Y ahí estaba en medio de Central Park un hermoso ángel de bellisimas alas blancas,  cabellos azabaches, piel de porcelana y unos encantadores ojos verdes vestido solamente en vergonzosa ropa interior, y por supuesto traia con él un estúpido arco con un carcaj que descansaba en su espalda repleto de estúpidas flechas tranquilizadoras...bueno, no eran tranquilizadoras, era algo mucho peor, con solo ser flechado por alguna de ellas te enamorarías de la persona que se encuentra frente a ti, ¿y que era peor que tomar un tranquilizante?...exacto, estar enamorado era mucho peor, pero vamos por partes ¿que había hecho Loki para ganarse ese singular castigo?, según él no había sido tan malo, según su compañero Fandral, Loki le había quitado lo que siempre había soñado.

Se encontraba Fandral sentado a la orilla de un balcón  tocando armoniosamente la lira,  estaba por demás inspirado porque era feliz, realmente feliz, finalmente el alto consejo de ángeles lo había seleccionado para que fuera él el encargado de esparcir el amor por la Tierra, había estado brincando de nube en nube como un tierno conejillo cuando salió de la oficina del ángel mayor Laufey, fue a su habitacion por  su lira y se sentó en su lugar favorito para llenar el ambiente con tan celestial música.

Loki, un ángel travieso había pasado por ahí y al ver a Fandral tan concentrado le cosquillearon las manos para hacerle una pequeña e inofensiva broma, Fandral le tenia un miedo terrible a los ratones y dicho sea la suerte del pelinegro esa mañana un pequeño ratón había escogido su librero para hacer su madriguera, por supuesto que el pelinegro no se lo permitiría, amaba los libros como para dejar que un animalillo pudiera estropearlos, tomó al ratoncito entre sus manos y lo guardo en el bolsillo de su prístina túnica blanca, se dirigió hacia los jardines donde depositaria al ratoncito para que siguiera su camino, pero al andar por los pasillos del palacio celestial y al ver a Fandral se le había ocurrido otro uso para el animalito.

Loki camino despacio hacia su compañero, suavemente dejó al ratoncito en el hombro de Fandral sin que el ángel rubio se diera cuenta y procedió a sentarse a su lado.

" Tú música es maravillosa - le dijo Loki mordiéndose los labios para contener su risa - tienes a todos encantados, yo mismo me sentí atraído hacia aca cuando las delicadas notas llegaron a mis oídos, vaya, hasta el pequeño ratón en tu hombro esta himnotizado con tus hábiles dotes"

Fandral volteo despacio hacia su hombro deseando que las palabras de Loki fueran otra de sus bromas, pero no, con horror vio al pequeño roedor con sus ojos redondos y negros observarlo fijamente, dio un grito vergonzoso y enseguida Fandral hizo algo que Loki no tenía contemplado, salto por el balcón en vez de correr hacia el pasillo, y peor aún, no recordó que tenía un par de alas perfectamente funcionales así que la pesada broma terminó con Fandral  rompiéndose en su caída su brazo derecho y la pierna, imposibilitandolo por ese año para ser el cupido que tanto deseaba.

"Loki, Loki - suspiro Laufey sentado en la silla principal del alto consejo de ángeles-  ¿que vamos a hacer contigo muchacho?, nunca te quedas quieto, siempre haciendo tus bromas aquí y allá, aunque he de admitir que en su mayoría son inofensivas pero lo de hoy fue la gota que derramó el vaso, por lo pronto sustiuiras a Fandral en su encomienda, mañana partiras a la Tierra a esparcir amor, para cuando vuelvas habremos decidido tu castigo "

"Osea ¿andar en calzoncillos por ahí no es suficiente castigo? - alegó el pelinegro - además no fue mi intención hacerle daño a Fandral, el tuvo la culpa, a quien se le ocurre saltar por un balcón sin usar sus alas, me niego a ser cupido"

"Lo harás - retumbo la voz de Tyr en el lugar, Tyr era un ángel que no veía nada bien que a Loki se le excusara tan fácil de sus faltas - iras a la Tierra y no esta a discusión, a tu regreso tu penitencia estará lista"

" Calma por favor - Friga un ángel hermoso de cabellos dorados y mirada maternal le sonrió a Loki - Loki, aceptaras lo que te han impuesto, no como un castigo, sino como una forma de reparar el daño que causaron tus acciones, ve y prepárate, y no olvides llevar la daga del olvido, jamás a habido un incidente pero es de vital importancia que la traigas cerca tuyo.

