pasarla bien.

―. No esperaba a nadie, ―dijo― de hecho, me quería ir ya... No sé a qué vine en primer lugar. ― Bella ya estaba haciendo pucheros antes de que él terminará de hablar― Pero supongo que no estará mal algo de compañía, vamos.

Y tras una sonrisa mutua, ambos caminaron hacia el juego mecánico.



Scorpius desearía que aquella hubiera sido la última vez que la vio durante ese verano, pero no fue así.

La vio una noche cuando conducía hacia su casa luego de pasar la tarde con sus mejores amigos, los gemelos Scamander. Bella salía de la pastelería "Carlo" en la calle 12, y de no ser por la horrible lluvia que caía sobre la ciudad aquella noche, no hubiera conducido su jeep hasta la acera donde Bella estaba parada.

― ¿Quieres que te lleve a casa? ―gritó el rubio bajando la ventanilla. Isabella se quitó los cabellos mojados que caían por su frente y sonrió.

―. Gracias, Scorp. Pensaba en regresar caminando, mi casa no queda lejos de aquí, no imaginé que llovería tan fuerte... ―dijo la chica una vez estuvo dentro del vehículo― No sé qué hubiera pasado si no me recoges.

―Probablemente estarías empapada... ―sugirió, pero luego al ver su cabello goteando, rompió a reír― olvida lo que dije.

El jeep se detuvo frente a la casa de los Nott, y cuando Bella estuvo a punto de bajar, soltó una maldición.

― ¿Qué ocurre? ―inquirió el rubio. Ella lo miró mordiéndose el labio inferior.

―Olvidé mis llaves. Mierda. ―suspiró, buscando en su bolso una y otra vez, dejo caer la cabeza hacia atrás ―Mi padre volverá en dos horas cunado mucho... ―Ambos miraron hacia la casa en silencio, era bastante bonita, y antigua, la pintura sin embargo parecía reciente, blanca y reluciente iluminada por los relámpagos que caían sobre el pueblo.

El padre de Bella, el profesor Nott, trabajaba en la universidad estatal dando clases de Historia y Literatura, Scorpius recuerda haberlo visto un par de veces en las cenas que sus padres organizaban, al parecer Draco y Nott eran buenos amigos de la escuela, solo que, hasta ese día, Scorpius habia sido indiferente al tema.

» Sabes qué, esperaré en el porche... ―dijo de nuevo y volteando a mirarlo―gracias por traerme hasta aquí, fuiste muy amable.

Isabella abrió la puerta del jeep, pero se detuvo al sentir la mano de Scorpius sobre la suya, se giró para mirarlo y se topó con él sonriendo― Tú estás loca si crees que te dejaré aquí, con esa lluvia y además de noche. ―Bella se sonrojó― Esperaremos aquí, o podemos ir a mi casa...―Él no terminó de hablar, se había dado cuenta que estaba acariciando la mejilla de la chica con el pulgar, y se quedó embelesado viendo sus ojos terriblemente verdes.

De un lento segundo a otro, Bella se acercó torpemente a él, y con las mejillas rosadas, lo besó, siendo correspondida casi en seguida por Malfoy. Scorpius la tomó con ambas manos del rostro y la besó con ímpetu, jugó con la lengua de Bella y sus manos pálidas volaron por la pequeña cintura de la castaña, arrancándole un gemido agudo.

Los vidrios estaban empañados y sentía calor con cada gemido que Bella soltaba, la dureza en su entrepierna no lo dejaba pensar con claridad, lo único que deseaba en ese momento era deshacerse de todas las prendas que la pequeña castaña poseía. Scorpius quería tenerla en ese momento.
Se despegó de sus labios y la miró con los ojos brillantes, ella estaba nerviosa, podía sentirla temblar entre sus brazos.

― ¿Quieres esto? ―Le masculló con voz grave, no esperó una respuesta, fue directo al delgado cuello de Bella y comenzó a besarlo, ella asintió con ansia sin saber bien qué estaba aceptando― Mis padres están en casa ahora... ―volvió a mirarla― ¿En el asiento trasero te parece bien?

