Prólogo.

Pueblo.

En un pueblo en las afueras, rodeado de montañas y árboles, donde vivían pocas personas, cada una de ellas tenía su trabajo, unos eran vendedores otros granjeros y otros cazadores.

En un lugar en específico podemos ver a un pequeño niño con un adulto pero este era viejo, un adulto mayor, era el abuelo del niño, un niño que parecía un conejo, con sus ojos como los rubíes y su cabello blanco como la nieve.

Este chico vivía con su abuelo, el único familiar que tenía en su vida, chico tenía 10 años de edad.

Muchos en la aldea, cuando veían que venía el anciano y con el pequeño peli blanco, lo primero que decían era, ahí viene el viejo y con su conejo.

Los pueblerinos les gusto este apodo de conejo para el pequeño, el peli blanco siempre que le decían conejo así un pequeño puchero.

El peli blanco estaba debajo de un árbol, leyendo un libro o cuento de héroes, el pequeño, deseaba de grande ser un héroe y salvar a una hermosa chica.

El chico estaba tan concentrado en su lectura, que no se dio cuenta que su abuelo lo estaba llamando.

-Ah, Bell por fin te encuentro- Dijo el anciano.

-Oh?, Hola abuelo- Dijo el pequeño Bell con una sonrisa.

-Hace rato te estoy llamando, Bell- Dijo el anciano con una sonrisa.

-Lo siento abuelo, estaba distraído leyendo este libro- Dijo el pequeño Bell sonriendo.

-Ah, tú libro favorito- Dijo el anciano, mientras se sentaba al lado del peli blanco.

-Si, es mi favorito, me gusta mucho por ese héroe llamado Albert, es muy fuerte- Dijo el pequeño volviendo a ver el libro y sonriendo.

-Jajajaja, dime Bell, que piensas ser de grande?- Pregunto el anciano, sabiendo la respuesta.

-Un héroe abuelo, seré un héroe, fuerte y valiente, quiero ser igual a Albert del libro- Dijo el chico emocionado.

-Jajajaja, si estoy seguro que lo lograrás, pero un héroe va a tener muchos obstáculos en su camino para poder convertirse en héroe, ¿crees que eres capaz de superarlos?- Pregunto el anciano.

-Si- contesto el chico con una gran sonrisa.

-Bell, la vida de un héroe no siempre va a ser como los libros- Dijo el anciano, mientras se ponía serio.

-Aque te refieres, abuelo?- Dijo el pequeño, con mucha confusión.

-A lo que me refiero, es que aveces un héroe no vive feliz, ellos tienen que hacer muchos sacrificios, para poder llegar a ser héroes, los héroes tendrán muchos amigos, pero también puede perderlos y les afecta y les duele, pero aún así siguen adelante- Dijo el anciano, mientras miraba el sol.

-Ellos tambien pierden a sus seres queridos?- Pregunto el peli blanco, mientras miraba fijamente a su abuelo.

-Si, Bell ellos pierden a muchas personas importantes y que quieren, pero aún con ese dolor, siguen adelante y se esfuerzan para evitar que vuelva a suceder- Dijo el anciano, mientras miraba a Bell.

-Oooh, entonces Albert-San perdió a alguien?- Dijo el peli blanco con curiosidad.

-No lo sé- Dijo el anciano aún sabiendo que él héroe si perdió a alguien.

El pequeño Bell, se quedó mirando el libro, y lo único que se venía a su mente es ¿Albert-San habrá perdido a alguien? ¿Por eso es fuerte, porque se esforzaba a no perder a nadie más? ¿La perdida lo motivó a evitar cometer ese error?.

Pero sus pensamientos fueron interrumpidos por su abuelo.

-Bell- Dijo el anciano con un tono serio.

-Si, abuelo?- Volviendo a mirar a su abuelo.

-Si un días te vuelves aventurero y logras ser un héroe, no importa a quienes pierdas o no importa si un asesino los mató, no recurras a la ira no te dejes nunca llevar por la ira y se que suena cruel, pero sigue adelante por ellos y Honralos haciendo te más fuerte, para proteger a los que te rodean y a los que te importan- Dijo el anciano mientras miraba fijamente al chico.

-Si, abuelo jamás me dejaré llevar por la ira- Dijo el peli blanco con una pequeña sonrisa.

-Espero que cuando lo logres, vengas a visitarme, quisiera escuchar rumores en el pueblo que digan Bell Cranel héroe de Orario y el aventurero más fuerte, estaré orgulloso de ti cuando lo logres- Dijo con una gran sonrisa y imaginando el anciano.

-Abuelo, que es Orario?- Pregunto Bell con mucha curiosidad.

