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Renuncia de derechos, los personajes que salgan aquí son de sus respectivos autores.

Una bella adolescente de cabello rosa y ojos amarillos observaba con una mueca de disgusto su creación.

Una capa de suciedad estaba impregnada en su tez, así como en su rostro, protegido por lentes binoculares.

Gotas de sudor surcaban su rostro, esta era la quinta vez que fracasaba a la hora de probar su invento.

La muchacha pelirrosa era Mei Hatsume, una estudiante con grandes capacidades para la ingeniería, bastante enérgica y torpe en algunas ocasiones.

El año escolar estaba apunto de terminar, y como tal les encomendaron elaborar un trabajo de ciencias. Mei nunca fallaba en eso y siempre salia la mejor.

Pero esta vez Mei Hatsume decidió fabricar algo excepcional. Decidió crear un acelerador de partículas que fuera capaz de teletransportar objetos, animales e incluso personas a un punto cualesquiera del espacio y que fueran capaz de regresar en su estado original.

Llevaba tres días con aquel proyecto, ni siquiera se molestó en descansar. Hacía unas horas que lo había finalizado, pero en ningún caso había llegado a funcionar.

"Esta vez debe funcionar, 'mi bebé' puede suponer un gran avance para la humanidad"-. Se dijo a sí misma mientras ponía en marcha por sexta vez aquel aparato.

Mei tenía la extraña costumbre de llamar 'bebé' a todos sus inventos. Incluso algunos de sus amigos le tenían por loca.

El acelerador de partículas mostró un alumbramiento y soltó un extraño sonido, mala señal.

Mei comenzó a alejarse lentamente, pues su invención estaba empezando a tener turbulencias y estaba haciendo sonidos bastante extraños.

"Vamos, has de funcionar bebé"-. La chica de cabello rosa siguió animándose a sí misma, aunque sabía que su invento estaba lejos de funcionar correctamente.

Las turbulencias de la maquina comenzaron a hacerse cada vez más fuerte, el asunto se estaba descontrolando.

Por si acaso Mei se puso detrás de una mesa y se tapó los oídos esperándose la habitual explosión, pero en esta ocasión no tuvo lugar.

"¿Habrá funcionado?"-. Inquirió Mei con una pequeña esperanza mientras asomaba la cabeza, pero entonces:

Salón.

Una mujer pelirrosa negó con la cabeza al oír aquella explosión, era la séptima explosión en dos días, su hija Mei había batido un nuevo récord.

"Simplemente genial"- pensó la mujer dándole un lento sorbo a su bebida mientras negaba.

Por suerte su marido era un importante ingeniero a nivel regional. Así que pudieron comprarse un piso adosado, para dar rienda suelta a la genialidad de Mei.

"Es una suerte que esta casa disponga de un sótano"-. Rin Hatsume negó con la cabeza por segunda vez.

Al final acabaría dejándole el adosado a su hija, y se iría a vivir a otra casa, después de todo Mei iba a cumplir los dieciséis en menos de tres meses, así que ya era lo suficientemente mayor para vivir sola.

"No es mala idea después de todo"-. Se dijo Rin con una sonrisa. Hablaría con su esposo Nagasaki para considerar la idea y luego se lo comunicarían a Mei.

De regreso al sótano.

Una capa de humo cubría toda la zona mientras Mei tosía frenéticamente. Otra vez su invento había fracasado.

Cuando el humo se disipó la chica abrió los ojos como platos, pues frente a ella se encontraba un muchacho pelinegro que vestía un dogi anaranjado.

"¿Entonces ha funcionado el acelerador de partículas?"-. Se preguntó Mei dubitación mientras se acercaba al chico. La pelirrosa notó en primer lugar el extraño peinado del chico, lo segundo es que estaba herido.

"Quizá habrá sufrido heridas en el momento de la explosión. En todo caso debo curarle para saber de qué lugar viene exactamente. A juzgar por sus rasgos parece ser de Japón"-. Indagó Mei, necesitaba respuestas.

Tres días después.

Mei fracasó en su invento, pero logró fabricar a tiempo un volcán a base de bicarbonato sódico. Eso fue suficiente para ganar el concurso de ciencias, como todos los años.

Ahora iba a inscribirse a la academia de héroes [U.A], concretamente en el curso de apoyo, que se encargaba de la fabricación de artilugios para los héroes, tal y como indicaba su nombre.

Las fechas de inscripciones para [U.A] no serian hasta dentro de diez meses, tiempo suficiente para perfeccionar sus conocimientos en ingeniería mecánica.

Su madre Rin acabó mudándose a otro lugar, por lo que Mei se había convertido en una chica independiente.

El dinero no supondría un problema, el trabajo de su padre Nagasaki Hatsume cono ingeniero y los negocios que tenia su madre les permitian lujos y comodidades.