Isabella tragó en seco, jadeó una respuesta afirmativa y pronto se encontraba recostada contra las vestiduras de cuero con Scorpius preguntando si estaba segura de hacerlo.

―Nunca... ―jadeó, pasando sus manos por el cabello platino de Malfoy― Nunca he hecho esto antes... ―Scorpius estuvo a un segundo de quitarse de encima de ella, pero Bella lo impidió volviendo a besarlo con rudeza y retomando lo que Malfoy quería hacer.

Scorpius volvió tarde a su casa esa noche.


Isabella lo llamó por la mañana.

―Hey. ―saludó el rubio, mientras con la mano izquierda abría la puerta de su habitación, bajó las escaleras con rapidez y se metió en la cocina, buscando algo que comer.

―Hola. ―dijo ella con voz aterciopelada, parecía que se acababa de levantar― ¿Qué harás hoy?

Scorpius mordía una manzana cuando ella hizo la pregunta, sonrió.

―Supongo que tú me dirás eso.

Él no la vio, pero Isabella estaba sonriendo al otro lado de la línea.


. . .

Scorpius la besaba con furia.
Atacaba su boca como si su vida dependiera de ello, era como un sediento bebiendo agua, no podía parar, era un frenesí.
A Bella le gustaba sentir los largos y níveos dedos de Scorpius recorrer su espalda, solía hacer círculos, los arrastraba por todo su cuerpo, sus brazos, sus pechos, por la curva de su cintura, el rubio tenía una fijación por la curva de su cintura, solía mirarla durante minutos enteros.

―Date vuelta. ―Le decía antes de cogérsela. Bella no oponía resistencia a sus peticiones, solo obedecía, le gustaba obedecerlo, y aunque no sería capaz de admitirlo en voz alta, la excitaba cuando Scorpius le ordenaba.

A Scorpius no le gustaba tener a la chica de frente cuando se acostaban, así era mucho más fácil para ambos.

La primera vez que se acostaron Bella era virgen y Scorpius se había comportado extremadamente dulce con ella, había preguntado un millón de veces si sentía bien, si algo le molestaba, si quería que parara... Eso ya no ocurría más,
Cuando terminaban, Scorpius la besaba una última vez antes de darse la vuelta para vestirse, a veces se quedaba boca arriba para tomar aire, pero siempre terminaba por levantarse primero, dejándola con la respiración entre cortada y una sensación extraña en el estómago.

Su padre le había preguntado que a dónde había estado yendo las últimas semanas, Isabella se había sonrojado terriblemente y había respondido que estaba ayudando a Wren con la escuela de verano, cuando su padre le dijo lo orgulloso que estaba de ella por ser tan buena amiga, quiso que la tierra se la tragase.

Una mañana luego de que su padre le preguntara eso, a Bella le llegó un mensaje de texto durante el desayuno, su padre no se inmutó cuando la castaña dejó caer la cuchara en su tazón de cereales y sonreía de oreja a oreja.


De Scorpius:

Encuentrame detrás del centro

comercial a las 5:00pm


Bella tomó aire y dejó de sonreír, tras morderse el labio y pensar unos segundos, tecleó dos mensajes de texto.



De Bella

Para Wren:

Wren, lo siento,
tengo que cancelar lo de hoy
a las 5, papá quiere
que lo acompañe a algún lugar... ¿Podemos salir mañana?

.

De Bella
Para Scorpius: Te veo ahí.


.

JULIO


― Te acuestas con él, ¿no es cierto? ―Bella miró a su mejor amiga, Wren, con cara de pocos amigos.

― ¿De quién hablas? ―devolvió la pregunta con sarcasmo, haciendo que Wren rodara los ojos.

Wren había hecho una pequeña fiesta en su casa, y había invitado a las animadoras, y algunos miembros del equipo de futbol, entre ellos estaba Malfoy, quién de vez en cuando miraba hacia donde estaba Bella sin disimular ni un poco.

―Su novia es nuestra capitana, ya lo sabes. ―reprochó Wren de nuevo. Bella rodó los ojos esta vez y le arrebató el porro de marihuana.