-Orario es conocida por su gran ciudad, también le llaman ciudad laberinto, es muy famosa por su calabozo en el que entran los aventureros para hacersen fuertes, oh casi lo olvidaba, también es conocido, por que hay muchas chicas hermosas y espero que logres mi sueño Bell, ten un hareeeem- Dijo el abuelo esto último con un grito en coro.

-Abuelooooooo, yo no quiero tener un harem- Dijo Bell decidido.

El anciano solo suspiro ante lo dicho de Bell.

-Me decepcionas mi querido nieto, el harem es lo mejor que puedes tener en esta vida- Dijo con una sonrisa.

-Pues no quiero- Dijo Bell con un poco de molestia y inflando sus mejillas.

El anciano solo río antes esto y volteo a ver el sol, pudo ver que ya estaba ocultando el sol y ya eres hora de la cena.

-Bien conejo, vamos a darte una sopa de zanahorias para que te alimentes, jajajaja- Dijo esto el anciano con mucha risa.

-No soy ningún conejo- Dijo Bell haciendo un puchero.

-Jajajaja, si, si vamos conejo- Dijo mientras iba devuelta a la cabaña.

El pequeño peli blanco solo hizo un puchero más grande.

-Algún día conseguirás una chica que te dirá conejo, oíste conejo jajaja- Dijo mientras continuaba su camino.

El peli blanco y el abuelo de Bell empezaron a caminar rumbo a su cabaña en la cual vivían.

Cuando llegaron el pequeño Bell solo fue a dejar su libro, donde estaban los demás libros y su abuelo se dirigió a hacer la cena.

Después de un rato ambos terminaron de comer, ambos estaban en la sala sentados, el abuelo de Bell estaba sentado en un sillón y Bell estaba sentado en una de las piernas de su abuelo.

-Abuelo- Dijo Bell.

-Si, Bell?- Dijo con curiosidad.

-Me podrías contar sobre mis padres- Dijo Bell mirando lo fijamente a los ojos.

El anciano se quedó callado por unos minutos, él no quería contarle sobre lo que le sucedió a sus padres, el sentía culpa de que el chico no los pudiera conocer.

-En otra ocasión Bell- Dijo con algo de nostalgia.

-Esta bien- Dijo Bell un poco triste.

El pequeño siempre le preguntaba a su abuelo sobre sus padres, pero este siempre evitaba el tema o cambiaba de tema, para no contarle.

Bell siempre se preguntaba quiénes fueron sus padres, se preguntaba si ellos fueron unos granjeros o comerciantes o incluso unos aventureros o héroes.

¿Mis padres habrán sido héroes?, ¿Eran fuertes?, ¿Como murieron?, ¿Porque mi abuelo, siempre evita contarme de ellos?, ¿Habran sido muy reconocidos?, ¿Que tan fuerte habrán sido?.

Eran las preguntas que tenía el pequeño peli blanco sobre sus padres.

-Bell- Dijo el abuelo de el pequeño, para sacarlo de sus pensamientos.

-Si, abuelo?- Dijo Bell mirándolo nuevamente a los ojos.

-Es hora de dormir- Dijo el abuelo del pequeño.

-Esta bien abuelo- Dijo Bell bajándose de la pierna en la que estaba sentada.

levante los dientes y te acuestas- Dijo mirando al peli blanco.

-De acuerdo abuelo- Dijo Bell con una sonrisa.

Después de unos minutos Bell terminó de lavarse los dientes y se fue a acostar, su abuelo fue a darle las buenas noches, pero antes de que pudiera Bell le había pedido que le leyera un libro de héroes para dormir.

-Abuelo- Dijo Bell.

-Si, Bell?- Dijo el anciano.

-Me puedes leer un libro de héroes, para dormir- Dijo el pequeño peli blanco con una pequeña sonrisa.

-De acuerdo- Dijo con una sonrisa.

El anciano se levantó donde estaba sentado y agarró un libro y empezó a leerlo, después de un rato Bell ya empezaba a quedarse dormir y su abuelo ya había terminado de leer el libro.

El abuelo se levantó y dejó el libro en la estantería donde estaban los demás libros, luego se acerca al pequeño peli blanco y le da las buenas noches.

-Buenas noches Bell- Dijo mientras empezaba a caminar hacia la puerta.

-Buenas noches abuelo, te quiero- Dijo el pequeño peli blanco mientras cae dormido.

El anciano solo sonrió antes esto y procedió a seguir su camino hasta la sala y hay nuevamente se sentó en el mismo sillón que estaba sentado antes.

El solo miraba el fuego de la chimenea, haciendo varias preguntas.