La daga del olvido era un arma tan legendaria como inútil, nunca se había usado porque simplemente no había nadie cien por ciento puro de corazón que pudiera verlos, claro que había personas buenas por todas partes, pero siempre en lo más recóndito de su corazón anhelaban algo que no podían tener despertando aunque sea una pequeña e insignificante porción de envidia en sus corazones que ni ellos mismos sabían que tenian, se suponía que si un mortal por alguna extraña y desafortunada coincidencia lograba visualizarlos, la daga debería ser enterrada en cualquier parte del cuerpo del mortal, no le haría daño, pero de inmediato borraría de su mente el recuerdo del ser celestial que habían visto, y en el caso de que cupido fuera el que había sido descubierto el mortal se enamoraría de la primer persona que viera después de ser pinchado con la daga.

Loki salio enfurecido de la sala del consejo pero ya resignado, jamás podría refutarle algo a Friga, ella era tan buena y maternal con él, que le era imposible siquiera pensar en hacerla enojar.

Loki iba hacia su habitación pero sabía que tenía algo importante que hacer, se disculparia con Fandral y no por la pequeña broma, sino porque le había quitado su preciosa oportunidad de ser él cupido por ese año.

"¿Puedo pasar? - el pelinegro puso su carita más inocente, esa con la cual salía bien librado de la mayoría de los castigos - mira, te traje galletas de chocolate y el té de azahares con miel que tanto te gusta, además quería pedirte disculpas por arruinar tu dia"

Sigyn un ángel  con su cabello rizado rojizo, ojos violeta se encontraba haciendole compañía a Fandral, fue ella quien tomó la bandeja de manos de Loki para ponerla cerca de Fandral.

" Se que nunca imaginaste las consecuencias de tus acciones - Fandral estaba sentado en un mullido sillón rodeado de cojines para su comodidad - ya supe que te enviaran a la Tierra, y así como a mi me ilusionaba esa encomienda se que a ti no te hace nada de gracia, solo te pido que hagas tu mejor esfuerzo, no cometas ninguna tontería, observa a los mortales y dales la pareja que necesitan"

Loki paso la mayor parte de la tarde con Fandral y Sigyn, aunque no lo dijera un peso se le quito de encima al saber que Fandral lo había disculpado, ahora si, se encaminó hacia su habitación encontrando sobre su cama lo que utilizaría para su día de los enamorados en la Tierra.

Era más de media mañana, como Loki lo prometió había elegido parejas aquí y allá observando sus cualidades y eligiendo sabiamente, pero ya había tenido suficiente,  se trepó a un gran árbol que se encontraba en medio de un bullicioso parque, agradecía que los mortales no lo pudieran ver así como andaba, se veía ridículo con ese par calzoncillos blancos, de pronto Loki decidió que ya había sido bueno por muchas horas, unir a unas cuantas parejas locas no le haría daño a nadie, observo con detenimiento y eligió su primera víctima...corrección, su primera personita afortunada, era un hombre de negocios que se acababa de bajar de un lujoso auto último modelo, debería ser una persona egocéntrica porque su apellido Stark estaba plasmado en la placa del auto, observo quien podría ser su pareja ideal y lo localizo, un hombre rubio, de buen parecido pero del lado contrario de su nivel social, el rubio era un obrero en un edificio que estaban construyendo, Loki observo, observo y observo, justo en el momento exacto en que el hombre rico pasaba por un lado del chico humilde lo hizo tropezar, el rubio actuó por instinto deteniendo la caída del hombre y justo en ese instante Loki lanzó su par de flechas, el pelinegro casi podía jurar que vio corazones salir de sus ojos al conectar sus miradas, primera pareja loca lograda, pensó el pelinegro, bajo del árbol en que estaba y caminó un poco buscando sus siguientes flechados.

No paso mucho tiempo para que encontrara al primer integrante de su próxima pareja, un chico joven castaño se notaba que era muy inteligente porque estaba saliendo de una biblioteca con un montón de libros, Peter, oyo su nombre cuando una chica  le gritaba para despedirse de él, Peter iba caminado distraído, al parecer sus lentes habían pasado por un accidente porque se le notaban flojos y el chico se los acomodaba cada pocos segundos, Loki busco quien podría ser su pareja y no muy lejos de ahí lo encontró, el chico se veía mucho mayor que él, venía corriendo como huyendo de algo, Loki no tuvo que hacer nada para que chocarán porque el joven castaño estaba atravesado en la banqueta acomodando sus libros y el otro chico lo arrolló en su prisa por huir, en ese momento Loki los flecho y ambos olvidaron sus apuros porque se quedaron platicando largo rato sentados en la banqueta importandoles poco o nada que estuvieran estorbando.