―Scorpius dice que se acabó, tuvieron una estúpida pelea y ella actúa como si fuera la gran cosa. A Rose ni siquiera le importa Scorpius... ―murmuró, y le dio una calada al cigarro. Wren alzó una ceja.

― ¿Y a ti sí? ―Los ojos verdes de Bella se abrieron con impresión, negó con la cabeza y dejó escapar el humo― Pero él te quitó la virginidad, y es más difícil restarle importancia si te quitó la virginidad.

Bella estuvo a un segundo de replicar al comentario de su amiga, pero se vio interrumpida por el mismo Scorpius que se había plantado frente al sofa donde Wren y ella se habían tirado.

―He, Bella, ¿quieres venir conmigo? Te mostraré algo. ―Le extendió la mano con una sonrisa socarrona en la cara y ella la tomó rápidamente, huyendo de su amiga.

― ¡No lo hagan en mi cama! ―gritó Wren al verlos subir por las escaleras.

Afortunadamente, nadie más que ellos la oyeron.

. . .

Él se dejó caer pesadamente sobre ella, sabía que la estaba aplastando, pero no le importó demasiado, estaba exhausto.

Luego de unos segundos, ella soltó un quejido amortiguado por su peso, entonces rodó por la cama hasta quedar boca arriba, mirando el techo de su propia habitación. Bella respiraba pesadamente a su lado, podía escucharla, también estaba exhausta.

El celular de Scorpius vibró, delatando que había recibido un mensaje nuevo.


De Rose: Lo lamento, no debí molestarme por eso, fue estúpido... También te extraño.
¿Estamos bien?


Se le cayó el mundo a los pies.
Rose y él no habían hablado demasiado en todo el verano, en realidad no se habían dicho nada, en absoluto.

"―No puedo creer que estés diciendo esto, ¿si quiera te estás escuchando? ―Le había gritado Rose.
Estaban en la habitación de Scorpius y Rose se marcharía al día siguiente.
Scorpius rodó los ojos.

―Tú sacaste el tema, Rose, yo solo fui honesto. ―La expresión de la chica fue un poema, pero el muchacho siguió impasible.

―Oh, entonces la loca soy yo... ―Scorpius rodó los ojos, harto.

―Yo no dije eso, basta, deja de poner palabras en mi boca ―espetó― Tú hiciste la pregunta, yo respondí con sinceridad, eso ha sido todo.

Rose se cruzó de brazos y bufó.

― "Rose, realmente creo que deberíamos tener sexo antes de que te vayas." ―dijo ella fingiendo voz grabe― ¿Debería tomar eso como un cumplido?

Scorpius respiró hondo.

―Dos cosas: Una, yo no hablo así. Dos, no espero que lo tomes como cumplido ni menos, jamás te obligaría a nada que no quieras, solo era un comentario honesto. Y tres; llevamos dos años juntos, ¿no crees que debería poder decirte cuánto te deseo sin que tengamos una pelea donde exageres todo?

Rose decidió esperar unos segundos para hablar.

―Tal vez tú hayas perdido la virginidad ebrio, a los 14 y con una tipa mayor que tú, pero yo no soy tú, quiero algo más que eso.

Scorpius abrió la boca para rebatir, más ella alzó una mano al aire y negó.

» No... no ahora, yo, me quiero ir ya. Tal vez estos meses separados ayuden en algo... ―Para cuando había terminado de hablar ya estaba en la puerta, no volteó a mirarlo por última vez― Ta vez te llame luego. ―Y entonces se fue. "

Sintió como se le revolvía el estómago cuando vio otro mensaje llegar.



De Rose: Yo estoy totalmente encantada con mi familia, no sabes cuánto extrañé a Albus, tal vez algún día pueda llevarlo y se conozcan, estoy segura de que se amaran.
¿Qué estás haciendo ahora?




De Scorpius: Ayudo a mi madre a mover unos muebles. ¿Qué tal Londres?
Te extraño chica.

.


―Bella... ―La llamó dejando su celular apagado sobre la mesita de noche, ella se incorporó un poco cubriéndose con las sábanas― ¿Puedo dibujarte?