¿Debería contarle sobre sus padres?, ¿Merece saberlo?, ¿Debería de esperar cuando sea el momento adecuado?, ¿Se molestará y me odiara si le cuento que por mi culpa ellos murieron?.

Eran las preguntas que se hacía el anciano.

-Meteria, estoy cumpliendo mi promesa, estoy cuidando del pequeño- Dijo con algo de nostalgia mientras recordaba lo que les había pasado.

Orario.

Orario la ciudad conocida como ciudad laberinto, por sus callejones, también conocida como ciudad calabozo.

En Orario vivían ciudadanos y aventureros, donde los extranjeros venían a convertirsen en aventureros fuertes y reconocidos.

En Orario se esparció un rumor de un grupo de secuestradores que solo secuestraban niños y mataban a los que intentaran evitarlo.

Este grupo de secuestradores mataban y torturaban a niños, de maneras muy frías y crueles.

Era un grupo muy buscado, habían secuestrado a más de 56 niños y todos los niños que secuestraban desaparecían sin dejar rastros, en veces encontraban los cuerpos de algunos niños tirados por algún callejón o en la mazmorra o en algún lugar muy peligroso, donde casi nadie pasaba y encontrara.

El gremio le había otorgado a 3 familias el encontrar a los niños secuestrados y encontrar a los secuestradores, estas familias eran la familia Loki, familia Ganesha y familia Hermes.

Se decía que estos secuestradores no solo capturaban niños de la ciudad de Orario, sino también afuera de Orario.

Muchos padres y madres perdieron a sus hijos y nunca más volvían a verlos, esto empezó hace 2 años, ahora en Orario los padres y madres cuidaban de cerca a sus hijos y no les permitían alejarse de ellos, esto preocupaba al Gremio, ya que nunca habían visto tantos casos así.

Se decía también que extranjeros y aventureros encontraban cuerpos de niños muertos en las afueras de Orario, se cree que este grupo de secuestradores, se oculta en las afueras de Orario.

Lo que más preocupo al Gremio, es que no han habido secuestros en 2 semanas, esto hizo que el Gremio pensara que estaban secuestrando niños fuera de Orario, cosa que también los preocupaba.

Día siguiente.

Pueblo.

Era de mañana en el pueblo, en el que vivían el pequeño Bell y su abuelo, el pequeño Bell se levantaba temprano al igual que su abuelo, pero hoy era domingo y dejó que Bell durmiera más de lo que dormía.

Paso 2 horas y el pequeño peli blanco ya estaba despertando, procedió salir de su cuarto rascándose los ojos, mientras miraba a su abuelo.

-Abuelo, porque no me despertaste?, no tenemos que ir al campo?- Dijo Bell, mientras se rascaba los ojos.

-Hoy es domingo Bell, hoy no se trabaja, por eso te deje dormir- Dijo el anciano con una sonrisa.

-Oh, lo olvidé, que haremos hoy abuelo?- Pregunto el pequeño.

-Hoy iremos al pueblo a comprar un poco de comida- Dijo el anciano.

-Esta bien- Dijo el peli blanco.

-Bell, ve y desayuna y luego te bañas, tendremos una platica de hombre a hombre- Dijo el anciano con una gran sonrisa.

-De acuerdo- Dijo el peli blanco algo confundido.

El peli blanco hizo lo que su abuelo le dijo se fue a bañar y luego fue a desayunar, cuando terminó se dirigió a la sala en donde estaba su abuelo sentado y se sentó cerca de él.

-Ya terminé abuelo- Dijo Bell.

-Bien vamos a empezar nuestra charla- Dijo el anciano.

-Sobre que abuelo?- Dijo el peli blanco.

-De cuando seas aventurero y tengas que ir a la ciudad- Dijo el abuelo.

-Ooooh- Dijo Bell.

-Lo primero que tengo que decirte, es que cuando seas aventurero, consigue te una linda chica un harem- Dijo el abuelo con emoción.

-Abueeeeeloooo-Dijo Bell gritando.

-Y recuerda esto Bell, espiar es el deber de un hombre- Dijo el anciano con una gran sonrisa.

-Abueloooooo- Dijo Bell otra vez gritando.

-Romaaaaaanceeee- Dijo el anciano en coro.

-Abuelooooo- Gritando por tercera vez.

-Bell te diré esta frase y espero que un día la recuerdes, ya sea cuando tus amigos estén en peligro- Dijo el anciano poniéndose serio.

-Si, cual frase?- Dijo Bell un poco curioso.