Pero ahora lo que le intrigaba a Mei era saber la procedencia del extraño muchacho que salió de su acelerador de partículas. El chico aún no se había despertado, pero sus heridas ya habían sanado.

Mei suponía que su inventó sí funcionó, pero no al máximo rendimiento. La respuesta del pelinegro sería la clave para determinar si el invento había funcionado o no.

Goku pov.

Sentía mi cuerpo bastante dolorido, como si hubiera sido golpeado por cientos de disparos de fuego. Me dolía también la cabeza, pero suponía que era algo temporal.

Cuando abrí totalmente mis ojos vi un ventilador colgando en el techo mientras daba vueltas sin parar.

Inspeccioné la habitación, y noté que estaba recostado en una cama. Admito que resulta bastante cómoda jejeje.

A mi lado había una silla, encima de ella había un plato de comida caliente, que por cierto, olía de maravilla.

Estaba muy confuso en estos momentos, recordaba con claridad que había estado entrenando en el templo de Kamisama hasta que una extraña luz me envolvió, después de eso no recuerdo que sucedió.

Bueno, tenia bastante hambre, así que decidí probar aquel plato. Comencé a comer sin descanso, y en cuestión de segundos el contenido del plato había desaparecido, rayos, es que mi estómago no se puede controlar jejeje.

Ahora que me fijo, la habitación en la que me encuentro parece ser un sótano como el que tiene Bulma en su casa. En el suelo habían algunas herramientas y trozos metálicos, tal vez podía estar en Capsule Corp.

Movido por la curiosidad me levanté de la cama y comencé a caminar. No notaba la presencia de ninguno de mis amigos, esto sí que era extraño.

Pov normal.

El pelinegro salió del sótano subiendo las escaleras, mientras miraba con curiosidad las paredes de aquella casa, donde habían varias fotos de Mei junto a su familia.

-Parece que se divirtió bastante jejeje -el muchacho comentó al ver una foto donde Mei tenía un poco de pastel en la nariz y en la frente.

Dio una vuelta por la casa, al parecer estaba vacía. Así que logró encontrar la salida y salió a la calle.

-Este lugar parece bastante extraño, jejeje a ver qué cosas más tiene -Goku habló con una sonrisa en sus labios, lo más increíble de todo es que no parecía estar preocupado por el hecho de estar en un mundo prácticamente desconocido para él.

Con Mei.

La chica pelirrosa había salido para ir a buscar las herramientas necesarias para su nuevo proyecto.

Cuando regresó a su hogar, lo primero que hizo fue dejar su compra y correr hacia el sótano, algo en su interior le decía que verificara si el chico seguía ahí.

Bajó las escaleras en apenas dos segundos y efectivamente su intuición no le falló, pues se había ido.

Un par de minutos fuera y se encontraba esto, vaya suerte la suya. Tendría que haber instalado cámaras como le dijo su amigo Hakuyaryuchinamamori, aunque éste último quería que Mei instalase cámaras en el baño y que fuera él quien vigilase constantemente (perversión a tope).

"Pervertido"-. Se dijo Mei al recordar a su amigo, pero en estos momentos lo importante era hallar la ubicación de Goku. El pelinegro era la clave para saber si su mayor experimento había funcionado o no, pues quería saber si procedía de una dimensión alterna o no.

"Suerte que puse un localizador GPS en su dogi"-. Mei tomó un aparato que mostraba el mapa de la ciudad.

En aquel mapa había un punto carmesí moviéndose por la ciudad, el punto representaba al GPS que llevaba Goku incorporado en su traje de combate.

-Es hora de descubrir dónde estás y quién eres realmente, ¡allá vamos! -Mei pronunció aquellas palabras mostrando una suave sonrisa en sus facciones. Salió de casa y comenzó a correr en busca del pelinegro.

Calle.

El muchacho de cabello negro y ojos ónices transitaba una calle sin algún tipo de preocupación, simplemente veía maravillado los grandes edificios de aquella ciudad, aunque no eran diferentes a las de su mundo.

Algunas personas se paraban a mirarle, aunque él simplemente las ignoraba. Sentía tanta curiosidad que no se fijaba siquiera en las miradas que le dedicaba la gente.

Entonces vio a un gran número de personas reunidas, incluso patrullas policíacas circundaban aquel perímetro.

Los rostros de aquellas personas mostraban una seria preocupación. Aquello suscitó curiosidad en el pelinegro.

-Me pregunto qué es lo que estarán viendo -el pelinegro se acercó a la zona, completamente despreocupado. Lo primero que vio fueron llamas, y lo segundo a una sustancia viscosa envolviendo a un rubio cenizo.

No sabía lo que estaba ocurriendo, así que decidió preguntárselo a cualquier persona.