Loki se sintió satisfecho, había hecho su travesura, había creado dos parejas disparejas, ya quería ver los regaños del consejo por tan original travesura.

El pelinegro ahora estaba sentado en una banca, frente a él estaba un chico rubio dándole de comer a las palomas, su rostro estaba sonriente observando a las aves que  incluso comian de su mano cuando él la extendía para que se pararan en ella, de pronto a Loki tanta felicidad le pareció empalagosa, miró al rededor la forma de arruinarle su actividad al rubio y vio la forma de hacerlo, estaba un niño en su bicicleta, Loki sin mucho esfuerzo guio al pequeño para que chocara con el chico que alimentaba las aves.

El chico rubio no se esperaba la embestida y cayó al suelo regando todo el alimento que traía, las palomas huyeron y la madre del pequeño solo corrió a auxiliar a su hijo alejandolo del gran rubio que estaba tirado en el suelo riendo como loco, Loki se acercó a el chico, algo en su risa lo hizo acercarse para arrodillarse justo frente a él, entonces todo pasó de repente, el chico abrió los ojos que dicho sea de paso eran hermosos de un color azul como el cielo despejado, pero lo más increíble fue que el chico lo vio, estaba embobado observándolo directamente a los ojos, ¿he muerto y llegué al cielo?, pregunto el rubio tocando su mejilla con sus manos cálidas y una sonrisa boba plasmada en los labios, Loki abrió los ojos asustado, no supo que hacer salvo sacar la daga del olvido y clavarla en el estómago del rubio, en ese instante una chica castaña se acercó a auxiliar al chico y Loki aprovechó para huir de ahí, volteo y pudo ver como el chico rubio besaba la mano de la chica castaña, algo dentro de él se sintió raro pero no se detuvo para investigar nada más, volvió a casa y se encerró en su cuarto asimilando todo lo que había pasado.

"Corazón, se que estas ahí "- Friga tocaba suavemente la puerta del pelinegro, habían pasado dos días desde el incidente y Loki no había salido de su habitación, no estaba enfermo ni nada, pero se sentía triste con solo recordar como el rubio besaba la mano de la castaña y eso hacia que se le revolviera el estómago y no quisiera salir de su habitación, además el consejo le había retirado todos sus libros como castigo, solo le dejaron un diario donde podría escribir como se sentía y reflexionar sobre sus acciones .

"Loki, cariño - volvió a insistir Friga - te estoy dando la oportunidad de que me permitas pasar, sabes que puedo entrar sin ningún problema"

Loki se levantó de la cama y desbloqueo la cerradura, ¿que le diría a Friga?, que estaba enojado por la desicion del consejo o que no sabia ni como explicar lo que sentía cada que recordaba al chico rubio, nada de eso tuvo importancia cuando Friga lo envolvió en sus brazos y beso su frente, no tenía sentido sentirse así pero estando en los brazos protectores de Friga la presa en sus ojos se rompió y empezó a llorar sin razón.

" ¿Que te tiene así? Friga lo mecía en sus brazos mientras le palmeaba la espalda para calmarlo - ¿me vas a decir?"

Loki solo sacudio la cabeza en negación, después de un rato abandono los brazos de Friga para sentarse en un banco junto al balcón de su habitación.

"No se porque estoy así- dijo el pelinegro evidentemente más calmado - ni yo me entiendo, solo quiero estar solo, por favor solo pido eso, ya mañana estaré bien, lo prometo"

Friga se despidió de él no queriendo atormentarlo más con su insistencia, pero sabía que tenía que hacer algo, sabía perfectamente lo que había sucedido con la daga, eso era un caso sumamente excepcional como para que el alto consejo no se hubiesen dado cuenta, pero estaba segura que lo de Loki nada tenía que ver con el hecho, era algo más, tal vez tenía que ver con el chico al que se había visto obligado a clavarle la daga.

Dos, cuatro, seis meses habían pasado desde que Loki había hecho su misión como cupido y aunque ahora parecía estar normal lo cierto es que nadie que realmente lo conociera le creía que todo estaba bien, ahora el pelinegro se la pasaba melancólico, Sigyn y Fandral se ponían casi casi a sus pies para que les hiciera alguna de sus desafortunadas bromas pero el pelinegro solo los pasaba de largo, sabía que la intencion de sus amigos era ayudarlo, y se los agradecía pero ahora estaba seguro que nadie podía ayudarlo, porque por más que se lo hubiera negado a sí mismo se había enamorado irremediablemente de el chico ese día en el parque y aunque por alguna razón divina pudiera bajar a la tierra como mortal el chico se había enamorado de la castaña que se había acercado a ayudarlo.