― ¿Qué? ―jadeó, con una enorme sonrisa en el rostro, Scorpius se encogió de hombros restándole importancia, sin notar lo que aquello había significado para la chica.

―Eso, que quiero dibujarte, ¿puedo hacerlo? ―Los ojos brillantes de Bella volaron inconscientemente hacia la pared donde Scorpius pegaba todos sus mejores dibujos, no pudo evitar notar que los bocetos de Rose (que habían estado desde la primera vez que entró ahí) se habían esfumado dejando los huecos.

―Por supuesto, ¿Qué debo hacer? ―Scorpius se levantó para ponerse sus boxes negros, la miró desde su altura y se acercó de nuevo para morderle el labio inferior con algo de brusquedad, le arrancó un gemido ahogado, sonrió.

―Solo quédate así. ―susurró contra su boca.



AGOSTO

―Han estado hablando de nuevo, ¿cierto? ―preguntó Bella cuando vio al rubio sentado en el borde la cama con la vista clavada en el celular encendido. Scorpius negó con la cabeza― Exageraste, al decir que terminaron, jamás lo hicieron.

―No, Isabella, no terminamos. ―admitió, ella apenas y reaccionó, pero hubo algo en sus ojos que molestó a Malfoy, tal vez fueron las lágrimas acumuladas o la mirada de decepción en el rostro de la joven―. Deberías vestirte antes de que mis padres entren. ―sugirió luego de un silencio. Bella asintió y se levantó de la cama envuelta en las sábanas de Scorpius.

Cuando terminó de ponerse la ropa, él seguía en la misma posición.

― ¿Te veré mañana? ―preguntó con voz temblorosa mientras su corazón latía demasiado rápido esperando que de sus labios saliera un "sí"

―No lo creo. ―Fue su respuesta. Isabella tragó grueso.

― ¿Por qué no? ―Ella sabía la respuesta, lo habia visto venir desde hace días, pero quería escucharlo primero de él.

―Tengo novia, Bella... ―balbuceó dudoso― Creo que la amo.

― ¿Crees que la amas? ―repitió, casi divertida― ¿Eso es lo que crees? ¿De verdad? ―Scorpius por fin la miró, pero no se levantó de su lugar― Si la amaras no te acostarías conmigo. ¿Al menos te has escuchado? ¿Qué ha sido todo esto si la amas? ¿Qué soy para ti entonces?

―No. ―Le espetó Scorpius― Yo jamás te dije nada, nunca prometí algo más que sexo, Bella. ―se pasó amabas manos por el pelo, frustrado― Desde el comienzo, esto era una cosa de verano. Y el verano ya se terminó.

Isabella se rio, con los labios apretados.
Se giró hacia el espejo que Scorpius tenía en la pared para retocarse el labial rojo, arregló un poco su maquillaje, su cabello, alisó su falda blanca y finalmente tomó su bolso y celular.

―No es justo para ella, Scorpius. ―musitó ella desde el umbral de la puerta― Sé que ya lo sabes, pero necesitas oírlo en voz alta.


. . .



En este primer capítulo no vimos mucho Scorose como han notado, lamento decepcionarlos, pero en el segundo tampoco JAJAJA.
No se asusten, eventualmente lo habrá, de hecho, habrá mucho, es solo que es un proceso lento ya que he comenzado esta historia directamente desde la problemática y llevará su tiempo.

Como notaron, he adaptado el mundo mágico al muggle, ha sido muy divertido, en convertir a los Malfoy de los aristocráticos magos, a los ricos del pueblo.
Hogwarts ahora es una preparatoria cualquiera y tiene estudiantes comunes.

No sé si lo he dejado claro, pero la historia se desarrolla en estados unidos, la razón es simple: La trilogía de Folklore se desarrolla en un suburbio de USA y no quise cambiarlo.

Ahora solo para aclarar, todos excepto Rose y su familia son estadounidenses, los Weasley-Granger conservan sus raíces británicas.

En fin, creo que es todo lo que tengo que decir, igualmente espero que todas sus dudas las pongan en los comentarios así yo podré responderlas con facilidad.

Gracias por leer, probablemente actualice mañana.

Besos, Liv.


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