-Oiga ¿Qué es lo que está ocurriendo en este lugar? -inquirió el pelinegro tocando el hombro de un hombre peliplata, que estaba parado delante de él.

-Un villano ha tomado como rehén a un estudiante de secundaria, y los héroes todavía no llegan a este lugar, parece que otro suceso les está ocupando en estos momentos -respondió tranquilamente el hombre.

En cambio si habían algunos héroes como Mt Lady o Death Arms, pero se encontraban paralizados porque el villano le inspiraba temor o porque sus quirks no serían útiles para la situación. La vida del estudiante rehén, que de llamaba Bakugo Katsuki, estaba en peligro.

"¿Héroes? No hay tiempo para pensar en eso, debo salvar a ese chico"-. El pelinegro apretó con fuerza sus puños, preparándose para atacar al villano, pero entonces un chico peliverde salió corriendo en su lugar.

"Sal de ahí idiota"

"¿Qué pretende ese chico?"

"¿Acaso quiere morir?"

"¿Alguien quiere churros? ¿Nadie?"

Los comentarios de las personas que veían aquella escena no tardaron en hacer su aparición.

Incluso la policía estaba parada sin hacer nada, sólo le estaban lanzando insultos y gritos al peliverde.

Izuku Midoriya, tal y como se llamaba aquel peliverde, trataba de socorrer a su amigo de las garras de aquel villano. Aunque éste se mostraba reacio a ser salvado.

-¿QUÉ HACES MALDITO NERD? ¿QUIÉN COÑO TE CREES PARA SALVARME? -Bakugo gritó enojada mientras el peliverde seguía esforzándose en liberarle de la viscosidad del villano, quien le observó con molestia.

-Vas a pagar tu osadía mocoso -comentó el villano con enojo apunto de lanzarle baba verde.

-Me da igual, ¡¡Yo salvaré a Kacchan!! -Izuku siguió actuando con vehemencia, pero Goku sabia que corría un grave peligro, llegó el momento de pasar a la acción.

"Es hora de actuar"-. El pelinegro se movió rápidamente interponiéndose entre el villano viscoso e Izuku, quien parpadeó sus ojos mostrando notable confusión.

-¡¿PERO QUÉ?! -El villano apenas tuvo tiempo de gritar, pues Goku le asestó una potente ráfaga de viento, enviándole varios metros atrás y causando la liberación de Katsuki, quien parecía todo menos contento.

-Tks -se limitó en decir mientras miraba hacia otro lado. Por su parte Izuku mostraba una sonrisa, pues su mejor amigo estaba sano y salvo, aunque seguía preguntándose quién era aquel muchacho de extraño cabello.

"¿Quién será ese chico?"

"¿Acaso es un nuevo héroe?"

"Viste su movimiento, fue un Flush y luego Pum"

La gente comenzaba a murmurar acerca de Goku, quien se giró viendo a Katsuki y a Izuku mientras les mostraba su clásica sonrisa.

-¿Se encuentran ustedes bien? Rayos parece que aquí viene -el pelinegro se puso en posición de combate cuando el villano verde comenzó a acercarse a ellos.

-Soy Izuku Mirrodilla digo Midoriya, un gusto -se presentó el peliverde sonriendo cortésmente a Goku.

-Soy Son Goku, aunque puedes llamarme Goku simplemente, espero que seamos grandes amigos -correspondió el ojinegro devolviendo la sonrisa, pero entonces se giró.- pero primero tengo que ocuparme de... Lo que sea esa cosa -añadió un poco asqueado.

-No hace falta que te muevas extra, yo seré quien derrote al villano -Katsuki tomó la palabra adelantándose a Goku y a Izuku, quienes le observaban con una gota de sudor.

Justo entonces una importante figura hizo acto de presencia, llamando la atención de los tres adolescentes.

-Lo han hecho bien hasta ahora, pero yo me encargo del resto -dijo el hombre rubio, que no era otro más que El Símbolo de la Paz, All Might.

"Este tipo parece ser bastante fuerte, ¡Qué emocionante!"-. Se dijo Goku con una sonrisa de emoción impregnada en su rostro, pues le gustaba y le emocionaba sobremanera combatir contra sujetos mucho más poderosos que él.

-[Detroit Smaaash] -el hombre rubio gritó con fuerza lanzando un potente puñetazo al villano, que desapareció al instante como si se tratase de pólvora.

Goku sonrió con emoción al ver el increíble ataque de All Might, sólo agradecía mentalmente el hecho de haber acabado en un lugar donde habían sujetos poderosos.

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Fin del capítulo.

¿Qué les pareció? Aclaro antes de nada que Goku será un estudiante, ya pueden ir sugiriendo candidatas para ser su pareja y en qué clase quieren que le ubique.

Sin nada más que añadir se despide su escritor y compañero de cuarentena Destroit-san.

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