-Si alguien tiene el derecho de que lo llamen héroe, no es solo aquel que toma la espada, tampoco el que levanta escudo, ni el que tiene habilidades curativas, el que merece que lo llamen héroe, es el que arriesga su vida, protege a tus amigos y salva a la chica y arriesga tu vida, no importa si caes o fallas, puedes llorar, la victoria siempre etsa dentro del vencido, se fiel a tus deseos y muestra tus anhelos, si lo haces, eso es lo que te convierte en un héroe- Dijo el anciano con seriedad y sabiduría.

El pequeño peli blanco solo se asombró ante esas palabras, no sabía que decir ni tenía palabras.

-Eso es...es increíble, jamas lo olvidaré- Dijo el pequeño con una gran sonrisa.

-Bien alista tu bolso iremos al pueblo- Dijo el anciano.

-Esta bien abuelo- Dijo el pequeño.

Bell fue y busco su pequeño bolso, su abuelo lo esperaba afuera de la cabaña, una vez salió de la cabaña, se fueron ambos al pueblo caminando.

Paso un gran rato y ya habían llegado, el abuelo de Bell y Bell entraban a tiendas, verdurerias y otras tiendas más, era un pueblo pequeño, por lo que no habían muchas tiendas.

Pero de repente se empezaron a escuchar gritos afuera de la tienda en la que estaban Bell y su abuelo, su abuelo salió y Bell detrás de él.

Empezaron a ver que la gente corría, habían muchos heridos, el abuelo de Bell se acercó a un pueblerino que estaba herido, para preguntarle que pasaba.

-Muchacho que está pasando?- Dijo el anciano con mucha preocupación.

-Vi-vinieron un grupo de secuestradores, se están llevando a los niños- Dijo el joven con lagrimas en sus ojos.

El abuelo de Bell, iba a agarrar a Bell y llevárselo, pero para su mala suerte, el grupo de secuestradores, ya lo tenía rodeado, el anciano agarró un hacha que vio tirada y se pone en posición de defensa y pone a Bell detrás de él.

-No te resistas viejo, solo danos al chico y te dejaremos vivir- Dijo el líder del grupo.

-Jamas, si lo quieren tendrán que matarme para tenerlo, no dejaré que se lleven a mi nieto- Dijo el anciano gritando.

-No seas testarudo y danos al conejo- Dijo el líder del grupo.

-Ya les dije que no- Dijo el anciano algo molesto.

Bell estaba agarrando la pierna de su abuelo con sus manos, el volteaba a ver al grupo de secuestradores y a su abuelo, el pequeño sentía miedo.

El abuelo de Bell lo mira de reojo y trata de decirle una palabras, para tranquilizar al chico.

-Tranquilo Bell, no dejaré que te lleven- Dijo el anciano.

-Maten al anciano- Dijo el líder del grupo.

Todos los secuestradores empezaron a atacar al anciano, el abuelo de Bell, acabó con 3 de ellos, pero le ganaban en número y lo empezaron a dejar muy herido al borde de la muerte.

-Bell, vete, corre- Dijo el anciano con mucha sangre en su cuerpo.

-A-abuelo- Dijo con lágrimas en sus ojos.

Bell empezó a correr pero lo alcanzaron rápidamente y lo llevaron a donde estaba su abuelo tirado, para que viera como mataban a su abuelo.

El anciano empezó a derramar lágrimas, no pudo evitar que atraparon a su nieto.

Bell miraba a su abuelo, el pequeño estaba llorando.

Unos de los secuestradores sacó una espada larga, que tenía guardada y la apunta a la espalda del anciano.

Bell solo sentía miedo de ver a su abuelo morir, era el único familiar que tenía.

-Bell- Dijo el anciano con lágrimas.

-A-abuelo?- Dijo con lágrimas en sus ojos.

-Te quiero Bell, nunca lo olvides y conviértete en lo que me prometiste- Dijo el abuelo de Bell con una sonrisa.

-Yo también te quiero abuelo- Dijo Bell llorando.

El secuestrador no espero más y clavo su espada en la espalda del anciano, Bell solo gritó "Abuelooooooo" con muchas lagrimas en sus ojos.

Cuando el secuestrador clavó su espada en el anciano, un brillo en dirección al cielo, salió disparado un brillo blanco o verde, donde todos quedaron asombrados.

Cuando desapareció ese rayo brilloso, vieron que ya no estaba el cuerpo del anciano.

Todos los secuestradores estaban confundidos y en la mente solo se les pasaba una respuesta a esto, ¿Era un dios?.

Después de salir de su aturdimiento, agarraron al pequeño peli blanco y se lo llevaron con otros niños.

Hasta aquí el capítulo o prólogo.

Espero les haya gustado.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top